Partida Rol por web

Los cuatro agentes se marcharon en el Chevrolet Malibú del FBI. El sheriff Taylor les siguió con la mirada hasta que desaparecieron por una curva del camino y se dispuso a entrar en su coche; pero justo al agarrar la manija de la puerta un repentino dolor le hizo doblarse y caer sobre una rodilla mientras se mantenía agarrado al asidero. Permaneció así unos segundos durante los cuales, Gregor O'Hara, le estuvo observando desde la ventana de su casa, impasible, hasta que corrió los visillos y se alejó de ella.

El camino desde Uncertain hasta Jefferson tomó unos veinte minutos por una carretera secundaria iluminada únicamente por los faros del coche y por la que apenas se cruzaron con un camión y un par de todoterrenos. Dentro del habitáculo todos iban sumidos en un incómodo silencio provocado por rencillas y pensamientos sobre el caso.

Llegaron al hotel pasando por delante de la oficina del sheriff del condado de Marion. La luz del despacho de Smith, en la segunda planta, estaba encendida y en la entrada estaba aparcada su pickup junto a otro coche patrulla, lo que indicaba que, al menos, el jefe y uno de sus ayudantes se encontraban dentro.

La bienvenida al hotel fue bastante fría, no sólo porque el aire acondicionado debía rondar los 18ºC, sino porque la señora Watson se mostró sumamente circunspecta ante la llegada de los dos nuevos clientes que se identificaron como agentes federales. Les ofreció, al igual que el día anterior a los Rangers, las mejores habitaciones* y les explicó que había un descuento para agentes de la Ley; todo de la manera más educada y profesional, de manera que los recién llegados no podían adivinar lo que había sucedido la noche anterior durante la accidentada sobremesa de la cena. Sin embargo, Moira y Scott podían ver en los ojos de Sue Ellen Watson el fuego de la incertidumbre, consumiéndola.

La anfitriona fue capaz de improvisar una colación decente a pesar de la hora y les sirvió en el salón al uso, decorado a la antigua, con un cierto aire decadente pero también alegre y pintoresco. El señor Watson no hizo acto de presencia durante la velada, el resto de huéspedes había terminado ya de comer y la estancia se hallaba vacía y disponible para los policías.

Cuando llegaron al hotel, Moira aprovechó ese pequeño descanso que tenían hasta la hora de la cena para pegarse otra nueva ducha, alegrándose que el precio del agua no viniera aparte, hacer una llamada a Kurt y escribir un rápido informe que mandar a Kopelson donde resumiera todas las nuevas pruebas e información recaudadas durante ese día, además de los próximos puntos de flexión que tomarían a continuación.*

Se percató de que llegaba tarde a la cena porque de casualidad miró la hora, dándose prisa para cerrar el portátil, hacerse un improvisado moño al no haberse dedicado siquiera diez minutos a peinarse correctamente, ponerse ropa cómoda y bajar a la cena, siendo la última en llegar.

Saludó a los presentes con una delicada sonrisa mientras se sentaba y pedía para la cena la recomendación del camarero, no queriendo complicarse demasiado la vida. Miró alrededor casi por inercia para comprobar los huéspedes o empleados que hubiera cerca antes de empezar la conversación.

Si mal no recuerdo, comentasteis sobre una nueva desaparición de un niño de… ¿9 años? – Prefirió ir al grano, al fin y al cabo dudaba que aquella cena fuera de charla desenfrenada, sino una especie de reunión de trabajo.- ¿Dónde habéis escuchado eso?

- Genial... ahora compartimos coche, cena y hotel. ¿Qué será lo próximo? ¿Una cama redonda? - Pensó Max molesto con todo aquello. ¿No tenían un coche propio? ¿Por qué no iban en él? No quería a los rangers cerca. No cuando tuvieron que "pagar" por la información y ahora encima compartir gratuítamente todo lo que tenían mientras que ellos seguirían con su juego de exprimir todo el jugo y luego darles la patada. Así que el hombre permaneció en silencio todo el viaje y solo miraba su móvil impaciente y por la ventanilla cuando dejaba de hacerle caso, tratando de distraerse.

Jordan hubiese preferido un bungalow de aquellos antes que el hotel al que les llevaron. Era muy bonito sí, pero la hospitalidad y la amabilidad no estaban a la altura. O quizás es que los rangers ya se habían encargado de estropear aquel sitio en una sola noche. Parecía que tenían ese don. Max observó las fotos de las bonitas habitaciones, pero no estaba allí de vacaciones. Quizás de tener compañía femenina hubiese elegido algo mejor, pero tenía claro que si salía con Becca, no la llevaría allí ni en sueños.

- Son preciosas, como todo el hotel. Pero sólo necesito una habitación con una cama por donde no me sobresalgan los pies o la cabeza, baño completo, televisión, aire acondicionado e intimidad. No quiero grandes lujos, solo un sitio donde descansar y poder ducharme sin ser molestado demasiado. - Le dijo a la mujer quien, de ser por ella, les hubiese  metido en la habitación más cara y lujosa del hotel solo porque pagaba el FBI. - Y sí, ya sé, no lo pago yo. Por eso mismo. Cuanto menos dinero gaste a lo loco más crédito me darán para una próxima misión si lo solicito. - Añadió dejando claro que si le daban la habitación más barata le serviría igual.

Jordan no entendió como Moira se retiró antes de cenar y miró la hora. Sin duda todo le resultaba de lo más extraño y más aún cuando se veía ajetreo en el comedor del hotel. Quizás por fin tendría algo de suerte y eso significaba que la cena había quedado aplazada, pero como no había prestado atención en el coche, ni se dio cuenta de ello. Así pues, sin decir nada, cogió la llave de su habitación y se retiró a ella. Debía colgar los trajes antes de que estos se arrugasen más en la maleta y quería darse una buena ducha.

Al terminar, se puso la toalla en la cintura y se dejó caer en la cama, cogiendo de nuevo el móvil miró a ver si había alguna respuesta de Becca mientras empezaba a pensar que había metido la pata por completo con aquel mensaje y por su mente pasaba la idea de llamar a la mujer. Quizás su voz le ayudase a centrarse un poco. Pero en lugar de eso optó por cerrar los ojos y descansar a la vista un poco. Para cuando se dio cuenta Addi le reclamaba para la cena. Jordan se apresuró a vestirse nuevamente, justo cuando creía que podría estar solo y pensar en aquella habitación y se decepcionó al comprobar que no solo la cena con los rangers se mantenía, sino que disponían de todo el lugar para ellos solos.

Si no fuesen rangers, sino intermediarios, aquello le sonaría a encerrona.

Max pidió algo sencillo y ligero para cenar y trató de olvidarse de Becca y centrarse en la "amena" conversación que mantenían los ranges y Adele. Finalmente Moira quebró el silencio de la mesa y Jordan miró a Adele. Aún seguía enfadado con ella por su actitud de "soy una agente del FBI y se hace lo que digo yo", que fue ese preciso momento en el cual sacó la orden de registro y le hizo salir fuera de la casa, a buscar pistas en la oscuridad... y eso le volvió a hacer sentirse un perro apaleado por su dueño y guardó silencio, mientras masticaba lentamente aquella ensalada que había pedido de primero.

Jordan necesitaba centrarse y calmarse y para eso necesitaba dormir y la soledad, a la cual dejaría de lado si la compañía adecuada hacía acto de presencia. Pero Becca debió tomarse su mensaje al pie de la letra y se lamentó de haber enviado aquello. Pero estaba el plan B, desearle buenas noches cuando se fuese a dormir y que disfrutase del fin de semana, recordándola que los pobres tenían que trabajar para subsistir hasta en fin de semana y levantar el país...o algo así. Ya no tenía ni claro eso.

