Es fin de semana en la capital. Las calles de la ciudad bullen llenas de vida a pesar de que las temperaturas son muy bajas y el sentido común dicta que es mejor quedarse en casa al calor de una buena estufa. Aún así miles de jóvenes y no tan jóvenes salen a disfrutar de lo que depare la noche en Madrid, aunque otros deciden regresar a casa temprano...
Es casi la una de la madrugada cuando Elena camina de vuelta a su casa. Ha ido a cenar con unas amigas unas pizzas y a ponerse al día de los chismorreos del campus de los últimos días ya que la última semana la ha pasado esquiando con su padre en Baqueira.
Normalmente decide realizar el camino de vuelta a su lujoso piso en la calla Alcalá por calles más transitadas pero esta noche debido al intenso frío que reina ha decidido atajar un poco y cruzar por la Quinta de los Molinos. Ya lo había hecho en un par de veces a pesar de que su padre le había repetido mil veces que los parques de noche son peligrosos y más para una jovencita.
Esta noche para su desgracia parece que las advertencias de su padre tenían una razón. Nada más entrar en el parque pasó al lado de un grupo de jóvenes que vieron en ella una forma fácil de pasar un buen rato. No todas las noches pasa una guapa pelirroja bien vestida por el parque a esas horas.
Se levantan dejando los litros que estaban bebiendo y empiezan a caminar detrás de ella. Uno de ellos se pone a la altura de Elena y le grita de manera soez:
- ¡Ei pelirroja! ¿A dónde vas con tanta prisa? ¿No te apetece quedarte con nosotros y pasar un buen rato?
El resto de sus compañeros se abren en abanico para impedir que huya. Elena empieza a intuir el peligro pero sabe que en su situación sólo un milagro puede salvarla. Elena acelera el paso antes de empezar a correr. La calle Alcalá está a unos pocos minutos y si grita puede que tenga suerte y alguien la escuche y acuda en su ayuda.
El joven le vuelve a preguntar aunque el tono ya no es tan 'amable'.
- ¡Ei pelirroja! Te acabo de hacer una pregunta...¿Por qué no paras y nos haces un trabajito a mi y a mis amigos? Fijo que la chupas de vicio...
Elena lo mira un instante y empieza a correr en ese mismo momento al ver su indumentaria con los colores amarillo y negro. Pero ellos son más y más rápidos. Uno de ellos la agarra del pelo cuando solo llevaba unos pocos metros de carrera y la tira al suelo con una facilidad pasmosa. El resto ríe y empiezan a rodearla. Uno de ellos se frota las manos relamiéndose en lo bien que pasará follándosela.
El bocazas se acerca a ella que se arrastra intentado alejarse de él.
- Pelirroja no debiste escapar...ahora te daremos una lección y te aseguro que tu coño y tu culo lo van a aprender muy muy bien...
Elena se arrastra aunque se ha lastimado al caer al suelo, le duelen las rodillas y puede notar como el pantalón se ha roto y sangra.
- Por favor no...no me hagáis nada...por favor... - llora abiertamente sabiendo lo que le espera... - ¡SOCORROOOOO! ¡AYUDAAAA! - grita desesperadamente hasta que uno de los jóvenes le pega un bofetón que casi le hace perder el sentido
- Calla puta...no grites o te dolerá más... - le dice uno de los chicos que hasta ahora se había mantenido callado. - Voy a disfrutar rompiéndote el culo pelirroja...y ahí si que gritarás...
Avanza hacia ella mientras empieza a bajarse la cremallera de los vaqueros y saca su polla a pasear.
- Aguantádmela...que le voy a dar un poco de placer latino a esta blanquita...
Dos de sus colegas la agarran y le retuercen el brazo para que se ponga tumbada mirando al suelo...cuando va a romperle el pantalón y empezar a sodomizarla se escucha una voz en el parque. Es una voz joven pero fuerte.
- Creo que la señorita no quiere nada con vosotros...soltarla y no pasará nada...
Los que la sujetaban sueltan a la chica y se levantan examinando a su alrededor en busca de la voz que los ha interrumpido. Detrás de ellos a unos diez metros de distancia hay un joven mirándolos fijamente.
El desconocido se quita la sudadera de capucha gris que lleva y se queda a pecho descubierto a pesar del frío. Físicamente parece estar en muy buena forma, aunque eso no impresiona a sus adversarios que le superan cinco a uno en número.
El joven los nota sorprendidos a verlo sin nada por arriba y les comenta:
- No me miréis así...se ve que no tenéis que lavar la ropa en vuestras casas...no veis lo mal que se va la sangre... - hace una pausa y respira hondo. Luego les dice - Dejadla ir. Si no...
