Partida Rol por web

-Uuuuuuh- digo con una dolorosa mueca al ver a Yuu. Definitivamente debi hacer que nos rinideramos los dos. Esta en un muy mal estado -Que crueles esas gemelas- pienso -Aunque el principal culpable soy yo- se me sale una incomoda sonrisa -Pense que si me rendia se acababa todo- falla de calculo. Supongo que me tengo que disculpar con Yuu....aunque dudo que si quiera quiera verme -Mmmm bueeeno- me encojo de hombros -Lo hare si se presenta la oportunidad-  pienso mientrass vuelvo a cerrar los ojos

No presto mucha atencion a los demas combates, por lo que me sorprende que Val aparezca en el lugar. Tambien aparecieron otros, Chisa y otros dos. Mmm fue tres contra tres y solo queda uno de cada ¿Fue empate?- me pregunto. Aunque si vencieron a nuestro "lider" ¿Significa que ya se acabo? Espero que si, ya quiero volver a la Tierra y buscar a Miu y a Ren. Todo esto me da bastante igual. Ya aprendi todo lo que podia sobre esto de lo sobrenatural, o bueno todo lo que me servìa. Asi que no voy a retrasarlo màs, voy a buscarlos. Una firme decision se aloja dentro de mi.

-Ooooi- llamo a la de antes -Si vencieron al lider del otro equipo....¿Significa que ya ganaron?- le preguntò. 

Sayaka temió por Val, no porque desconfiara de él, sino porque sabía que si él perdía, todos perderían. No habría valido el esfuerzo ni las batallas hasta ahora, pero aún más por lo que Val le había dicho.

Cuando vio cómo Chisa fue derrotada, se giró hacia Eizo y trató de consolarlo, al menos un poco, teniendo en cuenta que todo podía resultar en una victoria para ellos. Entonces, vio cómo Iridia hizo aquello, acabando con Chisa y dejando a algunos de su clan muy malheridos. El actuar de Ikutsuki era más que nada reprochable porque olvidó el objetivo principal: proteger al rey.

Al ver cómo esa patada llena de enojo hizo que Val quedara fuera de combate, Sayaka se paró aterrada y cubrió su boca con sus manos. Ver a Val así era duro y sintió dolor, dolor real a pesar de saber que él estaría bien. Podía comprender por qué Val actuaba así al recibirlos después de sus victorias, pero ver lo poco que Val cuidaba de sí mismo era descorazonador. Ahora habían perdido y los Bathin se habían llevado la victoria.

Cuando Ikutsuki apareció, Sayaka tenía una expresión seria, apretaba sus puños con fuerza generando que sus nudillos palidecieran y mordió su labio haciéndose sangrar. Miró a Ikutsuki con frialdad y los ojos lloroso.

- ¿Olvidaste que si perdía Val-senpai, lo haríamos todos? ¿O acaso no notaste que hiciste justo lo que ellas querían que hicieras? Que te ocuparas de su caballo para dejar al rey desprotegido... Caíste vilmente en su treta y lo peor es que Chisa-senpai también pagó por ello - nunca subió la voz, en ningún momento, pero su mirada expresaba ese enojo profundo que sentía y que si no fuera su compañero, se encargaría de él.

Se giró y se sentó junto a Arabelle para abrazarla para luego agregar - El destino de Val-senpai ha sido sellado con esto - acarició el cabello de la Reina para tratar de consolarla.

La batalla en realidad tomo un giro inesperado. La peon de los Bathin no habia muerto, al contrario, seguia viva esperando el momento exacto en donde atacar. Hanako todavia quedaba en pie y Iridia habia pasado a otro mundo justo en el momento en que logre vencerla. La batalla habia sido intensa, la batalla habia sido dolorosa, y sobre todo... La batalla estaba muy dificil de poder ser ganada, tomando en cuenta todo lo que paso. 

Cuando observe que Val elimino a la peon, senti un alivio falso. Pues ya habia previsto que esto iba a pasar, sin que pasara o no el vuelco del tren. Imagine y me confie en que Chisa habia logrado dañar lo suficiente a su contrincante y con el vuelco del tren esta la habia eliminado por completo, pero fue en vano. Al final, Val fue el que termino acabando con ella, y su torre aprovecho el momento para acabar con Val. Muchos desenlaces pasaban en mi mente, pero claramente siempre acababa en el mismo escenario; alguien lo eliminaba a el por mucho que intente detener a Iridia, por mucho que mi cerbero gano tiempo, todo en vano...