El viaje había sido silencioso, aunque eso le había permitido a la agente Lewis poner en retrospectiva los eventos del día. Sobretodo lanzaba miradas furtivas en dirección de Max, que al parecer había decidido aislarse por completo por el resto de la noche. Una vez en el hotel, luego de las palabras de su compañero, Adele asintió hacia la señora en la recepción. -Habitación 207 para él y 209 para mi, por favor.- Le dejaría la habitación con bañera a Max, la oriunda mujer era consciente de que si intentaba bañarse en bañera iban a necesitar un par de brazos fuertes para sacarla de allí con esfuerzo, y no estaba con ganas para bromas de "liberen a Willy".

Se refrescó en su habitación, puso en orden la ropa en el armario, y se dirigió al área donde tomarían la cena y podrían conversar. El hecho de que el lugar estuviera prácticamente vacío le pareció perfecto, puesto que lo menos que quería en esos momentos eran oídos indiscretos en un pueblo donde los rumores corrían como la pólvora. Dedicó una vez más una mirada hacia su compañero, pero parecía que Max no tenía intención en participar en la conversación por esa noche. Quizás en el transcurso de la conversación se animaría a participar.

-No fue algo que "escuchamos", agente Greenwich, sino información que obtuvimos investigando.- Comenzó, dirigiéndose hacia ambos Rangers pero especialmente en la pelirroja al ser quien hiciera la pregunta. -Luego de haber leído los reportes del Sheriff Taylor, nos pareció extraño lo espaciados de algunas desapariciones, que no concordarían con el tipo de criminal que estamos buscando. Fue así como dimos con artículos de prensa que hablaban de al menos dos desapariciones más, y puede que incluso un tercero. Ninguno es un reporte policial oficial, pues no pudimos encontrar nada relacionado a desapariciones desde 1995, fecha en que el Sheriff Zacharias Smith tomó el mando. Esto nos da un margen de 9 años en el que pudieron haber ocurrido muchas más desapariciones no reportadas. ¿Tengo entendido que ya han tenido comunicación con el Sheriff Smith?- Preguntó, antes de continuar. -El primer caso es de una joven que denunció la desaparición de su hermano en Diciembre del 2002, Louie Rimbaud, de 6 años. Gina, de 15 años en ese entonces, hizo la denuncia un mes después, pero los padres negaron la existencia del niño. Los Servicios Sociales investigaron a la madre y se descubrió que si había nacido un niño que coincidiría con la edad de Louie, pero no hay papeles que confirmen su existencia. Luego tenemos el reporte sobre el padre de Will Jefferson, que habla sobre la desaparición del niño de 9 años en Diciembre 2003; en este artículo se hace también mención de la desaparición de otro niño en Diciembre del 2001, David Smith, del cual no encontramos ninguna otra información.-

Adele tomó el vaso de agua, bebiendo un buen trago luego de aquella rápida exposición. -En este momento sólo podemos conjeturar, pero es más que seguro que debe haber aún más reportes de desaparecidos que han sido desestimados. Viendo el perfil de los padres de los distintos niños desaparecidos, no me extrañaría que hubieran sido ignorados o que los mismos padres, al igual que lo hizo la familia Rimbaud, pretendieran que nada había pasado.-

No sabía si había sido intencionado o no, pero ese “lo obtuvimos investigando” bien podía ser un reproche altivo camuflado en una simple respuesta con el único objetivo de atacar sutilmente al equipo Ranger, o un dato aislado sin ningún tipo de maldad. Teniendo en cuenta el historial que había vivido, y que ya hubo una previa discusión con ellos sobre el caso, la primera opción era la más viable. Por si acaso, para cerciorarse, echó una rápida mirada a Max para comprobar que su silencio y su rostro enfadado sólo apoyaba el tenso ambiente que parecía haberse instaurado en el comedor. Perfecto.

Dejando de lado la cena tranquila y amena, con un ligero intento de acercamiento que prefirió descartar, Moira se incorporó en su asiento para llenar su copa de agua.

Sí, ayer por la mañana tuvimos una breve conversación con el Sheriff Smith y su ayudante.- Ahora recordaba el día anterior y se reía de lo estúpido y bochornoso que fue todo, pero preferiría no tener que enfrentarse todavía a él.- Su oficina está bastante cerca del hotel. Hemos pasado por su lado en coche.

Escuchó los nuevos casos, más de lo que esperaba pero menos de lo que imaginaba que realmente serían, ¿cómo podía haberse hecho con tantos niños y salir impunes? Sobre todo como para no llamar la atención hasta años después, cuando se contaban con dos números los desaparecidos. Demasiados niños. Sin embargo un recuerdo del Sheriff Taylor le hizo soltar un suspiro.

Hay algo que creo que deberían saber.- Sabía perfectamente que debían de cooperar, o lograr algo parecido, para hallar al responsable, pero para llegar a ello primero debían de estar al tanto de la información le gustara o no.- Esta mañana estuvimos entrevistando a un hombre acusado de abusar de una menor y que podría tener relación con los casos de las desapariciones. Es imposible que ese hombre sea el responsable, pero eso no es lo importante.- Apoyó las manos en la mesa antes de echar una rápida mirada a Scott, tal vez queriendo valorar si estaba de acuerdo con soltar también parte de lo que ellos tenían. Segundos después se giró hacia Adele, con quien parecía ir la conversación, aunque de vez en cuando mirara también hacia Max.- Antes del interrogatorio tuvimos una charla con el Sheriff Taylor, nos enseñó el dossier con los datos que tenía sobre el acusado y la chica. La información escrita era muy distinta al informe inicial que recibimos de nuestro departamento. Hablamos de datos importantes cambiados como eran la edad de la chica o los años que el acusado estuvo viviendo en Marion.

Con esto quiero decir que no puedo descartar que la información que ahora mismo tengamos del informe escrito por Taylor o los expedientes que nos mostró sea errónea, aunque realmente quiero pensar que no es el caso.- Gesticulaba con las manos, dando pequeñas puntilladas a la mesa a medida que hablaba de una persona u otra, aunque en realidad esperaba estar confundida. No veía maldad en Taylor, tal vez demasiado cansancio o una enfermedad degenerativa.- De todas formas creo que es importante verificar primero todo lo que tenemos, sobre todo fechas y horas.

Jordan comenzó a escuchar la explicación de Adele y a pesar de que su primera frase sonó bastante hostil para él, optó por guardar silencio. Quizás era su cabreo lo que le hacía percibir así las cosas y no quería complicarlas más, al igual que no quiso corregir a Addi cuando se remontó tantos años hacia atrás con el tema de las desapariciones de los niños. Nada hacía pensar que llevasen tanto tiempo siendo secuestrados y asesinados. Salvo que quisiera formular una acusación directa sobre el sheriff Smith y acusarle de secuestrador y asesino de niños, sin pruebas más que llevaba nueve años en aquel puesto haciendo lo que le venía en gana. Pero no iba a intervenir para eso tampoco.

No sabía que le pasaba. En unas horas había pasado de querer el hueso que tenía en la boca a casi ignorarlo por completo. O sí lo sabía y prefería no pensar en ello. Enfadado con Adele, incómodo con los Rangers, con Lisa tocándole las narices y Becca... ¿por qué le costaba ahora tanto sacársela de la cabeza?

