-Éstas son sin duda malas nuevas. Pero ya vencimos a Cronos una vez, podremos una segunda ahora que somos más. Confío y espero en que ninguno de los presentes haya sido cómplice de tal infame ser, pero también es verdad que no puede haber escapado solo.
Mirando a los presentes, tomó un sorbo de vino y puntualizó:
-No debemos caer en la discordia - dijo mirando de reojo a Eris -, sino unirnos para volver a encerrar a Cronos.
Me complace que los presentes dediquen sus esfuerzos a enfrentar el problema en lugar de continuar con frívolas acusaciones. Me encamino con parsimonia hacia la posición de mi esposa mientras escucho los aportes de los miembros de la familia. La nueva respuesta de mi hermano Zeus me desconcierta.
- No temas, no se repetirá... -
Respondo con mi tono sosegado, pero arrastrando un deje enigmático. Mi intención era aclararle que no se repetiría, al menos eso pensaba en aquel instante y no era momento de generar ningún enfrentamiento. Sin embargo, no me era ajeno que se trataba de una amenaza vacua, pues él no podría percibir una nueva afrenta por mi parte y castigarla. Ni aunque fueran mil.
Me obligo a dirigir mis pensamientos hacia el contratiempo que nos acaece, ya que la única razón que me había motivado a portar el casco había sido la apremiante llamada de Gea y la previsión de la posible necesidad de sus capacidades.
Entre las intervenciones de los distintos dioses reunidos en el Olimpo, es la mención de Helios sobre la nueva y desconocida habilidad que su padre había desarrollado y las advertencias de Atenea ante la inminente llegada de Cronos al Olimpo las que generan en mi una impresión del posible plan del titán.
- Debemos dispersarnos. - sentencio, la urgencia era palpable en mi voz. - Ha previsto esta asamblea, ha percibido la llamada y se dirige hacia aquí. Pretende encerrarnos de la misma manera que a los Hecatónquiros aprovechando que nos hemos reunido. - aferro la mano de Perséfone para abandonar con ella el Olimpo. - Desconozco si somos vulnerables a ese insólito don. Pero no podemos arriesgarnos. Debemos establecer un punto de reunión que desconozca o evitar tales aglomeraciones... - se trataba del tipo de astucia que yo mismo hubiera podido urdir y aun no sabía bien como enfrentarla... Esa habilidad parecía muy poderosa... Habría que descubrir que debilidad presenta. - ¿Nos vamos? - pregunto a mi mujer, esperando que no demorara mucho nuestra marcha. Estábamos en grave peligro. O eso creía.
Escuché atentamente la conversación que se desarrollaba a mi alrededor, negué con la cabeza y cerré los ojos, cansado del comportamiento de los demás.
-Patético, ¿este es su orgullo como dioses? ¿Acobardarse y esconderse cuando el peligro acecha? Pues no seré yo quien se esconda, no temo a Cronos ni a nadie...
Decidí no actuar de momento, la situación era caótica y es mejor esperar a que mi hermano ponga orden.
-Y si no entran en razón, haré lo que sea necesario...
Las nuevas son realmente pesarosas. Cerynitis se agita nervioso a mi lado al escuchar lo ocurrido y, sobretodo, al contemplar cómo el miedo comienza ya a hacer acto de presencia entre las miradas de los presentes.
Niego lentamente con la cabeza mientras alzo la mano al cielo y contemplo de nuevo la brillante luna.
Mi mano se desplaza hasta la testa del ciervo que se postra a mi lado y meso suavemente su pelaje con mi diestra, al tiempo que mi siniestra acaricia involuntariamente la tensa cuerda de mi arco.
Nos esperan oscuros días al frente. Guerra, discordia, mentiras y muerte.
Suspiro profundamente y bajo de nuevo el rostro hacia la peculiar asamblea para, con rostro triste, seguir escuchando en a los presentes.
- Pues si ha de venir - digo en voz baja - que venga. Estaremos preparados. -
Noto bajo mi mano como la testa de Cerynitis asiente a las palabras.
Observaba a todos los asistentes, cómo expresaban sus ideas, cómo se llevaban la contraria entre ellos, y cómo intentaban sopesar la situación. Realmente aquel no era mi fuerte. Mi trabajo en el mundo era abastecer de placeres carnales, no participar en guerras (aunque a veces mi inspiración las había provocado). Las únicas guerras que me interesan son las que tengo con mis amantes en el lecho.
Con claro gesto de indignación y de escarmio, intento seguir y entrar en la conversación expresando mi propio punto de vista.
- Estoy de acuerdo con todo aquello de prepararnos y demás, pero ¿alguien tiene idea de cómo?
Por instinto mi mirada se dirige a Ares. Imagino que si alguien sabe cuál es el primer paso a dar, es él.
