Partida Rol por web

Ivhone volvió a dirigir sus ojos de color avellana hacia Yormund y negó con la cabeza. ¿Necesitaba su chaqueta? Podía ser, ya que sin darse cuenta había empezado a temblar de nuevo. Pero era demasiado orgullosa y no quería deberle nada...

- Quédatela... - Le dijo y sus labios formaron una mueca. Las cosas parecían estar desmadrándose a su alrededor. Las palabras iban y venían y parecía que ahora todas las miradas estaban posadas en Alice. Pero... ¿Y si más adelante había alguna prueba que le indicara que Yormund era un traidor...? Volvería a votarle y no quería volver a escuchar sus palabras recriminatorias. 

Alice continuaba defendiéndose, pero tal y como remarcaba Eko, sus palabras hacían aguas. Si decía la verdad estaba demostrando que era una cobarde y una traidora, apuñalando a la verdadera muchacha para arrancarle el corazón y así ocupar su cuerpo. Y si mentía... - Es absurdo... - Murmuró mientras estiraba una mano, acariciando la tela de araña que pendía del ventanal. 

Se volvió a mirar a Tetsuo y enarcó una de sus perfiladas cejas. Liam era un capullo y encima ahora estaba haciendo el ridículo. Pero... ¿Ser un traidor...? No creía que tuviera suficientes agallas como para serlo. - ¿No te das cuenta de que toda la fuerza se le va por la boca...? - Le preguntó al oriental, refiriéndose al chico de los tatuajes. - Liam no es más que un prepotente gilipollas que no sabe mantener esa bocaza cerrada. No creo que tenga cojones como para cometer esos crímenes... - Un escalofrío recorrió su cuerpo y éste lo abrazó con ambas manos. - Deberías dejar de beber, estás haciendo el ridículo... - Le dijo, volviéndose hacia el aludido. 

- Esta vez sí que pienso como Eko... - Al decir estas palabras, sus mejillas marmóreas adquirieron un suave rubor. - No sé si Alice es una de las causantes de lo que está ocurriendo, pero quizás, bajo mi punto de vista, es la que más números tiene... Ha confesado haber matado a una inocente por salvar su vida... -Sus ojos se abrieron como platos al escuchar el apelativo que utilizó Zyllah... - ¿Follacabras...? - Preguntó intrigada... Aunque una sonrisa había empezado a bailar en sus labios. Desconocía el origen de aquel mote, pero en aquel momento de tensión, le pareció divertido...

Tras la nueva intervención de Alice y las palabras de Tetsuo y Marceline, Eko permaneció unos segundos callado. Finalmente, con un suspiro y tras cruzar una última mirada con Zylalh, volvió a dirigirse a la que supuestamente era la antigua Guardiana.

- Está bien. - Le dijo en tono severo, agarrándose la muñeca. - Renuncia a ser la Guardiana. Tú misma acabas de reconocer que no lo has hecho bien, y realmente ni siquiera quieres ese destino. Morir por los demás te pega tanto como a mí. - Reconoció - Creo que tú misma te estás buscando la muerte, pero renuncia a serlo aquí y ahora, delante de todos, y no tendrás más votos por mi parte que los que merezcas por el bando que hayas escogido.

Arqueo una ceja al escuchar a Ivhone. Primero defendió a Poron, ahora a Liam.-Me doy cuenta... es por eso que sería una buena tapadera, nadie creería rógico que ro fuera... pero me llama ra atención que ro defiendas soro basándote en que ra mayaría de ro que dice son insurtos, más cuando no te creías der todo ra traición de Poron hace argunas horas.- Sonrió de lado, antes de volver a mirar a Liam.

Suspiro, cansado. A esta gente parece gustarle mucho discutir, y seguir tres discusiones de forma paralela era bastante tedioso. - A ver... No sé si Alice miente o dice la verdad sobre su papel en toda esta historia, pero, ¿no se supone que varios de vosotros sabéis lo que pasó aquí? Es más... Andrew -miro al chico- o he entendido mal o una parte de ti estuvo aquí en la anterior batalla... ¿No hay nada que sólo la auténtica Elizabeth pueda saber? De esa forma, quizás se aclarara algo sobre si la chica pelirrosa dice la verdad o si miente más que habla.