Tras detectar algún error en la exposición de Adele la cual evitó mencionar, escuchó la de Moira. Debía reconocer que aquella mujer sabía como generarle cierto interés de nuevo, pero no pudo evitar sonreír cuando escuchó lo que les contó sobre el profesor. - Ya les avisé de que ese no era su hombre y de que no perdiesen el tiempo con él. - Le dijo a Moira ignorando por completo a Bennet. - Supongo que es lo que tiene que solo funcione un cerebro en su equipo... al menos en lo que el caso se refiere. No quiero que me interpreten mal, pero alguien estuvo más pendiente de mí que de la investigación en sí... así que no me sorprende que sus resultados hayan sido tan... escasos.

Max sacó un papel del bolsillo y lo puso sobre la mesa. - Como les dije también, el sujeto secuestraba cada tres meses aproximadamente a un niño pequeño, sin desarrollar. - Insistió para que se olvidasen del profesor, por si volvían a él. Aunque claro, si lo hacían él no se lo iba a impedir. - Por supuesto que tengo un documento más con más datos sobre esto, pero es el esquema lo que importa ahora. - Dicho esto, dejó el folio sobre la mesa para que todos lo vieran.

- Como ven, las fechas de los chicos desaparecidos en el condado de Marion coinciden y encajan con la teoría que les dí cuando nos conocimos. - Aunque alguno seguramente ya no estuviese enterándose de nada. - Sabemos que David Smith desapareció en el condado de Marion también, el en 2001... pero no sabemos en que mes en concreto. - Y tras decir eso miró a Adele, quien aseguró que había ocurrido en diciembre de ese año. - Como ven, puede que desapareciese en marzo, junio, septiembre u octubre de ese año. - Les indicó a todos mientras señalaba con sus largos dedos los puntos por donde iba. - Y aún así faltarían dos niños por localizar ese año. En el mes de septiembre o bien octubre del año siguiente, nos faltaría un niño y una localidad, como los previos. Durante el 2003 también faltan un par de niños cuyas desapariciones no se han denunciado o quizás estén en otro condado, algún lugar cercano a Uncertain y Marion.

» Y ahora que el sheriff no está presente, podemos hablar de que Ellenore Smith y su madre las cuales no fueron las últimas desaparecidas y víctimas de este depredador. - Miró a Scott a los ojos. Max se había callado aquello y optado por darle esperanza al sheriff. Aunque solo fuese una vaga esperanza que solo le durase unas horas, pero aquel hombre la necesitaba. - Nuevamente nos faltan dos desapariciones más, pero en el condado de Marion, en diciembre del año pasado, desapareció otro chico... sin duda ya estará muerto. De nuevo nos falta otra desaparición y la siguiente será en breve si no espabilamos. Ahora no es el momento de ir puerta por puerta a decir a sus familiares que sus hijos están muertos y que no tenemos ni idea de donde están sus cuerpos, ni pruebas reales de que estén fallecidos... No es hora de hacer sufrir a nadie gratuítamente con algo que realmente no se puede demostrar. - Dijo adelantándose a la que sin duda sería la brillante idea de algún ranger.

- Ahora hay que seguir tirando del hilo y buscar. Debemos hablar con el padre de Will Jefferson y con el periodista que publicó su historia. De ahí sacaremos más información sobre David Smith, donde desapareció y veremos si el perfil de una familia desestructurada y rota se cumple de nuevo. Pero lo que más me importa, es rellenar los huecos que nos faltan también. Dado que Lousiana está tan cerca, puede que se dedique a moverse de estado en estado para ir dejando los cuerpos y cogiendo niños del otro lado de la frontera... seguramente pensando que así resultaría más complicado establecer su modus operandi, algo que no le ha funcionado muy bien... o como dije, puede que esté involucrado un tercer lugar cercano a Uncertain y Marion. Pero es importante localizar ese tercer lugar y completar la lista. - Miró a todos y guardó silencio, dejando el papel sobre la mesa para que lo mirasen y comprobasen.

- Quizás algún niño más sea del condado de Marion, pero dudo que sean los ocho que faltan. De hecho, si yo fuese el depredador, viendo el caso omiso del sheriff Smith a todo esto, hubiese dejado de coger niños de otro sitio. Total, tengo un paraíso donde secuestrar y matar y un sheriff que no hace nada. Por eso creo que hay un tercer sitio que nos falta por localizar... y por lo que sabemos, Smith es alguien aquien investigar. Alguien que no cumple con sus obligaciones no se merece ese puesto... y a saber que oculta ese hombre con sus ayudantes. Porque si sigue en ese cargo, es que los demás le apoyan y me huele a corrupción. - Miré a Adele. - No es nuestra especialidad ni por asomo, pero no estaría de más destaparle un poco, incomodarle... y ver por donde sale. Algo oculta, sin duda y aunque no sea parte de nuestra investigación, si podemos indagar puesto que quien comete estos crímenes tiene información policial y quizás esté pagando a uno o a varios agentes para obtener la información que necesita para cometer sus fechorías... incluso podría ser uno de los agentes o el personal de la limpieza de las comisarías... sería un buen punto a investigar: quien se encarga de la limpieza y del mantenimiento informático de ambas comisarías.

Max bebió un poco de agua antes de seguir. - Mañana por la mañana iré a casa de los O'Hara a completar la tarea que me mandó mi superiora. Dudo que después de dos años encuentre nada, pero después de sacar la orden de registro con ese ímpetu, es lo menos que puedo hacer... - Ir a perder más tiempo. - Por lo demás, creo que les he dejado suficientes vías de investigación para que determinen cual es la más importante para seguir o la que mejor resultado puede darnos. - O al menos les había dado en lo que pensar si es que esta vez le hacían algo de caso.

Podía pasar por alto un comentario aislado que tal vez no fuera intencionado, no queriendo darle más importancia de la que debería, pero era muy distinto a una acusación directa sobre su profesionalidad y trabajo. Sorprendida del ataque gratuito que acababan de recibir, sobre todo después de intentar una conciliación, Moira alzó levemente una mano para indicarle a Max que esperara cuando sacó un papel de su bolsillo.

Hay algo que quiero dejar claro antes de que sigamos.- Estaba molesta, era evidente, girándose levemente sobre su asiento para intentar estar frente a frente con ellos.- Por el bien de la investigación hemos intentado un acercamiento con vosotros, yo misma os he invitado al hotel donde estábamos alojados para que sea más sencillo hablar o reunirnos.- Sentía que era una profesora echándole la bronca a dos niños pequeños, algo inaudito debido no sólo a la edad que ambos tenían, sino a la profesionalidad que creía debían tener.- No me interesan los problemas que tengan o hayan podido tener, tampoco creo que sea el momento de exponer sus rencillas personales.- En esta ocasión miró a Max, puesto que él había sido quien tuvo quejas de su compañero.- Pero lo que no voy a tolerar es que pongan en duda nuestra profesionalidad o forma de proceder cuando nosotros, en ningún momento, hemos hecho comentarios sobre la vuestra.- En esta ocasión se giró levemente hacia Adele al creer que era ella la jefa del grupo.- Sobre todo después de tener motivos para ello.- Se refería al caso O’Hara y el hecho de haberse adelantado, aunque los Ranger en ningún momento sabían lo que pasó realmente y que Adele no tenía ninguna culpa de ello.

¿Hay algo más que queráis añadir al respecto o podemos centrarnos en la investigación? – Sonrió, mordiéndose la lengua de todo lo que podía decir con tal de favorecer una vez más, la conexión del grupo.

