Partida Rol por web

Mostrar el contenido de los libros era como mostrar el contenido de su alma. Eso lo sabía bien Onfale, que a partir de ahora, se cuidaría de ofender a Alice. La mujer ya sabía más de lo que ninguno del grupo sabía acerca del perfumista y él era algo celosos con esas cosas. Después de todo, tendrían que pasar bastante tiempo juntos si querían aprender el uno del otro, por lo que era mejor  llevarse bien. Además la mujer le llevaba ventaja en el aprendizaje de la magia.

- Gracias. Muy interesante.- Logró articular el mago.- Me gustará verte en acción.

-¿Desnudarnos? ¡Ja!--se mofó el enano del noble--¿Y quién dice que no sea al revés y que los únicos cambiaformas que haya por aquí cerca no seáis vosotros? ¡Eh! ¡Venga, hombre! ¿Y qué más?

-¡Nah! Ahora en serio, mejor no desnudemos a nadie, que está claro que todos llevamos demasiados días sin un buen baño--concluyó el viejo mientras se olfateaba el sobaco y ponía cara de desagrado.

Onfale, que después de hablar con Alice se había hecho una trenza en el pelo, que ahora mordía nervioso en el extremo  ante los aspavientos y afirmaciones del enano.  Estuvo a punto de darle un vaido cuando hizo ademán de olerse la axila.

¡Por la Divina Esencia primigenia!

Una cosa es que no se hubieran dado un buen baño en días y otra cosa era que hubiera descuidado su higiene. Lo del enano era asombroso para el perfumista que, a su lado, parecía como un diamante pulido al lado de un trozo de sucio carbón. A Onfale le daban ganas de vencer la reticencia a acercarse al enano y arreglarle un poco la desaliñada barba, cortarle los pelos que le sobresalían de la nariz y las orejas , limarle las uñas y meter sus ropas en agua hirviendo.

Están bastante lejos, pero jurarías que han sacado unos libros de sus mochilas y los han intercambiado, leído y luego devuelvo.
 

¿Qué mi padre está muerto...? No... No puede ser... ¡No puede ser!

Ante la noticia, y el poco tacto con el que se ha dado, el joven heredero sale corriendo alejándose del campamento. Necesita tiempo para encajar el golpe. Él quería a su padre.

Ese niñato lo que quería era una buena somanta de palos. Debería comportarse y mantener la compostura como un hombre, en vez de salir huyendo como una mujerzuela asustada.

Lord Andaas muerto... Qué terrible noticia...

Tras un instante digiriendo la mala nueva, Lord Septow trata de recuperar la dirección de la reunión.

No seas tan duro con él, amigo Roko. Tras la muerte de su padre, él es ahora el tercer Barón de Vor Ziyden. Su voto cuenta tanto como el tuyo o el mío a la hora de tomar decisiones de gobernanza.

Capitana, si hace el favor, vaya tras Lord Zlatko Andaas y tráigalo de vuelta. No es seguro que vague solo por el bosque a estas horas.

Soy Capitana, no niñera. ¿Es que ahora por ser mujer se me presupone una sensibilidad maternal para tratar con el chico? No voy a jugar el papel de su madre. Al que perdió es a su padre, su madre seguirá parapetada en su bonito caserío.

Aggh...-dice tras una pausa, viendo que ninguno de los barones hablará como figura paterna con el joven Zlatko-¡Está bien! Iré yo...

La Capitana abandona también el campamento, persiguiendo al muchacho.

Bien... retomando el asunto...

¿Mediano?-pregunta Septow, sorprendido por la intervención del insignificante Fosco-No creo que el tema de las invitaciones sea importante ahora. En cada acto social, Vor Ziyden manda a uno y solo a uno de sus dirigentes... por costumbre y protocolo. Así siempre quedan dos Barones manteniendo el orden y la estabilidad al pueblo. Nos alternamos. Por ejemplo, yo asistí a la boda de Lord Watcher y Lady Dilisnya. Si me lo encontrara, creo que sería el único de Vor Ziyden que podría reconocerle.

En cuanto a lo de desnudarse... Sí, es excesivo. Y más si lo de la presencia de licántropos es solo conjetura. Vamos a olvidar el tema-suena a sugerencia, pero el otro Barón, Fortich, lo acata como una orden. Puede que los votos del triunvirato valgan lo mismo, pero sus voces tienen distinto peso.

