A medida que avanzaba la conversación y el día, cada vez pasaban cosas menos interesantes, aunque seguían habiendo presentaciones bizarras, como la de Eros Caros. Sin embargo, la intervención de Kaede Shinohara le dejó perplejo.
Espero que hayas preparado el testamento también, porque lo que acabas de decir te ha dejado con el culo al aire. - admitió, con los ojos bien abiertos, aún incrédulo por lo que acaba de escuchar. - Si yo fuera demonio, la primera persona a por la que iría sería tú sin duda alguna, porque nos podrías exponer delante de todos.
Ahora bien, si vamos un paso allá y los demonios cuentan con algo así como "El demonio del Control" y te obligan a trabajar para ellos, también es una gran ventaja para ellos, porque si la gente decide creerte y estás trabajando para los demonios, podrías cargarte también a quien quisieras por el día, cuando toque elegir a quien entregamos al Motosierra. - Suspiró y se rascó la parte trasera de la cabeza. - Esto es como una partida de póker, no hacía falta jugar con las cartas descubiertas.
La miró directamente y mostró una ligera sonrisa. - Aunque puede que te hayas marcado el farol de tu vida y si alguien va a por ti durante la noche, tengas un pacto que te permita acabar con esa persona, lo cual sería una jugada increíble. Sea lo que sea, mis ojos van a estar bien puestos en ti si llego a mañana.
-¡Tienes razón! Yo he pensado lo mismo que tú cuando has empezado a hablar, pero ni por asomo se me hubiera ocurrido tanto retorcimiento en lo que has añadido después... Ya veo que va a haber que tener cuidado: Hasta la acción más arriesgada va a poder resultar un salto calculado que nos haga caer en una traición. Al fin y al cabo, nos estamos enfrentando a demonios ¿no?
Después Aiko pone una sonrisa cándida y se vuelve a dirigir a Arita:
Te agradezco que nos hayas hecho abrir los ojos. Al menos conmigo, lo has conseguido.
Kazuo escucha atentamente las palabras de Kaede Shinohara, y aunque mantiene su expresión serena, internamente está evaluando el impacto de lo que acaba de ocurrir. La declaración de Kaede ha dejado muchas más preguntas que respuestas, y el peligro que ahora corre es innegable. Mientras Arita expresa su incredulidad y analiza la situación, Kazuo decide intervenir, con su tono más serio que antes.
-Arita tiene razón
Dice Kazuo, su voz baja pero firme.
-Lo que acabas de hacer, Kaede, te convierte en un objetivo. Si lo que dices es verdad, los demonios no van a dudar en ir por ti esta noche. Has revelado demasiado, y eso te pone en el centro del tablero.
Hace una pausa, observando la reacción de Kaede y del resto del grupo, y luego continúa.
-Lo que me preocupa no es solo que te conviertas en un blanco, sino que también introduces un nuevo nivel de desconfianza. Si realmente tienes ese poder para ver la verdadera naturaleza de las personas, cualquiera de nosotros podría sentirse amenazado. Incluso si no eres un demonio, los demás podrían considerarte peligrosa, simplemente por lo que puedes hacer.
Kazuo entrecierra los ojos, evaluando la situación con calma.
-Mi consejo es simple: no reveles más. Lo que has dicho hasta ahora ya es suficiente para ponerte en peligro. Ahora lo que queda es observar y esperar. Si sobrevives a esta noche, sabremos más sobre la veracidad de tus palabras. Pero si alguien te ataca, esa será la confirmación de que lo que dices es verdad... o de que, de algún modo, estás alineada con las fuerzas que estamos tratando de detener.
Kazuo se aleja ligeramente, dejando que sus palabras se asienten en el grupo, sabiendo que la situación se ha vuelto mucho más tensa y complicada con esta nueva revelación.
Abrió ligeramente los ojos la escuchar a la ultima persona que se presento, para luego recuperar la compostura y hablar.
