Prisión de Aquera

Las pesadas puertas metálicas del complejo penitenciario de Aquera se abren para dar entrada al nuevo huésped de la prisión de máxima seguridad. El preso entra esposado de pies y manos, sus ataduras son de un metal denso creado en los laboratorios del gobierno para este tipo de delincuente además están electrificadas por si el preso se rebela contra los guardias. A su alrededor doce agentes del GEOM totalmente pertrechados custodian sus primeros pasos en Aquera.

El huésped residirá en el nivel 7, el de máxima seguridad, a pesar de que ahora mismo no tiene ningún atisbo de sus poderes.  Sin el suero no es más que un hombre normal, pero aún así y en gran parte por sus conocimientos de las cloacas del estado han decidido que resida en aislamiento total a unos doscientos metros bajo la superficie 

Gavilán camina con la cabeza alta hacia su nuevo hogar. En un juicio rápido y secreto le han caído sólo unos 15 años ya que se han agradecido los servicios prestados a la patria. A su paso muchos presos encerrados por él le gritan obscenidades y amenazas de muerte. Gavilán simplemente sonríe ante los insultos. En su mente rumia su venganza, tendrá tiempo para pensar en cómo llevarla a cabo sin sus poderes pero seguramente lo logrará, antes de ser una probeta humana era un miembro de la BOEL entrenado para luchar en cualquier terreno y condición. Pero ahora los que antes le temían no le tenían ya miedo, lo consideraban un pobre desvalido que ya no representaba una amenaza seria...pero para sus adentros repetía que aún era un problema para ese corrupto estado al que no reconocía.

En su vengativa mente repite cuatro nombres constantemente, los causantes de su encierro, y que su abogado le susurró durante el juicio a pesar de que todo lo referente a su derrota era clasificado. Seguramente la información se la pasó algún afín a la causa que esos mal nacidos frustraron. Ahora nunca olvidará sus caras y tampoco sus nombres: 

...Valladares, Ángel Negro, Josu y Adele...

Por fin llega a su celda, la número 5. Los agentes con cautela le quitan las esposas y grilletes sin dejar de apuntarle en ningún momento. Uno de ellos le pide que entre sin oponer resistencia. Gavilán obedece y se gira mientras cierran la puerta de cristal reforzado y activan el campo de energía que le mantendrá encerrado. Sonríe de nuevo y les dice a los guardias:

- Pronto saldré de aquí...y os juro que montaré una buena...decidles a los que me metieron aquí que muy pronto iré a por ellos...

Nada más irse los guardias un fulgor rojo ilumina sus ojos, puede que al final no esté tan desvalido como pensaban.

Domicilio de Frédéric y Adele

Fred, el "todavía" marido de Adele se encontraba sentado plácidamente viendo un partido de fútbol con una cerveza, había sido un buen día y solo una derrota apabullante de su equipo se lo podría fastidiar. Pero no era el caso ya que ganaban por tres goles de diferencia a su rival y todo apuntaba a una victoria fácil.

Cuando su equipo rozaba el cuarto gol, su descanso se ve interrumpido por el sonido del timbre. El hombre se levanta tranquilo, sin saber que al otro lado de la puerta le espera un ejército de abogados ataviados con trajes de Armani de miles de euros cada uno. Son la élite de los bufetes de España y Francia, además saben que no tendrán ninguna oposición pero han recibido una máxima: No tener piedad.

La ahora señora Montalbo se ha encargado de acordar con los mejores bufetes de media Europa acuerdos de colaboración para la futura expansión de sus empresas por lo que ninguno de dichos bufetes podrá disponer una causa contra ella o cualquier integrante de sus empresas. La simple demanda de divorcio para ellos era algo sencillo.

Por si esto no fuera suficiente el equipo de élite de abogados estaba reforzado por lo mejor de la abogacía y fiscalía del estado; y también por la plana mayor de los servicios jurídicos de las Fuerzas Armadas. Aunque su misión era similar, éstos últimos debían lograr que el hombre firmara unos acuerdos de confidencialidad para que los secretos de su todavía mujer no fueran nunca revelados.

Si no los firmaba voluntariamente, sería detenido inmediatamente por Policías Militares de España y Francia acusado de alta traición por peligro de revelar secretos de estado y llevado inmediatamente a las celdas de aislamiento de una prisión de máxima seguridad. Nadie sabe como Valladares logró convencer a su homónimo francés de que colaborase en una acción contra un ciudadano de su propio país, es uno de los muchos secretos que el viejo teniente se llevará a su tumba o que contará en alguna cena entre colegas.

Fred abre la puerta sonriendo, sin saber lo que está a punto de suceder y en ese momento ve al enjambre de abogados y policías militares. El abogado que dirigirá la negociación le dice directamente:

- Caballero, tiene usted una demanda interpuesta por parte de Adele Arjona, Empresas Montalbo y los estados de España y Francia. Creo que será que se siente y le comentemos amablemente la situación. - señala a los policías militares que tienen una mano en sus respectivas armas y añade - Si no tendrá que acompañar a estos hombres a una celda de aislamiento de máxima seguridad. Usted dirá...

Fred traga saliva y nota como una gota de sudor se empieza a formar en su frente. El miedo se refleja en sus ojos y eso hace que los abogados sonrían maliciosamente. Su vida de casado está a punto de terminar...y su mujer seguramente se quede con todo.

Mar Cantábrico, 30 millas naúticas al norte de Ribadeo

Un submarino de la clase Typhoon emerge entre las frías aguas del Mar Cantábrico. El comandante Ramius observa el horizonte intentando divisar tierra firme. Su segundo al mando Vasily lo acompaña.

