Pasa muy poco tiempo hasta que te das cuenta de que es imposible controlar el mercado de la lana de Menfis. No es una cuestión de impuestos (que los hay, aunque se recaudan anualmente) o de prohibiciones, sino de la inmensa cantidades de las que estaríamos hablando: 10.000 personas viven en la ciudad. Enormes rebaños de ovejas laneras se dedican sólo a abastecerla y los artesanos de la ciudad la intercambian ávidamente. Pero siempre hay roces entre ellos y tienes una cantidad de oro suficiente como para poder lanzarte a la compra de algunos animales, a conseguir para ti algunos trabajadores y pronto te ves involucrado en una vida a horcajadas de las ovejas, entre Menfis y las tribus de las inmediaciones.
La vida de los semi-nómadas no es fácil y tu llegada supone un alivio para algunos. El color de tus trabajadores afecta sorprendentemente poco a los que tratan con vosotros. Han hablado con otras tribus, y las historias viajan muy lejos. Aunque sí te encuentras con dificultades en algunas ocasiones, pues sí hay líderes demasiado supersticiosos o que te miran con la suspicacia de alguien que sabe que eres diferente... O en la ciudad, antes del regreso de Aha de su expedición.
Han saqueado Kerma. Las noticias son aterradoras: murallas asaltadas, casas saqueadas, mujeres deshonrradas, campos quemados, riquezas sustraídas, líderes muertos, soldados masacrados. Aunque no les resultó gratuito. Toparon con los arqueros, que causaron muchas bajas. Pero el ejército de Aha era del mismo tamaño que la propia población de Kerma. No había nada que hacer. Su regreso es triunfal, con gran cantidad de esclavos y esclavas, tanto de Kerma como de las poblaciones cercanas, marfil, pieles exóticas, plumas y oro. Una significativa parte del botín de guerra va a las arcas del faraón, pero la otra se distribuye de una manera u otra entre la población egipcia. Menfis sigue medrando.
Tras el regreso de Aha la presencia de negros en la ciudad se hace más común y pasa a vérseles como sirvientes, no como una amenaza ni nada parecido. Los egipcios no son crueles con sus esclavos, más allá del hecho de privarles de la libertad y obligarles a hacer trabajos poco agradecidos. Una parte de ellos va a parar a los templos, especialmente el de Ptah, para trabajar sus campos. Al poco, Aha vuelve a montar una expedición, esta vez hacia Libia.
Mientras tanto, tus experiencias con el mundo de la lana siguen siendo más bien frustrantes, pero poco a poco van dando sus frutos. Juegas con tu propia prosperidad y la de los tuyos y apenas puedes reprimir el ansia de comprar esclavos o de indagar entre ellos para encontrar algún conocido, alguien que pueda hablarte de Nigus. Pero te contienes, sería peligroso y es muy improbable que encuentres a alguien que le hubiera servido y supiera de su paradero. Nigus, por su parte, tiene muchos recursos como para haber sido abatido fácilmente. Es probable que ande en algún otro lugar, rehaciendo su dominio sobre los hombres, pero no sabes más de él. Es probable que tengas que viajar en algún momento hacia Kush para poder encontrarlo.
Al principio no puedes abandonar la zona porque supondría tiempo desperdiciado, recursos desaprovechados inútilmente y personas con las que no podrías volver a tratar, pero luego, cuando las cosas comienzan a calmarse, a equilibrarse y funcionar por sí solas, tu existencia se vuelve más cómoda y el tema de Nigus queda sólo como una espinita en tus responsabilidades, pero no muy molesta. Sólo cabe recordar el miedo que inspira Nigus... Misrak apoya tu establecimiento en Menfis...
Espero que te hayan ido bien los exámenes. Bienvenido de vuelta :-)
En Egipto se cultivaba el trigo y la ganadería se practicaba desde el neolítico, sobre todo de ovejas y cabras, los animales más grandes no los introdujeron hasta mucho más tarde.
ASIGNACIÓN DE PUNTOS DE EXPERIENCIA
Vamos a pasar 32 años de golpe, así que dispones de 64PX + 4PX (por interpretación y otros) = 68PX para repartir. Recomendaciones:
-Puedes gastar PX en Trasfondos si lo crees oportuno, por ejemplo en Recursos (hasta llegar a 4, más me parecería excesivo... de momento) a razón de 4PX por punto, independientemente del valor al que estén actualmente.
-Te conviene subir Carisma y Manipulación.
-Sube Senescal, Etiqueta y Comercio (esta última como habilidad secundaria). Empatía y Subterfugio también podrían ir bien. Tal vez también Leyes y Política si te apetece.
-En cuanto a las disciplinas, sólo Potencia, Celeridad y Fortaleza pueden subir libremente. Para el resto necesitas un maestro o muuuucho tiempo para desarrollarlas por tu cuenta.
AJUSTE DE TRASFONDOS
Influencia: de 3 a 1. Pasas de ser el chiquillo de Nigus, Guardia del Templo, a un mercader de lana.
Mentor: 2 a 0 Nigus ha desaparecido, no da señales de vida
Contactos: 1
Aliados: 1 a 2, de un contacto en Kerma a 2 líderes de tribus semi-nómadas que vagan por entre el alto y bajo Egipto)
Criados: a 4, Misrak ahora depende por completo de ti y además tienes dos criados más que te sirven fielmente, conscientes de lo que eres y dispuestos a servirte hasta la muerte.