Me vuelvo a girar hacia Alice. - No te ofendas, chica, soy el primero que lleva sospechando de ti desde que has sido tan rara conmigo pese a que fui de los pocos que me agaché a ayudarte cuando despertaste herida. Todo pinta a que estás de parte de las personas que nos han metido aquí. Pese a todo, no quiero votarte salvo que tenga certeza de que eres una de ellas, así que creo que este chico puede ayudarnos a aclarar si es así o no. Aunque sí que hay algo que me gustaría que respondieras... ¿Por qué jugaste esta baza justo ahora? No habrá votaciones hasta mañana, y, como tú dices, de ser verdad, te estás exponiendo ante los asesinos. Lamento decirte que, guardiana o no, como estratega dejas mucho que desear...

Estaba cabreadísimo, no podía pensar con la cabeza, tampoco es que lo soliera hacer con regularidad pero esta vez me era imposible. Todo esto era un conjunto de despropósitos desencadenados por a saber quién y porqué. El asiático se dirigió a mí, y con lo alterado que estaba no me era muy difícil hacerme saltar así que me dispuse repartir un poco de mi "encanto" a quien hiciera falta.

- Tienes mala memoria por lo visto,  pero da igual, me importa una mierda, si vas a votarme, hazlo, ya sea mañana, pasado, al otro cuando te apetezca. Te espero, a ti y a quien sea. – Le grité provocándolo para que lo hiciera, no tenía ningún miedo, era consciente que yo podía ser víctima tanto de la noche como de las votaciones, así que me daba igual cuando. - Si querías hacerme saltar, llegas tarde, ya estaba cabreado por si no te has dado cuenta. - Y otro comentario sarcasmo a mi larga lista. Necesitaba otro trago, y el estado de embriaguez era notorio.

- Y bien, ¿alguien más quiere un poco de mi encanto? – Escupí la pregunta al aire, sin duda estaba buscando pelea. – Tengo mucho que dar.

Escuché las palabras de Marceline, palabras enigmáticas, no llegaba a comprender a que se estaba refiriendo pero me hice una idea aún si mi cerebro trabajaba a toda velocidad. Conceptos nuevos que necesitaba asimilar. Pero la confusión no me lo quitaba nadie, tenía un caos en mi cabeza monumental.

- No hace falta. Hasta yo lo entendí, no se necesita ser muy avispado para hacerse una idea. -  Le dije con tono cortante a la morena, en mi estado era imposible ser diplomático y educado. -  Eres tan clara como siempre querida. Mejor no digas más, que ya has dicho bastante, no vaya ser que los que no deban se enteren. – Repartí un poco de mi tono sarcástico a ella también.

Y como no, la chica de la araña cuyo nombre ni consigo acordarme ni me interesa abre la boca.

¿Y a ti quién te manda meterte? ¿Eh? – Le pregunté de malas maneras, mientras me mantenía en pie como podía, porque la verdad es que me estaba costando con todo el alcohol que me estaba metiendo a destajo. – Lo dices como si hubieras descubierto algo interesante. – Bebí de la petaca de la cual no debía quedar mucho. – Tienes suerte de ser una mujer Eve. – Estaba siendo despectivo y rápidamente solté un “zorra” que podía llegar a sus oídos.

Tenía asimilado que caería tarde o temprano, aunque ignoraba el modo. Así que si tenía que enfrentarme a alguien, lo haría sin vacilar. No vine para hacerme amigos precisamente. Solo esperaba caer luchando, y mientras tanto, seguía vaciando la petaca trago a trago. El sueño pronto vendría a dominarnos nuevamente.

- No... No me la creía y ya pedí disculpas por ello. Pero eso no significa que tenga que creerme todo lo que decís... - La joven se volvió a mirar de nuevo a Tetsuo. Vio reflejado el sarcasmo en sus palabras y su ceja se enarcó. Iba a responderle algo más cuando el gilipollas de Liam la insultó. Se volvió a mirarle, lentamente...

- Encima tengo que darles la razón... Eres imbécil... - Le dijo e hizo un gesto con la cabeza hacia Shia. Ésta se deslizó por la tela de araña y llegó al suelo. Correteó hasta llegar a Liam y le mordió en la pierna... Al momento el joven pudo sentir como ésta se le adormecía mientras la Eve continuaba hablando. - Que sea la última vez que me llamas zorra... Yo no necesito ocultarme en la noche para acabar con la vida de nadie... - El Grovehn, aparte de la resaca que tendría, sentiría durante bastantes horas un molesto hormigueo en su pierna. Antes de que llegara a reaccionar, Shia volvió junto a Ivhone y empezó a trepar por su cuerpo, hasta guarecerse en su escote. 