Una vez que llegaron al hotel, Bennet estuvo tomando notas acerca de la visita a los O'Hara. Había sido provechosa, más que provechosa, y sabía que el día siguiente sería todavía más intenso, sobre todo si les tocaba lidiar con los agentes del FBI. No estaba en absoluto de acuerdo de que Greenwrim les hubiera pedido cenar con ellos en el Excelsior, sabía que más temprano que tarde su compañera se arrepentiría de mostrar esa faceta amable con la que quería agradar a todo el mundo. Pese a que habían pasado algunos minutos juntas, la actitud que Bennet notaba en Lewis hacia su compañera era tirante y fría, y sobre Jordan... bueno, por las miradas que había dirigido a Moira en casa de los O'Hara, comiéndosela con la mirada, Scott no veía mucha diferencia con el ayudante Skinner.

Sí, definitivamente Greenwrim se arrepentiría de tender la mano a los federales.

-Matteis es un tipo violento, racista y que probablemente debiera ser inhabilitado como profesor, pero no abusó de la adolescente -Bennet recordaba la mirada de Rose Bamford en la grabación y el gesto de sujetarse el colgante que llevaba al cuello. La chica tenía un background familiar que fácilmente podía encajar con el de cualquiera de los chiquillos desaparecidos y, para colmo, un padrastro que era empleado de uno de los hombres más ricos y poderosos del condado. Lo importante era determinar de dónde había surgido la idea de incriminar a Matteis. ¿Habría sido cosa de la señora Bamford?-. Hubo un claro interés por parte del sheriff Taylor de que viéramos a Matteis como alguien capaz de ser un agresor sexual, pero también evitó mencionar datos como que la madre de la chica era alcohólica o que el padrastro tenía antecedentes penales. Resulta difícil determinar si los datos que nos ha proporcionado el sheriff Taylor son ciertos. Él parece sincero y ha sido colaborador en todo momento, pero si confunde fechas y números todo lo que les diga ha de ser cogido con pinzas -advirtió el ranger, principalmente a Lewis, que parecía tener la mente más fría. Para Scott, era evidente que ese hombre sufría una enfermedad o, pensándolo más retorcidamente, el caso de Rose Bamford podía serle más personal y cercano de lo que el sheriff Taylor quisiera y pudiera admitir.

Cuando Jordan habló, Bennet lo observó con interés, pero sobre todo se fijó en los gestos de Lewis mientras su compañero y subordinado hablaba. No eran los mismos Jordan y Lewis a quienes habían conocido en la comisaría, unidos y coordinados como una pareja de agentes. La relación que existiera entre los federales se había quebrado en apenas veinticuatro horas y era más que evidente para Scott. En cualquier caso, cuando Moira habló nuevamente, supo que empezaba a arrepentirse de colaborar con el FBI.

-Centrarnos en Matteis no ha sido una pérdida de tiempo -le espetó a Jordan, clavando sus ojos en él. Dirigió una mirada a Moira, sonriendo levemente tras haber oído cómo intentaba tranquilizar la situación-. Ahora tenemos la certeza de que los datos de Taylor con el caso Bamford son erróneos, que es imposible que Matteis hubiera estado en el condado mientras tenían lugar las desapariciones y que, sin embargo, se ha tratado de conectarle directamente con las desapariciones -Sonrió mirando a Jordan. A diferencia de Greenwrim, no habló en tono conciliador, sino más bien neutro, frío, sin dejar entrever lo más mínimo-. Antes de hablar de mí, de mi compañera o de nuestro desempeño, tal vez debería pensar acerca de cuál es el motivo por el que, en cuestión de veinticuatro horas, su jefa ha pasado de complementarse a la perfección con usted a encontrarse incómoda y molesta cada vez que usted habla. Eso lo ha logrado usted solo, Jordan -Miró a la agente Lewis, con un poco de humanidad en sus ojos. Si es que Scott tenía algo de humanidad, claro. No sabía por lo que habría pasado esa mujer recientemente, pero a primera vista no le daba la impresión de que la afroamericana fuera una persona que se quebrara con facilidad-. Como ha dicho Moira -nombró por primera vez a su compañera con su nombre de pila y no por su apellido-, le ofrecemos nuestra colaboración en la investigación. O podemos volver a separanos. De usted depende si quiere contar con nosotros, Lewis.

Adele suspiró profundamente, dedicando una mirada severa a Max ante la manera de atacar directamente a los Rangers, o al menos a uno de ellos. Agradeció mentalmente, sin embargo, lo de la fecha de desaparición del niño David Smith, había tenido la impresión de que se mencionaba la fecha, pero aquella información la habían revisado en horas de la madrugada y a pesar de haber dormido durante el viaje iba a necesitar repasar de nuevo todo antes del día siguiente. En realidad había creído una buena idea el poder discutir toda esa información durante la cena para poder repasarlo, pero a medida que el ambiente comenzaba a caldearse se dio cuenta que no iban a llegar a nada hasta no tener las cosas claras.

-Por favor.- Empezó, pidiendo un momento a los tres. -Evidentemente hemos empezado todos con mal pie.- Vamos, apuntar a lo obvio. -No tengo la paciencia ni el humor en este momento para reiniciar el roce del día de ayer, y honestamente preferiría no perder tiempo en ese asunto. Por distintas circunstancias, estamos ahora los cuatro involucrados en este caso, y eso es lo que importa. Tenemos al menos un margen de cuatro años y mínimo nueve niños desaparecidos, de los cuales sólo seis están confirmados. Max, que Matteis no estaba relacionado con el caso estaba más que claro una vez se comparaba los datos de las desapariciones, pero los Rangers estaban siguiendo el protocolo y es algo que respeto. También nosotros, en casos anteriores, hemos tenido que interrogar e investigar personas poco probables para poder descartarlos efectivamente. No solamente eso, los agentes Greenwrim y Bennet ya iniciaron contacto con el Sheriff de este condado. En base a eso podemos tener ya una idea de como abordaremos a Smith y sus alguaciles, en vez de ser tomados por sorpresa.-

Miró hacia los Rangers. -El caso ha pasado a nuestras manos, agentes. Sin embargo me parecería una tontería que trabajáramos separados cuando ambos buscamos el mismo objetivo. Para nosotros este caso no es para ganar reconocimiento o para ascender dentro de las oficinas. Si nos hemos involucrado es porque queremos ayudar, porque entendemos la posición en la que se encuentran en este momentos estas familias, y porque tenemos suficientes años en este medio como para ver cosas que otros agentes del FBI no verían. ¿Podemos, por favor, llegar a un acuerdo mientras dure el caso? Ya cuando termine pueden volver a detestarse mutuamente.- Estas últimas palabras iban en específico hacia Max y Scott.

- Discúlpeme si la he ofencido, agente Greenwrim. - Estaba claro que quien se picaba... - Pero yo no dudo de su profesionalidad ni de su inteligencia. Eso no lo olvide nunca. De quien dudo es de quien le acompaña, que parece estar más pendiente de lo que me ocurre a mí particularte que lo que ocurre en el que era su caso. - Miró a Adele antes de seguir hablando. - Era. - Recalcó mirando a Moira. - Mi única intención es dejar clara la línea entre unos y otros o al menos entre lo que a mi persona se refiere con la de su compañero. - Miró entonces a Bennet. - Porque ayer fue incapaz de sostenerme la mirada ni una sola vez y eso solo pueden ser dos cosas. ¿Quiere que juegue a su juego? - Le pregunté a Bennet. - Yo también se psicoanalizar a los demás, pero quizás no le guste lo que encuentre en su interior.

La explicación sobre el profesor carecía en aquel momento de importancia para Max. Él buscaba a otra persona y tenían más por donde tirar antes que ir por quien no les daría demasiado. De hecho, por lo que ya sabían de Smith, esa si era una buena pieza para retirar del tablero. Él y sus ayudantes, porque estaba claro que si callaban es que todos tenían  mierda que ocultar.

