Escuchas la voz de Atta en tu cabeza:
- ¿Estás por ahí? - No sabía cómo funcionaba aquello, la verdad. - Voy a tener que pedirte instrucciones de uso para esto.
Me sentía un poco estúpida por hablar internamente como si alguien pudiera oírme.
Al comentarle al detective que hacía mucho que no bebía, ya que no me dejaban hacerlo, me respondió con extrañeza; como era natural. Esbocé media sonrisa, un tanto amarga, pensando en que ojalá aquello sólo dependiera de la edad. Me había visto atrapada en una red de la que me estaba costando demasiado escapar, pero por suerte ya no estaba ciega, y cada vez veía más cerca la salida.
Me resultó divertida la forma en que Josu se quejó cuando cogí su cigarrillo, así como su murmullo, tras lo que el investigador comenzó a hacerme una pregunta. Quería saber si íbamos ya en busca de Dragoon y Atta o también debía pedir permiso, hurgando con su ácido humor en una herida que no sabía que existía.
- Con una es suficiente. – le dije rechazando el cigarrillo que me ofrecía, ese que había dejado manchado de carmín. – Será mejor que vayamos a buscarlas ya, sí. Saavedra se encuentra cerca de aquí, a unos seiscientos metros calculo. Está rodeado de gente, por lo menos por seis personas, ninguna de ellas mutante; pero no podemos descartar que haya alguien más que pueda poner barreras en su mente. – le expliqué. – Esa sala de interrogatorios debe ser amplia y creo que está al lado de donde estuvimos antes, tu plan debería funcionar. – afirmé con convicción, cambiando radicalmente de tema. – ¿Tú…? - empecé a decir, deteniéndome un instante, dudando entre callarme y continuar; pero finalmente proseguí. – Quiero divorciarme, quiero alejarle de mí y que no vuelva a hacer nada parecido. – solté de pronto. - Imagino que sigues a gente y les sacas fotos y ese tipo de cosas, ¿no? Necesito pruebas… Quiero pruebas irrefutables de cómo me agrede...
Era la primera vez que hablaba de aquello con alguien que no era mi abogado, ni siquiera mi hermana sabía nada de lo que sucedía con Fred, y me sentía extraña. Josu no había demostrado mucha empatía, pero sí ser una buena persona, a pesar de que sus métodos y maneras no fueran los más ortodoxos; así que creía haber hecho bien acudiendo a él, y es que además estaba demostrando ser un hombre que perseguía sus objetivos a pesar de todo.
En ese momento escuché la voz de Elvira en mi cabeza, quien desconcertada me preguntaba por cómo funcionaba aquella conexión mental.
- Estoy aquí, si. Lo estás haciendo bien. – le confirmé. – Vamos hacia allí ya. Sabemos dónde tienen a Saavedra y queremos ir a por él, esperamos que os apuntéis. – le conté brevemente.
La pin-up parecía calmarse con tan sólo un poco de tabaco. "Ya es suficiente" no era algo que fuera conmigo, yo necesitaba siempre más, porque ninguna mierda borraba nunca lo que me impulsaba a evadirme del mundo. Ella con un par de caladas, ya iba lista.
Tía con suerte.
Estuvo de acuerdo con ir a buscar al par de electrodomésticos para ocuparnos del asunto. Ya tenía localizado a Saavedra, y a los capullos que estaban con él. Seis tipos sin poderes, seguramente bien armados, no siendo descartable algún otro mentalista. Tendría sentido, si le estaban interrogando. Se podía hacer con dolor, con drogas, o con gente así. Aún así, con factor sorpresa y una buena primera mano, era factible.
¿Hm? -La tía de repente parecía querer decirme algo, pero el modo en que se calló de golpe me dejó mosqueado. Y aún así, no me preparó para lo que me soltó cuando tuvo valor para hacerlo. ¡La hostia puta! ¿Divorcio, alejarlo... "hacer"? ¿Hacer qué? Cómo me jodía tener razón, ver las señales que indicaban cuándo había mierda detrás, sólo porque nadie estaba más metido en la mierda que yo. Quería que le obtuviera pruebas. Pruebas de cómo la agredía...- Jooooder... -No pude mantenerle la mirada, incómodo, apretando los dientes con desagrado. La tía tenía unos poderes de la hostia, la había visto combatir a mi lado a un puto gigante. ¿Con qué clase de monstruo estaba casada, que no podía impedirle hacer algo así?- ¿Tenéis críos? Porque si no los tenéis, no necesitas tanto rollo para separarte de él... -La informé, mirándola de reojo. Un divorcio de mutuo acuerdo era un simple trámite, y si no lo era y había que ir a juicio, tampoco suponía mucho problema. Con niños de por medio era más jodido, por la custodia y las visitas, y ahí sí era necesario demostrar ciertas cosas para mantener cierto grado de seguridad- Pero vaya, tú verás. Es tu pasta, y tampoco es que mis honorarios sean muy altos, así que... -Me encogí de hombros, mirando al suelo- Ya... hablaremos de ello cuando todo ésto acabe, ¿vale? Ahora vayamos a por R2D2 y C3PO y hagamos cosas de Jedi...
En la mente de Atta escuchas que se apunta a rescatarlo aunque va a preguntárselo al resto, luego Inezumi y María dicen que las dos se suman a la operación rescate. Queda saber si Parkour se anima aunque cuentas con ello.