Tu luz se extendió hasta esa misteriosa sombra pero no lograste sentir ningún ataque hacia ella. Por ello, discerniste que no se trataba de Helios. A pesar de eso, un leve atisbo de su persona llegó. La marea se hizo sentir en su ser.
Disculpa la tardanza.
Y con el nuevo día, tu luz volvió a brillar con intensidad, sabiendo que era hora de escoger una sombra a la cual proteger. Por esto, fijaste que el número de sombras había disminuido.
Escoge entre tú y los números 1,3 y 4 porque no puedes repetir protección.
Tu brillante luz resplandece, abandonando tu cuerpo para cubrir aquella misteriosa figura y a pesar de no lograr salvarle, un dato te es revelado.
Ves el mundo onírico reflejado en esa luz como pista del dueño de aquella sombra.
Dos de las sombras desaparecen, dejando solo tres sombras más diferentes aparte de la tuya. Era el momento de decidir.
Debes elegir entre protegerte a ti, al 1 o al 2. El 3 lo protegiste en las votaciones pasadas y no puedes repetir.