Partida Rol por web

Un círculo de transmutación alquímico se encuentra en medio de la habitación del Sargento, con sus pertenencias colocadas meticulosamente en el centro y rastros de su sangre lo conformaban. Justo en medio de todo reposaba una figura rojiza, borrosa, pero con algunos rasgos que fácilmente se identificaban como los del Sargento Tsushima... Y frente a este, la teniente Hanae Nakamura.

- Buenas noches, Sargento Mayor Shuji Tsushima - dije con toda la calma del mundo - ¿o debería decir compañero?

Mi tono de voz apenas se alteró mientras me movía bajo mi abrigo. Se escuchó un ligero tintineo antes de que abriera el abrigo que me ocultaba y enseñara un reloj que a Tsuhima debería resultarle muy familiar.

​Mientras estaba sentado, bostezando y rascándose la cabeza -Veo que descubriste que era alquimista estatal, pero ya no tiene sentido con mi muerte ya escrita, además tengo sueño, es cómo si me durmiera y no tengo un café siquiera para despertar. Al menos me siento liviano del estómago-.

Porfin, después de reaccionar del sueño en el que aún, medio consciente se encontraba inmerso, reaccionó -Bueno, en  fin, ¿Qué necesitas de mi después de está serie de sucesos?-.

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Sin cambiar mucho mi expresión, ladeé la cabeza - todos lo descubrimos cuando el reloj cayó cuando te ejecutaron.

Observé su actitud derrotada y suspiré - puedo ayudarte, pero antes me gustaría saber algunas cosas y asegurarme de que mi decisión es correcta. Después de todo, no creo que fueras ningún espía y desconfió bastante del Mayor Pip Pip, ¿qué opinas de lo que ha pasado? - me acerqué un poco más a él para mirarle directamente a los ojos - ¿podrías revelarme cuales eran tus poderes? No me cabe duda de que al ser alquimista estatal tendrías unas habilidades útiles para nuestra misión. Y...

Dudé un momento antes de revelar esta parte, pero finalmente hablé - me gustaría, que a poder ser, me dieras alguna prueba de que no eres responsable de la explosión. Aún siendo un alquimista estatal, podría haber una pequeña posibilidad de que fueras un espía.

Shuji se levanta del piso y comienza a hablar mientras se arregla la ropa.

-Considero que de todo lo ocurrido, solamente me quedan sospechas del Mayor Pip Pip y los objetivos que tenga por detrás. Armo una situación muy propicia para el en caso de ser un traidor.-

Se acerca a la Teniendo Nakamura y la mira nuevamente a los ojos. 

- Soy el alquimista relampagueante, dispongo de la habilidad de inmovilizar a una persona e inhabilitarla mediante el uso de electricidad, mientras que mi habilidad secundaria permite sacar información de gente sin que lo recuerde, eso sería a grandes rasgos. Por lo que puedo suponer, tus habilidades consiste en invocarnos, a nosotros los muertos con nuestros objetos que quedaron, y posiblemente revivirme por lo que dices.-

-Y finalmente, esa taza de café con la que estuve es la prueba de mi inocencia, ya que al momento de la explosión me estaba haciendo un café en el comedor donde estabamos todos, además, dentro de mis pertenencias, pudieron revisar todo igual. Igualmente, estoy aquí por si se te ocurre otro acto para mostrar mi inocencia.-

 Se sienta nuevamente, suspira y pone cara de angustia.

-Quedé estresado después por este proceso raro de muerte, ¿Me puedes dar un cigarro?¿Siquiera puedo fumar en esta forma?- Dice riendo melancolíco.

- Soy completamente de tu opinión - asentí llevándome una mano al mentón - las votaciones han sido muy extrañas, demasiadas casualidades para una situación de confusión. Creo que el Mayor Pip Pip encontró culpables demasiado rápido, "confirmándose" de inocente y tratando de que lo protegieran. En caso de que sea un traidor eso enfocaría la protección en él dejándonos al resto desprotegidos. Al mismo tiempo, la Capitana Yanara lo apoyó incondicionalmente dejando ver que es una protectora, con lo que se "confirmaría" también como inocente. Todo encaja demasiado bien como para no ser una casualidad, por no hablar de que nadie soltaría a los cuatro vientos que va a proteger a alguien pudiendo haber espías o asesinos entre nosotros.

Desde el fondo de mi abrigo saqué una pequeña tetera y una taza y me serví un poco antes de ofrecerle a Shuji.

- ¿Una taza de té? OH - dije al darme cuenta de que estaba hablando con una de mis apariciones - lo siento, tiendo a olvidarme que estoy hablando con un alma.

Tomé un sorbo y continué.

- Después tenemos los cuatro votos contra ti, ¿demasiada casualidad? Yo creo que sí. Me preocupa la General Ines Vector, fue la única que votó algo diferente - soplé un poco la taza de té y fruncí el ceño preocupada - creo que es alguien juiciosa y digna de confianza.

Al escuchar al alquimista hablar de nuestras habilidades, solté una alegre risa por primera vez desde que había llegado al Briggs.