-Bueno, tal vez pueda ser fácil de saber si a dicho la verdad o es un farol, si va a ser objetivo, sencillamente abría que protegerla a ella, mientras hace... su magia, así cuando desvele la verdad de alguno de nosotros y este la corrobore, entonces sabremos si es verdad lo que dice. -Se encogió de hombros.
-Aunque no se si es sensato cerciorarse de que diga realmente la verdad.
Kazuo escucha la propuesta con atención, manteniendo su expresión seria mientras analiza las implicaciones. Después de un breve silencio, decide hablar, su voz calmada pero con una clara advertencia en el tono.
-Entiendo lo que propones
Dice Kazuo, observando con cuidado a quien sugirió la idea de proteger a Kaede.
-Pero protegerla solo para confirmar si dice la verdad puede tener consecuencias peligrosas. Si de verdad tiene esa habilidad y los demonios lo saben, cualquier esfuerzo por protegerla la convertirá en un objetivo aún más grande. Podríamos exponer a quienes intenten protegerla también.
Kazuo cruza los brazos y continúa, mirando al grupo con atención.
-No digo que no sea una opción. Si lo que dice es cierto y logra desvelar la verdadera naturaleza de alguien, entonces sí, tendríamos una herramienta valiosa para descubrir quiénes son los demonios entre nosotros. Pero eso también depende de cómo jueguen los demonios esta noche. Podrían intentar eliminarla antes de que haga algo, o simplemente dejar que la duda nos consuma.
Hace una pausa, su mirada fija en Kaede.
-La otra cuestión es si realmente deberíamos confiar en sus resultados. Si alguien corrobora lo que Kaede dice, eso podría ayudarnos a confirmar su veracidad... o también podría ser una jugada bien planeada por los demonios para sembrar más desconfianza entre nosotros.
Kazuo vuelve a cruzar los brazos y se recuesta contra la pared, mirando al grupo con una expresión reflexiva.
-Debemos decidir si arriesgarnos a protegerla vale la pena, o si mantenernos cautelosos y observar es la mejor estrategia. Si vamos a actuar, debemos estar seguros de lo que hacemos, porque cualquier error en este punto podría ser fatal.
Mire a la chica sorprendida. ¿Estaba loca? Que acaba de hacer. Se ha puesto un blanco en la frente.
EStoy con los demás. No debiste arriesgarte y decir tanto. Si lo que dices, es verdad los demonios irán a por ti. Ya que es una habilidad peligrosa. Aunque también puede ser una estratagema para que vayan a por ella. Puede estar atrayendolos con esto, pero quiza lo de protegerla si alguien puede es buena idea, así ya lo sabríamos si van a por ella. Y si es cierto habría más posibilidades de confirmar gente. Lo que está claro es que está noche te has llevado casi el 95% de las papeletas.
La seguridad publica necesitaba saber quienes era quien. Mi santo santuario había molestado una vez más, para ir al servicio. Un hombre con una ropas negras, una cruz en el cuello, una gran altura para un Japones, se hizo presente.
"El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré? El Señor es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?" Soy el Sarcedote Damian Ravenwood, un gusto.
Saco una caja de cigarros, saco una de ellas y procedo sacar un cigarro, este cigarro estaba algo arrugado, pero no le doy importancia, luego procedo sacar un fosforo, el cual procedo a prenderle fuego, para así disfrutar de mi cigarro. Le doy un gran soplo, lo mantengo y lo saco.
La jefa Makina nunca sabe cual limite moral es usar niños como carne de cañon, bueno, como sea, ya estamos aquí hermanos, espero poder luchar bien a su lado.
Las celdas vacías poco a poco se iban llenando con las personas que sentían como el cansancio acumulado iba ganando la batalla al estado de alerta y alarma que sentían por todo lo que implicaba estar ahí encerrados como la presencia de Demonios sedientos de sangre.