Esta partida está en revisión. Si el director no da señales de vida o es aprobada por un cuervo será borrada esta noche
Escena solicitada por el maestre
El sirviente había sido claro: "El Maestre quiere hablar contigo en su Torre. Ahora." Cuando ella se presentó ante él, cruzó la puerta siempre custodiada con dos guardias, y se sentó en el asiento que le había ofrecido el viejo maestre. Éste le acercó una copa, mientras que en la otra mano tenía otra para él mismo.
-Millicent, necesito que hagas memoria por mí- comenzó yendo al grano -Y necesito que seas muy franca conmigo. Y seré directo: esos guardias no te permitirán salir de esta sala a menos que yo lo diga. Por lo que puede que estemos mucho tiempo aquí si no oigo verdad en tus palabras- detestaba a la bastarda y más por ser la inepta que asesinó al Rey -Cuando le servías el vino a tu padre, ¿probabas cada jarra?-
Ante la repentina llamada del maestre, me presento inmediatamente. No esperaba nada bueno, nunca venía nada bueno de una llamada así, y menos del maestre. Cuando vi a los guardias, pensé en que mi suerte ya estaba echada, sea lo que fuese, ¿acaso moriría hoy? Sin embargo, sus palabras son tan extrañas cómo su amenaza. Sólo respondo.
-Cumplí con mi deber casi toda la noche, probé cada jarra que servía.- ¿Acaso había cometido algún error en el servicio?, ¿habían notado mi falta y pretendían castigarme?- Yo... sólo me retrasé un momento al rellenar una de las jarras, Ludwin quería que intercediera por él, para no tener que irse. Fueron sólo unas palabras, nada más. Estaba a la vista, y en ese momento, una de las chicas del servicio, se encargó de rellenar las copas. Fue, sólo un momento, no falté más de una copa.
Vi que hay alguna respuesta de Mill, pero no la veo... supuse que no era equivocación pero, ¿puede ser? Y si no es equivocación, ¿podrías responder? :D
¡Ludwing! Maldito... pensó, algo apresuradamente el Maestre.
-¿Parecía sincero el muchacho?- preguntó suavizando la voz -¿Reconocerías a la sirvienta? Descríbela ahora mismo...-
Estúpida... sólo hacía falta una copa para que el Rey muriera... sólo una copa.
Lo peor de todo era que si la muchacha había tomado de la copa del Rey, era más que probable que ahora yaciera muerta. Tenía que conseguir el cuerpo de ser así. Y arrestar a Ludwing... eso haría.
Gracias :D Me había parecido...
-Si, creo que podría recordarla, aunque sólo la vi un momento, en lo que llenaba la jarra.- digo mirando con cierto temor al maestre.
:s Master, ¿Qué tanto puedo recordar de ella?
-¿Y Ludwing? ¿Qué quería él? ¿Alguna actitud sospechosa? ¿Algo que te haya llamado la atención?- le preguntó de nuevo con insistencia, no quería que la muchacha perdiera esa información, porque sino tendría que recurrir a otros métodos y no quería hacerlo realmente, estaba viejo para esas cosas.
Mientras buscás en tu memoria, sigamos, pero no te olvides de la descripción ;) jaja
-Mientras iba a llenar la jarra, me comentó que al parecer tendría que irse con uno de los nobles, que no se encontraba muy a gusto con esa idea, y que quería quedarse. Yo le respondí que sólo nuestro señor podría ayudarlo, y que tal vez el regalar la piel de gatosombra podría permitir que alguien un poco más de su agrado se fijara en él. De allí... tocamos muy poco y regresé a mi puesto. Sabía que no debía dejar vacía las copas. Ese era mi deber.
Va.