Hace varias semanas recibiste la visita de un mensajero ricamente ataviado. Te llevaba una invitación perfumada para que asistieses a un suntuoso banquete en la mansión del señor Claudius Giovanni. Giovanni pertenece a una rica familia de comerciantes italianos, y es tan temido como respetado. Una invitación como esta es un gran honor, que no puede ser desdeñado a la ligera, ni siquiera aunque provenga de alguien tan misterioso y de tan siniestra reputación como Claudius Giovanni.
Tras recibir información, la pequeña cabeza de Marco no paró de pensar en cosas. "Será el señor Giovanni quién me envió aquí? Se suponía que debía conseguir el control del monasterio? En sólo dos semanas?!" Marco se pone blanco de repente mientras sopesa las opciones que tiene. Quizá pueda huir. "Imposible, yo mismo me enteraría si uno de mis objetivos intenta escaparse de mi. Y sólo tengo 10 años... El señor Giovanni me destrozaría..."
- Marco! Marco! Estás aquí? Por favor, atiende a las enseñanzas, no tengo todo el día. - Le sorprende la voz del hermano Luca.
- Perdone Hermano Luca.- dice con una sonrisa encantadora consiguiendo que una mano se pose sobre su cabeza y le revolotee el pelo.
- Seguro que piensas en la carta del señor Giovanni. No te preocupes. He visto al señor Giovanni hablar con el padre Flavio. Posiblemente quiera ofrecerte un trabajo o ayudar con alguna labor. Recuerda de asearte para causar buena impresión. No sé cómo lo consigues pero siempre vas tan...
-Si!- contesta Marco con otra sonrisa para acallar al padre y que continúe con su lección.
Eso esperaba él, pero lo poco que conocía de Giovanni le decía que no sería nada parecido. El día señalado Marco se asea, se viste, se arregla y espera al carruaje.
- Vaya Marco! Si no pareces tú! Pareces hasta un chico normal!- dice el hermano Luca que ha salido a acompañarle en la espera.
Marco sonríe a Luca, se había esmerado en asearse para parecer un chico normal, y se había vestido con ropajes limpios que le dieron. Eso era lo que esperaban de él, o eso creía. Por fin llegó el carruaje.
- Adiós hermano Luca!
Un elegante carruaje llega para recogerte para emprender lo que probablemente sería el viaje más largo de tu vida... a los oscuros bosques de los Cárpatos.
Tras dos semanas de incómodo viaje por malas carreteras, a través del barro y la lluvia, llegas a últimas horas de la noche al Cordero Rojo, una acogedora posada donde hay ya otros invitados a la mansión Giovanni. La cena tendrá lugar a la noche siguiente, y hoy pernoctaréis en la posada