Al fibal 2 personas habian muerto, no importaba si una era una asesina, sus ideales le inpedian alegrarse de la muerte de nadie.

Una vez mas, decidio no moverse de su cuarto, salvo que la persona a la.que de idio proteger estubiese en peligro. No sabia si le habia engañado, pero por ahora no habia motovos para pensar que asi fuese.

Con un boli en la mano, decidio escfibir un poco sobre lo que habia pasado aquel dia y sus pesquisas.

Luego de aquel largo día y una noche interrumpida con un asesinato y un juicio, lo primero que esta muchacha ansiaba hacer era simplemente irse a dormir; por lo que esto hizo, con las esperanzas de poder despertarse por algo que no fuera tan molesto como el disparo de una escopeta en el pecho de alguno de sus compañeros.

¡Beep Beep Beep!

El fuerte sonido de una alarma siendo disparada en mitad de la mañana alertó a aquel estudiante que estaba durmiendo plácidamente, con el corazón en un puño este se giró en la cama para comprobar que el cuarto era solitario, que no había nadie más en aquella habitación y el estudiante comprendió que quizás no era una alarma, sino sinó simplemente "la alarma de la mañana" es decir el despertador, por lo que se preparó para salir del cuarto y empezar un buen día.

Noche III

Aquel día había sido largo, lleno de experiencias en las que aquellos jóvenes practicamente apenas podían soportar pero, aún así miraban con cierto optimismo -quizás ingenuo- el futuro, uno lleno de esperanza por poder terminar con todo eso de una buena vez, aunque quizás lo que no sabían era que la desesperación siempre estaba al acecho.

Con las esperanzas de dormir tranquilos durante la noche, estos se refugiaron en las habitaciones como un lugar aparentemente seguro para poder descansar... aunque bien sabían que esto estaba lejos de ser cierto, una noche que contaba como dos repletas de asesinatos lo habían demostrado.

Aún había algo de tiempo para hacer cosas, por lo que si era lo suficientemente valiente o suficientemente insensato este alumno secuestrado podría salir de su cuarto y tratar de hacer algo según sus posibilidades y habilidades, o esperar a que nadie fuera a hacerle nada.

La pantalla que se encontraba en la habitación se encendió, y tras mostrar un pequeño vídeo de un reloj con varias partes móviles girando en direcciones contrarias, incluso el minutero iba en sentido anti-horario; el fondo cambió al de Monokuma, al parecer iba a dar otro aviso escolar, puesto que habló con su aparente pulcreza, elegancia y clase.

-He de decir que me ha gustado mucho ver como estáis llevando esto, poco a poco estoy comprendiendo que todo saldrá bien. Por lo que si me lo permitís voy a mimaros un poco. -Indicó mientras hacía una actualización en la pulsera, desbloqueando una sección para emitir votos- Ahora podéis votar por si queréis desbloquear un nuevo piso a costa de que las "Acciones Prohibidas" sufran unos ligeros cambios... Esta oferta durará esta noche, pensadla bien.

Con un sonido proveniente de las pulseras, estas mostraron un nuevo mensaje "Actualización Completada", al parecer las "Acciones Prohibidas" habían sido actualizadas, cambiadas, añadidas, suprimidas o modificadas de alguna forma y ahora se mostraban distintas y por tanto ahora eran de OBLIGADO CUMPLIMIENTO.

Mas valía echar un vistazo a las nuevas "Acciones Prohibidas" antes de que fuera tarde y las incumplieran, aunque fuera sin querer.

Kusuri suspiro al ver su nueva accion prohibida. 

No hubiera sido un problema si el listo de Watanabe la hubiese vendido, pero bueno, seguramente era el proximo objetovo de los asesinos asi que sus horas estaban contadas.

Aun asi seguiria protegiendo al supuesto yltimate guardian, con suerte todo iria bien.

Luego de aquel largo día con un asesinato por envenenamiento (o algo así) y un juicio, lo primero que esta persona deseaba hacer con todas las ansias del mundo era simplemente irse a dormir; por lo que esto hizo, con las esperanzas de poder despertarse por algo que no fuera tan molesto como el disparo de una escopeta en el pecho de alguno de sus compañeros o un "BEEP BEEP" de la pulsera.

La pantalla que se encontraba en la habitación se encendió, y tras mostrar un pequeño vídeo de un reloj con varias partes móviles girando en direcciones contrarias, incluso el minutero iba en sentido anti-horario; el fondo cambió al de Monokuma, al parecer iba a dar otro aviso escolar, puesto que habló con su aparente pulcreza, elegancia y clase.

-¡Buenos días a todos!. ¡Son las 7 a.m. y el horario nocturno se ha terminado!. ¡Es hora de despertarse y brillar!. -Comentó de forma alegre- ¡Preparáos para dar la bienvenida a otro hermoso día!.

Estando sorpresivamente vivo, aquel alumno secuestrado se dispuso a salir de su cuarto con las esperanzas de encontrarse a alguien más muerto en aquella noche, no eran unas esperanzas ni unos deseos de verlos muertos, sino que simplemente era lo que esperaba que pasara.

Noche IV

Aquel día había sido largo, lleno de experiencias en las que aquellos jóvenes practicamente apenas podían soportar pero, aún así miraban con cierto optimismo -quizás ingenuo- el futuro, uno lleno de esperanza por poder terminar con todo eso de una buena vez, aunque quizás lo que no sabían era que la desesperación siempre estaba al acecho.

Aún había algo de tiempo para hacer cosas, por lo que si era lo suficientemente valiente o suficientemente insensato estos alumnos secuestrados podrían salir de su cuarto y tratar de hacer algo según sus posibilidades y habilidades, o esperar a que nadie fuera a hacerle nada, e incluso ir a investigar otros cuartos como estos hicieron. ¿Encontrarían algo?.