Partida Rol por web

La habitación solo tenía una puerta, la que daba al Gran Salón; por lo demás más que una sala de música parecía un pequeño almacén de diversos instrumentos musicales; algunos perfectamente ordenados y colocados mientras que otros parecían puestos en mitad de la habitación de forma descuidada.

De todos aquellos objetos los que más destacaban eran: un piano de madera, un atril con partitura, diversas arpas de distintos tamaños, un acordeón raído en el suelo, dos guitarras españolas, un violonchelo, un xilófono, un banjo, un trombón, una bandurria, una balalaika e incluso había un increíble "Hurdy Gurdy". Incluso había un didgeridoo colgado en la pared.

Por otro lado, dentro de diversas vitrinas y armarios, los cuales podían abrirse sin problemas, se encontraban más instrumentos musicales, aunque de un tamaño algo menor y por lo que parecía, un mayor valor; desde arpas de mano, hasta violines, flautas, flautines, flautas de caña, clarinetes, e incluso había una trompeta y un saxofón.

En un pequeño cofre, había diversos tipos de repuestos para todos aquellos instrumentos, desde boquillas, hasta teclas del piano, desde cuerdas de la guitarra, al arpa. Absolutamente cualquier recambio que pudiera necesitarse.

Me acerco a observar las partituras.

Las partituras en el atril estaban en blanco.

Gérard recordó lo que precisaba el piano del invernadero y acercándose al baúl, buscó cuerdas para el piano que pudiesen ser de utilidad. Después miró con detenimiento las vitrinas y los armarios por si hubiese algo que a primera vista no hubiese detectado.

Alice se dedicó a caminar probando todos los instrumentos de cuerda expuestos con un rasgueo buscando puzzles que no parecían querer salir.

Que decepción de sala. Ni siquiera un fonógrafo para sustituir al que rompieron las rameras.

Gérard se encogió de hombros, tampoco tenía claro que buscaban en concreto. Confiaba que al menos las cuerdas del piano fuesen lo que buscaban, tampoco lo sabía con total seguridad.

- Hay que reconocer que el barón tenía todo tipo de instrumentos y algunos, si hiciésemos una subasta, se venderían por precios desorbitados. Pero temo que no es eso lo que buscamos,...he recogido unas cuerdas para el piano del invernadero y los accesorios para colocarlas. No soy un luthier pero creo que podría hacer un buen trabajo. ¿Será eso lo que nos hacía falta?

- Por otro lado, tengo nuevas noticias de las que informarte, querida. La sala de trastos, como bien dice su nombre, está llena de objetos y si uno se afana en buscar se pueden encontrar cosas interesantes...en la sacristía logré desbloquear otro puzzle, ya tengo una segunda rueda del tractor del taller mecánico, espero que me acompañe más tarde, o que en su defecto, me deje la llave. Y en la capilla...un nuevo muerto, nadie de los invitados del primer día que al menos yo reconociera. Por su poca indumentaria y manchas verdes y un sombrero...apostaría a que pueda ser el jardinero de la nota. Allí encontré a Maynard, Gustavo Montoya y Luis Montoya...desbloqueando los puzzles que allí había. Al parecer Maynard perdió dos dedos en uno de los puzzles.

Gérard Mercier encontró los hilos para el piano que andaba buscando.

Por otro lado; no observó nada de especial relevancia en ninguno de los instrumentos perfectamente guardados. Todos parecían antiguos y todos estaban en buen estado, quizás si Gérard se fijara en algún aspecto en particular, pudiera encontrar alguna diferencia entre ellos más allá de que son instrumentos.

Gérard los sostuvo los instrumentos en sus manos para ver si alguno difería de lo habitual en peso, tamaño, quizá alguna marca o algún sonido que le hiciese pensar que había algo el en interior... También miró con detenimiento las arpas que allí habían, las hizo sonar para comprobar si había alguna nota desafinada o si asi alguna de ellas estaba más desgastada que el resto. Básicamente, observar alguna diferencia plausible. También le pareció extraño ver qué prácticamente todos los instrumentos estaban cuidados salvo el acordeón raído, por lo que le echó un buen ojo.

Dentro del Acordeón Raído, Gérard encuentra una Bola de Cerámica, similar a las que se habían encontrado antes.

¡WoW, bola guardada en mi inventario! Ya ha valido la pena venir aquí, jaja.

Gérard miró a Alice y quiso saber que había descubierto ella por su lado el tiempo que no estuvieron juntos.

- ¿Qué descubriste tú? ¿Se sabe algo de las arpías? Vi que Renfri estaba con Smith cuando la vi en el salón...parece que al policía le importaba un pimiento que Renfri empujara al árabe. ¿Quién consideras que puede ser asesino? Estaría bien compartir nuestros puntos de vista, si quieres, claro.

La verdad que estuve descansando primero y esperando tu llegada después. No he estado tan ocupada como tú. Eso sí, desconfío totalmente del policía. Todo parece indicar que tiene que ver con este turbio asunto. Al parecer, antes de que la pareja de rameras destruyese el fonógrafo, el doctor y Renfri pudieron escuchar una grabación en la que el policía y mi marido conspiraban para organizar este turbio juego del gato y el ratón. Iniciativa del policía, según dijeron ambos

No podía negarlo que el policia le parecía ya anteriormente sospechoso pero las palabras de Alice todavía le convencieron más.

- La verdad es que no me fío para nada del policía pero ya veremos. De momento salgamos de aquí, no? Podríamos ir al taller mecánico y colocar la rueda del tractor, es un peso muerto que llevo encima. Por cierto, Maynard es el que tiene el alargador...necesitamos reunirnos con él para acceder al dispensario.

Aqui no hacemos nada. En efecto. Te sigo

Gérard asintió y ambos fueron en dirección al taller mecánico. Alice se encargaría de abrir la puerta con la llave.

Y ambos fueron hacia allá.