Partida Rol por web

La llegada de Rea al Olimpo causó un gran impacto en la mayoría de los dioses, pues muchos sentían un poco de su verdadera esencia consigo otra vez. Este sentimiento invadió a dos dioses, los cuales se encontrarían en un lugar en sus mentes donde solo estarían ellos.

Más allá del amor, existe la amistad, un lazo de hermandad inquebrantable, el cual se había formado entre dos dioses cuyas manos estaban atadas por una tela de seda roja. Esta desapareció al instante pero entonces se miraron. Eros y Hera, se habían encontrado en ese lugar buscando cobijo, apoyo, ayuda. La amistad que los unía les permitiría hablar en privado, sin dejar a un lado a los demás, solo que ahora estarían allí para apoyarse mutuamente.

La madre del olimpo tenía una mirada fuerte, pero a la vez atractiva... no comprendo como zeus puede traicionarla tanto- hablo en voz baja para no ser escuchado y/o sentenciado por los otros dioses mientras la miro de soslayo.

Mi mente voló a otra parte y se encontró con los ojos de Eros. El dios del amor, quien traía amor a los corazones de los mortales y debía en parte la felicidad que me embarga en aquel momento. Sentí una sincera amistad hacia él, un aprecio que rara vez sentía. Le sonreí dulcemente.

- Eros, amigo mío, qué grata sorpresa encontrarnos aquí, sin tanto odio alrededor que pueda perturbar un momento de paz.

Es grato tener un momento ameno querida reina de los dioses... la miro con dulzura mientras le sonrío con franqueza- Es una locura todo esto de tener que estar a la defensiva con seres a quienes has visto nacer, crecer, madurar y compartir...-mi mente guarda silencio por un momento -... no obstante, me alegro mucho de saber que se puede estar en franca calma con alguien a quien tienes en buen querer- termino guiñándo el ojo a la reina de las diosas, quien era muy merecedora de tan gran honor.

- Tienes razón - dije bajando la cabeza mientras suspiraba con calma - tener que acusar a los tuyos resulta doloroso, y más cuando hacen daño a alguien a quien quieres - recordar la espada que pendía la cabeza de algunos de mis seres más queridos hacía que se me encogiera el corazón, más allí podía refugiarme un poco para seguir adelante.

Devolví el gesto a Eros con una amable sonrisa.

- Tus palabras me alagan, dios del amor, yo también te tengo en gran aprecio, y aunque no lo creas te debo mi vida. Incluso en medio de tanto dolor, he encontrado un oasis gracias a ti. Bueno ahora dos - le guiñé el ojo con complicidad.

Esto se está saliendo de control, mi querida... - miro a la diosa con preocupación- en verdad no se en quien creer, por el momento solo confío en ti mi codisiada deidad, las palabras de dionisio me han parecido francas, pero también las del rey del olimpo... me acerco a la diosa reina despacio y con calma- tal vez me haya equivocado con hipnos y si es así, es un error que no quiero volver a cometer.

Suspiré ante todo lo que había pasado y sonreí con pesar.

- Por mucho que me duela, especialmente la pérdida de mi hijo, parece que el dios del vino tenía razón. Hefestos era un traidor igual que Afrodita e Iris, quien me atacó. También Poseidon, de quien sospechábamos. Pero tampoco te fíes de Dioniso, su esencia ha cambiado y ahora apoya a Chronos. Todo se complica, pero sólo hay que desenmascarar a los traidores y traer de vuelta la paz - dije con gesto resuelto - mi próximo voto será para Iris, tengo algo pendiente con la diosa arcoiris.

mi querida señora, mi voto por el momento apunta a helios confiando en el buen juicio del rey... Entonces debo suponer que fue la iris de quien fuiste defendida por zeus?

- En efecto así iba a ser, querido Eros, pero finalmente mi voto también irá a Helios. Aunque ardo en deseos de devolverle el favor a Iris, no es el momento para ello. Debemos unirnos para eliminar uno por uno a los traidores, y si el primero debe ser Helios, que así sea.

Mi querida reina, sabes que puedes contar conmigo para lo que quieras- digo hera- desde una sonrisa... hasta la complacencia de tus mas bajas pasiones- sonrío quedamente mientras contemplo a la deidad- después de todo soy el dios del amor...jajaja. 

luego continuo en un tono mas respetuoso. No se con quienes teneis contacto, pero puedes contar conmigo...

- Es bueno contar con el apoyo de alguien en medio de este desorden de identidades - le dije sonriendo - agradezco también tu ofrecimiento, dios del amor, lo tendré en cuenta si el rey de los dioses vuelve a pensar en engañarme con otra - le guiñé un ojo - si tu necesitas alguna ayuda, tan sólo tienes que pedirla.

Me quedé mirando a lo lejos como si el tiempo pasara, y después miré otra vez a Eros.

- Creo que he estado pensando demasiado... pero sigo pensando igual, en esta ocasión votaré a Iris, quiero que veo qué pasa por querer librarse de mi. 

cuenta con mi apoyo para tu voto con la diosa mensajera del arcoiris

- Eros, ten cuidado con todos, algo me dice que las cosas se han complicado, y las palabras de Hécate no me tranquilizan nada. Puede que las esencias de los muertos se hayan cambiado como le ha pasado a Hades, ahora mismo no sé en quien confiar.

En este momento solo confio en ti hera...