Quiero creeros, padre, pero no puedo evitar albergar dudas en mi interior. Le miró y fue a decir algo más, pero se detuvo en el último momento. Bienvenidos, supongo. Este lugar se está volviendo más escalofriante por momentos. Nyx y yo fuimos arrastrados hasta aquí en primer lugar, opero ella ha desaparecido después de su muerte. Después llegaron Zeus y Atenea y finalmente vosotros. Me pregunto cual será la finalidad de este sitio, pero cada vez me parece más escalofriante... ¿Quién creéis que está haciendo esto?
Se volvió a girar hacia Zeus. Siento haber estado ausente, padre, la falta de armonía y el caos consiguieron atemorizarme, pero no volverá a ocurrir. Le dijo, inclinando la cabeza. Tengo una duda que tengo que plantearte... Quiero creerte, pero no puedo evitar pensar que algo ha podido cambiar en ti después de traer de vuelta a una traidora. Si eso fuese así, tus acusaciones no serían creíbles.
No me malinterpretes, no desconfío de ti, pero todos estos me han enseñado el peligro de ser confiado y quiero ser precavido. ¿Qué poder poseía Afrodita? ¿Está del lado de Cronos? ¿Y Artemisa?
- Dudar es de sabios, Apolo.- Le responde con tranquilidad, pues sabía que tenía la verdad de su lado.
- No temas, mis poderes no han cambiado tras traer a Afrodita de vuelta. Si es necesario traeré a alguien más a la vida para demostrarlo, pero será la ultima vez que podré hacerlo. Mis opciones son Asclepio, o bien Nyx.
- Afrodita es una traidora. Su poder es tomar la vida del resto, y los de Artemisa, bueno, esos ya los he revelado. Ambas son mis esclavas, y me han revelado todos sus secretos. Comprenderás que lo que puedo decirte es limitado, debido a la presencia de Dionisio. Pero por favor, revela en público lo que sabes de Helios. Afrodita sólo me ha dicho que este se reúne en secreto con los títanes.
El dios de la guerra abrió los ojos sorprendido ante el lugar en el que se encontraba - ¿Qué es este sitio? - Era una pregunta, pero por el tono empleado parecía una orden responder a ella. Poco después de pronunciar aquellas palabras y vislumbrar con tranquilidad la zona en la que se encontraba se centró en las palabras que Zeus le dedicaba.
Se mantuvo en silencio durante unos segundos, eran duras declaraciones. El casco se inclinó hacia delante, pero las palabras no salieron de la garganta del dios de la guerra hasta pasado un rato. -Necesito pruebas de eso que dices Zeus, cuando las tenga actuaré. Mientras tanto, no dudaré en acabar con otros de los que señales como traidores, pero no iré a por ella hasta que no tenga pruebas de su traición. Y tampoco dejaré que nadie lo haga. - Sentenció dejando clara su postura al respecto. Fue claro y contundente.
Seguidamente, escuchó las palabras de Apolo y se mantuvo en silencio hasta que finalmente lanzó una nueva pregunta al aire - ¿Sabéis entonces quién trató de matarme? ¿Quién fue el que me atacó? -
La diosa de la sabiduria estaba sorprendida, ahora habia mas dioses en esa distopia sin sentido.
Con las revelaciones de su padre Zeus el grande vió que ya era el momento de actuar, era el momento de revelar toda la información que habia estado recabando. Miró a su simil Ares y le dijó:
-No debes buscar mas, hermano. Las palabras de mi padre son ciertas, cuando menos en algunas partes que he podido corroborar. Gracias a mi don que he recibido por este juego diabolico he estado recabando información y me he mantenido al margen, ya que mi fuente podria estar mintiendo, pero luego de un tiempo los nombres se han repetido y ahora mas que Zeus ha usado sus dones para hacer hablar a Afrodita.
