El bombeo agitado de su corazón resonando en sus sienes y aquellas palabras insoportablemente vagas pronunciadas por alguien que toda su vida fue un lerdo sobre un fondo de sinfonía demencial, cada vez más crispada, excesiva, acelerada, se concitaron para crispar el ánimo del mago. Elías se arrancó, raptado por una súbita furia:
-¡Qué mierda tengo que pagar yo!¡Vos sos el que se metió en quilombos, no me mareés!- dando unas grandes zancadas, alcanzó el escenario, por más que temiese subir, acercarse demasiado a aquel ente endiablado, como si su radio de existencia pudiera distorsionarlo también a él. -No... no va a haber ningún trueque, ¡¿me escuchaste?!, estás donde te mereces estar, sea donde sea. Esfúmate, fantasmón. ¡Quiero que acabe este sueño, me escuchaste, quiero salir de acá!
- No tienes el control Elías... Nunca lo tuviste. Eres un loco sollozante en una habitación cerrada sin ventanas. Alguien que ha visto el mundo más allá del horizonte y no lo recuerda.
Héctor hablaba con una arrogancia insultante. ¿Acaso no eran así los sueños? El mundo al revés.
- No es tu momento todavía, pero no te apures... Ya te llegará.
El muchacho se levantó, como si le incomodase la cercanía de Elías:
- Supongo que ahora despertarás.
Los ojos se abrieron de par en par y un gemido ¿quizás el que escuchaba en sus sueños? salió de la garganta de Elías. La habitación se iluminó levemente por los faros de un coche que pasaba. Nada se movía. Silencio en la noche, solo roto por el latido desbocado del corazón del mago...
"Tranquilízate, amigo, calma. Sólo un sueño endiabladamente real, sólo eso. Era tu subconsciente haciendo la colada."
Era la madrugada profunda. Aún alterado, Elías echó un vistazo al despertador. Quedaba un buen trecho antes de tener que salir de la cama. La almohada estaba empapada con un sudor aterido, así que la volteó y volvió a reposar la cabeza en ella. Tardó un buen rato en volverse a dormir, porque era incapaz de opacar la efigie difusa de Héctor, y su mente amenazaba con correrse bajo su efecto, como si fuese de tinta.
Buen comienzo, sin duda de los mejorcitos que he jugado en mucho tiempo, mi sincera enhorabuena.
El resto del grupo está resolviendo sus propias escenas por lo que es posible que tengas unos días de vacaciones. Te mantendré informado.
Sería sacrílego no esforzarse frente a un director de primerísima fila.
Descuida, estaré atento. Aprovecharé para escribir mi historia para "Su propio infierno". Que todo vaya sobre ruedas!
No me olvido de ti... Es que los demás siguen con asuntos nocturnos... Disculpa la espera.