Esta vez había “desaparecido” casi por completo, si no llega a ser por su cuerpo allí presente, podía haberse dicho que ella ni siquiera había estado en el lugar. Cómo una estatua, apoyada contra la fría pared había permanecido en silencio. Su barbilla estaba pegada al pecho, mientras sus largos cabellos rojos cubrían su rostro el cual, en ese instante no mostraba ningún signo de emoción, aparte del de la indiferencia y cansancio. En alguna ocasión levantó la mirada, paseándola por los presentes, pero la misma se volvía a ocultar silenciosa, sin dejar rastro de ella.

Las conversaciones que se habían formado, al igual que las situaciones pasaron por alto, de repente solo estaba ella y su mente. Suavemente sus manos se despegaron de aquel fino cuerpo, cayendo a los lados del cuerpo de ella, su mirada se levantó al tiempo que el cuerpo se despegaba de donde estaba acomodado, fue entonces que ella hizo su primer movimiento desde que había caído el “condenado”. Con paso tranquilo y lento, pasó por detrás de algunas columnas, alejándose de donde estaban los demás y sentándose en un pequeño saliente. Tenía las piernas cargadas de estar tanto tiempo en pie, aparte, el arma le destrozaba la espalda. Esa era la razón por la que tras sentarse, posó las hojas del arma sobre las piernas y las acarició, cómo si quisiera sacar más brillo aún en ellas.

Pronto llegaría el momento y esta vez, no la pillarían desprevenida. La anterior vez, se había visto sorprendida al despertar encima del pecho de Gabriel.

Durante la batalla no dejaba de darle vueltas a lo dicho por Megan y mi posible culpabilidad...

Por ser acertada en mis juicios, soy también objeto de dudas...y si voto sin ton ni son y sin justificación alguna también lo seria...lo que hay que ver

Tras la muerte de Poron, se desencadenaron nuevas discusiones, la posible culpabilidad de Ivhone y la supuesta Alice, que según ella exponía era Elisabeth, la antigua guardiana de los sellos. Las reacciones ante tal declaración no se hizo esperar y unos tras otras, preguntaban y daban por inválidos los argumentos que expuso la supuesta Elisabeth.

Las palabras de Zagam, eran ciertas...

- Realmente que expongas a estas alturas tu "identidad" resulta realmente sospechosa, creo que de una manera u otra, todos en algún momento hemos pensado que podrías ser culpable y es ahora cuando se ha ido cerrando el cerco de posibles culpables y podríamos de nuevo fijarnos en ti....saltas con que eres la antigua guardiana- dije mirandola- si es un intento para por confiar en ti, por mi parte...has hecho totalmente lo contrario chica- dije mientras depositaba mis flechas en mi carcaj-

Andrew escucha el odio de las palabras dirigidas contra Alice. Parece que se Elizabeth se ha ganado tantos amigos como en la anterior reunión. Pero no son esas las palabras que le sorprenden, sino las de Marceline. La mira con curiosidad antes de dirigirse a ella. 

Proporcionarme una muerte más? No sé porque dices eso, pero si matáis a Elizabeth no será porque yo os lo he pedido. Mentiría si dijera que lamentaría su muerte, desde luego, verla muerta al fin sería todo un descanso para mí, pero ella sola se ha ganado ese odio, mérito propio. Si desear la muerte de quien mató a Valfar y a mí por un poder es motivo de condena, adelante, soy todo vuestro.

Marceline sonrió ante las palabras de Azhariel.

Tampoco pediste la muerte de Verona, pero su relación contigo y con Valfar la llevaron a una muerte más allá del reino de la muerte. No es que me queje de la muerte de Seele, ya que como tal era una traidora, y su presencia allí podría explicar ciertas cosas... Pero aunque nuevamente esté aquí entre nosotros, Gabriel murió por haber cometido el "pecado capital" de mancillar el nombre de Valfar. Y no me digáis que fue por su actitud, porque por ejemplo yo a Liam lo veo aún muy vivo - dijo Marceline pegándole un vistazo al cuerpo de Liam, antes de devolver su mirada en Andrew/Azhariel - Y Elizabeth eligió su deber por la culpabilidad sobre lo que os hizo a ti y a Valfar. O mejor dicho. Porque no se pudo deshacer lo de Valfar. Eso terminó volviendo loca a Verona, y dejando una inepta a cargo del sello, y puede terminar pagando sus pecados con la muerte. Me pregunto cuantos aún quedan por sufrir debido a ti y/o por Valfar...

