Descripción: Murray Hill es una de las zonas más antiguas de Nueva York. Aunque en sus orígenes se trataba de una zona más bien rica, ahora se ha convertido en un barrio tranquilo y más asequible que los Uppers, además de ser una zona bastante segura que lo convierte en el lugar perfecto para gente joven. Es una zona en la que se pueden encontrar varias librerías e iglesias, entre ellas The Morgan Library and Museum. Bajo ella, existen varios túneles, entre ellos el de Queens Midtown, que conecta la isla con la zona de Queens. 

Botín y premios: Botiquin si alguien entra en la Morgan Library.

Personajes: Madre loca

Eventos: Madre e hijo (19): Colocados en la entrada de una calle que lleve a algun sitio cerrado donde esté ella escondida, esperando que el niño atraiga a gente. Siempre llamará la atención de gente que esté lejos para que le persigan hasta el sitio donde puede atacar la madre.

Otras características: Ocultación media, hogares algo protegidos, túneles y opción a que alguien venga de fuera...

Puntos de entrada:

• Norte (Midtown East): Morgan Library
• Oeste (Garment District): Morgan Library
• Sur (Gramercy): Entrada a túneles

Imágenes relevantes:

• Morgan Library: 
• Queen's Midtown Tunnel: 

MURRAY HILL

Murray Hill es una de las zonas más antiguas de Nueva York. Aunque en sus orígenes se trataba de una zona más bien rica, ahora se ha convertido en un barrio tranquilo y más asequible que los Uppers, además de ser una zona bastante segura que lo convierte en el lugar perfecto para gente joven. Es una zona en la que se pueden encontrar varias librerías e iglesias, entre ellas The Morgan Library and Museum. Bajo ella, existen varios túneles, entre ellos el de Queens Midtown, que conecta la isla con la zona de Queens. 

Entradas/Salidas:

• Norte: Midtown East
• Oeste: Chelsea
• Sur: Gramercy

Tamaño de zona: Pequeña

Al salir de casa en East Village, te encontraste con mucha más gente de la que se podría esperar en la noche de la Purga. Varios vehículos de todo tipo se dirigían en la misma dirección: Un enorme recinto con una carpa de circo en el que se podía leer la palabra "Purga" escrita. Era pronto todavía pero ya había varias parejas, incluso familias, yendo hacia allí. 

El camino hacia Murray Hill fue bastante tranquilo y cada vez se veían más en los balcones ramos de flores azules, apoyando la iniciativa de los NFFA. A medida que avanzabas te diste cuenta de cómo por la hora y la lejanía con la Feria de la Carne, se veía cada vez menos gente por la calle. Había varias personas avanzando a paso rápido o incluso corriendo, para llegar a su casa antes de que todo empezase. Los que no corrían, miraban constantemente el reloj o comprobaban con calma sus mochilas y bolsillos. Incluso había alguno con la mirada fija en las ventanas tapiadas de un bloque de edificios, sin molestarse por ocultar siquiera su primera víctima de la noche. 

El padre Jeremías había pasado ocupado la mayor parte del día, terminando los preparativos para proteger la Catedral de Saint Patrick. O eso era lo que te había indicado uno de los novicios más jóvenes, cuando llegaste preguntando por él, prometiéndole que al menos le daría tu mensaje lo antes posible*. La Catedral es bastante más grande que tu iglesia y sabes que precisamente en esta noche es un lugar al que acudirán muchos, buscando refugio tanto para ellos como para su alma atormentada. 

Por lo que después de preguntar, pasas el día recorriendo las calles con la furgoneta. Ignoras como de costumbre las risas de los pobres adolescentes ignorantes y prestas ayuda a las ancianas, sobre todo, que te piden subir para que las lleves a la iglesia. En muchas de las ventanas puedes ver ramos de flores azules, una forma de celebrar esta "fiesta" conseguida gracias a los NFFA. Llega así la tarde, quedando menos de media hora para que llegue la liberación de los pecadores, la noche en que los demonios se apoderan de los corazones más corruptos y los llevan por una senda que termina llevando al Infierno. La Catedral no queda muy lejos, por lo que te daría tiempo a llegar antes de que suene la sirena, pero también sabes que es posible que la hermana Claire necesite ayuda con los fieles.