Atenea paseaba por la costa mientras hablaba, le gustaba moverse mientras hablaba o deducia sus meditaciones:
-Mi fuente ha señalado a Iris en mas de una ocasión, pero ahora gracias a Zeus estoy segura que ella es uno de los infiltrados, mi fuente tambien a señalado tambien a Helios como el asesino de Nyx que ahora duerme en las profundidades del Tartaro. Mi fuente tambien me ha dicho que Hefesto si era un traidor pero este ha traicionado a los suyos y a entregado a Afrodita que forma parte de la conspiración, pero por desgracia tambien me he enterado que este ultimo infecto a Dioniso y ahora sirve a los Titanes.
Terminado este monologo Atenea se reunio con su padre Zeus y le dijo a modo de petición:
-Padre, si bien no puedo revelar mi don si puedo decir que este es es continuo. Así que si algo me llega a pasar te pido que me traigas de vuelta de entre los muertos. Con el conocimiento que poseo podremos acabar con esto de una vez.
Tras el hallazgo de su estatua, la figura de Atenea y Dionisio desaparece de este lugar.
El suave canto de una sirena invadió sus oídos cuando el tiempo se detuvo y solo pudieron sentir cómo los absorbía lentamente en un hechizo que los obligaba a seguirlo. Sus consciencias viajaron por entre el espacio y el tiempo y cuando menos lo pensaron, allí estaba. La isla de las Sirenas de la cual pocos navegantes habían podido escapar, entre ellos Ulises tras amarrarse al mástil de su propia embarcación.
Allí fue donde llegaron, una isla llena de huesos humanos pero sin ninguna criatura. Al mirar con mayor atención, divisaron tres figuras allí, mirando al horizonte. Se trataba de Apolo, Ares y Zeus, los cuales parecían ser los únicos en la isla. Más tarde, pudieron darse cuenta de quiénes estaban allí. Eris y Eros, arrastrados por la misma fuerza hasta ese extraño lugar.
Hasta ese momento no habían notado los fuertes truenos que caían en la isla, rompiendo la paz del viento con su golpe y aturdiendo aquel dulce canto que los había llevado hasta allí. Del paraíso al infierno y era preferible morir despedazado en las fauces de cerbero una y otra vez....
Una figura aparece al final, la gran madre de todos... En la distancia se veía su llamado, mas allá de una columna de oscuridad y ojos brillantes en medio de las tinieblas.
Todo parecía perdido, el suelo se volvía cada vez más oscuro bajo sus pies y una figura sombría con ojos de fuego mucho más grande y aterrador que el mismísimo kraken se levantaba y se tornaba cada vez mas imponente, la oscuridad se había percatado de su presencia y ahora se acercaba... El poder de tantos dioses juntos no era de ignorar.
Bienvenidos. Saludó Apolo a los recién llegados. Esta es la isla de la que hemos hablado Zeus y yo. Podía verse la preocupación de Apolo en su voz. Desconocemos la finalidad, pero creo que eso es deliberado. Señaló hacia la oscuridad. Creo que alguien quiere acabar con todos nosotros de un plumazo.
Los miró, frunciendo el ceño. Sospecho de ambos, a decir verdad, y vuestra presencia aquí no cambia eso. ¿Sois vosotros los responsables? Preguntó, sin miramientos.
Después se dirigió a Zeus. Zeus, ¿qué mosca le ha picado a Afrodita? ¿Cuál es la razón de que se comporte de esa manera tan imprudente y aleatoria?
La isla de las sirenas...que sitio!!
Parecia sacada de las maldiciones de Hecate o surjida de una colera de algun dios muy enojado.
Mi mente volvio a mi como una barca llega a tierra firme.Esa playa..la rena llena de guijarros y el ambiente a muerte.
Sabia prefectamente donde estaba.Todos sabiamos de esa isla.Era la isla de los olvidados.Alli iban a morir los que se perdian en las brumas de la eternidad mientras navegaban...y tambien aquellos de los que nadie queria hablar.Una isla de muerte.
Esa orilla, por mucho que estuvieran mis hermanos y padre alli..me parecia , sin embargo, de lo mas hostil.El peligro andaba por alli como una fiera al acecho dispuesta a devorar al primero que se alejara mucho.