No iba a poner mis ideas, estaba claro lo que pasaba un traidor había liberado a los prisioneros para destruir la humanidad. Mire a Hades pues su fama era por algo... y a la vez también mire a los demás a quienes hablaban . Estaba claro que si hubiese guerra algunos de los que estaban presente la apoyaría... Solo quería algo que el lloro de aquellos niño se calmarse. La guerra estaba por venir estaba claro que no íbamos a decir que no. Teníamos que unir las fuerza para poder encerrar de nuevo a Crono... Antes de que sea demasiado tarde. Cuando me entere que Crono estaba en libertad... De nuevo mire a Hades...
-Todo saldrá bien...
- Parlotear como muchachas asustadizas no arreglará nada. - tras decir aquello se volvió a poner el casco sobre la cabeza afirmándolo. Lo iba a necesitar seguramente si se encontraba con Cronos. - Ya lo he dicho y lo repito, no le tengo ningún temor a Cronos, fue derrotado en el pasado y lo volverá a ser ahora. - tiró de las riendas de los fantásticos sementales que tiraban de su carro para mantenerlos atentos y no dejarles que bajaran la guardia. - Los que queráis huir despavoridos y enterrar la cabeza bajo tierra hacedlo, no os necesito. Los que no temáis a esa vieja gloria del pasado que es Cronos usad vuestras capacidades. Ha escapado e ignoramos su paradero, usad vuestras capacidades, vuestros animales, la gente que os venera y todo cuanto estéis dispuestos para localizarle. Cuando demos con su paradero lo confrontaremos lejos de aquí, para evitar que se dañe el Olimpo. Lo detendremos y buscaremos una forma de evitar que salga de su prisión para siempre.-
Sintió la mirada de Afrodita tras sus palabras y bajo el casco los más avispados pudieron percibir una rápida y lujuriosa sonrisa que brotaba de la boca del dios de la Guerra. - Después de eso, podremos celebrar el haberlo vuelto a derrotar. - Dicho eso miró a todos los presentes a su alrededor y dijo - ¿Alguna duda? -
Huir, esconderse, dudar unos de otros. Tal es la naturaleza de los seres inmortales. Dudar unos de otros mientras las luchas por el poder, la desconfianza y el odio brotan entre nosotros como el óxido. Desgasta y destruye a una buena máquina.
-Aggg que encantadora familia.- Dije mirando a los Olímpicos. Estaba resignado. Al final era obvio que algo así sucedería. Siempre ha sido así. Cuando una generación de regentes celestiales se estanca la próxima se alza en armas y la destrona. Que el mismo Cronos sea quien altere esta "tradición" no hacía mas que señalar su obvio poder.- Aun no sabemos a que amenaza nos enfrentamos y ya estamos todos pensando en huir, esconderse y cualquier otra cosa, mas digna de mortales que de Olímpicos.
No se me escapó las miradas entrecruzadas entre el dios de la guerra y mi esposa. Como bestias en celo, amenazados de muerte y lo único que quieren es ponerse a retozar. Vaya novedad, como si el fin de nuestro modo de vida fuera a cambiar su actitud.
-Dices que quieres encontrar a Cronos. Enfrentarlo. Muy bien. Figurémonos que damos con él, es más imaginemos que le derrotas en un increible combate, tu solo. Te alzas como héroe de los Olímpicos.- Comento mirando a Ares. Él quería dar con él, enfrentarlo, sin siquiera saber a que se enfrenta.- ¿Y luego? ¿Lo matarás? ¿Al señor del tiempo? Difícil tarea.- Miré al señor del inframundo luego.- ¿Esconderse? Quizá puedas lograrlo usando tu yelmo, pero el resto de dioses no poseen artefactos o poderes así. Serás el último de los Olímpicos. Y él te hallará. Tendrá toda la eternidad para hacerlo. La huida no es una opción. No contra alguien como él.
Miré a Atenea. Ella era la diosa de la sabiduría, la mas inteligente entre los dioses.
-La clave es, a mi modo de ver simple. Hay que averiguar lo que podamos de Cronos. No podemos ir a lo loco. ¿Cómo escapo? ¿Quién le ayudo a hacerlo? ¿Quien se beneficiaría con Cronos gobernando los cielos?- Daba igual lo que dijera, ellos volverían a pensar individualmente, y de ese modo fracasaríamos. Como engranajes en un complejo mecanismo, sin coordinación, nos heriríamos unos a otros hasta acabar con todos muertos, esclavos o peor aun...
Seguia pareciendome todo un poco absurdo y divertido a la vez.Todos daban su punto de vista pero ninguno daba en el clavo.
Todos estaban hechos de hormonas diosiles y manifastaban cuan poderosos eran y que lucharian hasta el final, solo si era necesario.
Sin embargo Hefesto tenia razon en una cosa...separados nos aniquilaria uno por uno...solo era cuestion de ..tiempo?que ironia...