Con la mochila en el hombro derecho caminaba tranquilo pero sin pausa hacia mi destino, estaba nervioso, joder diría incluso que cagado, nunca antes había hecho una cosa así y con suerte esta seria la única vez, pero la necesidad hace al hombre, eso decía mi padre. Quien no tengo muy claro donde estará esta noche, pero seguro que no aprobara lo que iba a hacer, a pesar de usar literalmente sus putas palabras para justificarme.

-La feria esta en East Village, como dijo ese capullo, perfecto. Siempre puedo volver, no esta lejos. -Guarde mentalmente la zona de la feria de carne, ademas de apuntarla en la libreta del móvil, por si las moscas y de paso comprobé la dirección de la chica en la Web para acercarme a una manzana de distancia, esperando ser el primero en ir a buscarla, hacer el trabajo y salir de allí antes de que otros me jodieran a mi.

Primero di un rodeo al edificio y las ventanas para conocer el terreno, luego busque la zona de basuras, que estaba parcialmente oculta, como mostraba en el mapa y espere paciente allí, semi-oculto, toqueteando la mascara guardada dentro del interior del chaleco, para ponérmela cuando empezara la purga, mientras oteaba el terreno en busca de la chica, por si tenia la suerte de verla por la calle y de paso vigilar que nadie me vigilara a mi. -joder, joder joder joder...

La gente que corre por las calles cada vez es menos y de los que quedan, ninguno parece prestarte especial atención. Las grandes ventanas del edificio están cubiertas por grandes placas de madera, incluso metal en algunos casos. La verja de la entrada parece bastante endeble y lo que es la puerta en sí no tiene ninguna protección por fuera. Sin embargo, lo que te llama la atención es que el edificio de la dirección ni siquiera parece una vivienda en sí. Tiene más aspecto de un centro cultural o un colegio.

En ese momento, suena el anuncio habitual de la Purga. Algunos se quedan en el sitio escuchando el anuncio mientras que otros corren a los portales para intentar reventar las puertas, o empiezan a golpear los coches entre gritos de euforia. Desde donde estás, ves a una figura enmascarada ir corriendo hacia el edificio que estás vigilando. Una vez allí, abre la verja sin problemas y abre la puerta de una patada, antes de meterse dentro.

No encubrí tu justicia dentro de mi corazón;
He publicado tu fidelidad y tu salvación;
No oculté tu misericordia y tu verdad en grande asamblea.

Salmos 40:10

Informo al moguillo de los rumores que me han llegado y que avise al padre de que vigile a la gente a la que le da refugio. Al fin y al cabo era la forma más fácil de asaltar a un buen hombre. Te hacías pasar por un desvalido y cuando su naturaleza le inclinara en ayudarle quedaría vulnerable a la inquina y maldad de los impíos.

Sea como sea tampoco podía pasar todo el día allí y dejar a la pobre y abnegada hermana Claire haciendo todo el trabajo, así que vuelvo a la humilde morada de nuestro señor que se encontraba a mi cargo y la ayudo a preparar el lugar y que todo esté más que listo para que la pobre chica pueda salir a tiempo y llegar al refugio de su familia.

La hermana Claire agradece tu ayuda y cuando se acerca la hora de marchar, se niega a irse, alegando que la necesitan más aquí que en casa. Y es verdad: Pocas veces has visto la iglesia tan llena, más allá de algún bautizo o boda que no se había podido permitir ir a la Catedral a celebrarlo. En su mayoría son ancianos, mujeres y niños y aunque conoces a bastantes de ellos, hay muchas caras nuevas esta vez. La hermana Claire se encuentra repartiendo pañuelos y botellas de agua entre algunas madres que han empezado a llorar, afectadas por un ataque de nervios. 