De todas formas, la presencia de Victor Watcher en Dorvinia lo cambia todo. Cualquier teoría de lo que ocurrió en la boda, licántropos infiltrados incluídos, puede ser desmentida o confirmada por el propio Lord. Su testimonio es de gran importancia en estos momentos. Encontrarle pasa a ser una prioridad.

Lamentablemente, los pequeños Yanoff no aguantarían una expedición a Vor Ziyden. Y eso significa que nos tendremos que separar¹. Un grupo escoltará a Mojic, Ethan, la viúda y sus hijos al aserradero. El otro deberá salvar a Victor Watcher a cualquier precio. Si las circunstancias permiten salir por el oeste del pueblo y llegar a Lechberg o Illvin... o si por el contrario obligan a replegarse con los demás en el aserradero, es algo que se deberá decidir tras afrontar la situación de Vor Ziyden.

Por supuesto, lo ideal sería encontrar a los Watcher antes de que llegaran al pueblo. Así evitaríamos exponernos a los lobos.

¿Y a cuento de qué este tío se había convertido en un nuevo líder para el grupo? Pensó Flame mientras esuchaba las indicaciones de aquel hombre. ¿No se daba cuenta de que no le debían absolutamente nada?  Y entonces, desde que había llegado allí, Flame habló para hacerse notar y ya de paso presentarse.

Mira, dijo con un tono de muy pocos amigos, mi nombre es Flame, si es que no lo había dicho antes, que sabía perfectamente que no, Flame de la Escama, para más señas. Dijo señalando su frente.

Lo primero decirte que no se muy bien quién y cuándo te han nombrado líder aquí. Dice desenvainando su espadón, no porque fuera a atacar, sino para mostrar que tenía un arma y que sabía como usarlo. Pero aquí nosotros sabemos valernos por nuestra cuenta, y no entendemos la razón, primero por la que tenemos que ayudaros, y segundo, tampoco entendemos por qué narices deberíamos haceros caso. Luego Flame miró a sus compañeros, realmente estaba hablando por todos, cuando ni siquiera sabía lo que pensaban ellos de todo aquello.

De hacer algo iremos a buscar a Victor, ese sucio traidor aún nos debe un caballo y ya veremos, luego, lo que hacemos con él. Pero desde luego que lo que no pensamos hacer es haceros de niñeras acompañando a la cantidad de ineptos que os rodean. Dice señalando al escaso campamento que les rodeaba. Flame se había enfadado mucho con lo que había dicho aquel hombre, y lo estaba haciendo notar a todo el mundo, hasta al más insignificante niño de la zona.

Así que, a menos que aquí, mis queridos compañeros, dijo tratando de hacer que lo de "queridos" sonase lo más real posible, iremos hacia el pueblo, con vosotros o sin vosotros, pero lo que no haremos es separarnos y perder el tiempo en viajar al aserradero. Dijo concluyendo su pequeño monólogo, cargando su espadón en el hombro y mirando desafiante al Barón Septow.

Cuando Flame desenvaina, el Barón Fortich alza su hacha.

Mujerzuela... Somos Barones. Nuestra autoridad deriva del mismísimo Conde Von Zarovich. Y además... ¿porqué te das por aludida? Que estemos compartiendo nuestros planes con vosotros no significa que os hayamos dado permiso para participar.

Lady Escama...

Con parsimonia, el Barón Nikola Septow tira de cada una de las puntas de los dedos de su guante.

...no toleraré que se desenvainen las armas de esa manera en mi presencia. Ante semejante acto de ofensa...

Retira la tela y descubre su mano. Y con el mayor de los desprecios....

...no me queda más opción que retarla a un duelo.

...Lord Septow arroja el guante a los pies de la extranjera, para que lo recoja.

Disculpad los modales de mi compañera -dijo Leiath mirando a la agresiva Flame. Aun asi tiene algo de razón.

Si bien a algunos de nosotros nos gustaría ayudar a todo aquel que nos encontramos en el camino, no debemos alejarnos de nuestro objetivo principal, que en este caso es dirijirnos a Vor Ziyden.