Ahora estaba con los demas, sorprendido. Me esforce tanto para nada, y estaba claramente molesto. Ya sabia lo que me esperaba con mis "compañeros" ademas de eso. Y aunque me moleste, tenian razon en cierta parte. Cai justo en su trampa final y deje solo a Val. La primera en recriminarme fue Sayaka-san, quien me miraba friamente y obviamente con molestia. Mi mirada reflejaba lo mismo, con ella, con todos, conmigo mismo. Una vez mas, habia vuelto a fallar. Una vez mas, habia cometido el error que iba a causarle mas malditas molestias al buchow, una vez mas, todos mirandome con molestia y enfado, aun cuando intente hacer lo mejor que pude, ¡Yo...!

— ... ¿Te crees que no soy consciente de lo que acaba de pasar, como para que me lo digas de esa forma? — Dije, completamente conteniendo todo el enojo que estaba emanando. — ¿Crees que no hubiese querido ayudar a Chisa-chan en ese momento, o preveer que su maldito peon no habia sido eliminado? ¿Todo para acabar en este maldito desenlace, eh? ¿Crees que no me esforce, que hice todo eso para que acabara asi? ¡¿Que no me siento culpable o mal al respecto de como afectara esto a Val?! — Aprete mi puño ensangrentado con fuerza, que hasta mis venas se remarcaron de la molestia.  Claramente me habia sacado de quicio por la manera en como me lo queria decir. — ... Perdon. No es tu culpa en todo caso. — Di media vuelta frustrado por el comentario de ella despues de disculparme por mi arranque de ira, frustrado el doble por las miradas de los demas y de todo el mundo, siendo que soy el unico culpable por no percatarme de esa trampa. Me dio igual que no me sanara nadie, tampoco queria ser sanado y mucho menos antes de escuchar algun comentario igual de ofensivo como lo podria esperar del cerebrito.  Daba igual hablar, por mucho que intentara excusarme iba a ser solo eso; excusas. Asi que simplemente no dije nada y empece a caminar fuera del maldito lugar a cualquier lado donde no estuviera lleno de la multitud, donde no vea a los que me ganaron, donde no vea a mi "familia". Una vez mas, todo el peso del error habia vuelto a caer encima de mi. Otra vez. 

Al irme, intente caminar lo mas rapidamente posible a cualquier lugar donde no halla nadie de gente, donde me encargara de que nadie me siguiera aunque igual nadie lo hara, no importa. ¿Que demonios les pasa a todos? ¡¿Porque tienen que ser tan imbeciles?! Aun cuando quise hacer lo mejor que pude, esa maldita pelea era muy dificil por las condiciones, maldita sea...

Al llegar lejos, me detuve un segundo. Esta herida en verdad seguira desangrando hasta que la detenga. Mire mi cuerpo con odio y molestia. ¿Porque no pude ser mas fuerte para derrotarla mas rapido y evitar todo esto? ¿Porque siempre me hace falta fuerza en los momentos mas importantes? ¡¿Que tengo que hacer para en verdad evitar esta maldita frustracion tan maldita?! Llamas de mi mano derecha aparecieron con violencia, mirando mi herida. ¡¿Quien necesita que me curen?! ¡Yo puedo detener una maldita hemorragia con mis propias manos!

Coloque mi mano derecha en llamas en la herida que me habia causado Iridia, quemandola para evitar seguir perdiendo sangre antes de desmayarme. Quizas era porque estaba molesto, un arranque de ira, capricho, daba igual. Queme mi herida mientras mi rostro reflejaba dolor puro, como un auto-castigo por lo que habia causado una vez mas mientras dejaba ir un grito de frustracion y enojo con todo mi ser ya luego de estar muy lejos de los demas para que no se enteren de mi molestia, ni que me vieran. 

— ¡¡¡MALDICIOOOOOOOOOOOOOOOOOOON!!! —

Dije, estampando mi mano izquierda en la pared, enterrando esta en el proceso desahogando toda mi colera. 

Las enfermeras se movieron rápidamente para poner a Chisa y a Val en una camilla. Ambo lucían bastante heridos. Pese a ello, verlos, y ver a Yuu, te sirvió para observar cómo sanaban a los heridos de los encuentros: utilizaban las lágrimas de Fénix. No obstante, aunque todas las heridas de su cuerpo sanaban, no despertaban al instante. 

Gildirir se volvió a contestarte apenas con algo de indiferencia. Tu pregunta la hacía dudar un poco de si estabas hablando en serio o no.

—Por supuesto que sí —te contestó, con una ceja enarcada. Aunque no pudo ocultar una pequeña sonrisa por el triunfo de los Bathin—. No pareces demasiado preocupado por ello; ¿en verdad eres del clan de este chico?

-Oooh felicitaciones entonces- la felicito con una sonrisa -Bueeeno supongo que puedes decir que pertenezco, pero ahora mismo nuestras visiones no son las mismas- digo pensándolo un poco -Aunque bueno suena a excusa- digo algo divertido -Me pregunto si alguna vez concordare con alguien....- pienso. 