Es en esos momentos cuando la sirena se hace oír por los altavoces del exterior, anunciando el casi habitual inicio de la Purga. Los niños dejan de hablar y corretear durante un instante e incluso de las que estaban sollozando se detienen para guardar silencio en aquella sentencia de muerte. Tras el aviso, se oyen varios gritos de euforia fuera, así como golpes y cristales rompiéndose. La hermana te mira con preocupación y luego a las puertas de la iglesia, claramente esperando que aquello sea suficiente. Aprovechando un momento que la dejan tranquila, se acerca hasta ti hablando en voz baja.

- No dejan de hablar del padre Jeremías... ¿Cree que estará bien? Sé que la catedral es más robusta nuestra iglesia, pero aún así no puedo evitar preocuparme... Ni yo ni muchos aquí. - la mujer echa un vistazo rápido hacia el púlpito y te dedica una suave sonrisa - Tal vez sus palabras puedan calmar a toda esta gente, padre.

Nada mas sonar la campana empece a vestirme para la ocasión empezando por la mascara de Tengu. Armas en la disposición que había planeado delante del espejo, esperando que quedaran igual y mochila a la espalda, cambiando el sentido de esta, para que me cubriera toda ella y es mas cómodo el caminar o correr, sin que me entorpezca a las extremidades y justo cuando estaba preparado para entrar en aquella... ¿Residencia? Alguien pareció adelantarse. -¡Mierda! Espero que sea algún chiflado que le gusta rajas críos y violar negras o estoy jodido.

Preparado con el arma, semi oculta, me acerque por la misma puerta que esa persona había derribado, no sin sacar de nuevo el móvil y quedarme con la cara del objetivo y su posible ubicación dentro del edificio, para entrar y empezar el trabajo. -Debí fumarme un may el corazón me va a mil/hora.

Sean fuertes y valientes.
No teman ni se asusten ante esas naciones, pues el Señor su Dios siempre los acompañará;
nunca los dejará ni los abandonará.

Deuteronomio 31:6

 Ains, la hermana Claire era una verdadera devota...

Viendo que no la iba convencer, niego con la cabeza sonriente y la dejo continuar. Realmente su ayuda iba a ser necesaria, nunca había tenido a tanta gente en busca de protección y había bastantes que no conocía, debería andarme con ojo de que no fueran lobos con piel de cordero buscando presas fáciles.

Sin embargo otros detalles ganan mi prioridad cuando la buena de la hermana termina por compartir sus preocupaciones, asiento y le pongo la mano en el hombro para tranquilizarla. Acto seguido me dirijo al pulpito y empiezo a llamar la atención de las buenas gentes que buscaban la protección del señor.

- ¡Hermanos y hermanas! Sé que se acercan momentos difíciles, esa sirena deja claro que las bestias han despertado y recorren las calles. Esa sirena deja claro que ya no hay tiempo, para algunos incluso no queda esperanza.- niego con la cabeza.- Pero yo os digo que esa gente se equivoca, pues aquí veo gente. Hijos de dios que han decidido creer no solo en el si no en sus hermanos. Hoy no hay hombre ni mujer que tenga que aguantar solo, hoy no. Hoy demostraremos a esos falsos ídolos que su Purga no es más que un insulto a sus ciudadanos, ya lo hicimos años atrás y volveremos hacerlo otra vez.- mira a todos con cierto orgullo y pasión por ellos.- Me han llegado las preocupaciones por el Padre Jeremías y son comprensibles, las bestias y el mal tienen formas traicioneras y sibilinas de actuar pero el buen Padre es un hombre de fe y además St. Patrick siempre ha resistido al igual que nosotros. Así no temáis , porque él esta con nosotros; no os desalentéis, por el es nuestro Dios. Os fortalecerá, ciertamente os ayudará, sí, os sostendrá con la diestra en su justicia. Amén.

El coche de boda de Wendy pasa por Murray Hill, con varias latas atadas a la parte de atrás y la canción de "Girls just want to have fun". Se para delante de la iglesia, tocando el claxon sin parar, y gritando:

- ¡Eeeeoooo! ¿Está abierta? ¡Luego pasaré por aquí, ¿vale?!

Después de eso, se vuelve a marchar hacia Gramercy.