Los Latins no se muestran muy atemorizados aunque sí sorprendidos que un sólo individuo quiera enfrentarse a ellos. Dos sacan de sus bolsillos un par de navajas y el bocazas saca un puño americano dispuesto a romperle los dientes al gilipollas que les ha molestado.
- ¿Si no qué?... - le pregunta con cierta sorna el bocazas. - Lárgate si no quieres que te matemos imbécil...
El desconocido sonríe y mientras avanza unos pasos hacia el grupo reduciendo la distancia sin mostrar miedo de los que tiene enfrente dice:
- Mala contestación...o buena según se mire...
Tensa sus músculos y comienza a correr hacia los pandilleros. Éstos no se esperan un ataque tan directo y tardan en reaccionar un par de segundos, lo suficiente para que el desconocido logré ponerse a un par de metros de distancia del bocazas y saltar hacia él con la rodilla por delante golpeándole de lleno en toda la cara. Un par de dientes salen volando de la boca del bocazas mientras cae al suelo inconsciente.
El desconocido rueda al caer acercándose al que intentaba sodomizar a Elena, en un rápido movimiento aprovechando la inercia de la voltereta se incorpora en un pestañeo y lanza una patada voladora de las que suelen salir en las películas golpeándolo en la sien izquierda haciendo que caiga al suelo tras realizar un giro de 270º. Parece que otro que no se va a levantar...
Dos de los tres Latins que quedan deciden lanzarse al ataque. El más cercano al desconocido intenta pincharlo con la navaja que lleva en su mano derecha pero lo esquiva fácilmente y le lanza una gedan mawashi geri a la pierna de apoyo del pandillero que hace que se trastabille pero que no caiga al suelo. Le ha faltado potencia. Antes de que pueda pensar en darle otro golpe; otro de los pandilleros se lanza sobre él intentando placarlo, es el adversario de mayor corpulencia y logra apresarlo tirándolo al suelo. La situación se torna complicada para el joven héroe. El golpe contra el suelo es fuerte pero por suerte el tercer pandillero está sujetando a la chica y no interviene...eso le da alguna posibilidad.
El desconocido agarra por el pelo al Latin y le golpea con el codo brutalmente en la cara. Éste no tiene más remedio que soltarlo y logra ladearse...aunque en ese momento recibe una patada en las costillas de su otro rival. El golpe duele pero por suerte no ha roto ninguna costilla. Ve como intentan darle una segunda patada pero ahora ya centra toda su atención en él y logra bloquearla con los antebrazos. Luego lanza un par de puñetazos directo a los huevos del pandillero que suelta la navaja tras recibir ambos golpes y se aparta con ganas de vomitar del dolor alejándose hacia el prado que rodea el camino.
El joven aprovecha este momento para incorporarse y correr hacia el que lo había placado que está intentando levantarse. No le permite alzar la cabeza siquiera con una fuerte patada en la cabeza y un posterior pisotón sobre el lateral de la rodilla.
En ese momento sonríe y mira al que está sujetando a Elena. Lo señala y le dice:
- Eres el siguiente...
Eso es demasiado para el pandillero que suelta la navaja y huye cagando leches del lugar, dejando a Elena tirada en el suelo muerta de miedo pero sana y salva. El desconocido recoge su sudadera y corre hacia Elena a la que ayuda a levantarse tendiéndole la mano.
- Señorita, es mejor que nos piremos de aquí...
Parece que a Elena no hace falta repetírselo dos veces ya que se levanta al momento y ambos comienzan a correr cogidos de la mano hacia la calle Alcalá saliendo del parque en el menor tiempo posible. En el momento que llegan a la calle, el desconocido le suelta la mano a Elena y se pone la sudadera para evitar congelarse. Caminan unos pasos hasta situarse debajo de una farola y bajo su luz examina a la joven pelirroja.
- ¿Te duele algo? - le pregunta viendo que salvo una rodilla raspada y algunos moretones provocados por la caída y los brutos que la sujetaban está en perfecto estado. Lágrimas recorren la cara de Elena aunque en su boca se esboza una sonrisa. Viendo que está bien le dice - ...ve corriendo a casa sin detenerte...mañana esto sólo será un susto.
Dicho esto le da la espalda para dirigirse de nuevo al parque...
Elena le coge el brazo y le dice:
- Gracias...
El desconocido se gira y le contesta con una sonrisa, antes de darse la vuelta e intentar desaparecer por el parque por el que ha venido. En ese momento Elena aprovecha para preguntarle lo único que le interesa saber en ese momento.
- ¿Quién eres?
El desconocido se gira de nuevo y le responde.
- Soy Parkour.