- A unas treinta millas está el puerto de Ribadeo. Ahí está anclado el Skovorodino...el mercante de nuestra patria que ha sido atacado. 

Vasily asiente y le pregunta a su capitán:

- ¿Cree que nuestros agentes estarán ya desplegados?.

- Sin duda Vasily. - responde el capitán - La camarada Vorsyeva está ya en la zona, y con ella seguramente un nutrido grupo de agentes del GRU. Serán apoyados por colaboradores locales y puede que la embajada haya enviado equipos de avanzadilla para cerrar la logística en las principales localidades de la región. Creo que Iván Stanislav está con ellos, el mejor tirador surgido de los spetsnaz en los últimos treinta años. Una verdadera máquina de matar.

Vasily se santigua y dice:

- Pobre de los incautos que se crucen en su camino...

El comandante Ramius suspira y tras ordenar que todo el mundo baje para ordenar inmersión sentencia:

- Ojalá que los que se crucen con ellos mueran rápido...si no...que dios tenga misericordia de ellos porque Katrina e Iván no la tendrán...

Piso Franco del CNI, Italia

Ya pasaban un par de meses desde que derrotasteis a Gavilán, Valladares había cumplido su palabra y había puesto a disposición  de Josu una parte de la red de pisos francos que usaba el CNI. Dos meses en los que el mago había aprovechado para alimentar dos de sus pasiones: la lectura de viejos manuscritos místicos y la degustación de buen alcohol. Con el efectivo de la recompensa había disfrutado un poco de los placeres mundanos de la vida mientras investigaba, hoy había tenido un día tranquilo salvo pero eso estaba a punto de cambiar.

Al entrar en el piso notó una presencia, era alguien que conocía muy bien...y también le aterraba. En sus manos hizo aparecer un fuego místico y alumbró la estancia. Dos ojos se iluminaron con la resplandeciente llama. Era ella.

- Hola cariño...cuánto tiempo... - susurró con voz melosa. Una voz que puso de punta los pelos a Josu. Ella notando la inquietud del mago y pensando en que haría una tontería profirió palabras de sosiego - ...tranquilo, no he venido a por ti todavía...aún no te has rendido...pero lo harás...sabes que soy la única que te quiere...

Permite que sus palabras hagan mella en la coraza del detective, que le hagan pensar un poco para luego añadir:

- Aunque no lo creas...he venido a pedir tu ayuda...algo que le preocupa a mi amo. Si decides ayudarme...prometo que ninguno de tus nuevos amigos sufrirá daño...al menos por mi parte. - hace otra pausa y Josu en su mente piensa que deben ensayar esto de las pausas dramáticas en el infierno porque Sorgina lo está haciendo de puta madre -  Eso sí, si decides no ayudarme me lo tomaré como una afrenta personal y yo mismo me encargaré de visitar a esa chusma que te ayudó con Gavilán. Ésta vez no mandaré a Ángel Negro a hacer el trabajo...porque sí, yo soy la que contrató a ese ángel caído para ayudaros...no podía dejar que mi querido sufriese por otra mano que no fuera la mía...

En la cabeza de Josu empieza a formarse una vaga idea, aún le va a decir que le debe una. El detective sigue sin moverse con la llama iluminándola y pensando en cómo salir de esta sin sufrir un daño atroz.

- Sí, estás pensando lo correcto. Me debes una... En Galicia se está formando un aquelarre, todavía no es tan poderoso como lo era el de Zugarramurdi pero su poder crece a medida que nos acercamos a la noche más larga. Quieren despertar a un poderoso ser que se interpondría en los planos que mi señor tiene y no puedo permitirlo. Lo único que te pido es que vayas a Galicia, localices ese aquelarre y lo destruyas...a cambio te dejaré en paz un tiempo y no masacraré a los tuyos...

Lo último sonó a clara amenaza. Sonríe y puedes ver la maldad en el gesto.

- Piénsatelo y solo di que aceptas cuando suene la medianoche....y recuérdalo bien querido. Sólo serás mío, de nadie más.

A Pobra do Brollón

Eran las tres y cuarto de la mañana cuando el anciano reverendo Fernando Lorenzano, de la parroquia de A Pobra do Brollón (Lugo), oyó por primera vez los golpes causados por alguien que llamaba a la puerta.

¡BOOOMM!¡BOOOMM!¡BOOOMM!¡BOOOMM!¡BOOOMM!¡BOOOMM!¡BOOOMM!¡BOOOMM!

Sea quien fuere, el muy cabrito estaba aporreando bien la puerta. Reprimió un juramento de los gordos y se levantó. ¿Quién sería a esas horas, con la lluvia que estaba cayendo? Seguramente algún peregrino despistado en busca de refugio. Tendría que conformarse con quedarse en el antiguo establo que, aunque no tenía muchas comodidades, ofrecía al menos un techo sólido y un lugar cálido donde dormir ante una noche de lluvia y frío como esta.

Avanzó lentamente hacia la puerta y encendió la luz del recibidor. Quitó los cerrojos y tiro del pomo. Acto seguido vio frente a él la figura de un hombre. Era alto y delgado, con el rostro hundido sobre el pecho. El pelo largo mojado le caía sobre la frente. El visitante levantó la cara de una manera deliberadamente indolente. Sus ojos se posaron sobre los del sacerdote. Entonces el religioso lanzó un grito de terror, pues no eran ojos humanos, eran los ojos del mismísimo infierno.