Partida Rol por web

El tiempo fue pasando y pasando. El Mayor Pip, la Teniente Nakamura y el Sargento Tsushima llevaban buen tiempo fuera de la zona designadas para las reuniones y no pareciera que fuesen a volver a tiempo.

Y la hora de las votaciones ya estaba pronta a llegar. Las opciones parecían ser claras: ir a buscar a los tres desaparecidos... O continuar con la votación. 

Creo que interrumpir anoche a los traidores con la alarma es una oportunidad que si la dejamos pasar sin más, seguiremos donde estábamos y sin embargo no sabemos quien la ha hecho sonar. 

Capitán Miles, ¿No tiene usted un sospechoso? Si va usted armado, debería acabar con su sospechoso Antes de la votación, antes de que volvamos a nuestras habitaciones. Personalmente sospecho de ustedes tres caballeros, y si lo que dice es cierto Capitán, usted puede acabar con los tres sospechosos de un plumazo.

Votamos a Lukyan o Daisuke, usted mata al restante, si se equivoca muere usted, y habremos caído en la trampa del Mayor

Si acierta usted queda confirmado como inocente y habremos acabado con el traidor. - Se giró hacia Daisuke y Lukyan, esperando que vieran lo que el tte intentaba y entendieran que así podía acabarse todo.

Sin embargo, quedaría yo como cabo suelto.... por lo que, si me equivoco, mañana por la mañana tendrán mi dimisión y mi propia soga ya anudada al pie del mástil de nuestra bandera.

Si rehúsan o posponen deben saber que no pienso esperar a que todo el mundo se vaya a dormir para que la gente ande merodeando por las habitaciones.

Teniente primera Falman, usted ha estado continuamente especulando en esta maraña de traición, ¿Qué opina?

​​La teniente primera se quitó la mano de Akihiko del pecho y se cuadró para responder

Opino que el Capitán miente, señor.

Pero no tengo ninguna certeza. Si por mi fuera, iríamos todos a buscar al resto, pero necesitamos que todos expresen verbalmente esta voluntad y compromiso asumiendo que, si mienten en la intención, son culpables.

-No miento y he dicho en que consiste mi habilidad, esta solo se puede usar por la noche. Y como he dicho si la persona a la que mato es inocente, muero. Así que no es algo fácil de usar, podría matar a dos de los inocentes y dejar un fácil camino a los traidores.-

-Adam usted y yo acabamos anoche los dos en el comedor, yo al menos sin saber muy bien el porque. Así que de usted tengo la certeza de que no participó en noquear al Mayor. De este tengo serias dudas de que no nos este mintiendo, pero no como para arriesgarme a matarlo. Lo cierto es que no tengo ninguna certeza de quien pueda ser un traidor. Es por eso que aun no he hecho uso de mi habilidad, aunque tengo que decir, que si la pasada noche no hubiese sonado la alarma, probablemente habría matado al Mayor, y puede que habría cometido un terrible error que nos habría costado la vida a los dos, o no, quien sabe. 

Y ahora mismo, no se muy bien a quien votar. Así que yo también estoy dispuesto a ir a buscar al resto. Pero mucho me temo que ya hay quien esta votando, siendo ambas cosas incompatibles.-

Si alguien más vota por ir a buscarlos, ya seremos 3.

-De hecho Lukyan se ha dado mucha prisa en ir a votar, con lo cual el resto debemos hacerlo, ya que no podemos ir a buscar al resto. O el teniente segundo Lukyan tiene más pistas que el resto, y que no se ha molestado en compartir, o bien, tiene claro a quien quiere eliminar.-

Ya sabemos, que el que anda noqueando, es culpable y traidor.

Ya todos hemos hablado de nuestras habilidades y por descarte. Eso nos ha dejado a Daisuke como el único que no ha abierto el pico.

Adam, impasible dejó su voto en el casco de la difunta Cptana Yanara. Encargándose en persona de recoger los votos de quienes quisieran emitirlo. - Si no emiten su voto... por mi parte también voté al primer Teniente Akihiko, por las razones que expuse antes y con la intención de que antes de que termine la votación se hayan ejecutado las órdenes, tal vez sin sus votos tampoco ejecutemos a nadie, así que no se pierde nada. 

En cuanto a su habilidad Capitán, ojalá tenga claro que un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Y que estar de brazos cruzados esperando a tener la certeza absoluta no nos salvará. 

El encontrarse separados de los demás no parecía haber sido gran motivo de pánico de momento. Ya sea por confianza en sus compañeros, por determinación con el siguiente paso a dar o mera dejadez decidieron permanecer allí y llevar a cabo la votación reglamentaria. Uno a uno fueron levantando sus brazos, señalando a quien consideraban que era el culpable, o al menos uno de los culpables, de causar tanto caos y muerte en el Fuerte Briggs...

 Decide votar por el Teniente Primero Daisuke Akihiko.

Decide votar por el Teniente Primero Daisuke Akihiko.

 Decide votar por el Teniente Primero Daisuke Akihiko.

 Se mantiene firme en su decisión de ir a buscar a los demás.

La decisión estaba tomada...

El teniente Akihiko se mantuvo en silencio durante las discusiones y la votación. Tal vez tratando de pasar desapercibido, tal vez consciente de que las acusaciones que fueron tiradas sobre él cerca del inicio del día volvían virtualmente imposible e inútil cualquier tipo de defensa. Sea como fuese, ese silencio se mantuvo hasta el final, cuando sus compañeros lo acabaron señalando de forma acusatoria.

El muchacho lentamente trataría de retroceder, más no podría evitar ser acorralado y eventualmente puesto de rodillas en el suelo. ¿Sus últimas palabras? Ninguna en absoluto, al igual que durante la discusión, mantuvo ese silencio con firmeza. Posiblemente las conclusiones a las que se llegarían luego revisar el cadáver darían más de qué hablar que Akihiko durante toda esa noche...

Un reloj de alquimista estatal fue hallado entre sus pertenencias, aunque no fue solo eso lo que lograron encontrar y mucho menos lo más llamativo, pues una piedrecilla roja como la sangre sería encontrada en el puño del muchacho, quien al parecer aprovechó sus últimos segundos para aferrarse con gran fuerza a la misma, más fue incapaz de lograr absolutamente nada con ella.

Sobre la verdadera naturaleza de este objeto la verdad es que era difícil de saber. Sin embargo entre las suposiciones saldría el comentario de un artefacto legendario, una piedra rojiza que un alquimista sería capaz de utilizar para convertirse en un ser similar a Dios. Un material perfecto capaz de ignorar todas las leyes alquímicas conocidas. Era una leyenda popular, pero al fin y al cabo nada más que una leyenda... Y no hizo demasiado por salvar la vida de Akihiko.

Tal vez sería buena idea consultar a un alquimista sobre la naturaleza de este objeto, más ahora mismo no había ninguno presente... Así que fue el Teniente Coronel Adam Monroe, cuyo cargo era el más alto de los sobrevivientes, quien la custodiaría de momento.

Ahora tocaba ir a buscar a los desaparecidos...