-Claro tío, si lo que hay en ese maldito apartado de correos es algo arcano u esotérico lo mejor es que andes cerca...
La Maca mascaba insistentemente su chicle mientras guardaba el bolígrafo.
-Volvamos al bar antes de que se nos haga tarde...
Habia estado observando lo que se escondia tras las marcas, y escuchando al tipo hablar de no se que..
-Espera, si que habia algo mas en la casa del viejo, bueno no en ella precisamente, mas bien queria entrar, ¿ya lo habeis olvidado?,bueno , menos el Chapas, que parece recordarlo, un tipo con garras, o como dijo el madero, un tipo con afiladas cuchillas en lugar de dedos
Introduciendose las manos en los bosillos y comenzando a caminar
Elías frunció el ceño y comenzó a caminar detrás de ellos.
- ¿Un tipo con garras? ¿Pero cuándo fue eso? ¿Fue lo que te lastimó, Agustín? – Y bajando la voz: - ¿Y qué iría a buscar?
-¿lLastimarme eso a mi?..por favor, no tenia ni para empezar con el, pero como los chicos habian salido corriendo, los segui para protegerlos, no estan maduros aun, y con las prisas tropece, pero no estoy lastimado, solo es un rasguño, hace falta mas que una misera caida para dañarme.
Continuando caminando, con su chuleria habitual, con las manos metidas en los bolsillos, ignorando el dolor agudo que le producia cada movimiento.
-Y aparecio en la casa del Viejo, no sabemos lo que buscaba, pero el madero , segun dice, se encargo de el. Con una pipa tambien lo hago yo.
-Si claro... para protegernos, vale tío, que estabas cagado como nosotros.- después se dirigió a Elías- Tenía unas putas cuchillas en vez de dedos, y unas gafas... que parecían incrustadas en su cara. De peli de miedo tío. ¿Habías oído alguna vez algo así?
La Maca mascaba el chicle más tranquila ahora que volvían a andar por las calles.
-No, creo que no... - Elías negaba con la cabeza. - ¿Y aquel policía, el que estaba en el bar, lo abatió a disparos? Qué cosa terrible...
-¡Hey! Que el típo aquel quería matarnos, ¡eh!
-Pero, ¿y no lo retransmitieron en el noticiero?
La Maca se encogió de hombros.
-No lo se, ha sido justo antes de comer, de todas maneras no creo que la SER retransmita todas las broncas que hay en Carabanchel... Mira tío, la verdad es que ese hombre tenía una pinta de loco increible, seré una insensible, pero quería matarnos y no me da ninguna pena que Domingo se lo cargara.
La Maca escupió el chicle a la carretera.
-¡En cuanto lleguemos a ese bar necesito un paquete de tabaco!
-Si es que se lo cargo en realidad.
Murmuró en voz baja, pero audible para todos, mientras caminaba al lado de la joven, observando los gestos del tipo, el cual no parecia sorprenderse, algo que le llamó la atención.
-No se te ve sorprendido, es mas parece que era algo que esperabas, sospecho, colega, que sabes mas cosas de las que hablas.A mi , con tu culturilla de mistico que te das, me hablan de algo asi y , si no fuera algo secreto, me interesaria mucho mas.O tal vez es que no nos crees, y piensas dejarnos hablar, sin escucharnos, como dandonos la razon..
Elías se plantó en la acera haciendo un aspaviento:
-¿Por qué no iba a creeros? ¡Y claro que estoy perplejo! ¿Cómo iba a esperarme algo como eso? Un tipo con garras y… ¿sin ojos? Tan sólo os dejaba a hablar, muchachos, no quería ser impertinente. Soy un parado, tengo tiempo libre. Mi sola intención es la de echaros un tiento con este asunto.
-Tranqui, tronco, solo era una opinion, estamos en un pais libre, Franco ya murio..
sonriendole burlonamente, a la vez que continua caminando
-si yo no soy ningun entendido de esas cosas, para eso estas tú, yo solo os sigo por que el viejo fue alguien importante en mi vida, y en la de mi padre, y quiero averiguar quien lo hizo para darle las gracias a mi manera.Un buen regalo..
un brillo refulgio en su mirada, a traves de los oscuros cristales de sus gafas, un brillo que algunos dirian diabolico
Se encogió de hombros, resignado, y continuó caminando; aquel muchacho era un hueso duro.
- Puede que el caso ya esté resuelto, si el tipo que os atacó fuese el asesino. Restaría investigar el móvil…
Mientras hablaban el grupo había alcanzado casi el callejón de la Pérdida. En ese momento vieron un coche policial que se aproximaba a ellos. En su interior iba, vestido de uniforme, el viejo policía Domingo y su joven compañero de patrulla. Poco a poco el coche se aproximó hasta llegar a la altura del grupo.
Seguimos en A vuelta de correo.