Me echo la chaqueta rechazada al hombro haciéndole pucheros a la viuda negra. Después escucho el resto de las conversaciones.

-¿Que Azhariel tenga muchas cruzadas personales viene al caso? Si después queréis ajustar cuentas los unos con los otros me parece perfecto, montaré una timba, con apuestas y furcias. De hecho, paso de la timba, las apuestas y vuestros problemas.-"Céntrate."- Bueno, a lo que iba, que si no aporta nada a deducir de que lado está cada uno, todo lo demás son cosas a resolver posteriormente. 

La historia para no dormir de Alice, había provocado diversas opniones que escuché en silencio, ya había dado mi parecer y no quería meterme más hasta que ella misma se dirigió a mi y tuve que contestarla.

-Perdona Alice, pero no me invento nada, tú misma has dicho que la mataste sin saber si era inocente o culpable y ocupaste su cuerpo para que no te cogieran. Para mi eso es cobarde, hubiera preferido permanecer en mi puesto y morir con dignidad, aunque sea una común semidemonio lo habría intentado porque ese era tu deber.- entonces hablé a los demás.

-Sigue sin demostrar nada, ¿tenemos que creer en su palabra sin más? Cómo sabemos que en realidad es Elisabeth, sólo es su palabra. Zagam tiene razón, aquí hay algunos que estuvieron en la otra ocasión y conocieron a la guardiana, la que tanta información exigía es quien ahora debería demostrar que lo que asegura es cierto. Mientras que no tenga pruebas, no me lo creo, hasta ahora todo lo que ha dicho ya lo habían contado antes Zyllah, Eko, Azhariel o Nil, no es nada nuevo. Además, huir de su puesto es tan grave como ser un traidor. Por lo que he entendido, la guardiana tiene un vinculo con el sello y debería haber notado que se debilitaba, pero no se enteró o no quiso enterarse. Sin duda volveré a votarla a no ser que algo cambie.

Me volví a sumir en el silencio meditando sobre el tema, mientras observaba a Liam hundirse cada vez más. El comentario que le hizo a Ivhone sobraba, sobre todo porque le había defendido, se empeñaba en convertirse en objetivo y no conseguía encontrar una explicación, era absurdo incluso si fuera un traidor. Me encogí de hombros, evidentemente la bofetada no había sido suficiente, tal con un buen mordisco... pero esta vez no me iba a meter, tal vez cuando se le pasara a borrachera.

A mi lado, Andrew contestó a un comentario de Marceline que a mi también me había extrañado, se el notaba enfadado pero, desde su enfrentamiento con Gabriel, se había controlado muy bien y no entendía a qué venía eso ahora, no me parecía justo que le culpara de la muerte de Seele ni de la locura de Verona. -No creo que seas un objetivo, tranquilo.- le dije colocando mi mano en su brazo, pasara lo que pasara no le iba a dejar sólo, simplemente por suposiciones.

Marceline miró a Yormund y se encogió de hombros.

Supongo que puedo darte la razón con esto. Mañana puede ser un día duro para las votaciones, esto ahora de momento... no tiene sentido.

Sonrió de lado al escuchar a Liam.- No es que yo tenga mara memoría, es que parece que estas entendiendo ro que te conviene... De todas formas, me parece curioso que trates evadir una discusión con arguien que te acusa de traidor, y sin embargo te esfuerzas por buscar perea con cuarquier otro... sobre todo arguien que te defiende. Y si ro pensamos con rógica, es una buena forma de ocurtar que no trabajan juntos. Ro siento, pero sospecho de ustedes dos.- Sonríe de lado, mirando a Liam como si hubiese descubierto algo.

Las pequeñas parecían haber estado este día más calladas, como expectantes a algo o a alguien.

Os miraban con sadismo en su miraba y susurraban cosas entre ellas para terminar en una risa conjunta. Era como el preludio de algo que estaba por ocurrir, el silencio antes de la tormenta.

Finalmente os miraron y dijeron al unisono:

A dormir...