Me acerco un vaso de hidromiel y bebo tranquilamente.Mientras veo que nadie llega a ningun sitio.
-Bien...nadie ha pensado que quizas Cronos no quiera venir al Olimpo?-Sujiero mirando de reojo con picardia.-Poneros en su lugar...cientos de años encerrado en una prision...sales y..vas a ir a buscar a tus carceleros asi como asi?.-Apuro el vaso del dulce licor y me relamo los labios.
-Cronos no es tonto..no atacara hasta que crea que puede hacerlo.Buscara aliados...y nosotros deberiamos hacer lo mismo...Padre?-Digo dirigiendome a Zeus -Que tal si hablas con los Titanes?
Sabia que me tomarian por loca.Pero era justo lo que queria.Podria dejarlos en ridiculo a todos con solo pensarlo.Podria embotar sus mentes hasta volverlas contra ellos mismo...tentador.Pero eran mis hermanos y hermanas , y no tenia nada contra ellos.Eran mi familia..rara, pero mi familia.
Dejo la copa en la mesa y abro mucho los ojos, haciendome la sorprendida
- Oh, perdonar?No lo habiais pensado verdad?No creeis que Cronos, con la promesa de liberarlos no ira a por ellos?Si padre habla con ellos y les ofrece una tregua..es posible que se unan a nosotros.-Me relleno la copa de nuevo.-Mirad..tarde o temprano, alguien acudira a ellos con una promesa u otra y les liberara cuando menos lo esperemos...espero, que nuestro Gran padre tenga mas que ofrecerles.
-Es posible que los Ciclopes esten con nosotros..pero...no sera suficiente.Y por muchos que seamos, si Cronos ha conseguido liberarse de su cadenas...cosa que por cierto, pensar en los traidores...Sera aun mas poderoso.Imaginaros que nos vence a todos...solo por creer que solo nosotros, los grandes dioses, nos bastamos para todo.- Digo mientras cruzo las piernas y me tumbo en mi silla cambiando de postura a otro mas comoda.-Mi opinion , es no enfrentarle hasta que tengamos el arma mas grande y definitiva.Pr su puesto tendremos que averiguar donde esta...que opinais?
vuelvo a divagar por la sala, pegada siempre a las salidas, cambiando entre mis formas, escuchando cada una de las palabras dichas en la sala, sobrevolando de vez en cuando sobre las cabezas de los dioses para apreciar mejor la escena.
-Si Gea, recuerdo cuando tu y Urano estabais separados por mi padre, recuerdo cuando no eras mas que un paramo, recuerdo cuando solo habia oscuridad, recuerdo la guerra, y sobrevivi-
Aparezco delante de Hades cuando amaga con marcharse.
- No hui ni deje de realizar mis deberes. . . -
Sobrevuelo las espaldas de Ares pasandole los dedos de mi mano izquierda por sus hombros.
-. . . ni me lance al combate a la primera oportunidad. . .-
Me traslado a las espaldas de Eris y me inclino por su derecha colocando cabeza junto a la suya y rodeando la con mis brazos.
-. . . mi primo es una amenaza a la que ninguno de nosotros estamos preparados, ni siquiera los los "Ho Grandes Cinco del Olimpo" que sus unicos posibles aliados contra cronos estan distribuidos por el mundo sentenciados eternamente por el gran Zeus. . .-
Agarro la copa que acaba de dejar Eris en la mesa, e inicio una delicada marcha hacia Artemisa y cuando estoy a la altura de su montura la acaricio el lomo con suavidad.
El animal se altera y se levanta de golpe tirando unas copas.
-. . . y ahora teneis un mundo entero que proteger, vosotros tenéis que mirar por esas criaturas ahí abajo pues habeis crecido tan acostumbrados a ellas que vuestros destinos están entrelazados, tendréis que medir el impacto de vuestras batallas y Cronos No le importa el destino de nada de lo que hayáis creado.-
Hago una pausa, termino el contenido de la copa que llevo, la dejo caer.
-Tenéis muchas debilidades en este momento, no podréis con el, Buscad le, averiguar que quiere, que pretende y puede que incluso nos sorprenda a todos-
-Como he dicho vivo desde los principio, sobreviví a la titanomaquia y pretendo sobrevivir a la segunda llegada de Cronos y vivir hasta el final sea como sea-
Gea escuchó a todos y miró a Eris para agregar - No lo comprendes, Eris. Los titanes se han ido. El Tártaro está vacío, los titanes han huido también. Si encontramos la manera de hallarlos, podría ser, pero creo que Cronos no nos dará esa oportunidad - dijo tranquilamente.
Luego, se giró hacia Nyx y dijo - Comprendo que lo más importante es pensarlo con calma - miró a Hades y Ares - pero ocultarnos solo alarga el problema. Debe ser enfrentado - mientras tanto, la tierra lloraba y las nubes, cargadas de rayos, desataban su amenaza hacia la tierra, esperando que Cronos la recibiera.