Hasta ahora de lo único que me preocupaba era de mi mismo. Luego vinieron esos dos chiquillos. Ellos me sacaron de una gran oscuridad. Me salvaron. Y por ello estoy dispuesto a dar lo que sea por ellos. Pero eso no es coincidir, quiero protegerlos sin importar que. 

Ahora estoy en esta familia.....no se que pensar de ella sin embargo.  Estoy agradecido con Val por haberme devuelto la vida y darme la oportunidad de proteger a Miu y a Ren. Si fuera en otras circunstancias lo apoyaría sin dudar. Pero ahora, Miu y Ren están en peligro y cada momento que pase puede ser fatal. No tengo tiempo para andar jugando a las familias. Lo siento por Val, siento que haya elegido mal, pero tengo una prioridad o bueno dos y hasta que no estén completamente seguros no puedo pertenecer a nada mas

Durante toda la contienda, Shiori había estado sentada al lado de Arabelle conversando ocasionalmente y Aoi continuaba detrás de sus piernas observando a los presentes y la pelea, maullando de vez en cuando para mantenerse cerca de la sacerdotisa. No obstante, cuando cayó Chisa volteó a buscar a Eizo sabiendo que posiblemente ella debía ser la única de los presentes en comprender el sentimiento del chico. Por supuesto, los Rating Games eran "deporte", "entretenimiento" y nadie moría; pero el dolor sí era real al igual que la frustración y más cuando se veía alguien cercano a uno lidiar con ello. 

No obstante, se mantuvo en su mismo lugar guardando silencio hasta que vio cómo Val fue retirado y, por ende, los Bathin se coronaron como los victoriosos en este encuentro. Tal vez intuyendo lo que se venía, la felina se colocó en el hombro de Shiori y ésta se levantó sin ocultar su evidente molestia y preocupación; sus ojos fríos rebosaban de, irónicamente, coraje llameante que simplemente le daba el aspecto de una joven a punto de explotar. No volteó cuando Sayaka reclamó a Ikutsuki, pues su atención era en poner una mano en el hombro de Arabelle que sollozaba.

Cuando la alfil se dirigió a la reina para consolarla, la pelinegra decidió irse de ahí sabiendo que ésta continuaba molesta y no tenía caso añadir más tensión a la situación, pues la reacción del ojiverde no se hizo esperar y aunque éste les daba la espalda a todos, Shiori puso sutilmente su dedo en la espalda de Ikutsuki para regenerar su ropa. Aún  estaría manchado de sangre por las heridas que no habían sanado, pero al menos la tela no estaría destrozada.

No dijo nada, continuó caminando hasta llegar con Eizo e imitar el colocar una mano en su hombro para apretar sutilmente. Luego vio a Arabelle y aunque mantenía ese coraje contenido/controlado, no quiso continuar con ese ambiente tan pesado.

-¿Cuándo podemos verlos, Arabelle-san?-preguntó con tono sombrío, pero tampoco era un color que castigaba. De verdad quería ver a quienes habían perdido y ver por su cuenta si estaban siendo cuidados. 

Mis reacciones durante la pelea habían pasado por los mismos estados, o al menos parecidos, de los que había sufrido Eizo. Cuando pude levantarme, al recuperarme del agotamiento, comencé a mirar el combate de Val, Chisa e Ikutsuki con interés y preocupación.

Ver la ida y venida de golpes hizo que me preocupase más. Suki parecía estar olvidando que, como torres, debíamos tomar la iniciativa en defender a los nuestros, pero parecía demasiado enfocado en su combate.

Cuando Chisa se teletransportó solté un grito de susto mezclado con algo de horror. ¿Estaría bien Chisa? No creía que se permitiera que la gemela o alguno de los nuestros murieran en un combate de algo que parecía un deporte.

- ¿Dónde se han ido? - pregunté.

No había preguntado aquello cuando Yuu desapareció, pero con Chisa era diferente.

- ¿Están bien, verdad? - pregunté antes de volver la vista al combate.

Las condiciones no eran favorables y todos los contendientes fueron cayendo poco a poco, Val incluido, haciendo que perdiéramos el enfrentamiento.

Solté una bocanada de aire mientras los teletransportaban de vuelta con nosotros. Sayaka fue la primera en reprocharle su actitud en combate a Suki, luego este contestó y Shiori se preocupó por los nuestros, de una manera más tranquila y yo me preocupé de no reventar.

- Calla Ikutsuki-san, ya hiciste lo mismo con la cena, te lo reprochamos, y te defendiste al instante, claro que has hecho lo que has podido, claro que te sientes mal, pero no veo en ti el arrepentimiento que tampoco vi entonces - dije en tono sombrío -. Huyes de tu responsabilidad intentando hacernos creer que sabes cual es, pero en realidad parece que ni tan siquiera te preocupas, solo pretendes huir de asumir la responsabilidad que te toca. Lo mejor será que dejemos de reprocharte tu actitud, hacer lo posible por sobrevivir sin contar contigo, al menos hasta que te des cuenta de cual es tu rol.