Esa respuesta parece no contentar a la joven pelirroja, así que finalmente el desconocido accede a revelarle su nombre. Acerca su boca a su oreja y le susurra cuál es su nombre. Luego se aleja unos pasos y le dice algo:
- Ya sabes cómo me llamo pelirroja...por favor, no se lo digas a nadie...en especial a la policía...y ya que sabes quién soy yo...¿tú cómo te llamas?
Elena sonríe
- Me llamo Elena...Elena Castillo.
Tras escucha su nombre, el desconocido hace una leve reverencia y desaparece en el parque. Elena lo observa mientras se pierde en la oscuridad unos segundos. Luego el escozor de su rodilla pelada y el dolor de los golpes la devuelven a la realidad y decide regresar a casa corriendo, sin detenerse. Pero algo llama su atención cuando levanta la vista. A lo lejos una luz ilumina el cielo de la capital. Un edificio está en llamas...es el Windsor.
El incendio está en su apogeo. Han pasado ya dos horas desde que los bomberos dieron por perdido el edificio y dedicaron sus esfuerzos a mantener el incendio controlado y que afectara a los edificios colindantes. De momento han controlado que no se propague a otros edificios pero la situación todavía es tensa ya que a pesar de los esfuerzos de las autoridades para tenerlo controlado se han producido varias deflagraciones que casi hieren a varios bomberos. Parece como si el incendio tuviera vida propia.
En la calle Orense dos video-aficionados graban el incendio cuando detectan algo extraño en el piso doce, en las imágenes que graba su cámara logran vislumbrar dos sombras en movimiento.
- Joder...mira dos tipos en ese piso - le dice Moncho a su compañero - ...qué cojones tienen los bomberos...tiene que ser un puto infierno ahora mismo...
El compañero de Ramón se muestra sorprendido. Ha escuchado en las noticias que los bomberos han dado por perdido el incendio y ya no queda ningún operativo dentro del edificio.
- ¿Bomberos? Imposible Moncho...eso es imposible...dijeron en Telemadrid que salieron hace horas...que no queda ni un alma viva en el Windsor...
Moncho lo mira y le pregunta:
- Si no son bomberos...¿quién hostias son esos? ¿Será Gavilán o Euroforce?
Su compañero saca el móvil para llamar a la policía mientras le contesta:
- Gavilán está de camino...ha estado en Canarias de maniobras con el GOEM...y Euroforce está con un secuestro del mercante español en aguas somalíes... - hace una pausa y prosigue - ...voy llamar a la policía para indicarles que hay alguien dentro...
A su lado Moncho sigue murmurando:
- Quién cojones serán esos dos...
Un submarino de la clase Typhoon parte a la mar desde el helado puerto de Múrsmank. La fría luz de la mañana apenas calienta y los oficiales que están en cubierta están muy abrigados y en constante movimiento. Un marinero sube a cubierta y le entrega un telex que acaba de llegar al capitán de la nave antes de desaparecer de nuevo bajo la cubierta.
El capitán lo lee y en su rostro se ve preocupación. Le hace un gesto a su segundo que observaba con unos prismáticos las maniobras de los rompehielos que les están abriendo un canal entre el hielo de estas frías aguas.
- Vasily...debemos partir hacia las costas españolas. Uno de nuestro buques tapadera, el Skorovodino, ha sido asaltado a la altura de un pueblo pesquero llamado Ribadeo...
El segundo se acerca y recoge el telex que le entrega el capitán. Tras leerlo también muestra preocupación en su cara.
- Capitán, aquí dicen que han robado material científico relacionado con el proyecto Volk...¿sabe qué proyecto es?
El capitán asiente con la cabeza pero no abre la boca. Vasily insiste:
- Señor, aquí se indica que han enviado a una agente de la Krasnaya Komnata...debe ser serio...
El capitán lo mira fijamente y le comenta:
- Lo es. El proyecto Volk es una de las investigaciones más importantes y secretas de la Federación Rusa, nuestro Premier está al tanto de cada paso que se da en dicho proyecto. Para solucionar esto seguramente han enviado a Katrina Vorsyeva, una de las agentes más letales del GRU y puede que a Iván Stanislav que es un tirador con una larga trayectoria... - hace una pausa - ...y ahora nos mandan a nosotros. Nuestras órdenes han cambiado y las maniobras en el Ártico se han anulado. Debemos llevar a Vulkan Komite hasta esa zona por si fuera necesaria su intervención. Lo que han robado iba al instituto Rostov y eso sólo significa una simple cosa Vasily...que lo que han robado es mortífero.
El capitán hace señas a los oficiales que están en cubierta para que desciendan. Cuando todas están ya en el interior echa un último vistazo a la luz del día y respira hondo. Tiene una misión que cumplir e intuye que será una del misiones más peligrosas a las que se ha enfrentado.