Partida Rol por web

Vanya agradeció que hubieran llegado a un sitio donde ella pudiera descansar un poco. Demon se quedó en un sitio más cálido y ella miró a su hermano, sabía que sus hermanos no eran comunicativos pero todo había que intentarlo puesto que su suerte podía quedar en las manos de alguno de ellos.

-Sé que normalmente estaría ocupado pero es de noche y mucho no podrás hacer... ¿Cual crees que sea la verdadera razón de esta fiesta?

Ella sinceramente quería su opinión.

Gorek miró a la pequeña Vanya frunciendo el ceño e inclinó la cabeza un poco sobre un hombro, sin terminar de comprender la pregunta.

-- ¿Que crees tú? -- susurró.

La pequeña de los Bolton miró a su hermano a los ojos como intentando adivinar qué pensaba él.

-Creo que hay algo más que una simple fiesta... Ya me gustaría a mí saberlo. Quizá nuestro padre selle algunos enlaces, lo cual no me hace gracia pero vosotoa son mayores...

Bueno, soltó eso que no era del todo mentira.

-- Eso ha dicho padre, que pretende sellar pactos, y si para ello a de pactar matrimonios, asi lo hará -- su voz era un quejido doloroso, que hizo poco menos que repetir lo que el Rey había dicho en la reunión.
-- ¿Has oído algo más?

-Mentiría si te dijera que sé algo más...

Sentía que estaba molestando al sangriento y de esa manera no iba a conseguir mas de lo que ya sabía.

-No fue tan claro con lo de los casamientos pero tampoco me importa. Escucha, creo que estoy quitando demasiado tiempo y no es mi intención.

Estaba dispuesta a dejarlo ir. Al final, Vanya siempre estaba demasiado sola entre los suyos.

-- No ha dicho a quien va a casar con quién, pero porque la otra parte también tendrá cosas que decir al respecto, pero ha sido bastante claro en lo de que quiere sellas la alianza con el Rey del Pantano y de Skejos a toda costa, así es que cualquiera puede ser vendido, aunque padre luchara por sus intereses, y yo por los míos -- dijo con voz quebrada.

-Si me casan con uno de esos, el que sea, lo asesinaré antes que pueda tocarme...

Dijo eso sin pensarlo demasiado, luego recapacitó.

-Estoy dispuesta a hacer lo que sea por papá pero no soy la mayor, así que.. Sólo he escuchado habladurías, no hay más. Hermano, nos tenemos que cuidar entre nosotros, sólo quiero saber que podemos contar con eso.

El gato de Vanya se arremolinó en las piernas de Gorek.

Una sonrisa se dibujó en la comisura de los labios de Gorek al oír la amenaza de su hermana.
--Tu lo has dicho, eres la pequeña, no creo que entres en los planes dr Padre, Till y yo sin embargo...un hijo nuestro con ellas sería heredero no solo al trono de Sangre, sino tambien a los de Skegos y el Pantano, seguro que la primera opción de padre somos los mellizos...-- dijo con la voz tan ronca como el ronroneo del gato de Vanya.

Vanya sopesó por un instante las palabras de su hermano.

-Quizá sea eso precisamente lo que padre quiere, asegurándose asi ambos territorios. De todas maneras lo que deberíamos hacer es destazarlos y enviarlos fe regreso a sus tierras...

Lo miró, miró a Demon y se acercó a él.

-Necesito aprender a usar una espada... Y necesito una espada también...

Gorek carraspeo un par de veces antes de hablar.

-- Padre ha sido claro, si hay que casarse, nos casaremos -- podía entender que las mujeres fueran reticentes a casarse con los hijos de los Reyezuelos, pero para él no suponía mayor problema.

-- En cuanto a la espada...deberías pedirsela a Padre, al igual que las lecciones-- le hizo un gesto a la pequeña para que le siguiese, y puso rumbo a la armería.

Parpadeó un par de veces.

-No me arriesgaré a que me azote. Prefiero no decirle.

Y eso era verdad pero aún así lo siguió.

El Maestre esperaba sutilmente a que todos se alejaran de la sala. Miró a la bastarda que aún estaba con la jarra de vino en sus manos, y también a Corum y a Arthur. A menos que estuvieran esperando a lo mismo que él, deberían estar por retirarse en pocos segundos.

Ok

Millicent caminó entre los que quedaban, rellenándoles sus copas. 

El maestre vació por última vez la copa y luego de dedicarle una mirada fulminante a la bastarda, se alejó de allí con sus papeles luego de dedicarle una reverencia apenas perceptible (dado su larga vida) al Rey.