Esa noche recuerdas haber tratado de proteger a Perséfone del ciclón del cual habían sido presa y lograste atajarla con tu cuerpo para que no sufriera daño. Tras el ciclón y caer al suelo, pudiste sentir que la esencia de Pan se cambiaba con la tuya, mostrándote y dándote su poder. De repente, no eras Pan, él volvía a ser quien era, ahora el sol era tu dominio, las artes tu pasión y la medicina tu talento. Ahora serías el hermano gemelo de Artemisa, el dios del sol y las artes.
APOLO
Eres el Curandero. Te explico el funcionamiento de tu rol:
- Tendrás la posibilidad de traer a los muertos del Tártaro, devolviéndoles la vida y la libertad.
- Tendrás hasta el martes para darme un nombre. Si lo haces después, no podrás usar tu rol.
Tras recibir este nuevo don, tu corazón se llenaba de preguntas pero antes de poder hacérselas a Pan, él desapareció de este lugar. Trataste de buscarle pero algo interrumpió tu búsqueda. Sentiste una fuerte mano atravesar tu pecho y a pesar de su tamaño, no pareció tener mayores problemas en llegar a tu corazón.
Sentiste cómo lo apretaba con fuerza mientras el bronce subía por tu piel y esto marcaba tu final. Tal vez te reunirías con Pan y tal vez sentirías nuevamente lo que era estar en el Hades, en tu reino. Tal vez verías nuevamente a Cerbero y podrías estar más cerca de recuperarte a ti mismo.
:(
Bueno, supongo que muerto da un poco igual mi rol XDD
Edit: ¿Que revivo a uno por turno?
Edit: ¿Que revivo a uno por turno?
Sí XD. Como ha sido yo quien ha tardado para la resurrección, tienes hasta el viernes para decidir qué personaje revives :).
Como habías dicho que no se llegarían a hacer los roles que fueran después de las votaciones, pues pensaba que ya no tendría que revivir a nadie XD.
Pero bueno, decidiré a quien. Yo igual me decanto por Atenea, pero a ver lo que me dice Zeus. Por cierto, como mola "mi" poder. (Vamos, el que tiene Zeus por tener mi esencia XD)
Si estoy a tiempo le hago mi segundo poder a Ares, el de provocarle una muerte falsa. Por petición de Zeus.
Todos sentían cómo la guerra iba acabando y cómo todo parecía confuso pero tranquilo. A pesar de ello, tú no cesabas aún tu labor.
La luz del sol brilló para ti un momento con una gran intensidad y entonce, sentiste cómo la esencia de Atenea seguía viva en el interior de aquella estatua. Tras esto, sentiste cómo el frío bronce se resquebrajaba y daba paso a su verdadera figura. Debilitada por el encierro pero libre una vez más. Mientras tanto, sentías la satisfacción de haber cumplido los deseos de tu hermano.
La muerte falsa ya no, pero la resurrección sí que se puede :).