El cadaver de un viejo carterista aparece mutilado cerca del cementerio de Carabanchel. La policía está desconcertada, pero los amigos del fallecido no van a dejar sin venganza la muerte del anciano.
Cita:
El barrio entero de Carabanchel se vio ayer conmocionado por la noticia de la muerte de Exiquio Rial, un anciano de sesenta años, que fue encontrado terriblemente mutilado cerca del muro del cementerio. Según los testigos presenciales que encontraron el cadáver éste presentaba diversas mutilaciones en el rostro y había sido colocado en una extraña posición con varios adornos a su alrededor. Todo parece indicar que se trata de algún tipo de asesinato de tipo ritual, probablemente satánico, aunque la policía aún no ha dado ninguna versión oficial sobre el hecho.
Exiquio, más conocido en el barrio como el Gallego era un personaje popular de la zona que en un pasado había sido considerado uno de los mejores carteristas de la capital, forjándose una leyenda de héroe popular durante la época de la dictadura. Ahora, a sus sesenta años, ya nada quedaba de ese pasado delictivo y la gente de su entorno no comprende por qué nadie querría hacerle algo parecido. Según fuentes policiales la víctima podría haber sido escogida al azar.
Este es el punto de inicio de la partida: la muerte de un anciano carterista en lo que parece que ha sido un ritual satánico. Los jugadores se pondrán en la piel de viejos conocidos del carterista que quieren resolver el asesinato y, de paso, aplicar la justicia por su cuenta. Los personajes deben tener una relación directa con el Gallego y un motivo para querer vengarlo. Es una partida ambientada en los bajos fondos cuyos protagonistas tienen una moralidad más que dudosa y ganas de venganza.
La idea de la partida surgió de una canción de Joaquin Sabina y, curiosamente, al revisar los personajes descritos por el cantautor en varios de sus discos vi que era posible enlazar las canciones con una trama ambientada en el Madrid de los 80.
Los que quieran jugar deben mandarme la historia de un personaje que pueda encajar en la trama. En la partida puede verse la escena de comienzo, desde la cual se empezará a jugar, y espero que sirva un poco para mostrar el tipo de ambientación deseada.
Algunos ejemplos de personajes que pueden crearse son:
- un joven carterista amigo del Gallego, que aprendió los trucos del oficio gracias a la tutela del anciano, quien estaba ya en sus horas bajas.
- un policía a punto de retirarse que le debe algún favor al fallecido, probablemente en alguna ocasión le salvó de ser pasado a cuchillo cuando estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado.
- un reportero que preparaba un reportaje sobre las viejas vivencias del Gallego. No lo conoce tan a fondo como para querer vengarse de forma personal de quienes le hayan hecho esto, pero sí que puede interesarle la historia que hay detrás de todo y por ello mezclarse con los otros personajes.
- algún familiar de Exiquio que sabe que la policía no se preocupará tanto de resolver el caso cuando desaparezca el ruído mediático.
Y otros tantos que podrían sacarse sin mucha dificultad del entorno.
La partida se ambientará en Madrid, en septiembre de 1988, o sea que no hay teléfonos móviles, internet, etc...
La trama está pensada para que varias escenas se basen en canciones de Sabina, es un extraño ejercicio argumental que me apetece intentar, aunque no es necesario para nada que te guste Sabina para poder jugar ;)
Si estás interesado en jugar estas son las normas:
- NO es necesario saber jugar a Kult.
- el ritmo de mensajes es, normalmente, uno diario.
- no se aceptan mensajes telegráficos: espero que sea una partida narrativa.
- nada de k's, dialecto SMS y similares. Aquí hablamos español con tildes, acentos y comas.
- tendrás que enviar un personaje con su descripción física e historia, indicando la relación que tiene con el viejo carterista y por qué quiere investigar su muerte o vengarlo.
De entre todos los personajes que reciba seleccionaré los cuatro que tengan la mejor historia para entrar en la partida. El plazo límite de recepción de personajes es el 8 de febrero.
En esta vida hay que tener suerte hasta para morirse. Era una frase clásica del Gallego y, puta su suerte, le habría venido de perlas para su epitafio. Eso teniendo en cuenta, por supuesto, que se pudiera pagar una bonita lápida en el cementerio de Carabanchel, que no habría de ser el caso.
Cita:
La del Pirata Cojo, J. Sabina.
Domingo abandonó el bar para cumplir su labor.