NOTA FINAL
Presupongo que te estableces en Menfis, en una casa acorde a tu nuevo estatus de ciudadano "rico". Se aceptan sugerencias sobre el nombre con el que llamar a tu nueva escena personal... ;-)
Recursos: a 3, acomodado, en base a tu comercio con la lana.
Ficha cambiada con poco exito. Revisala y cambio lo que me digas.
Vamos, yo no veo mejor nombre que "La sombra sobre Menfis" pero sólo es sugerencia. Se me han ocurrido dos ideas, para ir adelantando tiempo. Me gustaría vender al templo de Ptah un Ghoul negro como esclavo. El chico que no se atrevia a rajarse el brazo. Supongo que a los del templo les interesaría un esclavo algo más inteligente que la media, y yo (o Misrak) podría educarlo. Aparte, me interesa interrogar a la población de los pueblos semi-nomadas. En el sentido de charlar con ellos. Quiero conocer cualquier historia ocultista. Necesito información sobre los Vástagos y sobre otras criaturas que conozcan. Y así podría tener algo parecido a la Orden de Isis, o incluso refundarla en un futuro no muy lejano, en el caso de que haya desaparecido.
Se acepta la sugerencia sobre el nombre de tu refugio: La sombra sobre Menfis
Menfis es una ciudad inmensa y siempre despierta. Su decena de millar de habitantes la convierten en la más populosa que has visitado jamás, tal vez la más poblada del mundo. Su ajetreo de personas y animales se prolonga hasta altas horas de la noche, pero aún asi, cuando Kingu te deposita en uno de sus tejados, ya es pasada media noche y esto, sin duda, te dificultará el buscar refugio. Por las calles todavía queda algún transeunte ebrio o con prisa por llegar a alguna parte.
Tú dirás cómo te organizas. Te voy informando ya de que tu sire tardará, al menos, unas semanas más en llegar...
pues primero, bajar del tejado y buscar cualquier lado donde poderme alojar. mientras pienso mierda!, a iniciar de 0 en una ciudad como está.
Bajar no es un verdadero problema, sino más bien la indefensión de encontrarte en una ciudad de aspecto diferente al que suponías la única morfología de ciudad posible y sin compañía, pues Kingu despega de nuevo sin siquiera decir un triste "adiós". Luego viene el mal trago de buscar una casa donde alojarte. Las gentes son más bajas de lo que estás acostumbrado, de tez más oscura y, sobre todo, hablan un idioma completamente ajeno a ti. Además visten apenas una especie de faldillas, excepto las mujeres, que llevan algo más de ropa. A base de señas (que descubres que tampoco son universales) consigues hacerte entender lo suficiente como para poder empeñar una de tus joyas y permitirte un pequeño refugio seguro. Ahora ya no dispones más que de lo que llevabas puesto cuando el asesino te atacó. Eso, tu ingenio y tus capacidades de inmortal.
Actualización de Trasfondos
Recursos de 4 a 2 (sólo las joyas que tienes)
Aliados 4 a 0
Contactos 3 a 0
Generación 2 (esta no se altera, claro)
Mentor 2 (volverá)
Posición 2 a 0 (nadie te conoce y tal vez sea mejor así)
Influencia 2 a 0 (nadie te conoce)
Rebaño 2 a 0 (ya no tienes culto que te soporte)
En base a lo que planees y hagas, los trasfondos pueden variar a mejor gratuitamente, es decir, te conviene describir qué haces con cierto detalle, qué es lo que esperas conseguir, etc...
a iniciar desde cero, tengo mucho por hacer, ya que en este lugar puedo cambiar todo lo que tenia en Uruk, así que no seré más un enclenque, pero primero me tengo que conseguir dinero, mi sitio de rituales, algo de influencias y un rebaño, incluso un sirviente. pienso mientras estoy sentado en mi refugio y espero unos minutos para irme a dormir.
Vale, lo diremos de otro modo: ¿cómo piensas conseguir lo que te propones?
NOTA: piénsate también dónde vas a tener tu refugio definitivo en la ciudad y qué nombre te gustaría que tuviera esa escena personal, porque en eso se convertirá :-)
perdoname.
Como pienso conseguir lo que me propongo? 1ero vendere mis joyas y 2do conseguire trabajo en los lados "turbios" de la ciudad ya que seguramente ahí es el epicentro vampirico y me quedara más facíl salir de está mientras llega mi Adriel.
Tus primeros devaneos por las calles de la gigantesca ciudad resultan desconcertantes, incluso para un urbanita como tú, criado en la que, hasta hace poco, pensabas era la más grande ciudad del mundo. Hablan diferente, visten mucho menos, se comportan de forma extraña. Es una gigantesca comunidad de gentes casi iguales. Sólo se distinguen de entre la masa los sacerdotes y los nobles. Los primeros por vestir ropas un tanto diferentes y colgantes con el símbolo de su dios, además de afeitarse la cabeza (por lo general) y los nobles por sus armas. El resto, casi indistiguibles entre sí... Y su lengua, su endemoniada lengua. Es evidente que falta mucho para que te puedas integrar aquí.
Pasamos a la escena de El Cubil de Almab (se aceptan sugerencias para la escena).