Entonces, algo sucedió. Las nubes dejaron de llover, los relámpagos de caer y el viento de soplar. La tierra ya no giraba, se mantenía estática, como si su tiempo se hubiera detenido. Gea los miró a todos y se transformó en ave para sobrevolar los cielos, cuando notó algo, los humanos no se movían, todo estaba estático, incluso sus vidas, su tiempo dejó de correr.
Recuperando su forma corpórea, se encontró desnuda pues la naturaleza parecía no responder a sus deseos y los miró a todos asustada, mientras sentían cómo sus movimientos se hacían lentos y sus voces dejaban de ser audibles. No eran rápidos, todo lo contrario, eran en extremo lentos y no tenían tiempo de usar sus habilidades en absoluto. Se miraron entre todos al notar la presencia de alguien que no estaba originalmente en aquella reunión, alguien de quien hablaban constantemente y que materializaba sus temor. No pudieron huir ni luchar, incluso Ares carecía de la fuerza para moverse. Cronos caminaba tranquilamente entre ustedes mientras parecía sonreír buscando a su madre, Gea.
Se acercó lentamente y con un solo dedo, acarició la tersa piel de su madre mientras recorría todo su cuerpo: su cuello, sus pechos, su cintura, sus piernas, sus glúteos, su espalda, hasta llegar a sus labios y retirarse - Me alegra verte, Madre - había cierto tono de odio en su voz - ¿Me extrañaste? ¿Cuánto ha pasado, mil años? ¿Tal vez más? Ciertamente extrañas más a mis hermanos, a quienes tengo encerrados y por ellos no fuiste tú por mí en persona, ¿Verdad? Debías acudir a mis hijos una vez más. Hablando de ellos... - caminó hacia Zeus y Hera, acercándose a la reina en primer lugar - Sí que te ha sentado el trono, hija mía. Eres la flor más bella del Olimpo - rió mientras se acercaba descaradamente a su rostro, casi como si deseara besarla y entonces, se aleja.
Mira a Zeus quien luchaba con toda su fuerza para deshacerse del influjo de su padre - No sé por qué le llamas Rey y esposo a mi amado hijo - miró otra vez a Hera - aquel que me destronó y te sacó de mi estómago. Pero también aquel cuyos múltiples amoríos han engendrado más hijos de los cuales engendró contigo - rió y se dirigió al trono de Zeus. Se sentó y dijo - Deben acostumbrarse a mi imagen aquí porque el verdadero Rey ha regresado - rió fuertemente y agregó - ¡El verdadero Rey ha vuelto! ¡Inclínense! Jajaja, no pueden, lo olvidé - rió solo de su broma de mal gusto y prosiguió con su monólogo.
- ¿Saben? Por un momento consideré no acabar con ustedes pero luego recordé cómo fueron todos esos años encerrado allí, aunque admito que eso me dio tiempo de ampliar mis dominios sobre el tiempo. Sé que lo que haré podría destruir el mundo pero no importa. Crearé un nuevo mundo cuando me haya deshecho de todos ustedes - se puso de pie y se acercó a Nyx - ¿Planeas sobrevivir, Pri-ma? - su tono era satírico y dio una fuerza intencional a la segunda sílaba - Entonces, únete a mí. Eres mucho más antigua que ellos, no deberías estar de su lado. Los titanes somos los regentes por derecho del mundo - ríe y se aleja de ella pare hablar en general.
- A pesar de todo, no quiero acabar con todos todavía. Eso dejaré que lo hagan entre ustedes. ¿Que por qué lo harían? - rió una vez más - Sencillo, si me enfrento a todos, de seguro perderé, pero si puedo neutralizarlos, no serán rival para mí. Mis hermanos están aquí, entre ustedes y aún no los han visto. ¿Por qué? Porque los rostros que tienen no son lo que aparentan. Ya no serán quienes son, ¡Cambiaremos la historia! - entonces, todo el lugar comenzó a girar, como si de un tornado se tratara, mientras pasado, presente y futuro se mezclaban y entrelazaban entre sí. Imágenes de la Titanomaquia aparecían entre ustedes, mientras sus cuerpos se elevaban en un viento inexistente. Comenzaron a chocar unos con otros y su cabeza daba vueltas, se sentían confusos y extraños. Sea lo que fuere que Cronos había hecho, no parecía ser nada bueno. Por un momento se sintieron mortales y su esencia divina los abandonó, dejando cuerpos frágiles y desmadejados. Su tiempo estaba cambiando, al igual que el de la tierra. Perdieron la conciencia de ustedes mismos por un tiempo y para cuando reaccionaron, Cronos había desaparecido.
- FIN DEL DÍA O -