Partida Rol por web

Lo más probable, Verona, es que no se trate de un don traído desde la muerte, o al menos no exactamente. ¿No dijo Mimi que nuestras almas podían despertar, o algo por el estilo?

Pues bien... por cada sacrificio, recibiremos un símbolo, eso es lo que creo. Y cada símbolo iluminará el alma de alguien... lo que no sabremos a no ser que sea dicho en voz alta es a quien ha tocado en cada ocasion. Podria ser algo así... como la exaltación del propio poder natural.

Sin embargo, eso no significa que deje de ser peligroso. Temo lo que podría ocurrir si llegasen a iluminarse todos. Esperemos que no suceda.

Entonces se para un instante, con la duda - Porque los dos nuevos se parecen al primero ¿verdad?

Llevaba un tiempo en silencio escuchando a todos, pero creí que debía intervenir cuando habló la ciega.

-Creo que lo estás interpretando mal, Cristie. Los símbolos... Son como una cuenta atrás que marca la apertura del sello... Cuando todos los símbolos se iluminen, será el fin del mundo tal y como lo conocemos.

- Las serpientes no saben hablar, lo cual las hace muchísimo más tolerable que el rubiales chuloputas, la verdad - Miro a Jacob - Sin ánimo de ofender, aunque creo que preferirías que tuviese la boca ocupada en otra cosa de estar vivo - es lo único que digo tras un buen rato de silencio, pero es que ya no puedo aguantarme más, la verdad.

- Y sí, has dado en el clavo, los tres sellos son prácticamente iguales, solo se diferencian por sutiles curvas. Sarcasmo.

Elisabeth,creo mas bien que la cuenta es hscia adelante, siendo mecesaria la sangre de todos los presentes, pues si se tiene en cuenta que azhariel, no llego a morir, ese símbolo no se activó. Cuando el circulo se complete, creo que la sangre en el sera suficientemente fuerte, cono para romper el sello, pues en ella sr alberga el poder de todos y cada uno de los presentes. Pero para el caso el resulyado final es el mismo, el fin de nuestro mundo, fe nuestro legado.

Se acercó al grupo. Estaban conjeturando sobre el sello, pero no sabía de cuánto tiempo dispondría. Respiró profundamente.

-Tengo que decir unas palabras…  y quiero que me escuchéis bien, porque estas palabras me costarán la vida.

Miró sus rostros con talante serio y mirada transparente y decidida, deseando poder transmitir con claridad lo que tenía que comunicar. Espero  que me creáis y mi muerte no sea en vano, porque os hablo desde el corazón, con sinceridad, y aunque yo no podré verlo, deseo más que nada que este mundo siga como está hasta ahora.

Coge aire de nuevo y tensa los músculos para relajarlos a continuación. Temple… y valor…

-Bien. Son varias las preguntas que me han hecho estas últimas horas, pero mi intención no es responderlas a los autores, puesto que ya conocen las respuestas, sino a todo aquel que quiera salir de aquí con vida, libre, en NUESTRO mundo. Parece ser que se necesita la vida de todos para abrir este sello, así pues, el que quiera ayudar a los traidores –mira a Eko- es muy posible que perezca también y solo consiga postergar la hora de su muerte. Y de no ser así…

Por un momento siente en sus ojos el ardor de las llamas del fuego que arde en las batallas.

Todas las conquistas a lo largo de la historia se han hecho con crueldad. Se ha matado sin piedad a aquellos que ocupaban el espacio, la tierra, que los conquistadores deseaban: a hombres, niños, ancianos y mujeres, aunque éstas han sido víctimas de palizas y violaciones en masa y las que han sobrevivido, se han visto amamantando a algún bastardo propio que jamás conocerá el nombre de su padre. Si esto lo hicieron los humanos, qué no harán los demonios?  Si cruzan el portal lo harán hambrientos y así seguirán por siempre, sedientos e insatisfechos, y devorarán y saciarán… todas sus necesidades... –mira de reojo a Nybras- a veces la belleza puede ser una maldición. Además… por qué iban a dejar con vida o devolver la vida a quienes conocen el secreto que podría confinarles de nuevo a la oscuridad? Sin duda nadie con dos dedos de frente dejaría vivo a alguien con poder sobre él, por más pequeño que éste sea.