Por lo que respecta a su grupo, noble Señor, mejor huyan lo más lejos posible hasta que se resuelva el conflicto y pongan a salvo a estos pequeños si no quieren ser comidos por los lobos. Lo mismo pretendia Lord Watcher asi que no le culpo por haber huido con un caballo 'prestado' para poner a buen resguardo a su hija.

Podríamos intercambiar suministros y asi tener más variedad para el viaje si asi lo desean. O alguno acompañarnos si quiere...

No participo en la conversación, me resulta mucho más interesante escuchar las deliberaciones de esta gente y tampoco tengo mucho que aportar. Con disimulo mis ojos se posan recurrentemente sobre Sandansola, pues me preocupa se reacción al enterarse de la gente con la que estamos tratando.

Esa "mujer" es un misterio, ya ha demostrado algunas capacidades extraordinarias y quién sabe si puede esconder más. Me preocupa que haga alguna locura y no quiero perderla de vista.

De repente asisto con sorpresa al arrebato de la mujer de la escama en la cabeza, que sin venir muy a cuento, se siente insultada y comienza a hablar como portavoz del grupo. No satisfecha con eso desenvaina su espada amenazante.

Para no tensar más la situación me quedo quieto esperando la reacción de la gente y sin perder de vista ningún movimiento que pueda revelar una amenaza.

El perfumista jugueteaba con su trenza entre los dedos de la mano observando, divertido, la intervención de Flame. Había estado callada todo el tiempo y, estaba claro que no le gustaba hablar hasta que explotaba. Le extrañó mucho el gesto del Barón Nikola Septow. Esa manera de quitarse el guante era tan sensual. Cuando escuchó lo que decía le quedó claro que era una especie de ritual para combatir en un uno contra uno con la mujer. ¡Qué caballeroso!. Dejó salir su vocecilla de "castrati" otra vez.

- He sido amenazado por su capitana durante un buen rato y lo hemos dejado pasar. Aguantado las insolencias del Barón Roko Fortich. Barones, condes, caballeros...nuestro encuentro con el caballero Victor Wachter acabó cuando atacó por la espalda a uno de nuestros compañeros, ahora muerto, y le robó el caballo a Lady Alice...huimos de las brumas, de los engendros que en ellas se ocultan, de los lobos y lo que no son lobos...perdónenos si tenemos los nervios a flor de piel. - Onfale hizo una pausa, observando las reacciones d etodos.- Si no nos cree, tenemos una prueba de los actos del caballero Wachter, una carta manuscrita donde él mismo reconoció sus cobardes actos, a pesar de justificarlos pro una fuerza mayor.- Onfale observa a Flame y escucha las palabras tranquilizadoras de  Leiath.- Calmémonos todos. Lo mejor será que vayamos por separado, pero aún así, si tenemos objetivos comunes lo mejor será coordinarnos. No sería sensato no aprovecharnos los unos de los otros, tal cual está la situación. Ustedes vayan al aserradero y nosotros contaremos lo que ha pasado en Lechberg o Illvin, si conseguimos salir de Vor Zyiden. Denos un mensaje que llevarles o que nos acompañe alguno de ustedes, no nos vendría mal un guía.

Fosco miraba incrédulo como Flame despotricaba y sacaba su arma, ante esta ofrenta el conde o barón o lo que sea ese caballero se quita un guante en señal de duelo. El singular mediano estaba totalmente confuso y desorientado, nadie le escuchaba y no parecía que su opinión fuese importante pero aún así ...No es necesario un combate... verdad Flame? A qué no es necesario? esperando que esta bajara su arma... y todo quedara en un mal entendido, pero algo le decía que habría pelea. Así que se fue acercando al estofado y a Nikeras que parecían estar haciendo un estofado. Se sentó y esperó a ver que pasaba.

-¿Pero puede saberse qué mosca te ha picado, mujer?--espetó el enano a Flame de muy malos modos--Esta gente nos brinda su hospitalidad y así es como se lo agradecemos. Anda que... Mira a ver si estás de lo tuyo, en uno de esos días tontos de cada luna. En fin, que no llegue la sangre al río.  

Mientras hablaba, el viejo se acercó a la hoguera y cogió una patata caliente para sentarse a cenar junto a Fosco. Luego elevó la cadera un breve pero intenso segundo antes de dejar escapar una sonora flatulencia.

-¡Ah! Así está mejor, ¿no? El estrés me produce muchos gases--le explicó al mediano.