Partida Rol por web

Hace varias semanas recibiste la visita de un mensajero ricamente ataviado. Te llevaba una invitación perfumada para que asistieses a un suntuoso banquete en la mansión del señor Claudius Giovanni. Giovanni pertenece a una rica familia de comerciantes italianos, y es tan temido como respetado. Una invitación como esta es un gran honor, que no puede ser desdeñado a la ligera, ni siquiera aunque provenga de alguien tan misterioso y de tan siniestra reputación como Claudius Giovanni.

Paseo por el puerto, saludando a unos y otros, asegurándome del buen funcionamiento de todo antes de mi ausencia. No tengo dudas de que todos saben cómo proceder. En mi casa, en el puerto, si alguien pregunta por mi, o se interesa demasiado por mis asuntos. 

Tras un par de horas, vuelvo a casa. A prepararme para el viaje. Como ponía la invitación, no me tengo que preocupar del transporte, lo que significa que es lo primero de lo que he de preocuparme. El señor Claudius Giovanni es un pez muy grande, así que no he de parecer un pez chico, pero tampoco dar a entender algo que no es, no quiero ningún malentendido. Que haya llamado su atención como para invitarme a una cena, no se me debe subir a la cabeza. De hecho, he de tener la cabeza bien despejada, de esta cena puedo sacar contactos, ojalá muchos y buenos, tal vez incluso aliados, o quién sabe, alguna bella mujer con la que sentar cabeza. Por todo esto decido vestir sencillo pero elegante. Pese a que las primeras impresiones son importantes, a veces sólo es un estorbo que no deja ver qué hay en la cabeza de los demás. 

Una vez vestido, y con una maleta con dos cambios de ropa —no por coqueto, si no por prevención—, ya estoy listo para esperar al transporte. Espero tomando un vino dulce a ver que alguien se acerque a la entrada a recogerme.

Un elegante carruaje llega para recogerte para emprender lo que probablemente sería el viaje más largo de tu vida... a los oscuros bosques de los Cárpatos.

Tras dos semanas de incómodo viaje por malas carreteras, a través del barro y la lluvia, llegas a últimas horas de la noche al Cordero Rojo, una acogedora posada donde hay ya otros invitados a la mansión Giovanni. La cena tendrá lugar a la noche siguiente, y hoy pernoctaréis en la posada