Si recuerdas, había preparado mis labios para dar besos envenenados ^^
Esperaré a que lo acepten o decidan hacerte la cobra.
-Cercenado mas bien. -Quiso corregir las palabras de William para interrumpir ese momento tan incomodo.
Richi que estaba impoluto porque no participo en el asesinato del Somelier evito todo contacto de la mujer.
-¡Eh! De besos de la muerte nada. -Dijo apartándose de ella y de paso haciendo una bonita referencia a los Simpson. -Yo no soy de esos lo siento. Prefiero los bigotes poblados. -Dio otro paso atrás. -Ahora... podemos ir al grano. Jorge la bola, vamos a ver si podemos salir de aquí sin mas dificultades.
Quiero apartarme de ese beso de la muerte. Y por si acaso, como siempre estoy en ALERTA creo que tengo derecho a esquivar ese húmedo beso que no viene al caso.
El real agradecimiento de Alice le conmovió hasta el punto de llegar a caérsele un lar de lágrimas. Probablemente fuera la última vez que una mujer le mirase... En general... No había tenido ocasión de mirar su reflejo, tenía pavor, auténtico pavor. Su cara aún dolía algo por los químicos del laboratorio. E imaginaba lo que se podría encontrar. Abrazó a Alice y sacó la última esfera. La depositó suavemente sin saber exactamente el qué.
Aquí va la bola... Me siento realmente cansado... Pero está tan cerca que no puedo parar ya.
William se quedó perplejo y aturdido durante el beso y tras él, mirando a Alice con una expresión de sorpresa. Una ligera felicidad mezclada de tristeza impregnaron su rostro a la vez que un gesto de gratitud salía en pos de alcanzar a la mujer del barón. Una sola lágrima salió de sus ojos manchados por sudor y sangre, pasándose una manga de su camiseta raída para secarse una gota ahora carmesí brillante. Tragó saliva y observó la escena, esperando impaciente lo que les depararía el futuro, no sin antes decir unas palabras.
- Quizás no fue un error venir... quizás yo tenía que venir para... ayudaros a derrotar al mal mayor... - apretó fuertemente su mano derecha en forma de puño y la alzó hasta su estómago observándolo con ese rostro ahora curtido tras la batalla para luego desviar su rostro al de sus compañeros - Por lo que yo no me arrepiento de venir. Me duele que hayamos perdido a tanta buena gente por el camino. - cerró los ojos despacio, relajando a su vez su mano derecha - Pero ahora podrán descansar en paz estén donde estén... - suspìró volviendo a abrir los ojos en dirección a sus compañeros.
No te duela. La mejor forma de asegurar salir de aquí es asegurarse que ninguno de los que hemos llegado supone una amenaza para los que quedemos.
Cogió la esfera que le ofrecía Maynard y la colocó en su sitio.
Y ahora vamos. - dijo sonriéndole a Richi pese a su rechazo (o precisamente por él)
Una vez que la última bola fuera colocada, con un ligero "click" la única puerta que faltaba por ser desbloqueada en el Gran Salón se abrió lentamente para dejar ver un corto pasillo que daba tanto a una pequeña sala, como a una enorme estancia plagada de libros.
Al fin habían logrado llegar a la recta final de aquel viaje. Tan solo les quedaba la última barrera por ser derribada.
Motivo: Veneno William
Tirada: 1d6
Resultado: 6
Motivo: Veneno Maynard
Tirada: 1d3
Resultado: 1(+6)=7
Motivo: Efectos William
Tirada: 1d4
Resultado: 2(+2)=4
Motivo: Efectos Maynard
Tirada: 1d4
Resultado: 1(+3)=4
Los Efectos del Envenenamiento en William aparecen en el Turno 4.
William Resiste: 6 Turnos
Los Efectos del Envenenamiento en Maynard aparecen en el Turno 4.
Maynard: Resiste 7 Turnos
Cuando la puerta se abre, entro por ella hacia la nueva estancia.
Biblioteca o Sala de Registros?
Al poco de avanzar por el pasillo giro en dirección a la habitación pequeña.
Alice Backwell se adelanta al resto de los invitados en aquellas nuevas estancias.
William sigue los pasos de Alice.
Era mucho esperar... Que la puerta de la mansión se abriera tan pronto... Pero joder, ya debe quedar menos. Debe quedar menos gimio al tiempo que seguía al resto.
-Vaaaamos haya. -Dijo torciéndose ligeramente con los brazos extendidos a la altura de la cintura y las palmas de las manos hacia arriba. Mientras dejaba que Jorge fuera el penúltimo en entrar, antes que lo hiciera el en ultimo lugar, siguiendo al resto.
Seguiendo los pasos del resto.
Y así, los 3 hombres siguieron a la mujer.