Y Bennet no pudo resistirse a responder a Jordan. - ¿Ve? A eso me refiero.  ¿Qué le ocurre? ¿Nunca ha visto a dos personas cansadas por estar toda la noche trabajando, haber mal dormido, darse una paliza en coche de más de 10 horas de ida y vuelta y estar de mal humor porque les toca trabajar con quienes no quieren? Y no sea cínico, porque el sentimiento es mutuo. - Miró a Lewis. - Es mejor que quede todo claro desde aquí y ahora. Si quiere cotilleos que se busque a la chismosa del pueblo y se sienten juntos a comer pipas, pero que deje nuestra vida personal y nuestra relación en paz. Agente Lewis, o sele marca una línea ya o en unos días este agente será más que un problema para ambos. Incluso para ella. - Habló con claridad y miró a Greenwrim. - Y no se sienta de nuevo ofendida, porque no va con usted. - Miró de nuevo a Bennet. - Y sí, se ve a la legua lo bien que se llevan ambos, así que también puedo jugar a eso. Pero no creo que le guste que le hagan lo mismo.

» Quiero que esto, el caso, se resuelva con el menor número de incidentes posibles y cuanto antes y mis superiores me han ordenado que coopere con ustedes. Pero cooperar no es tener que aguantar terapia psicológica que no he pedido. Ya le di a su compañero lo que buscaba de mí para que me dejase en paz. Se lo voy a pedir a usted, porque él no es capaz de mirar a los ojos y eso no me gusta nada, al  igual que está demostrando que no es capaz de dejarlo. Hágale parar y centrarse en el caso y tendrán al segundo mejor agente del FBI trabajando a gusto a su lado. Y si tienen eso, habrán ganado mucho. Si se sigue centrando en quien no debe, en lo que no debe, al final tendremos que prescindir de su ayuda y solo contaremos con usted, o al menos yo prescindiré de él y solo contaré con quien merece la pena de ustedes, agente Greenwrim. - Dijo a la pelirroja dejando o tratando al menos de dejar claro que contra ella no tenía nada. Pero estaba demasiado cansado y con tanto malhumor que sabía que no era ni él mismo en aquel momento.

Max resopló y miró la mesa de al lado, la cual aún no habían recogido y una botella de vino permanecía medio llena sobre ella. Su mente le pedía un trago en aquel momento. De hecho hacía tiempo que se lo pedía, pero esta vez lo tenía tan cerca... Quiso sacar aquellos pensamientos de su cabeza, sabía lo que le haría un trago, llevarle a otro y otro y sacó su móvil para ver si había respuesta por parte de Becca. Necesitaba encontrar un apoyo en aquel momento y no podía hablar con Addi sobre lo que le estaba pasando delante de los demás, ni llamar a nadie hasta que aquella cena acabase.

Un mensaje de la joven podría ayudarle a animarse y olvidarse del alcohol...

Definitivamente había hecho algo mal en otra vida pues no era normal el número de desgracias que sufría por hora. Ya no sólo era las indirectas por un lado, sino el tira y afloja que también se traía su propio compañero, alimentando esas llamas que quería extinguir por el bien común.

Moira tuvo que respirar largo y tendido para callar todo lo que quería decir. Si estuviera en otro ambiente y sobre todo no en trabajo, les hubiera soltado a ambos un discurso sobre sus lloros y lo poco que le importaban, pero por el bien común que parecía que sólo querían tener las mujeres del equipo prefirió morderse la lengua.

Si tenéis cualquier tipo de queja o sugerencia, lo habláis con nuestro superior.- Era lo único que iba a añadir sobre el tema, sintiendo más que nunca ese lado materno al querer mandar tanto a Max como a Scott castigados a la cama sin cenar.

Dejando que su propio humor, o mala leche de los Greenwrim, se diluyera con el agua en su vaso, alzó la mirada hacia Adele con sororidad por lo ocurrido teniendo ganas de levantarse, darle un abrazo y decirle de emborracharse para olvidarse de todo lo ocurrido. Lo mejor es que estaba segura de que aceptaría.

Bien, como estaba diciendo, aunque hayamos confirmado que Matteis no estaba involucrado con las desapariciones, sí que hemos descubierto otros datos.- Esperaba que volver a hablar sobre el caso ayudara a dejar el tema personal de lado.- Tuvimos acceso al testimonio en video de la chica. Abusaron de ella, estoy completamente segura.- Asintió con la cabeza, reafirmando sus palabras.- Presenta el mismo cuadro que otras víctimas. Sus gestos, sus palabras… todo coincide, pero el causante de esto no ha sido Matteis.

De alguna manera intentaron callar el abuso de la chica y achacarle al profesor esa culpabilidad. Es completamente imposible que nadie se haya percatado de los errores del informe, los datos no tienen sentido, pero aun así lograron involucrarle.- Se tomó unos segundos de descanso mientras bebía un sorbo de agua, queriendo humedecer su lengua.- Entiendo y acepto que tengamos un caso en conjunto, como iguales.- Si ya le había cansado la pelea entre Max y Scott, no le apetecía una nueva lucha de ego para saber qué departamento era el líder.- Y eso por eso que creemos que ese apartado, aunque parezca que no esté directamente relacionado, se investigue por igual.

Había pensado mañana intentar hablar de nuevo con el Sheriff Smith y sus ayudantes para sacar información al respecto.- Estaba segura que Rose estaba relacionada de alguna manera con las desapariciones, no queriendo desaprovechar esa información ahora que tenían un hilo del que tirar.

Bennet dedicó una sonrisa a Lewis. La afroamericana le caía bien o, al menos, mejor que Jordan. Ella intentaba calmar las aguas y colaborar, pero tanto Scott como ella misma sabían que eso sería imposible. Para el ranger, era más que evidente la incomodidad de la mujer, y no precisamente por su presencia ni la de Greenwrim.

Mientras escuchaba el speech de Jordan, Scott sonrió de nuevo, aunque esta vez lo hizo maliciosamente, recordando un pasaje de un libro de psicología de Bärbel Wardetzki. "Los narcisistas rara vez escuchan, prefieren hablar de sí mismos y tienen muy poca tolerancia cuando le llevan la contraria en situaciones de conflicto. Pueden ser demasiado agresivos cuando alguien hace algo que no les gusta". Desde luego, encajaba bastante con lo que sabía y veía de Max Jordan.

-Jordan, es usted como el pirómano que prende fuego al edificio y cuando le pillan con el bote de gasolina dice que él no ha sido -comentó Bennet, con una sonrisilla en los labios-. No le he dirigido a usted la palabra en casa de los O'Hara, ni tampoco he dicho palabra alguna contra usted durante la cena hasta que ha empezado a provocar. Porque así es como usted funciona. Todo ello a pesar de que mi compañera y su jefa -dirigió una mirada a la agente Lewis mientras lo decía, tornándose en un tono más amable- están intentando que colaboremos todos juntos. Agente Lewis, si en algún momento le he supongo un problema, no dude en comunicármelo, puesto que yo con usted no tengo inconveniente alguno. Lo sabe. Como le he dicho, tiene mi total apotyo.

Bennet volvió de nuevo la mirada hacia Jordan, volviendo a hablar en tono severo.

