Partida Rol por web

Troy miró a Cable como si no supiera si mentía o si estaba loco. Era imposible que hubiese algo así en la base sin que nadie se hubiese enterado. Al menos estaba bastante seguro de que era imposible. Wayland no haría algo así.

Le dio la espalda a Cable y se llevó la mano al oído.

-Control. Deja lo que estés haciendo y busca Protocolo Terminus. En nuestra base de datos o algo.

Lana enmudeció y el color huyó de su rostro dejándola lívida como el papel. Miraba en dirección a Cable, perpleja, y aunque estaba sentada en aquella silla, en aquella habitación, su mente se encontraba a millas de aquel lugar. Tan lejos que habría sido imposible determinar donde. Se le ocurrió que sería mejor abandonar la ciudad, que odiaba a James, que iba a liquidar a la estirpe de Wayland, que menos mal que habían dado con eso a tiempo, y que sería divertido, sólo por ver que pasaba, enviar toda aquella mole de metal contra la zorra de Walker. Y así muchas más cosas absurdas y sin sentido que le quitaban hierro al asunto más importante. ¿Qué iban a hacer con todo eso?

-Creo que... necesito aire -comentó de forma casual, levantándose todo lo dignamente que la situación le permitió-. ¿Sabes? Te espero fuera. Haz lo que tengas que hacer con este individuo.

Cuando Fedora le dijo que iba a investigar y Romy se marchó, Troy se volvió otra vez hacia Cable. Se sentó de nuevo y puso los codos encima de la mesa. Le miró como si estuviera a un mal pensamiento de matarle.

-Lo que vas a hacer ahora es decirme qué ponía en el dossier que le diste a Mayhem, y vas a decirme de dónde has sacado esa información. Y si aún lo tienes vas a hacérnoslo llegar. ¿Entendido?

- Pues traía vuestros nombres, vuestro puesto dentro del equipo y una explicación de lo que hacíais. Poco más... fue casi todo de palabra. No he sacado la información de ningún lado, sólo lo que sabía por mi paso en el Equipo. - el hacker tragó saliva, torciendo el gesto - Sólo eso... -

-Entonces explícame por qué la información de Mayhem llega hasta después de que acabaras aquí dentro. Piensa bien antes de responder.

- No tengo ni idea... quizás no sea el único que ha filtrado información. Si Goldfield ha desaparecido... quizás tenga algo que ver. - dijo Cable, encogiéndose de hombros. O estaba mintiendo muy bien o no tenía ni puta idea

Durante un momento pareció que Troy iba a saltar por encima de la mesa para estrangular a Cable. Pero respiró profundamente y se puso de pie.

-Escúchame bien. Si lo que has dicho es verdad, SI es verdad, entonces lo que has conseguido es darle acceso a Mayhem a ese protocolo o lo que sea. Cuando Betlam sea un enorme agujero en el suelo... Habrá sido porque eres un imbécil. Y si sigues vivo, ten por seguro que voy a encontrarte y a hacer que te arrepientas de haber nacido. No nos olvidamos de dónde estás. Tenlo presente.

Recogió la pluma de Felina y salió de la habitación. El guardia tendría que guiarle hasta la salida, suponía.

Troy apareció junto a la furgoneta. Se subió en el asiento del copiloto y dejó el dispositivo de Shepard en el salpicadero. Estaba blanco, y cuando habló fue con voz temblorosa.

-Al hospital -ordenó, poniéndose el cinturón.

Lana se quedó mirando al muchacho. No parecía muy ducho en palabras ni con intención de ir a explicarse.

-¿Qué ha pasado?

-Mayhem sabía cosas que Cable no le ha dicho. Y no sabe nada de Goldfield. Ha podido ser él. Arranca de una vez.

Después de ladrarle la orden a Móvil le volvió la cara a Felina, dejando claro que no iba a hablar más.

Fedora se conectó con el altavoz de la centivan y su rostro apareció en la pantalla de la furogoneta. Su rostro denotaba preocupación y no había rastro alguno de Spencer.

- He buscado lo que me has pedido... pero no hay nada. En nuestra base de datos y en los registros no hay nada llamado 'Protocolo Terminus'. ¿Qué estáis buscando exactamente y de qué se trata? - preguntó Control sin entender muy bien de qué iba todo aquello.

Estaban a punto de llegar al hospital.

Abrió la boca para contestar, pero se dio cuenta de que no se atrevía a repetir lo que Cable les había contado. Pensó que era mejor si se enteraban por su cuenta. Mejor para él, al menos. A lo mejor después de remover cielo y tierra Fedora no encontraba nada porque no había nada que encontrar.

-Es... algo que preparó Wayland. Al parecer. Estás buscando algo sobre robots de Wayland Industries. Mira en sus archivos. O ponte en contacto con Cable y que te guíe. Vuelvo a la base más tarde.

Apagó la pantalla y volvió a guardar silencio y a encogerse en su asiento.

Fedora se encogió de hombros mientras Troy apagaba la pantalla de la centivan. Paul aparcó la centivan en el aparcamiento del hospital. Como ya habían quedado claras las intenciones de Troy el hombre de color se giró mirando a Lana Rowen.

