El muchacho se detuvo al lado de la puerta conteniendo la respiración. Lejos, por debajo de él, se escuchaba una letanía como si varias voces estuvieran rezando en voz alta, aunque las palabras le eran incomprensibles. ¿Quizás en latín? Fuera lo que fuera eran al menos tres o cuatro voces acompasadas. Echó un vistazo por el ojo de la cerradura pero no vio otra cosa más que la oscuridad. Probó el picaporte: no estaba cerrada con llave.
Con la mano sudada, gira el picaporte lentamente y empuja la puerta aun mas lentamente, preparado para apuñalar sin preguntar a cualquiera cosa que vea moverse cerca de el.
Mientras se promete a si mismo que luego de esto se larga del lugar ya que su corazón ni su psiquis lo soportartan mas.
Sus ojos azules tiene ahora mas de negro que de azules, sus pupilas están abiertas hasta sus limites físicos posible
Al empujar la puerta un montón de escenas de viejas películas de terror vinieron a la mente de Agustín. Esto era lo que siempre veía en el cine y por lo cual se preguntaba ¿pero es tonto el protagonista? ¿para que se mete en líos? Y ahí estaba él ahora, haciendo justo lo que siempre se había dicho que no haría. Sólo que esto no era una película sino la vida real. El corazón de Agustín latía con tanta fuerza que pensó que le estallaría.
Y sin embargo cuando abrió la puerta se encontró ante un pequeño cuartucho para guardar trastos en el que apenas cabía una persona. Oía la letanía de cánticos por debajo de él, a través de una pared. Tenía que haber una puerta secreta o algo similar... Ojeó la pared de madera contra la cual se apoyaban un par de enseres de limpieza. Había una zona vacía, sobre la cual no había nada apilado. Examinó la pared y no se sorprendió al constatar que había una puertecilla secreta disimulada, un panel que seguramente se introducía hacia el interior. El tamaño era mínimo: no más de metro y medio de arista. Lo suficiente como para entrar agachado con cierta dificultad. Por pura curiosidad lo empujó levemente para comprobar que, efectivamente, no estaba trabado de ninguna manera y se podría abrir si lo empujaba hacia el interior.
Tiempos verbales en pasado. Yo también me colé hace un par de mensajes, pero a ver si volvemos al tiempo verbal correcto, luego ya corregiré los mensajes anteriores.
-Dios otra puerta mas. Pensó Agustín casi por reflejo y casi en voz alta, pero ya había arriesgado mucho esa noche demasiado. Vuelve a arrimar la puerta del desván como estaba, camino sus paso de nuevo hacia el pasillo se volvió a escurrir por el espacio que había dejado en la puerta y la arrima como estaba antes.
-Vámonos Chapas, tienes los dos rollos? le dice casi susurrando
Por cierto... tienes fuego? voy a hacer que esta maldita casa arda hasta los cimientos, estos hijos de puta tiene algo que ver con la muerte de tu abuelo estoy seguro
Al ver aparecer de vuelta a Agustín el Chapas no pude reprimir un suspiro de alivio. Ambos saltan el muro y se dirigen de vuelta a la carretera, esquivando el coche de los vigilantes. Mientras le da un cigarro a su compañero Ricardo le enseña los dos rollos de película:
- Sí, aquí están, pero no sé para que coño los quieres... ¿A dónde vamos ahora? ¿Has visto algo ahí dentro?
-No, solamente descubrí que esta casa tiene un pasadizo secreto... y que hay mas de uno como el tipo que vimos en la ventana, o eso me dieron a entender las voces que escuche. Vamos a lo de Braulio, hoy he tenido suficiente de toda esta mierda... y para que quiero la película? llamalo intuicion, tal ves allá algo interesante, y si no lo hay, por lo menos vamos hacerlos putear cuando se den cuenta de que les han robado frente a sus narices.
- Oye... aún no es muy tarde. ¿Te animas a venir hasta la Dama de Picas a ver si vemos a los otros? ¿O quizás tú y el argentino no podáis resistiros a daros de hostias de nuevo? Bueno... más bien a recibirlas el pobre desgraciado...- se rió ante la infantil ocurrencia - ¿Qué me dices? Yo de todos modos quedé con el poli en la Torre de Babel a última hora... Una de las camareras me fía allí...
-Me da lo mismo... mientras haya para tomar necesito un buen trago... pero ahora que lo pienso, ¿cuanto tiempo tardaremos en llegar hasta la ciudad a pie? estamos donde se enchufa el sol a la derecha.
Dijo Agustin abriéndose paso entre las ramas a la altura de su cabeza con las manos
- Pues una horita más o menos... Salvo que encontremos una cabina y pueda llamar de nuevo a mi colega pero lo dudo mucho... Y hacer dedo no es una opción. ¿Quién iba a parar a unos pintas como nosotros? Creo que dada la hora a la que llegaremos lo mejor será ir directos para el Babel.
Y resignándose a lo que les esperaba ambos muchachos emprendieron la caminata...
Andas tú más que Frodo en el Señor de los Anillos XDDDD
Tal y como había predicho Ricardo tardaron más de una hora en llegar a la ciudad. Y allí nuevamente una llamada al silencioso taxista los condujo a La Torre de Babel. Agustín ya conocía el lugar de su visita la noche anterior y en esta ocasión no le chocó el mestizaje de tribus urbanas. Cumpliendo su promesa el Chapas le dejó las bobinas de cine a Agustín y se acercó a la barra para hablar con una de las camareras, una chica alta y de escote generoso que ponía nerviosos a todos los machos alfa que estaban alrededor de esa zona. Alguno no disimulaba la envidia que le daba el Chapas por charlar de una forma tan cercana a aquella diosa de aspecto lujurioso.
Sin embargo Ricardo no enredó demasiado: regresó con un par de cubatas y le tendió uno a Agustín mientras subían las escaleras a la zona superior.
- Aún no han llegado pero me imagino que no tardarán. A estas horas ya estará cerrado el local ese de magia...
Nuevamente entramos en espera de coordinar los tiempos. Esta vez me parece que será breve. Si quieres mientras tanto preguntarle algo al Chapas o moverte por el local eres libre de hacerlo.