Partida Rol por web

Nybras emite un suspiro después de dejar vagar su mirada por el fondo de la sala durante unos minutos. - Eko quiere que os salude de su parte. Dice que él se encargará de cuidar de Valfar y enseñarle a ser un buen traidor... Y bueno, lindezas por el estilo, se puede resumir en que están discutiendo.

Con estas palabras la joven se levanta, acompañada por Nyx y ambas se acercan a Jared para sentarse a su lados. La pantera se recuesta junto a ella y apoya la cabeza sobre las patas delanteras mirando al muchacho con curiosidad. - Creo que esta noche por fin podrás dormir bien. Si tenemos suerte... Incluso en una cama y todo. - Le dice Nybras alzando las cejas, como si estuviese hablando del paraíso por mencionar una cama.

Azhariel se elevaba volviendo a la vida...una sonrisa se dibujo en el rostro de Verona...Traere a Valfar...y no dejare que caiga en el olvido, Hermano...pero algo ocurria con Diarmuid...cuando ve que cae al suelo ensangrentado...lamento el sacrificio, pero se guardo su opinión...

Kaldreade observó como Avla hacia su magia, y caían Valfar, Azhariel y... no, Verona logró sobrevivir, aunque esperaba que le hubiera dolido lo suficiente para aprender a meterse sus opiniones donde no alcanzase la luz del Sol. La verdad, si no fuera que eso hubiera supuesto su muerte también, a Kaldreade no le hubiera importado ser quien hubiera desatado tanta muerte.

Esperó a ver si todo había terminado, pero no era así... al menos, Yannick seguía siendo la persona más útil de todo el lugar, y confirmó que no era él el último traidor... desafortunadamente, eso significaba que lo era Eva. Una pena, le había visto potencial para ser quien le "reconciliase" con su legado. Supuso que por eso era una traidora, ya que había demostrado por lo general, un muy pésimo criterio en elegir quien era de los buenos y quien era de los malos.

Kaldreade no dijo nada, pero miró a Louch y mentalmente le dijo "La próxima vez que se vaya a desatar el apocalipsis, recúerdame que NO asista... salvo que, en dicha ocasión, sea yo mismo quien fuera a desatarlo". Finalmente, vio como Diarmund era sacrificado para traer de vuelta a Azhariel, y a Kaldreade no le apenó lo más mínimo. Eso si, si se pudieran estar de traer también de vuelta a Valfar, pensaba que iban a ganar todos...

siento a Nybras a mi lado...- lo que dices suena maravilloso Nybras... aunque  mi concepto de lo ideal, esta mas cerca de tener buena compañía, luego todo lo demás es música...- le digo mientas abro mis ojos y miro a la Bella Mujer que esta a mi lado.

Sonrío a Verona. -Gracias, hermana, pero no caería en el olvido, porque yo jamás lo olvidaré. Si puedes traer a Valfar de vuelta, hazlo. Mi oscuridad ha desaparecido, no hay peligro. Tú pudiste llevarme por el buen camino, podrás hacerlo con él también. Si todo esto sale bien... podré decir que valió la pena venir aquí.

Miro a Nybras y Jared, desde mi sitio al lado del cuerpo de Valfar. Me había perdido algo? -No dejes que torturen a  Valfar... Ya sabes que enseguida entra al trapo. Diles que fue un verdadero placer matar a Escoria y... a Eko dile que se trague sus palabras. Que he hecho mucho más que la mayoría para acabar con ellos. Agradece a todos esos asesinos su cobardía en las acusaciones, porque no son nada más que eso, una panda mal organizada de cobardes asesinos sin cerebro.

Nybras asiente a las palabras de Azhariel memorizando el mensaje. - En realidad no lo están maltratando. No creo que sea posible hacer eso a Valfar. De hecho, creo que de alguna retorcida manera, los dos se lo están pasando de maravilla insultándose el uno al otro.

Después se vuelve hacia Jared con una sonrisa traviesa en los labios. - Lo primero es salir de aquí. Y luego... Ya veremos que pasa con la compañía. - Tras estas palabras, su mirada vuelve a vagar desenfocada sin rumbo.

