El Comedor era una estancia bastante amplia que daba a la cocina directamente, por la noche estaba prohibido estar por ahí pero aún así esta era de las zonas más visitadas de todas, principalmente a las horas de la comida y para relacionarse con los demás en el primer piso, algo bastante lógico si lo piensas, pues hablar de cosas al lado de lavadoras es algo menos que glamuroso.
Los que se habían acercado al lugar para investigarlo o quizás para charlar entre ellos no habían sido otros que Kasumi Kato y Ken Watanabe, sea lo que sea que estos dos tuvieran en mente, al menos estaban seguros de que nadie más podía molestarles mientras estuvieran ahí.
Y esta vez había sido ella quien se había colado en la cafetería después de verle entrar a él.
- ¿Has tenido más suerte esta noche? - se interesó y estaba claro que buscaba un nombre - a mi algún gracioso me encerró en mi habitación
Ken Watanabe acudió al comedor dispuesto a desayunar tranquilamente en una de las mesas, mientras meditaba profundamente quienes podrían ser los alumnos implicados en los asesinatos. Parecía obvio que los inocentes estaban dispersos y no remaban a una, lo que les ponía en una clara desventaja.
No hay muchos en quienes pueda confiar, realmente no conozco a casi nadie en este lugar... Menos mal que mi Ultimate me permite ir descartando a gente según voy investigando. Ojalá estuviese aquí Kasumi, en quién confío plenamente, para tener a alguien en quién compartir mis pesquisas...
Casi como respuesta del cielo, si la vez anterior fue el joven Watanabe quién buscó a Kasumi, en esta ocasión sucedió todo lo contrario, pero no por ello fue igual de satisfactorio.
- ¡Qué bueno volver a verte! - sonrió al ver llegar a su confidente y compañera, invitándola a tomar asiento en la misma mesa en la que se encontraba - Suerte, suerte... lo que es suerte... - negó con la cabeza, torciendo el gesto y suspirando - Al menos creo haber descartado a alguien más esta noche, teniendo en cuenta lo que puede hacer su Ultimate. La chica de gafas, con el cabello rubio largo y lacio, orejeras en los oídos y abrigo de tono verde... es la Ultimate Médico de Urgencias. - compartió la información, no sin antes asegurarse que nadie estaba presente y pudiese oírles - Ella puede escoger a alguien en la noche, y en caso de que ese alguien fuese a palmarla, lo salvaría. También puede usar la habilidad en sí misma, pero tras remendarse las heridas que le hayan ocasionado, quedará malherida siendo incapacitada de ahí en adelante para salvar a nadie más.
Tengo algo que preguntarte... ¿Por qué te precipitaste al usar la habilidad en la "estilista"? ¿Qué hablasteis en privado y cuál fue la razón que te hizo tomar la decisión de ejecutarla?
- Como te dije ayer, su carácter cambió mucho en privado... no era para nada la chica miedosa que aparentaba en público.
Estaba claro que Kasumi se seguía sintiendo culpable por lo ocurrido, pese a que en su momento estuviera muy convencida resultaba evidente que se había equivocado.
La investigación del lugar obtuvo un resultado: ¡NO HAY NADA INTERESANTE!.
Al parecer el hecho de que el Comedor fuera una de las zonas prohibidas por la noche y que se cerraban era algo más que evidente que no habría ninguna pista ahí, pero al menos tampoco había presión por buscar algo, por lo que podría ser usado para simplemente descansar y charlar.
La pantalla que se encontraba en la estancia se encendió, y tras mostrar un pequeño vídeo de un reloj con varias partes móviles girando en direcciones contrarias, incluso el minutero iba en sentido anti-horario; el fondo cambió a uno estático, esta pantalla se encontraba partida en dos, un lado blanco completamente y el otro lado negro. Y de esta pantalla, una voz en Off habló, la voz parecía ser de alguien que deseaba aparentar pulcreza, elegancia y clase.
-¡El tiempo de investigación ha terminado!. -Exclamó el oso- Ahora, es de obligada asistencia la presencia en el Juicio Escolar, por favor pasad a la nueva zona accesible...
Sin tener más remedio que asistir a aquella invitación por parte del Director para asistir al Juicio Escolar, aquellos alumnos que se encontraban en las escenas paralelas movieron sus respectivos culos en dirección hacia aquella nueva zona que había sido desbloqueada y que las pulseras los guiaban. Al parecer era la zona con el rostro de Monokuma.