El sol es una estufa de butano,
la vida un metro a punto de partir,
hay una jeringuilla en el lavabo,
pongamos que hablo de Madrid.
J. Sabina, Pongamos que hablo de Madrid.
Tolito tiene un dado y una paloma,
una tos y una copa llena de vino,
y unas ropas con polvo de los caminos,
caminos que jamás llevaban a Roma.
Mago de las barajas y la sonrisa,
malabarista errante de las plazuelas,
corazón que le sale por la camisa,
botas de andar sin prisa ni mediasuela.
Balada de Tolito, J. Sabina
Los profetas urbanos salen de sus guaridas
cuando la noche calza sus botas de metal.
Y bailan agarrados el loco y el suicida.
La noche que yo amo no amanece jamás...
Negra Noche, J. Sabina.
Las niñas ya no quieren ser princesas,
y a los niños les da por perseguir
el mar dentro de un vaso de ginebra,
pongamos que hablo de Madrid.
J. Sabina, Pongamos que hablo de Madrid
Allá donde se cruzan los caminos,
donde el mar no se puede concebir,
donde regresa siempre el fugitivo,
pongamos que hablo de Madrid.
J. Sabina, Pongamos que hablo de Madrid
Cuando la muerte venga a visitarme,
que me lleven al sur donde nací,
aquí no queda sitio para nadie,
pongamos que hablo de Madrid.
J. Sabina, Pongamos que hablo de Madrid
Cita:
Chaval, eh, le dije al espejo,
¿ qué hace vencido un campeón como tú?,
no estas viejo
mientras tengas el blues.
El viejo Blues, J. Sabina
Nos enseñaron a morir de viejos
nos enseñaron a vivir a plazos
nos enseñaron a guardar silencio
nos enseñaron a temer la noche
nos enseñaron que el placer es malo
nos enseñaron a crecer a golpes
nos prohibieron las cosas más hermosas
Donde dijeron dije decid Diego
J. Sabina
Después de limpiar de escoria la fachada
del confort del ciudadano,
apatrullando una calle desconchada
por fumanchús y otomanos.
J. Sabina
Semos diferentes
Nunca le hagos a la última copa
ni al próximo bar...
Joaquín Sabina, Whisky sin soda.
Cada mañana bostezas, amenazas al despertador
y te levantas gruñendo cuando todavía duerme el sol,
mínima tregua en el bar, café con dos de azúcar y croissant,
el metro huele a podrido, carne de cañón y soledad.
Tirso de Molina, Sol, Gran Vía, Tribunal,
¿Dónde queda tu oficina para irte a buscar?
J. Sabina - Caballo de Cartón
Oiga, doctor,
a ver si tengo cura,
solo quiero ser yo
y ahora parezco mi caricatura.
J. Sabina - Oiga Doctor.
Cómo decirte,
Que el cielo esta en el suelo
Que el bien es el espejo del mal,
Cómo contarte,
Que al tren del desconsuelo,
Si subes no es tan fácil bajar.
Cómo decirte,
Que el cuerpo está en el alma,
Que Dios le paga un sueldo a Satán,
Cómo contarte,
Que nadie va a ayudarte
Si no te ayudas tú un poco más.
J. Sabina - Como decirte, como contarte
En pantalla Dalila
cortaba el pelo a cero a Sansón
y en la última fila del cine
con calcetines
aprendimos tu y yo.
Juegos de manos
a la sombra de un cine de verano,
Juegos de manos…
siempre daban una de romanos.
J. Sabina - Juegos de manos
Desde entonces
robo, bebo, mato, arrastro una miserable vida
criminal, pues se que a la muerte me
estará esperando en el dulce infierno mi
amigo Satán.
J. Sabina - Mi amigo Satán
Agustín y el Chapas deciden ir a visitar la misteriosa Casa del Sanatorio.
Sí, esto que les cuento es una historia cierta,
ustedes si quieren me creen o no,
pero no le cierre la puerta al diablo
si llama una noche a su habitación.
J. Sabina - Mi amigo Satán
En plena noche, llamando casi a la madrugada, todos se reúnen en la Torre de Babel para intercambiar la información descubierta...
[...]
hasta que aquella bici de mi niñez se fue quedando sin frenos
y en la peli que pusieron después nunca ganaban los buenos.
Una de Romanos, J. Sabina
Lo poco que tenía lo invirtió
en un hueso de lujo para el perro
y en pagar al contado la mejor
corona que encontró...
para que hubiera flores en su entierro.
J. Sabina - Flores En La Tumba De Un Vasquito