Partida Rol por web

Con una nuevo pensamiento en la mente, volví a mirar los demás dioses. No llegabamos a ninguna parte con todas aquellas acusaciones ni sabíamos de qué forma poder descubrir a los impostores. Si bien la idea de los datos personales era buena, no era definitivo. Entonces, habló Poseidon y me vi obligada a hablar, con una voz más suave de la que acostumbraba a usar normalmente.

- Poseidon, hermano mío, nuestras esencia han sido cambiadas, todos somos distintos de alguna u otra forma. Yo ya no siento lo que debería, mi propia mente y sentimientos parecen haber cambiado, ya sea a bien o a mal. ¿Eres capaz de notar el cambio de cada uno?

Miré a Hera, encendido de rabia, no podía soportar tal falta de respeto.

-Maldita seas...

Clavé mi mirada en ella y me apresuré en responderle.

-Al menos parece ser que tu no has cambiado tanto...

Poseidon parecía poco satisfecho con mis palabras, mas no era tema que me importara. Acomodada en mi asiento, esbocé una sonrisa divertida y altiva ante su arrogante contestación.

- Me alegra que a pesar de los cambios seas capaz de reconocer a tu querida hermana, rey de los mares.

Después, miré a Helios con una mirada penetrante.

- ¿Y bien, Helios? ¿Qué hay de ti? Tantas ganas que tienes de humillar a mi hijo, ¿qué nos vas a contar de ti? ¿Qué tal tu viaje por los cielos?

- ¿Nadie se ha planteado que quizás Cronos nos ha mentido y solo quiere divertirse a nuestra costa mientras nos hacemos acusaciones y pasar por pruebas absurdas unos a otros?.

Demasiada cháchara y poca acción. Empezaba a aburrirme y hasta el mal sabor de boca que había dejado la presencia de Cronos empezaba pasar a segundo plano en mi mente, siendo sustituido por el hastío de darle vueltas a algo que no parece tener una solución tan fácil como hacer y contestar unas preguntas.

- Por otro lado, haber cambiado nuestra esencia no significa haber cambiado nuestra memoria. No creo que una treta del padre de los dioses se pueda desenmascarar así.

El razonamiento de Morfeo parecía querer moverse a algún lugar, mas se equivocaba, por lo que tuvo que aclarar la situación.- Nuestras esencias han cambiado, pero no nuestra identidad. Sigo siendo Zeus, así como tu sigues Morfeo. Sin embargo, en efecto el rayo ha cambiado de lugar, y es otro, u otra, quién puede lanzarlo ahora.

Luego, giro su rostro hacía Poseidón, quién parecía ofendido con Hera.- A quien maldices es a mi esposa, Poseidón, la reina de los dioses. Cuida tu lengua, recuerda cuál es el lugar que te corresponde.- Luego, volvió su mirada al frente.

- Parecer ser que la única opción es votar, y esperar que no fallemos nuestro juicio.

El Dios del Sol se giró ofendido hacia Hera, por el tono que usaba con él y porque parecía que lo hacía simplemente por sacar un conflicto más en medio de todos los que había ya surtidos. Por ello en tono seco le respondió a la esposa de Zeus:

- Yo no quiero humillar a nadie, sólo trato de seguir alguna idea constructiva y no limitarme a quejarme y crear disputas -dijo mirándola en tono reprobatorio- y en cuanto a mi viaje por los cielos, sabéis de sobra que tras el ataque de Cronos no he podido recuperar mi labor... -dijo con cierto tono molesto, pues no sabía a donde quería ir a parar Hera.

Madre no había contestado a sus preguntas, ignorándolo. Aunque ya debería estar acostumbrado, todavía no podía evitar una leve sacudida de rabia. El mejor que nadie sabía que ser hijo de la diosa noche tenía esos inconvenientes.

Apartó lentamente su mano del hombro de Nyx y volvió a caminar perezosamente, rodeando a los demás dioses que permanecían sentados.

Curioso… muy curioso.

Ahora el Monte Olimpo es nuestra celda. - sonrió levemente - No soy adivino, eso se lo dejo a la diosa Casandra que tiene siglos de experiencia, pero puede que para algunos de nosotros sea su sepulcro, de ir las cosas como parece.

Gran Zeus, confío que tras este desafortunado acontecimiento, tengas menos reticencias en hacer desaparecer de una vez a los titanes, y con ellos a Cronos, o al menos encerrarlos muy profundamente, y perder la llave. - se apartó el pelo de la cara con desgana.

En fin. Parece que llega la hora de tomar decisiones, espero, familia, que hagáis buen uso de vuestros nuevos dones… por el bien de todos.

Curioso… muy curioso. - dijo mientras miraba alrededor.

Apolo había escuchado a todos los presentes y había tratado de analizar las reacciones de los demás para sacar algo en claro, pero por su expresión podría decirse que no lo había conseguido. Observó el intercambio de palabras entre los Grandes y negó con la cabeza. Pese a todo, no podían aparcar las diferencias entre ellos. En cierto modo era normal, llevaban demasiado tiempo en aquella guerra encubierta.

Pues para no querer humillar a nadie has escogido un momento muy humillante para sacar a relucir, Helios. Le dijo Apolo con dureza poco contenida en el tono. Aún recordaba la visión de los amantes encerrados y la forma en la que Afrodita había huido del lugar. Podrías haber preguntado por muchas cosas, azañas, enemigos y relaciones... Pero has decidido que sería adecuado sacar a relucir ese tema justo ahora con Hefesto presente.