-Es evidente que usted sufre de ciertos... problemas..., podríamos denominarlo -dijo el ranger, buscando las palabras más adecuadas para hablar sobre Jordan-, pero el más grave de ellos es que se cree el ombligo del mundo. Necesita que los focos apunten hacia usted en todo momento. Y no. Usted no es el ombligo del mundo. Se ha montado una película sobre que tanto mi compañera como yo estamos interesados en usted, pero la realidad es que usted no nos importa -Quiso dejarlo claro, no solo por él, sino porque ya había advertido las miradas lascivas que le dirigía a su joven compañera y suponía que las intenciones de Max hacia Moira eran más bien sexuales. En eso no le parecía distinto del sheriff Smith-. Usted no es tan interesante, Jordan. Me proporcionó un informe policial sobre su persona, pero ni yo se lo pedí ni quise que me lo diera. Interpreté ese informe como lo que me pareció enterrar el hacha de guerra, una forma de que yo entendiera sus porqués. Pero sin motivo alguno ¿me provoca y le dice a Greenwrim que el problema soy yo? Creo que es usted el que no está centrado, su odio hacia mí le ciega -Bennet se inclinó hacia delante, mirando al agente del FBI a los ojos-. Sabe trabajar en equipo, sí, pero cuando los otros miembros del equipo no le dan la razón, se enfada y se irrita como un chiquillo. Esa es la gran diferencia entre usted y yo, Jordan, que yo admito las sugerencias e ideas de mis compañeros. Usted no lo hace. Ah -levantó un dedo, como si recordara un detalle importante-, creo que antes de decirle a mi compañera que se debe prescindir de alguien, piense bien si no es de usted de quien terminemos prescindiendo, puesto que tal y como yo lo veo, está solo en su cruzada contra mí. Así que madure, tráguese su orgullo y acepte que los cuatro estamos juntos en esto.

Scott sabía que aquella situación solo podía ir a peor. Más tarde o más temprano, Maximilian Jordan estallaría. Sería por él, por la agente Lewis, porque Moira no había sido lo bastante agradable en cualquier comentario random o por cualquier otra causa. Solo era cuestión de tiempo.

En cualquier caso, Bennet quería dar por zanjado toda polémica con Jordan, por lo que se giró hacia la agente Lewis con la intención de complementar las palabras de su compañera.

-Rose viene de una familia desestructurada como la de los chicos desaparecidos. Ella es mala estudiante y su madre es una alcohólica -le explicó a la afroamericana, centrándose ahora en ella-. No sería nada fuera de lo común, si no fuera porque el padrastro de Rose es empleado de uno de los hombres más ricos de todo el condado. Y según Matteis, el padrastro es un hombre con antecedentes... Puede que solo sea casualidad, pero si la teoría de que están intentando culpar al profesor sobre las desapariciones es correcta, esto tiene que haber salido de su entorno familiar. Puede que la madre o el padrastro la convencieran de acusar de abuso sexual al profesor -Scott hizo un gesto de negación cuando oyó a Moira incidir de nuevo en los errores del informe-. Los datos erróneos podrían ser un error de Taylor, que al fin y al cabo fue quien se puso en contacto con los rangers. Pero tampoco podemos descartar que alguien los manipulara desde Austin, aunque sea descabellado. En cualquier caso, es evidente que hay una conexión entre Taylor y la madre de Rose. Recuerde que él también está convencido de que Matteis era el responsable.

Adele estaba sintiendo que sus palabras habían caído en saco roto, al menos entre lo que respecta al lado masculino de aquellas dos organizaciones. La querella entre Max y Scott parecía irreconciliable, y a la agente se le estaba poniendo difícil ponerse del lado de su compañero, teniendo que admitir que aún cuando el agente Bennet había iniciado las hostilidades en el primer encuentro, no le había visto realizar ningún gesto o palabra en contra de su compañero desde que se reencontraran donde los O'Hara. Al igual que la agente Greenwrim parecía haberse desentendido de intentar lidiar con ambos hombres, lo mismo decidió hacer Lewis, pasando a lo que realmente les concernía.

-De acuerdo, claramente no voy a poder tenerlos a ustedes dos trabajando juntos sin que, al parecer, no puedan dejar de lados sus diferencias. Pero como ya he dicho, me interesa el que trabajemos todos juntos, así que: agente Jordan, mañana irás con la agente Greenwrim a hablar con el Sheriff Smith. Infórmense tanto sobre la joven Rose como los posibles casos de desapariciones que pudiera haber en Marion. Si les queda tiempo, averigüen sobre el padre de Will Jefferson y su paradero. En este caso, lo mejor será que vayan directamente a las oficinas de la prensa para ver si pueden encontrar quienes hicieron los artículos.- No le gustaba tener que retractarse de una decisión ya tomada, pero le quedaba claro que en ese momento tener a Bennet y a Jordan juntos sólo lograría que terminarán haciéndose daño mutuamente. Iban a tener que resolver sus diferencias en algún momento, y Adele se aseguraría de eso, pero mientras tuvieran que centrarse en el caso los mantendría separados. -El agente Bennet y yo iremos a ver a los O'Hara una vez más, para hablar con ellos al igual que registrar el lugar. Sugiero que de allí nos dirijamos al matrimonio Tillman, al estar en el mismo área.-

Los miró a los tres. -Al mediodía nos veremos para cotizar datos.-

- Y eso me lo dice el que no para de psicoanalizarme y y buscarme. - Sonrió Jordan incrédulo a Bennet. - Desde luego es bueno. Sabe joder e ir de víctima después. Espero que sea tan bueno en lo demás, porque para mí sigue siendo o un mentiroso y un cobarde que no mira a los ojos por temor a lo que ve reflejado en ellos y si le di aquel informe era para que me dejase en paz de una vez. Que en lugar de estar al caso, solo estaba pendiente de mí. ¿O acaso le gusto tanto que esta noche se meterá en mi cama también? Pero le repito que está claro que no sabe parar. - Se quejó Max más que molesto, tratando de calmarse puesto que sus ojos se iban cada vez más hacia la botella de vino.

- En cuanto a la queja, no se preocupe. No me cuesta demasiado escribir la verdad de lo que tengo delante. Solo lo lamento por usted, porque seguramente que del puñado de rangers del país le ha tocado el mejor de todos. -  Era una ironía clara. Desde luego aquella no era su noche y sentía que todos estaban contra él. Lo que terminó de ver claro cuando Addie optó por separarse en distintas parejas mixtas.

- ¿Para eso me hace salir de noche a registrar el lugar? ¿Para tener una idea clara de donde ir por la mañana y ahora...? da  igual... - Max se rindió claramente. -  Haga lo que haga, diga lo que diga, dará igual porque ya se como va la historia. - ¿Qué había pasado con Addi? ¿Dónde estaba el equipo que formábamos los dos? ¿Dónde había ido a parar aquella necesidad suya de que estuviese a su lado en un lugar como aquel?

Que tuvesen que trabajar con ellos, no quería decir que debiesen que hacer un maldito intercambio de parejas. Pero cualquiera decía nada en aquel momento. Que Greenwrim, sintiéndolo por ella, se quedase con su estúpido compañero que no era más que alguien a quien le gustaba malmeter y destrozar todo a su paso, seguramente porque no tenía nada y no quería que los demás estuviesen por encima suyo y nosotros siguiésemos por nuestro camino...

Comerían juntos, Addi les pondría al día y Max simplemente disfrutaría de la comida, porque no lo haría ni de la compañía... y menos aún si todo iba a ser como esa noche donde el malo era Jordan. Y lo que más le consumía era el caso, lo que tenía delante... estaba involucrado hasta la médula. De lo contrario ya se hubiese levantado de la mesa, le hubiera dicho a Lewis que hubiese solicitado a otro compañero y que se volvía a Nueva Orleans. Pero no podía hacerlo. No por las victimas, sus familiares y aquel cabrón que andaba suelto.