-Apolo!!Que hacemos aqui?¿Quien nos ha traido?-Digo preocupada.-¿Padre..que proposito tiene que estemos aqui? ¿Acaso somos lo unicos no titanes?¿Es este sitio el unico refugio donde los titanes no llegan?
Pregunto mientras miro a los demas...
Luego miro tambien a Ares..-Hermano?Tu presencia aqui me reconforta...no creo que nadie nos haga daño mientras estes aqui..sin embargo...que papel tenemos en estas arenas?
A pesar de que Apolo les daba la bienvenida, e indicando que desconocíamos el propósito de nuestra llegada a este funesto lugar. Desconocía las respuestas que pedía Eris, aunque ya habían sido resueltas en la bienvenida. No le dio demasiada importancia a esto, desde el principio la diosa de la discordia parecía tan confundida que no captaba nada de lo que sucedía a su alrededor. Luego respondió a Apolo.
- No olvides que Afrodita es una traidora, y su voluntad no está completamente sometida a la mía. Puede pensar por si misma si es que no le doy instrucciones específicas, y está aprovechando esos espacios para desviar la atención sobre el atacante de Ares.
Volteándose hacía el dios de la guerra, le ofreció explicaciones.- Conozco la identidad de tu atacante, mas ten la seguridad de que tu muerte fue un error. Quién apunto su venganza contra ti no es un titán, así que olvida tus rencores. Nuestra pelea es por el Olimpo, no por rencores personales.
Los dioses seguían mirando incautos la sombra que aparecía allí y los terribles ojos cuando la oscuridad siguió extendiéndose hacia los dioses, tomando una extraña forma, crepitando frente a sus ojos hasta que comenzaron a moverse hacia los dioses a una gran velocidad y quedarse al alcance de sus brazos. Las formas de todos tomaron la misma forma del dios que tenían al frente pero con un hálito oscuro y amenazante, una versión perversa de sí mismos, eso era lo que tenían frente a sí, mientras la oscuridad seguía consumiendo la isla.
Zeus Ares Eris
Eros Apolo
Observó a los dos nuevos dioses que llegaron a aquel lugar, sonrió al ver a Eris, por la cuál como era obvio sentía una especial inclinación. De reojo observó a sus compañeros, aún no entendía de forma completa el significado de ese lugar, no sabía que era ni quien les había llevado allí, pero sentía una sensación positiva al ver que iba llegando cada vez más gente.
- Yo tampoco tengo claro que es este sitio Eris, pero el hecho cierto es que por algún motivo somos separados de poco en poco y algunos venimos aquí. - Amagó con decir algo más, pero tampoco estaba seguro, por lo que mantuvo el silencio y únicamente se pudo ver una sonrisa bajo su casco cuando Eris se alegró de verle. Pero no dijo más hasta que Zeus habló con él. Recibió la información de su padre en silencio, le escuchó meditando sus palabras y finalmente habló. - Quiero saber el nombre de quien intentó acabar conmigo, lo merezco. Mi prioridad seguirán siendo los titanes, pero quiero y debo saberlo. -
Hubiera seguido ahondando en el tema, cuando las sombras comenzaron a tomar forma, una forma que le disgustaba. No sabía que ocurría, pero tenía claro que no era bueno. Adelantó su posición frente a la de sus compañeros y dijo - detrás mía, esto no parece que se vaya a resolver de forma pacífica. - y con la previsión de quien ha librado más guerras que nadie adoptó una posición de guardia, atento a lo que aquellas sombras, que habían tomado una versión oscura de sus apariencias, hicieran.
Enemigos se alzaban delante nuestra.Bien podian ser malas copias nuestras o nuestros lados oscuros..daba igual.El caso era que parecian amenazadoras.
El propio Ares hizo lo que mejor sabia: ponerse en guardia para una batalla si fuera necesario.Pero yo tampoco me quedaria atras.Yo tambien era la diosa de las batallas.