- Veo porqué te hicieron Alquimista Estatal, eres agudo. Exactamente, puedo revivir a la gente, aunque sólo voy a poder hacerlo una vez, esta habilidad consume mucha energía. Por eso quiero estar segura de usarlo en la persona correcta. Como supuse tus habilidades son impresionantes y nos serán de utilidad - suspiré - puede que me esté confundiendo con el Mayor y el resto de los que te votaron, pero creo que vale la pena arriesgarse.

Ante sus últimas preguntas volví a sonreír, divertida.

- Me temo que tendrás que esperar a volver a la vida para ese cigarro. Pero antes de hacerlo, tengo que pedirte dos cosas - levanté dos dedos ante el otro alquimista - primera, espero que ambos podamos colaborar para encontrar a los espías. Segundo, me gustaría que no revelaras mi condición de Alquimista Estatal hasta que yo decida hacerlo por mi misma.

Dejado todo claro, comencé a buscar algo alrededor.

- Y una última cosa, ¿algún objeto en particular al que tengas apego? Desgraciadamente, no puedo introducirte de nuevo en tu cuerpo humano, tengo que transferir tu alma a un objeto inanimado. Ya que eres tu quien va a tener que estar en ese cuerpo, te dejo a ti elegir el objeto.

Shuji se sienta nuevamente y comienza a hablar animadamente mientras le mira a los ojos. 

-Ese punto también nos puede hacernos cuestionar su decisión, es muy rancia esa exposición y declaración de inocencia, sea como sea tomaron un riesgo demasiado grande, lo que me hace considerar que existen muchos mas individuos en la misma postura que nosotros. Considero que sería necesario el uso de mi habilidad ante el, podríamos saber rápidamente sus intereses y posición en este encierro, también deberíamos armar un cuestionario de otras cosas, para buscar información que nos permita sacarnos sospechas de encima. Inés por otro lado también puede ser alguien interesante de investigar y talvez sumar a nuestras filas, se ve como una persona altamente racional y necesitamos esa noción trabajada en conjunto para poder salir del embrollo, además de que si llega a no ser una traidora, su rol investigativo es muy importante, lo que la hará el próximo objetivo de los traidores probablemente-.

Shuji le acerca la mano para estrecharlas y la vuelve a mirar de frente.

-Respecto a tu petición de alianza, la acepto con las condiciones que requieres, incluso, me gustaría dejarla lo más escondida posible del resto de integrantes, debemos formar una alianza estratégica en todo sentido, con el fin de que su revelación sirva también como un quiebre en el fuerte de ser necesario, tu rol como alquimista estatal quedará sellado hasta que tu decidas cambiar eso. Tengo plena confianza en que no eres una traidora, tus acciones ni interés se asemejarían al actuar de un traidor-.

Finalmente y ya con la cara mas relajada pero con cierta ansiedad se dispone a sentarse y pensar unos segundos. 

-Ahora respecto al té, me siento totalmente herido, siento que no disfrute mi ultimo café y ni siquiera probar este té me duele el alma, ya que cuerpo no me queda. Respecto a un objeto al que le tenga apego, creó que serían los cigarros y el café, pero la verdad, para revivir me gustaría un cuerpo lo más humanoide posible, idealmente algo así como una marioneta, aunque el café se me derrame y el cigarro no lo sienta, me gustaría tener al menos una vez la posibilidad de volver a sentirlos. ¿De casualidad no existirán marionetas, muñecos o armaduras en la armería? Creó que esas serían buenas opciones, además me podría poner peluca y sentirme aunque fuera un poco mas humano-.

Se ríe, mientras comienza a acostarse en el piso en posición de feto y sollozar un poco. 

-Al menos no me volverá a dar diarrea, morirme cagado la verdad fue un poco triste y humillante. Ojalá me hubieran dejado soltarme antes de morir, un acto de humanidad como mínimo-.

- Me parece muy bien, yo me centraría sobre todo en el grupo que votó contra ti, especialmente el Mayor y la Capitana. A no ser que algo cambié, mañana votaré por uno de esos dos, seguramente la Capitana - la conversación había dado sus frutos y estaba muy satisfecha - creo que por el momento podemos fiarnos de la General, veamos como se van desarrollando los acontecimientos y qué descubren los demás. 

Me levanté para dirigirme hacia la armería.

- Agradezco tu confianza, espero con impaciencia nuestra colaboración. Veamos qué podemos encontrar en la armería que pueda servirte, especialmente para poder gozar de ese café que no pudiste disfrutar - bromeé mientras salía camino a la armería. 

Poco después, volvía llevando algo en la espalda.

Hanae no tardaría en volver a la habitación luego de haber encontrado una suerte de armadura guardada entre los viejos almacenes de Briggs. Era antigua, se le notaba, sin embargo no era nada que un poco de alquimia no pudiese solucionar para dejarla completamente reluciente, dejando listo el nuevo recipiente que contendría el alma del Sargento Mayor Shuji Tsushima. El resto solo fue laborioso trabajo alquímico...