Le asombraba la extrema tranquilidad de esa mujer, parecía que nada podía alterar su estado.

-Eva, el sol ha empezado su descenso. Sabiendo que éstas bien podrían ser tus últimas palabras, no tienes nada que decir? 

Habría estado bien conocer algunos detalles, pero no creía que fuera a hacer como Eko. Seguramente permanecería impasible hasta su final.

Ante el silencio de Eva, Yannick bajó la mirada a su hoz, asegurándose de que estuviera lista. Era cierto que ahora tenía un vínculo especial con Trigo, y que siempre podía recurrir al lodo... pero aquel objeto era especial para él. Era lo único que conservaba de cuando era humano. Había luchado con ella durante dos siglos defendiendo aquello que creía justo. Y si las cosas salían como esperaba, hoy terminaría una de las batallas más duras en las que había estado. La primera en la que el enemigo no estaba claro.

Luego miró a su muñeca. La pulsera, con su gema aún intacta, la rodeaba sin apretar, y en ese momento se dio cuenta de que era el único de los que poseían cosas de los tres legados que aún la conservaba. ¿Qué pasaría con ella cuando todo terminase?

Miró a Eva, con un suspiro, y comenzó a caminar, haciendo un gesto de asentimiento o dedicando una sonrisa cada vez que pasaba al lado de alguien a quien consideraba un aliado. Su caminar era errático, cambiando de ritmo, cada varios pasos, sumido en sus pensamientos. Llegó a la que había decidido días atrás que sería su tumba. Ningún símbolo se había iluminado todavía en ella. Quizá se quedase para siempre con la duda. De un salto, se subió al borde de la lápida, con los brazos extendidos para no perder el equilibrio, y siguió avanzando por encima de ella, con pasos cortos y pequeños saltitos, poniendo un pie justo delante del otro, o reemplazando su posición.

Al llegar al final se dejó caer, y siguió caminando por el lugar. En el momento de separarse de la lápida arrastró una mano por encima, como acariciándola o despidiéndose. Cuando llegó junto a Nyx se detuvo, para arrodillarse delante de ella. - Si todo se acaba en unas horas, - le dijo - que sepas que me habéis enseñado mucho. - después le puso una mano en la cabeza, con una sonrisa, y guiñó un ojo a Nybras antes de seguir caminando.

Finalmente sus pasos le llevaron al lugar donde se encontraba Verona. La miró a los ojos, calmado, con una sonrisa sincera en los labios. Pasó entonces una mano por su mejilla y se agachó a recoger una piedra del suelo, poniéndola entre sus dedos.

- Una vez más. - pidió, esperando que ella le mostrase su poder. Luego, hizo un gesto hacia Eva - Espero que estés lista. - le dijo, en tono seguro - Puede que pronto tengas ese baño. Y eso que no pensabas que saldrías de aquí...

Cerre la mano y luego los ojos, senti como la piedra en el interior de mi mano se reducia a polvo, la abri y se la mostre a Yannick...sople el polvo para limpiar mi mano...Espero tener pronto ese baño...le tome la mano libre a Yannick...Esta sera nuestra primera batalla juntos...Ketza tomo posicion al costado de Verona, extendio la piel de su cuello y cascabeleo su cola, mostrando los colmillos a Eva...

Mire a Azhariel...Despues de esto...Valfar regresara...lo prometo...

La pantera mira a Yannick con determinación durante unos instantes y cuando el joven se aleja, Nybras y ella se ponen de pie, con un movimiento grácil y flexible.

Caminan hasta colocarse cerca de Verona y Yannick y cruzan sus miradas, con esa comunicación silenciosa de la que suelen hacer gala, antes de prepararse para la batalla. Los músculos de ambas están en tensión, a pesar de su aparente relajación. El pelaje del lomo de Nyx está ligeramente erizado y su cola se mueve despacio, amenazante. Los ojos de Nybras se clavan en Eva, tan fieros como los de la pantera, prometiendo un final a la chica que será de todo menos dulce.