Justo antes de entrar, te parece oír a lo lejos ruido de latas y la canción de "Girls just want to have fun". Una vez dentro, te das cuenta de que efectivamente eso no parece un bloque de pisos. Lo primero que te encuentras es un amplio pasillo con varias puertas a los lados. A tu lado y al fondo parece haber escaleras que suben y bajan. Mientras estás decidiendo por dónde ir, escuchas pasos corriendo por las escaleras hacia arriba, seguramente del tipo que ha entrado antes que tú. 

Toda la iglesia guarda silencio al verte subir al púlpito. Los que están de pie se vuelven a sentar y las madres agarran a sus niños para que se sienten y estén callados. Durante el discurso puedes ver cómo muchos asienten, apoyando tus palabras, e incluso algunos llegan a sonreír, más calmados que antes. Con un "amén" a coro, la iglesia parece iluminarse de nuevo y la gente se levanta pero esta vez para hablar con más tranquilidad y para acercarse a felicitarte. La hermana Claire te sonríe desde la primera fila de los bancos, con las manos entrelazadas y agradeciéndote con la mirada tus palabras.

El ambiente se ha vuelto algo más alegre, tanto que hasta te parece escuchar música entre las voces de tus feligreses... No, espera, es música de verdad. Y es concretamente la canción de "Girls just want to have fun", sonando desde una radio que se acerca cada vez más desde fuera, acompañada de un sonido metálico, como de latas chocando entre ellas. Muchos se giran, intentando ver por las rendijas que pueda haber en las ventanas tras haber puesto las persianas metálicas y los tablones de madera. Se escucha el claxon de un coche sonar varias veces y una voz femenina se hace oír a gritos por encima de la música.

- ¡Eeeeoooo! ¿Está abierta? ¡Luego pasaré por aquí, ¿vale?! ¡Chaoooo! 

Tan rápido como llega, empieza a alejarse por las calles con la música aún sonando en bucle. Todavía parece alejarse cuando un nuevo grito de una mujer suena, pero esta vez dentro de la iglesia. 

- ¡Un niño! ¡Hay un niño fuera! - chilla la mujer. Los nervios vuelven a apoderarse de muchos y los que han podido asomarse para verlo te miran a ti y luego a la puerta, uniéndose a los gritos - ¡Tenemos que dejarlo entrar! ¡Le han puesto una máscara! ¡Pobrecillo...! ¡¿Qué le van a hacer?!

-Mierda, ¿Esto es una fraternidad o algo así? Voy a tener que darme prisa si quiero salir de una pieza, por donde coño empiezo... -Por suerte no me había cruzado con nadie hasta el momento y pese a la música todo estaba muy tranquilo, por lo que me dio tiempo a poner mis ideas en orden, lo cual era una estupidez porque no tenia ni idea de lo que estaba haciendo. Por suerte las pisadas de quien entro antes que yo subían hacia arriba y si tal vez tuviera suerte él si sabia donde buscar... Solo debía hacerlo antes que él o... coño no se, pero no pierdo nada por subir y comprobarlo.

Así que continué escaleras arriba, atento a cualquier imprevisto, no pensaba dejarme emboscar si es que estaba metiéndome en la trampa mas tonta del mundo sin pelear.

Según la dirección, sabes que la vivienda de la chica debería estar en el segundo piso, puerta 3A. Por lo que empiezas a subir hasta el segundo piso, siguiendo los pasos apresurados del que iba delante. Las luces del edificio están apagadas y sólo hay luz por los carteles de salida de emergencia y por los últimos rayos de sol que se cuelan entre las ventanas tapiadas. Cuando estás llegando a la segunda planta, escuchas por el pasillo otro golpe, similar a la patada en la puerta de la entrada. Casi al momento, se oye una voz.

- ¡¿Pero qué co...?! - la voz de un hombre se corta con un golpe sordo, seguido de otro que casi hace retumbar el suelo, como si hubiera caído algo muy pesado. 