Los mortales pedian a Ares que luchara a su lado para ganar la batalla..a mi me rezaban para que les infundiera valor y furia para vencerla.Lo que pocos sabian era que yo , muchas veces, en medio de la propia batalla intervenia...susurraba palabras que enfurecian al mas timido para atacar al mas grande.Pero tambien poseia esos debiles cuerpos para luchar y matar algunos que no se merecian ni mi mirada.
Asi que me puse al lado de Ares, un paso por detras, pero presta para luchar.
-Hermano..sera peligroso...pero si muero en estas arenas...que sea dandoles una buena leccion!!!-Digo alzando la mano presta para atacar al primero que se acerque.
^^
Meighan Desmond...Discordia en "Los viajes de Hercules" y "Xena" :P
Cansado, respondió a su hijo.- A su debido tiempo, Ares. Más importante. He ideado un plan de contingencia en caso de que Iris vuelva a la vida. Si confían en mi, voten por ella.
Apenas terminó sus palabras, de la oscuridad emergieron sombras que rapidamente se dirigieron hacía los dioses, tomando la forma de los allí presentes. Ante la amenaza, Zeus avanzó igual que los belicosos dioses, invocando desde su mano el rayo, listo para pelear.
Antes de terminar de reaccionar al sitio al que habíamos llegado, solo veo que la tierra está oscura y una gran bruma negra cubre todo, es algo aterrador . Recibo con una leve sonrisa la bienvenida del hermoso Apolo.
Me apresto a responder-Gracias por la bienvenida apolo, en estos momentos todos somos sospechosos. Solo que de unos se desconfía mas que de otros...
Tras escuchar las palabras de los demás dioses, veo como llega frente a mi una figura, casi sin que alcanzara a percibirla... se ve agresiva y cada uno está frente a una especie de dios oscuro que lo representan así mismo.
Ante una faceta (hasta este embrollo de cronos) desconocida, me alisto para un posible combate...por el momento, creo que tenemos un asunto mas urgente...
imagen épica XD
El suave canto de una sirena invadió sus oídos cuando el tiempo se detuvo y solo pudieron sentir cómo los absorbía lentamente en un hechizo que los obligaba a seguirlo. Sus consciencias viajaron por entre el espacio y el tiempo y cuando menos lo pensaron, allí estaba. La isla de las Sirenas de la cual pocos navegantes habían podido escapar, entre ellos Ulises tras amarrarse al mástil de su propia embarcación.
Allí fue donde llegaron, una isla llena de huesos humanos pero sin ninguna criatura. Al mirar con mayor atención, divisaron cinco figuras allí, mirando al horizonte. Se trataba de Apolo, Ares, Eris, Eros y Zeus, los cuales parecían ser los únicos en la isla. Más tarde, pudieron darse cuenta de quiénes estaban allí. Hera, arrastrada por la misma fuerza hasta ese extraño lugar. La segunda figura parecía desvanecerse antes de que pudieran distinguirla.
Hasta ese momento no habías notado los fuertes truenos que caían en la isla, rompiendo la paz del viento con su golpe y aturdiendo aquel dulce canto que los había llevado hasta allí. Del paraíso al infierno y era preferible morir despedazado en las fauces de cerbero una y otra vez....
Una figura aparece al final, la gran madre de todos... En la distancia se veía su llamado, mas allá de una columna de oscuridad y ojos brillantes en medio de las tinieblas.
Todo parecía perdido, el suelo se volvía cada vez más oscuro bajo sus pies y una figura sombría con ojos de fuego mucho más grande y aterrador que el mismísimo kraken se levantaba y se tornaba cada vez mas imponente, la oscuridad se había percatado de su presencia y ahora se acercaba... El poder de tantos dioses juntos no era de ignorar.