- ¿Va a bajarse también aquí o quiere que la llevemos a algún sitio? - preguntó él, con curiosidad
 

Troy soltó el cinturón de seguridad y saltó del asiento del copiloto. Cerró la puerta y se dirigió hacia la entrada principal del hospital para buscar algún médico que le diera las últimas noticias sobre Bates.

Lana se guardó las palabras mientras el Centinela explicaba la situación. Lo vio marcharse muy a prisa, y esperó a que se hubiese bajado para responder, volviéndose hacia el conductor como si no hubiese escuchado del todo sus palabras.

-Disculpe. Si no es mucha molestia, creo que volveré a la base ahora. O a donde esté Spencer.

Allan asintió y arrancó en dirección a la base, en silencio. Una vez llegaron allí, Paul le dijo a Lana mientras bajaba que Spencer seguía en la sala de reunión según el GPS de la furgoneta.

Una vez allí, Lana pudo ver a Spencer con un montón de papeles que estaba revisando. Número 5 prácticamente no levantó la vista de aquel papeleo cuando la mujer hizo acto de presencia.

- ¿Qué ocurre ahora? - sus palabras podrían sonar ofensivas, pero su tono distaba mucho de ser agresivo o borde

Romy había tenido tiempo de sobra para meditar qué iba a ocurrir ahora. Estaban perdidos, desorganizados, totalmente descentrados, y no había que pertenecer al equipo para darse cuenta de que necesitaban una mano firme que los guiase y que esa no era Spencer. Tenía que ser James, James Goldfield, el Centinela... su amor. Tenía que ser él para que todo aquello viviese, para que Betlam tuviese una oportunidad más, para que Romy pudiese hacer las preguntas pertinentes y pasar página de una vez. Ahora estaba más claro que nunca. Pero no había nadie en aquella base capaz de dar con él o de tener una brillante idea sobre cómo solventar todo aquello. Estaban desbordados, y Romy con ellos. Aquello había sido un huracán en su vida, una catástrofe devastadora que le había robado toda expectativa de alcanzar una normalidad y de dejar atrás el pasado.

Pero había alguien en el universo que de una forma que escapaba a su comprensión sabía donde estaba James y no estaba haciendo nada. Sólo pensarlo le daba escalofríos, pero la situación era tan desesperada que estaba dispuesta incluso a sufrir de nuevo 'la ira de Ra' para dar con James. Ya lo había hecho una vez, después de todo... y eso le había cambiado la vida.

-Voy a ir a China a buscar al Rey Dragón. Si alguien sabe dónde está James, tiene que ser él -dijo con tanto terror en la voz como si hablase de bajar al infierno a visitar al mismísimo Diablo.

El reciente Operaciones se quedó congelado junto a los papeles, sin moverlos ni un centímetro desde que Lana Rowen había pronunciado esas palabras. Abriendo mucho los ojos, el hombre fue alzando la vista poco a poco y terminó intercambiando una mirada con Lana.

- ¿Qué? - espetó Spencer, totalmente patidifuso - ¿Te has vuelto loca? Si te ve junto a nosotros quién sabe de lo que sería capaz... -
 

Lana torció el gesto, escéptica ante aquella reacción. Cogió una silla y la apartó para tomar siento: aquello iba para largo.

-Primero: él ya sabe que estoy aquí. Eso tenlo bien claro. Y segundo: si me quisiera matar ha tenido... -echó unas cuentas rápidas-. veinte años para hacerlo, porque él fue la razón por la que yo colgué el traje. No Je-Goldfield. No el Centinela. Y no las autoridades. Ese hombre me secuestró, me tuvo una semana esposada a una silla y cuando creyó conveniente me dio una droga llamada 'la ira de Ra'. Cuando me desperté del shock que sufrí por dolor me dijo que estaba interfiriendo en el papel del Centinela y que ya me había divertido mucho, así que lo mejor para todos era que me retirase o me destrozaría la vida -Hizo una prolongada pausa en la que se encendió un cigarrillo. Aquello la estaba matando literalmente-. Y, bueno, todo se fue a la mierda igualmente así que no estoy segura de que todo eso no fuese su plan original para separarme del Centinela definitivamente. Pero, a lo que voy. El Rey Dragón no me va a matar, y es el único que seguramente sepa cómo solucionar todo esto. A sí que -miró hacia arriba alzando la voz- Fedora, guapa, consígueme un vuelo lo más rápido que puedas. Para mí y para mi hija.

En algún momento de aquella confesión a Spencer se le quedó la boca ligeramente entreabierta como si fuera imbécil. Parpadeó muchas veces antes de poder articular menos balbuceos.

- Pe... pe... pero... no entiendo nada, Lana. - se escuchó por el fondo la voz de Fedora que decía 'vale' por el altavoz. Parecía haberse activado el micro de aquella sala al nombrar a la hacker - ¿Estás segura de ello? ¿Vas a llevar a tu hija contigo? -

Spencer se llevó las manos a la cabeza, como agobiado. Pero pareció pensar algo y, algo más resuelto, carraspeó y volvió a mirar a los ojos a la mujer. - De acuerdo, haz lo que creas conveniente. Allí poco podemos hacer por ti, así que estarás prácticamente sola. Puedo darte el nombre de un contacto de China, si quieres. -