No porque sentía que su pequeña Rachel se lo pedía desde donde estuviese en aquel momento. Viva o muerta, le pedía que no se rindiese. Por ella y sobre todo por él.

Y Max dejó de mirar la botella de vino y se centró en su plato mientras que Lewis mandaba a diestro y siniestro. Nadie le había dado el mando y ella ya lo había tomado. Nuevamente a él  no le que daba otra que obedecer y eso haría... porque sentía que ya no quedaba más, que la conversación en casa de los O'Hara no fue más que una farsa por parte de ella para calmarle. Sentía que no era más que otra Lisa, pero con el pelo y la piel oscuras...

Adele se giró hacia su compañero, intentando mantener la paciencia.

-Entonces ponme al día, Max. Dame los detalles, explícame la situación, lo que hayas visto, y dime donde empezar. Porque quiero que uno del FBI vaya a ver al Sheriff Smith y tal parece que la agente Greenwrim quiere hacer lo mismo. Puesto que te niegas a trabajar con Bennet, prefiero que seas tú quien le acompañe a ella. Y si no nos dividimos las tareas, más tiempo le estamos dando al secuestrador para volver a actuar.- Max no podía estar tan ciego y no notar que estaba poniendo a Lewis al límite. Ella estaba intentando llevar aquel caso por las buenas, mientras que él decidía por su cuenta y se iba a que los O'Hara sin siquiera avisarle. -¿O puedo confiar en que dejarán este maldito trato entre ustedes dos aparte, y podrán ir juntos a que los O'Hara sin que acaben haciéndose daño?-

Los ojos negros de la agente parecían decir palabras que la mujer prefirió tragarse estando frente de los Rangers. Dime que carajos quieres Max, porque hoy pareciera que me juzgas cada puto paso que doy.

Sin previo aviso Moira dio un golpe sobre la mesa a base de poner sus manos con fuerza, haciendo que la mesa se tambaleara unos segundos al igual que las copas, demostrando que estaba cansada de toda aquella discusión y que su paciencia acababa de rebasar el límite establecido.

No entendía lo más mínimo aquella reunión, un intento de conciliación con adultos que se comportaban como críos, olvidándose por un momento la importante tarea que tenían para quitarse mutuamente en el bocadillo en la hora del recreo y en el que, de alguna forma, también la estaban metiendo a ella. Respiró hondo para dejar que la ira tejana se calmara, pero ya era imposible, explotando y pagando con ellos toda la mierda que tenía encima.

Seis desapariciones confirmadas y al menos tres más por comprobar. El cadáver de una niña de seis años y el abuso de una adolescente.- Si escuchaba cualquier tipo de sonido proveniente de los hombres de la mesa, ya fuera un intento de hablar o simplemente que hubieran tosido sin querer, le dedicaría una de esas miradas de párpados entrecerrados e ira homicida para que guardaran silencio.- Si eso no es suficiente para vosotros como para tener un mínimo de respeto ya no sólo por las víctimas, sino por las familias, no sé qué coño hacéis trabajando en el caso.- Se incorporó del asiento, arrastrando la silla sin darse cuenta. Estaba tan cabreada con los allí presentes que sólo controlaba sus impulsos de golpearles.

Mañana iré a ver al Sheriff Smith y su ayudante Skinner.- Se giró hacia Max, dirigiéndose en esta ocasión a él.- Unos hombres que, para su información, detesto porque intentaron denigrarme frente a sus compañeros al tratarme como un trozo de carne y no habrá escuchado ninguna queja ni lloro por mi parte porque sé que el caso es más importante que todo eso.- Después se giró hacia Scott, teniendo también algo guardado para él.- Y usted, Agente Bennet, le recomiendo empatizar con la situación o acabará quedándose solo en la investigación. No, no lo digo para que busque la aprobación del resto, sino para facilitar un trabajo que de por sí ya es difícil para algunos.- Por último se giró hacia Adele, la mujer que consideraba en su misma tesitura aunque hubiera tomado el mando sin que nadie se lo diera, al menos por parte de los Ranger.- Suerte. Si quiere hablar, mi habitación es la Diamond Bessie.

No tenía nada más que decir al grupo, terminando de beber el vaso de agua que tenía y dejando el plato de comida sin tocar en la mesa al haberse quedado sin apetito. Le quedaba todavía una larga noche de analizar, informar a sus superiores y pensar como para no tener siquiera ese periodo de descanso.

Espero encontrarme mañana con un equipo maduro en vez de un patio de colegio. Ya tengo un hijo, no quiero dos más. Buenas noches.- Y sin dejar que nadie la respondiera al no querer escucharlos, se retiró de la cena para marcharse a su habitación.

La cena ya había terminado para ella, esperando que mañana fuera otro día.

Jordan miró a Adele cuando esta le habló así. ¿Ahora era Max? El agente, que siempre había presumido de entenderse perfectamente con Addi estaba ahora con el rostro desencajado y se sentía completamente fuera de lugar. Miró a los rangers. Max no existía para ellos y Adele lo sabía. ¿Por qué le trataba así ahora? Cuando creyó que lo había superado, sus ojos se plantaron de nuevo en la botella de vino. Después de las palabra de Adele pensó que sin duda la botella sería su mejor compañera esa noche y al día siguiente ya vería como estaba... si volvería a necesitar más combustible para moverse o si lo mejor para sí mismo, que no para el caso, era, sencillamente, retirarse del mismo.

Las bajas por estrés no eran tan infrecuentes y podía alegar perfectamente que esta vez le había tocado todo de lleno.

De hecho, lo único que realmente deseaba Max en ese momento, era dormir abrazado a su mujer y su hija. Algo que perdió hace casi 25 años y que no recuperaría jamás. Y cuando fue a hablar, sintió ese golpe en la mesa y vio a Moira cabreada. Miró a la mujer a los ojos. Desde luego motivos no le faltaban y él sabía reconocer parte de su culpa. Pero aquella reunión había sido algo demasiado forzado y, salvo que se solucionase la mierda previa, aquello no iba a funcionar y eso Jordan lo sabía.

El agente no dejó de mirar a los ojos de la mujer durante toda su intervención, sosteniéndola la mirada cuando así lo requería. No tenía de nada que avergonzarse. Solo quería que le dejasen en paz y se centrasen en el caso y si les molestaba como lo pedía, problema de ellos. Él no empezó con el pique ni la guerra... lo quiso parar, pero otra cosa era que Bennet quisiera frenarlo.

Una vez Moira se desahogó y se marchó, Jordan sonrió de medio lado. - Tiene caracter y pelotas. Llegará muy lejos. - Dijo sobre la agente de los rangers, gratamente sorprendido por como se puso. Ni le molestó lo más mínimo nada de lo que dijo, puesto que no se daba por aludido por sus palabras o por la mayoría de ellas, aunque algunas se las dedicase a él directamente. La habían tratado como un pedazo de carne aquellos quienes no estaban en el caso. El problema era que quien sí estaba en el caso, se había dedicado a intentar a joder a Jordan desde el principio y ahora tenían que colaborar.  Ahí estaba el verdadero problema.

Luego Max miró a Bennet a los ojos.  Jordan no era como él, no temía mirar a los demás ni sostener las miradas... salvo si alguna mujer le gustaba demasiado, que ahí si cambiaba la cosa. Pero eso era algo aparte. Luego miró a Addi. - Es una lástima que Max sólo esté cuando está Addi. - Dijo Jordan a su superior. - Y ahora solo veo al agente Bennet y a mi superiora, la agente Lewis presentes. - Expuso con un tono calmado y cansado. - Creo que yo también me iré a descansar. Por lo que ha dicho la agente Greenwrim mañana me espera un día muy duro y sin duda alguna, el agente Bennet podrá informarle de lo mismo que vi yo en el exterior de la vivienda. Para eso hicimos el registro juntos, como se había acordado.