Somos los dueños del mundo tal como lo conocemos, somos semidemonios, todos los que estamos aquí, además, me atrevería a decir que los más poderosos. Por qué entregar nuestro poder a otros? Es que somos tontos? Unos seres que atentaron contra la vida de nuestra primera madre y que no temblarán en matar a su estirpe aguada e impura . Por qué renunciar a nuestro poder y a la libertad en un mundo que dominamos? En tan poca estima os tenéis? Con qué falsas promesas os han tentado? -dice refiriéndose a los traidores. Alguno menosprecia su ascendencia humana, pero he conocido humanos menos sumisos… la verdad, y menos cobardes.

Comenzó a andar despacio mientras hablaba. Seguramente los traidores y algún otro pensaría que se estaba enrollando mucho, pero le daba igual. Iba a tener unas últimas palabras, y si eran muchas y no pocas, que se jodiesen, eso no se lo podían quitar.

Tal vez los traidores quieran simplemente suicidarse, o tal vez albergan esperanza y piensan que esto no pasará… esto lo desconozco, pero en el mejor de los casos para ellos, si conservasen sus vidas… pasarán a vivir sometidos, sin libertad, sin importar los deseos que les hayan prometido, por siempre esclavos de la voluntad de otros, da igual lo que digan, pasarán de estar arriba, a estar abajo en la cadena alimenticia. Y hay que ser estúpido… pero en fin.

No llegué a Oldland por gusto, pero estaba dispuesta a luchar junto a todos para eliminar la amenaza e intentar frenar esto. Hubiera preferido vivir y celebrarlo con risas, una buena juerga y alcohol o perecer luchando a vuestro lado, con una herida mortal y una sonrisa roja en los labios, pero no a manos de nuestros semejantes, sino contra el enemigo real, dado el caso. Pero parece que aquí tenemos a varios asustadizos, rastreros y ambiciosos Efialtes de Tesalia, que han vendido a sus hermanos por un puñado de gloria, y que presentaré a continuación.

Realmente seguíamos atascados en lo mismo:

- Sí...estamos dando demasiadas vueltas...-dije mirando a todos-. Pienso lo mismo que alguno de los que se ha mencionado hasta ahora, que hayamos acertado en dar con los traidores es tener demasiado atino- dije mirando a Gael- tienes un gran valor que es la palabra, pero con ello no quiere decir que todo lo que digas sea cierto- dije mirando a este-.

Sentía la tensión, era palpable, muchos se estaban encubriendo entre ellos...pronto se sabría quién miente...pronto...

Las palabras de Nekbet me sacaron de mis pensamientos.

Ante las palabras de Cristie Yannick se siente confundido, como si se hubiese perdido algo importante.

- No comprendo por qué dices que al estallar las gemas de unos dan poder a otros. - dice. Lo que a él le parece evidente quizá no lo es tanto, o puede que realmente no haya comprendido nada - La gema de tres ha estallado. Sólo ha habido cambios en quien ha vuelto a la vida. ¿Por qué no pensar que afecta a uno mismo?

Escuchó después las palabras de Valfar y Escoria, pero en las que verdaderamente se detuvo fue en las de Nekhbet. Parecía claro que le consideraba a él uno de los asesinos, pero eso no cambió prácticamente en nada su respuesta. No podía culparla, dado lo que estaban viviendo. Más insano sería que no dudase de todos.

- Nekhbet, estoy de acuerdo en lo que dices. - le responde, aún sentado al lado de Verona - Sé que de poco valen las palabras en esta situación, pero creo que tienes razón. Llevo casi doscientos cincuenta años en este mundo. No voy a dejar que simplemente vengan y me lo quiten. Y si hace falta morir para evitarlo, moriré. Esta no es mi primera batalla, y espero que no sea la última, pero tengo claro lo que nos jugamos aquí.

- Y aunque no puedo garantizarte nada, he de decir que no creo que seas la víctima de esta noche. - añade al final, agachando la mirada.

Azhariel.

Le conocimos como un chico educado, algo reservado, cauto. Tan solo una frase no me gustó de él en un principio, y es la que le respondió a Gael, delatando su ansia de gloria. Y es por la gloria por lo que sería capaz de cualquier cosa. Tras una noche en la que dijo ser atacado, ese chico murió, o tal vez solo murió su interpretación. En su lugar hay una actitud insolente, fría, calculadora, amenazadora y con una sed de sangre desmedida. Es un lobo con piel de cordero. Cualquier víctima se solidariza con otras víctimas, pero él es uno de los traidores, así pues, exigió sangre argumentando que la sangre con sangre se paga. Sin embargo… él no murió. Por qué exigir una muerte en venganza de otra cuando ésta no se ha producido?