Me di la vuelta. No quería verle, estaba segura que me contestaría y no quería montar un numerito, no iba a dejarme arrastrar como lo había hecho el con Sora en la ceremonia.

Gilridir parecía un poco confundida con tu respuesta, pero no hizo el mayor esfuerzo por entenderla, tampoco por preguntarte qué significaba todo aquello. Su clan había ganado, fueran cuales fuesen las circunstancias; eso le aseguraba al clan Bathin poder volver a formar parte activo de los 72 pilares.

—Eres un poco cruel. ¿Por qué servir a ese chico, entonces? Cualquiera podría pensar que, a simple vista, has boicoteado su encuentro. La batalla entre el chiquillo, tú y las gemelas pudo haber cambiado el rumbo de todo. Has sido un poco cruel, ¿no lo crees? —Gilridir sonrió, agitando su rubio cabello— Bueno, no es que realmente esté inconforme con lo que ha sucedido. En cualquier caso debería agradecerte.  

Los ánimos habían subido de parte del equipo perdedor. Ikutsuki desplegó sus alas y, bajo la mirada de los espectadores, fue a dar hasta la entrada principal de la arena; aquella que habían visto sin abrir, porque habían sido teletransportados. No obstante, una vez Suki se puso frente a las grandes puertas, estas se abrieron y el pelicastaño se perdió dentro del recinto.

Eizo no había podido ser consolado por Sayaka o Shiori; ante sus intentos de consolarle solo asintió con la cabeza sin quitarse las manos del rostro. Cuando por fin lo hizo, no estaba llorando. Su rostro estaba rojo, hasta sus orejas. Urena era la única que había visto a Eizo molesto, pero nunca lo había visto enfadado hasta tal punto. 

Arabelle se había desbordado en lágrimas. Limpiándose con premura los ojos, trataba de calmarse, al mismo tiempo que el abrazo de Sayaka la hacía volver un poco a tierra. 

—Lo siento... Discúlpenme, yo... —Arabelle se limpió las lágrimas. Sonrió a Sayaka y se levantó— Ellos... Ellos están bien. Deberíamos poder verlos en unos momentos, cuando seamos teletransportados. Nos deberían fuera del lugar donde están descansando. Todo está bien. Todos lo han hecho muy bien —dijo Arabelle, tratando de recuperar la compostura de una ojou-sama; sonriendo de forma plástica—. No hace falta buscar culpables. Val no querrá eso.

Imágenes del equipo de Ruby eran transmitidas en los monitores. Ruby sonreía sin demasiadas ganas, charlando con sus demás compañeras.

—Este ha sido un encuentro estupendo. Sin embargo, ha llegado a su final. Por favor, espectadores, desalojar las gradas por los espacios indicados. Nos veremos la próxima semana con el encuentro entre los Bael y-...

¡¡¡BOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOMMMMMMM!!!

Encima del lugar en donde los Bathin se encontraban, por las gradas superiores, hubo un gran estallido. Un gran temblor azotó a toda la arena, incluyendo a el área de descanso y recuperación que se encontraba dentro de la construcción. Entre humo negro, algunos cuerpos salieron volando por los aires. Algunos cayendo en las mismas gradas, otros cayendo sobre la arena, inertes. Ruby y las de su clan salieron volando, pero no fueron afectadas de primera mano por la explosión. Extendieron sus alas y se quedaron suspendidas en el aire lejos del lugar de la explosión. Estaban heridas, pero no de gravedad. La parte inferior del vestido de Ruby estaba medio calcinada; se podía ver una de sus piernas expuestas.

El caos se adueñó del lugar.

—¿¡Qué es lo que está sucediendo!? —el comentarista había perdido toda su efusividad. Había gritado, haciendo chillar a las bocinas. Azazel se había levantado de la mesa corriendo, saliendo del plano a gran velocidad— ¡Todos, traten de ponerse a salvo!

¡¡¡BOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOMMMMM!!!

Una segunda explosión, igual de fuerte, se llevó a cabo en la parte derecha de la arena, haciendo volar a más personas. Los trozos de cemento volaban por los aires, prendidos en fuego. Gran parte de la grada empezaba a desmoronarse entre los gritos de los desesperados espectadores.

Detrás del infierno que había estallado atrás de los Bathin, podía escucharse tras la cortina de destrucción y humo una desagradable risa; fue audible en toda la arena. Las cámaras se dirigieron a ese lugar. Grandes lanzas de luz, de un tamaño impresionante, iban y venían de un lugar a otro hacia todas direcciones, arrasando con todo lo que había a su paso. La risa no se detenía.

—Realmente se siente bien esto. Esto me trae muchos recuerdos de antaño. ¿No te sucede lo mismo, Azazel?