Bennet no tenía nada que decir al respecto porque no hizo nada más que hablar con el sheriff. Su ayuda en aquella primera inspección fue nula. - Sabe perfectamente que ese solo aparece en caso de extrema necesidad o a solas... y ahora mismo no se da ninguno de los dos casos.  Quizás le encuentre en su cuarto dentro de un rato, agente Lewis, pero mientras... que Bennet le de los detalles que necesita sobre el lugar... - Dicho esto, Jordan se puso en pie. Al menos había cenado algo y miró la botella de vino de nuevo.

Max se acercó a la mesa y cogió la botella. La miró durante unos instantes y llegó a oler el aroma del vino que salía de la botella abierta. Volvió a mirarla y la dejó sobre la mesa. - Lástima. Es de una buena cosecha. - Dicho esto, se encaminó hacia la salida del comedor y de ahí a su dormitorio.

Forzar las cosas nunca era algo bueno y habían querido forzar demasiado todo y hacer que en un rato todos fuésen grandes amigos. Pero Bennet había dejado demasiada mierda a su paso y Jordan no quería pisarla y no iba a recogerla. Y hasta que no la limpiase, el problema seguiría estando ahí.

La conexión a Internet del hotel no era muy rápida ni gratuita, pero Moira pudo conectar el portátil del trabajo y navegar sin demasiados problemas. Primero probó a introducir el nombre de McKnight en los principares buscadores y muy pronto obtuvo resultados positivos.

Eliah W. McKnight III era el hombre más rico del condado de Marion y también de los más acaudalados en toda la región. Su fortuna procedía principalmente de la herencia familiar recibida como principal heredero de la poderosa saga de los McKnignt. Su imperio orbitaba alrededor de McKnight Industries Inc., un conglomerado de empresas asociadas al sector primario local y estatal, aunque en años recientes se había diversificado incluyendo activos inmobiliarios y fondos de inversión.

Las noticias que podían leerse sobre él versaban sobre dos temas principales: su properidad y su capacidad para salirse siempre con la suya. Esta última cualidad, junto con su demostrado carácter hedonista, proporcionaban munición a sus críticos y detractores, algunos de los cuales le señalaba como culpable en negocios turbios y corrupción política.

Junto a él, en artículos y fotografías, siempre aparecían su esposa Loreen, hija de un conocido hombre de negocios de Austin y ejemplo perfecto de mujer florero, educada desde joven para convertirse en la esposa de un triunfador y el pequeño hijo de ambos, Benjamin de siete años, el vivo retrato de su madre.

A Moira no se le escaparon tampoco dos individuos que solían estar presentes en segundo plano: dos jóvenes hermanos gemelos cuyos nombres únicamente aparecían mencionados al pie de una foto del periódico local de Jefferson. Bart y Frank Pickett tenían toda la pinta de ser los guardaespaldas de la familia McKnight.

Cuando llevaba un buen rato leyendo sobre la vida y milagros del magnate local, una llamada de Kurt le proporcionó un momento de descanso. Sin embargo, terminó de darle las buenas noches a su pequeño con algo de prisa y con un amargo regusto de culpa, porque quería regresar a la mesa con el ordenador para releer una noticia que le había llamado la atención en la web de The Marshall News Messenger, el diario local del condado de Harrison: un breve que mencionaba, por primera vez, la posible desaparición de Samuel Tillman el día 18 de septiembre de 2000.

La sargento de los Rangers voló hasta su maletín y extrajo el oficio del Departamento. En él la fecha de desaparición de Samuel era 18 de octubre. Agarró la copia del expediente del pequeño y rebuscó entre la documentación: tal y como había sospechado, el sheriff Taylor había transcrito mal las notas tomada durante la declaración de sus padres y había cambiado la fecha, arrastrando el error a toda la documentación posterior...

Por el motivo que fuera, la incompetencia de Jason Taylor era un hecho objetivo. Con cierto nerviosismo repasó el resto de fechas, pero no encontró más discrepancias.

Finalmente, dispuesta a buscar información sobre los menores desaparecidos en Marion, dio con los artículos que habían mencionado los agentes del FBI; pero cualquier noticia anterior a enero de 2003 no había sido aún digitalizada, como informaba la página web del propio Marion County Herald. Cualquier consulta debería realizarse en la hemeroteca del periódico.

No tenía mucho sueño cuando se metió en la cama, pero necesitaba descansar para poder levantarse temprano a la mañana siguiente.

Bennet había guardado silencio hasta que que Jordan se había retirado. Sabía que el agente federal seguiría dando problemas, distrayendo a su compañera, a él mismo y a Greenwrim de la investigación con aquella absurda película que se había montado y en la que cada uno de los tres cumplía un rol del que a Max le irritaba que se salieran. Adele le había funcionado bien hasta que la mujer había empezado a tomar decisiones y ejercer como jefa, a él le había atacado porque Scott había ignorado por completo a Max desde que se reencontraran, como si necesitase una especie de némesis particular, y a Moira... Scott sabía que solo era cuestión de tiempo que la joven pelirroja se hartase de Jordan.

-Iremos de nuevo a casa de los O'Hara si quiere, aunque ya le adelanto que no encontraremos nada de utilidad, agente Lewis -dijo Scott, mirando a la afroamericana con cierta tristeza. Desde luego, la mujer tenía una gran carga sobre sus hombros de la que le iba a costar liberarse-. Han pasado años desde que la niña desapareció y dudo que haya quedado nada que pueda útil para nosotros. Aunque el sheriff Taylor mencionó algo interesante. Una... vecina. La señora Preston. Dijo que sus perros comenzaron a ladrar la tarde en que desapareció Theresa, pero que ella no vio ni escuchó nada, pese a que se acercó hasta la carretera. Taylor mencionó también que la señora Preston vive relativamente lejos de los O'Hara, por lo que no podría haber visto a un vehículo alejarse hacia el bayou. -Desde el momento en que el sheriff Taylor había hablado con él y Jordan en el jardín de los O'Hara no había dejado de pensar en las posibilidades, y había al menos dos que le encajaban con los datos que tenía-. Tal y como yo lo veo, agente Lewis, los Tillman son una parada obligatoria que hay que hacer cuanto antes, pero no se olvide tampoco de Eloise Smith. Es la abuela de una de las niñas y, según Taylor, una anciana de una salud frágil...

Scott dejó en el aire el final de la frase. Con el sheriff Smith haciendo la vista gorda y que el informe de Taylor prácticamente les hubiera apuntado directamente hacia Richard Matteis casi con luces de neón le hacía pensar a Bennet que el responsable de las desapariciones no era un tipo cualquiera. Puede que ni siquiera estuviera solo. Miró hacia Adele.

-Creo que ha obrado sabiamente al separarnos -le dijo, en tono tranquilo-. Ya ve que no hay manera de que su compañero y yo colaboremos. Más no puede hacer... Tal y como están las cosas, no creo que él acabe bien -Y no, no lo decía ni siquiera por la investigación o por la hostilidad creciente que percibía, sino porque el informe que le había proporcionado Jordan le indicaba que, inmerso como estaba en un caso como ese, el federal era una bomba de relojería a punto de estallar-. Usted... ¿cómo se encuentra, Adele? -le preguntó, llamándola por su nombre de pila, adoptando un tono más cercano.