La pantalla que se encontraba en la habitación se encendió, y tras mostrar un pequeño vídeo de un reloj con varias partes móviles girando en direcciones contrarias, incluso el minutero iba en sentido anti-horario; el fondo cambió al de Monokuma, al parecer iba a dar otro aviso escolar, puesto que habló con su aparente pulcreza, elegancia y clase.
-¡Buenos días a todos!. ¡Son las 7 a.m. y el horario nocturno se ha terminado!. ¡Es hora de despertarse y brillar!. -Comentó de forma alegre- ¡Preparáos para dar la bienvenida a otro hermoso día!.
Estando sorpresivamente vivo, aquel alumno secuestrado se dispuso a salir de su cuarto con las esperanzas de encontrarse a alguien más muerto en aquella noche, no eran unas esperanzas ni unos deseos de verlos muertos, sino que simplemente era lo que esperaba que pasara.
Aquel día había sido largo, lleno de experiencias en las que aquellos jóvenes practicamente apenas podían soportar pero, aún así miraban con cierto optimismo -quizás ingenuo- el futuro, uno lleno de esperanza por poder terminar con todo eso de una buena vez, aunque quizás lo que no sabían era que la desesperación siempre estaba al acecho.
Con las esperanzas de dormir tranquilos durante la noche, estos se refugiaron en las habitaciones como un lugar aparentemente seguro para poder descansar... aunque bien sabían que esto estaba lejos de ser cierto, una noche que contaba como dos repletas de asesinatos lo habían demostrado.
Aún había algo de tiempo para hacer cosas, por lo que si era lo suficientemente valiente o suficientemente insensato este alumno secuestrado podría salir de su cuarto y tratar de hacer algo según sus posibilidades y habilidades, o esperar a que nadie fuera a hacerle nada.
La pantalla que se encontraba en la habitación se encendió, y tras mostrar un pequeño vídeo de un reloj con varias partes móviles girando en direcciones contrarias, incluso el minutero iba en sentido anti-horario; el fondo cambió al de Monokuma, al parecer iba a dar otro aviso escolar, puesto que habló con su aparente pulcreza, elegancia y clase.
-He de decir que me ha gustado mucho ver como estáis llevando esto, poco a poco estoy comprendiendo que todo saldrá bien. Por lo que si me lo permitís voy a mimaros un poco. -Indicó mientras hacía una actualización en la pulsera, desbloqueando una sección para emitir votos- Ahora podéis votar por si queréis desbloquear un nuevo piso a costa de que las votaciones cambien a "Votaciones de Administrador"... Esta oferta durará esta noche, pensadla bien.
El fuerte sonido de una alarma siendo disparada en mitad de la noche alertó a aquel estudiante que estaba durmiendo plácidamente, con el corazón en un puño este se giró en la cama para comprobar que el cuarto era solitario, que no había nadie más en aquella habitación y el estudiante comprendió que quizás no era una alarma, sino sinó simplemente "la alarma del incumplimiento de la acción prohibida" es decir alguien había muerto.
Sin ningún tipo de sorpresa me dirijo hacia donde vienen los sonidos.
La situación ya de por sí era completamente desesperada, por lo que aquel alumno superviviente salió de su propia habitación siguiendo el sonido de los "Beep Beep" hasta encontrarse con qué hacia aquel ruido incesante, o mejor dicho, con quién había terminado por fallecer a causa de su acción prohibida.