Tras una mirada de desaprobación por sentirse indignado por lo que Hera había dicho siguió hablando. Lo tomaré como un desliz propiciado por tu alma ardiente, pero trata de cuidar tus palabras la próxima vez. Las palabras pueden llegar a ser más peligrosas que las armas, tenlo presente.

Después de eso se dirigió a todos. Debemos contar con que Cronos ha conseguido introducir a más de uno de sus hermanos entre nosotros. No sabemos cuantos son ni cómo actuarán, pero una cosa es cierta, están unidos. Mucho más unidos que nosotros. Su sinfonía, pese a ser mucho más oscura que la nuestra, va al compás y nosotros ni siquiera tenemos un acorde.

No os centréis en rencillas pasadas, querida familia. Mirad más allá. El tono de las palabras, las intenciones de las mismas. Los que quieren destruirnos querrán que cunda el caos, no se lo pongáis fácil. Las acusaciones nos darán más información con la que podremos trabajar.

Por que mis deseos por el placer y el puro amar no eran iguales?... al igual que otros dioses mi esencia primaria se ha visto alterada por los recientes sucesos y en  medio de la confusión muchas ideas para encontrar al enemigo surgen de algunos...

La propuesta de helios me sonroja, pues a veces los dioses sucumben a mis concupiscencias -jajajajaa- rio para mis adentros, tantos secretos que muchos tienen... ¿será posible conocerlos todos?

También considero que morfeo podria estar en lo cierto. Al verse alteradas nuestras esencias...

pero antes de que pudiera terminar de opinar, mi comentario se vio frenado por la intervención del muy apuesto Apolo, ante lo que callo y después de escucharle hago un gesto de asentimiento... -Tienes razón Apolo...-  digo antes de guardar silencio nuevamente. 

-Ademas, es bien conocido que incluso los mortales conocen muchas de las historias que han vivido o sufrido los dioses, sin contar que tal vez aquellos que han sido manipulados o sustituidos por emisarios del señor del tiempo, tal vez tengan todos sus recuerdos.-Apoyo la idea de Apolo dando una razón, a su modo de ver, mas razonable y realista.

-No es mala la idea, desde luego, pero sin duda, ya hubieran pensado que buscaríamos respuestas entre los recuerdos de los presentes. Tendremos que ser mas pacientes y observar las sutiles diferencias como algunos nombran.-Recalco los que otros ya habían dicho.-De lo que no tengo duda es que si esto no le damos remedio, ni la Tierra volverá, ni nosotros seremos los mismos de nuevo, el plan de Cronos es separarnos y confundirnos. Y usara cualquier artimaña a su disposición. No tengo duda que sus seguidores o incluso el mismo este ahora entre nosotros, disfrazado de cordero.

Noto la mano de uno de mis retoños levantarse de mi hombro, no me habia dado cuenta de su presencia hasta ese momento. estaba tan distraida pensando en soluciones que o prestaba atencion a lo que hacia el resto a mi alrededor.Entonces escuhe las propuestas de Apolo.

-Esperar y observar no esta entre nuestras mejores estrategias ya que el enemigo tiene al tiempo de su parte, solo tienen que sentarse y observar. cronos no tiene prisa por acabar con nosotros, ya nos tiene a su merced.-

-Debemos buscar alguna forma de demostrar activamente quien es quien, si no os gusta revelar secretos...-

- dejad que mi hijo Morfeo entre en vuestros sueños y descubra quienes sois cada uno-

-dejad que Dionisio nos embargue con sus espirituosos ya que la embriaguez saca el verdadero ser que oculta cada uno-

-pero no esperéis a que el enemigo haga un movimiento, pues sera el ultimo de alguno de nosotros-

Todos habían hecho su elección y los dedos se habían alzado unos contra otros, pero fueron las musas quienes dieron la clave de inicio a la batalla. Calíope narró la primera Titanomaquia mientras tocaba su harpa y como si presos de un hechizo se encontrarán, algunos dioses comenzaron a moverse. Hades usó su casco para la invisibilidad y se movió a gran velocidad hacia Hermes, cuyos pies ligeros parecían fallarle en una ocasión tan importante. Podía sentir cómo el dios del inframundo se acercaba pero no era lo suficientemente veloz para escapar. Entonces, Helios, recordando sus días de navegar los cielos, hizo brillar su cuerpo con tal intensidad que varios dioses vieron su visión de la batalla afectada. No sabían exactamente qué pasaba pero sabían que era importante.

Buscaron a Hermes para verlo aún cubriéndose del gran destello de luz. Morfeo se hizo sentir mientras Hermes parecía perdido en sus pensamientos y este se acercó con cautela pero sin ningún tipo de preocupación. Tomó su mano con fuerza y en una presa sujetó su espalda y su cuello mientras Helios inmovilizaba sus manos. Cuando parecía volver, Hades apareció frente a él una vez más e introdujo su mano en su pecho, donde se encontraría su corazón. Su mano ingresó haciendo un desagradable sonido mientras atravesaba su piel y con el mero contacto, la piel del dios se iba transformando en bronce. Hermes trató de usar su poder para escapar pero le fue imposible salvarse de su destino. Segundos más tarde, los dioses que lo sujetaban le soltaron y solo pudieron ver cómo el Dios Mensajero se unía a la madre tierra en su prisión de bronce.

Cronos apareció y solo rió - ¿Habrán acertado? Tic, toc. Tic, toc. Su tiempo se está agotando con cada momento - ríe y esta vez, con su mano, los sumerge en un vacío de tiempo donde pierden toda conciencia de ustedes mismos. Con Hermes ejecutado, sus bastiones se reducían.