Los dioses seguían mirando incautos la sombra que aparecía allí y los terribles ojos cuando la oscuridad siguió extendiéndose hacia los dioses, tomando una extraña forma, crepitando frente a sus ojos hasta que comenzaron a moverse hacia los dioses a una gran velocidad y quedarse al alcance de sus brazos. Las formas de todos tomaron la misma forma del dios que tenían al frente pero con un hálito oscuro y amenazante, una versión perversa de sí mismos, eso era lo que tenían frente a sí, mientras la oscuridad seguía consumiendo la isla.
Zeus Ares Eris
Eros Apolo
La llegada de Hera tampoco pasaba desapercibida para la oscuridad, la cual se arrastró quedando a menos de un metro de distancia de la diosa del Olimpo y tomando una forma igualmente oscura de su brillante ser.
Hera
El suave canto de una sirena invadió sus oídos cuando el tiempo se detuvo y solo pudieron sentir cómo los absorbía lentamente en un hechizo que los obligaba a seguirlo. Sus consciencias viajaron por entre el espacio y el tiempo y cuando menos lo pensaron, allí estaba. La isla de las Sirenas de la cual pocos navegantes habían podido escapar, entre ellos Ulises tras amarrarse al mástil de su propia embarcación.
Allí fue donde llegaron, una isla llena de huesos humanos pero sin ninguna criatura. Al mirar con mayor atención, divisaron cinco figuras allí, mirando al horizonte. Se trataba de Apolo, Ares, Eris, Eros y Zeus, los cuales parecían ser los únicos en la isla. Más tarde, pudieron darse cuenta de quiénes estaban allí. Hades, arrastrado por la misma fuerza hasta ese extraño lugar.
Hasta ese momento no habías notado los fuertes truenos que caían en la isla, rompiendo la paz del viento con su golpe y aturdiendo aquel dulce canto que los había llevado hasta allí. Del paraíso al infierno y era preferible morir despedazado en las fauces de cerbero una y otra vez....
Una figura aparece al final, la gran madre de todos... En la distancia se veía su llamado, mas allá de una columna de oscuridad y ojos brillantes en medio de las tinieblas.
Todo parecía perdido, el suelo se volvía cada vez más oscuro bajo sus pies y una figura sombría con ojos de fuego mucho más grande y aterrador que el mismísimo kraken se levantaba y se tornaba cada vez mas imponente, la oscuridad se había percatado de su presencia y ahora se acercaba... El poder de tantos dioses juntos no era de ignorar.
Los dioses seguían mirando incautos la sombra que aparecía allí y los terribles ojos cuando la oscuridad siguió extendiéndose hacia los dioses, tomando una extraña forma, crepitando frente a sus ojos hasta que comenzaron a moverse hacia los dioses a una gran velocidad y quedarse al alcance de sus brazos. Las formas de todos tomaron la misma forma del dios que tenían al frente pero con un hálito oscuro y amenazante, una versión perversa de sí mismos, eso era lo que tenían frente a sí, mientras la oscuridad seguía consumiendo la isla.
Zeus Ares Eris
Eros Apolo
La llegada de Hera tampoco pasaba desapercibida para la oscuridad, la cual se arrastró quedando a menos de un metro de distancia de la diosa del Olimpo y tomando una forma igualmente oscura de su brillante ser.
Hera
La figura de Hades parecía llegar a ese lugar, como si retomara un camino que había abandonado y al llegar a la isla, pudieron ver cómo, al ser revivida, Atenea regresó a ese lugar.
La atemorizante sombra extendió sus fauces hacia ellos, convocando a solo un metro suyo una figura de sombra que, segundos después, tomaría una forma similar a ambos dioses, aunque parecían ser seres malvados y escalofriantes, listos para atacar en cualquier momento.
Hades Atenea
Mientras las sombras o lo que quiera que eso fuera se ven cada vez más amenazantes, al fondo, justo en el núcleo de la oscuridad, se ve emerger una tenue luz, que cada vez se hace más incandescente. Y como una exhalación explosiva, la diosa madre asciende y su resplandor es tan sublime que, tan ágiles como aparecieron, fueron absorbidas aquellas presencias que osaban confrontaros...