Ayudo a Isabella Karlof
Protejo a Isabella.
Si aun sirve de algo sigo protegiendo a Harold.
Poco le importaba a Hugh lo que estaba por llegar, llevaba tanto tiempo muerto que lo que los demás hicieran le importaba menos que un huevo de cóndor. Su única alegría era ver al asesino de su hija entre ellos y lo estaba disfrutando. Atrás quedaba su espantosa muerte y el dolor que duro poco mas de un segundo. Un segundo eterno.
-Jodete puto asesino.
Miro alrededor y me siento, incapaz siquiera de moverme. He... muerto. Así que esto es lo que se siente al morir... A quien le importa, es el fin. Pienso en la vida que he tenido. Desgraciada, llena de drogas, malas decisiones y remordimientos. Al menos no había muerto siendo el mismo, pero cambiar para morir... El mismo que me había hecho la vida imposible me la había arrebatado cuando empezaba a ver la salida de aquella espiral sin fin. Espero verle pronto.
- Eh Matt- dijo, acercándose a él- Aquí no vas a tener ganas de fumar. Ni de meterte nada... Es tan... Tranquilizador. ¿No crees? Por fin, somos libres.
Alza la vista del suelo para ver a marion y sonríe, algo triste. -Libres... Sí... Pero me han quedado tantas cosas por hacer, tantas cosas por vivir. He desaprovechado mi vida enganchado a algo que no me aportaba nada. He hecho que gente cercana a mí sufra y ahora que por fin sé que debo pedirles perdón, ahora que por fin quiero cambiar... Pasa esto.
Supiro y saludo con un gesto simple a Matt. Bueno lo pudiste hacer antes como nos pidio el loco este, pero bueno al menos cuando me curaste hiciste un buen trabajo...aunque hayas tardado.
Miro a Matt bastante sorprendido. No esperaba que fuese él el siguiente en habitar este lugar.
-Más vale tarde que nunca -respondo mirando a Arthur con amabilidad. Luego añado mirando a Matt- No puedes pedir perdón a los que se los debes, pero por lo menos puedes empezar a perdonarte a tí mismo.
Me pregunto quién morirá esta noche. El muñeco castiga por las malas acciones, prometiendo la libertad a cambio de la redención, pero en realidad recompensa a los que son doblemente crueles, permitiéndoles asesinar. Es un loco, un psicópata, hace tiempo que no intento comprenderle, es puro caos.
Dejo pasar un tiempo para que el chaval lo asimile, aunque creo que ni yo mismo lo he asimilado todavía, antes de interesarme abiertamente:
-¿Cómo ha sucedido Matt?
Arrastrado aquí por la venganza de una mujer, tu cuerpo ya no será capaz de hacer más daño a nadie, ni de recibirlo.
Bienvenido Harold, esperamos que en este lugar, tu alma encuentre algún grado de descanso.
Una ultima acción de nobleza para reparar todo el daño hecho en vida. Las decisiones que tomamos, siempre, de alguna u otra forma, terminan condenándonos.
Bienvenida Samantha, esperamos que en este lugar, tu alma encuentre algún grado de descanso.
Las brumas se arremolinaban mientras daban paso a la figura de Harold y Samantha, los nuevos llegados a este lugar, y con la llegada de ello, sus cuerpos nuevamente se veían alrededor del recinto que les mantenía.
Solo quedaban 2 con vida, y ahora podrían ver que les sucedía.
Miro a los recien llegados con nervioso, no sabia bien lo que pasaba afuera pero parecia llegar el final.
Bienvenida... dijo a Sam tratando de parecer calmado. Hace tiempo que tuviste que morir viejo. prosiguio riendo.
Al terminar las bienvenidas se centro en lo importante. Que esta pasando arriba?
- ¡¡Hombre!! ¡Pero si es el viejo asesino! - Es mi saludo para Harold. - ¿Al final te subiste al carro, cabronazo?
Saludo a los nuevos simplemente inclinando la cabeza. Dos de sus mejores opciones. ¿Seria a ellos realmente a los que vio? Que mas da ya estaba muerto. ¿Cuanto mas deberían perder en esa especie de limbo?