- No esperaba que llegasen tan pronto... ¿Tantas ganas tenías de matarme, pedazo de hijo de puta? - esta vez la voz suena a la de una chica, seguida de otro golpe - Tú, ve a comprobar si hay alguien más. Seguro que el muy gilipollas ha dejado la puerta abierta...

Cuando te asomas al ancho pasillo, te fijas en que una de las puertas está abierta y sale luz de su interior. Siguiendo lo poco que ves de los números en la pared, podría coincidir con el 3A que estás buscando. Sin embargo, antes de que puedas decidir si entrar o no, sale una figura de la puerta y empieza a andar a paso rápido hacia tus escaleras.

Que nadie, al ser tentado,
diga: «Es Dios quien me tienta.»
Porque Dios no puede ser tentado por el mal,
ni tampoco tienta él a nadie.

Santiago 1:13

 Parece que los ánimos se calman un poco y termino por bajar del estrado con calma devolviéndole la sonrisa a la hermana Claire. Sin embargo aún quedaba trabajo por hacer y la noche no acababa más que empezar. Para demostrarlo se escucha música pop de los noventa acompañada de los gritos de una pobre pecadora. Por si eso no fuera poco una feligresa hablaba de un niño fuera con máscara puesta.

Extrañado y ante la noticia llamo a la calma mientras me acerco a la ventana para comprobar la situación por mí mismo.

En cuanto te acercas a la ventana, la muchedumbre te deja sitio y la primera mujer que lo ha visto, a la que conoces como Julie, te mira con agobio y las manos entrelazadas. La hermana Claire se acerca rápidamente a tu lado para poder mirar por la ventana también. A través de una rendija en los tablones, te apañas más o menos para ver la figura de un niño o una niña bajo una farola. Lleva una máscara de tela de saco a la que malamente le han cosido y pintado un rostro deforme. Parece que está mirando a la iglesia o tal vez a la ventana, pues al poco rato alza su pequeña mano con cuidado y os saluda con ella. 

- Sé que no deberíamos abrir las puertas pero... - la hermana Claire te mira con preocupación. 

- ¡No vamos a abrir las puertas por un niño! - exclama un anciano, conocido como el viejo Jenkins, levantándose del banco - No les irá a hacer caso, ¿no, Padre? Aquí estamos seguros. ¡Abrir sería un error!

- ¿Y qué te parecería si dejáramos a tus nietos o a ti fuera, eh? - responde Julie enfadada, junto a varios ceños fruncidos que se giran hacia el anciano.

- Pues me joderé, con perdón, - hace una pausa santiguándose, como si se hubiera acordado de dónde está - y a mis nietos les pasará lo mismo por no haber llegado a tiempo. 

Al parecer esa termina de ser la gota que colma el vaso, pues las palabras del viejo Jenkins levantan varios gritos por la Iglesia, en una trifulca entre varias madres furiosas y el viejo Jenkins junto con algunos valientes que apoyan la idea de mantener cerrado el sitio.

Honra es del hombre dejarse de contienda:
Mas todo insensato se envolverá en ella.

Proverbios 20:3

 - Gracias Jenkins por su aportación; lo mismo a vosotras, hijas mías. - digo elevando la voz pero silenciando la discusión rápidamente. Era obvio que lo del niño era una trampa y que había más gente en los alrededores esperando que nuestro buen corazón nos llevara a cometer errores terribles.

- No vamos abrir la puerta, ante una trampa tan obvia de los siervos de la bestia. Si os fijáis veréis gente escondida esperando para cobrar en nosotros sus más bajos instintos.- explico con una seguridad tal que parece que los he encontrado con una simple mirada por la ventana.- Sin embargo si hay algún valiente que quiere salvar a esa inocente alma, que me acompañe. No aceptaré más de dos personas.

Dicho esto empiezo a dirigirme a una de las habitaciones privadas de la iglesia acompañada de la hermana Claire, al menos hasta la entrada.

- Voy a usar la puerta secreta, para coger al niño sin poner en peligro a nadie, encárgate de las cosas aquí dentro mientras tanto. Debería bastar con que le des conversación al viejo Jenkins para que no suelte más aceite al fuego.- le susurro en voz baja para que no me oigan el resto.