Ahora, soberbio y desafiante, me A-SE-GU-RA que no moriré en la noche. Y yo le creo. Por supuesto. Moriré cuando ellos quieran que muera, siempre y cuando vosotros no os organicéis y no concentréis los votos sobre un mismo objetivo.

Azhariel es un traidor.

Valfar.

Bueno… Nadie vio que defendiera a Azhariel la primera noche, eso únicamente lo han dicho ellos. Sea como fuere, su argumento para salvarse de las acusaciones fue que no debíamos votarle porque él era alguien que iba a salvar vidas, pero hasta ahora la gente muere, y lejos de salvar a nadie, ha participado en todas las muertes. Un tipo simple, sin educación y sin respeto por nada, sin valores, un tipo sin corazón al que de repente le brotan unos sentimientos tan profundos, pastelosos e irracionales que no le importa ni siquiera cuestiona la traición de su amante. ¿Por qué? Porque lo tienen todo calculado. Una sobreactuación desmedida. Si mi banquero actuara como él actúa con su aliado Azhariel, yo me encontraría libre de hipoteca.

Valfar es un traidor.
 

Miró a Yannick. Le había sorprendido hacía un rato preguntándole tan directamente su opinión sobre él. Fue como si una flecha le atravesara. Ahora conocería su amarga respuesta.

Yannick.

Me cayó bien desde el principio. Será por su carisma, por ser directo y por ser descendiente de Grovehn como yo, pero digamos que conecté. Brillante su estudiado aire de despreocupación y espontaneidad. Únicamente no me cuadraba que dijera que no sabía nada de su linaje. Hacerse el tonto… bueno… pensé que tal vez era un escudo para despistar, pero no sabía a quién. Me tuvo engañada al principio y es una lástima, porque me habría encantado tenerle en el mismo bando, pero parece que el destino nos ha brindado caminos opuestos. –Hace una pequeña pausa-.

Me duele decir esto… pero…Yannick… es un traidor.

Nybras.

Junto con Yannick son los dos que mejor impresión me dieron. Por su carácter, me sentía cómoda en su compañía y les he cogido cierto afecto, pero lamentablemente también tenemos caminos enfrentados. Dijo que buscaba a sus padres, y no pude evitar pensar… a cuáles? Sí… está buscando a sus padres, los padres de todos: los originales que aguardan bajo este sello. Está en el bando opuesto, el de los traidores, de una forma más sutil, más distanciada, como alguien que aparenta tener menos vínculo, alguien con el que todos nos podamos identificar, ese anónimo que podrías ser tú o yo. Se mueve como un espejo con su pantera y consigue también que uno se vea reflejado en ella y en sus preparadas opiniones.

No sé si mata con sus manos, pero Nybras... está con los traidores. La imagen de un peligroso animal devorando el brazo de Verona se le viene a la cabeza.

Gael.

Qué decir del bardo… Ya dicen que más sabe el diablo por viejo que por diablo. En este caso, no iba a ser una excepción. Un bardo que solo quiere escribir… suele mantenerse al margen, pero éste,  de la noche a la mañana, se da tanto bombo que parece querer ser el protagonista de su propia obra. Gael nos insulta con un juego de palabras: o tengo poderes o soy asesino. Vamos…. Ambas son correctas, viejo! Únicamente, es que para matar no usa las manos, sino su don. Es responsable de las muertes, ya que participa activamente estudiando a qué víctima elegir y colaborando con los traidores. Cuando decía os convertiré en héroes, quería decir en mártires.

Gael también está del lado de los traidores.

Las palabras de Nekhbet hicieron un agujero invisible en el pecho de Yannick. Sin embargo, se tomó unos segundos para responder, tratando de hacerlo de la mejor manera posible. Tomó aire, y se echó despacio hacia adelante, para que Verona pudiera apartar su cabeza.

- Yo.... - comenzó - siento que creas eso. - le dijo, y entrelazó sus propias manos antes de continuar - No puedo garantizar nada de nadie, salvo de mí mismo. Y aún así no hay ninguna garantía que pueda darte.

- Ojalá pudieras ponerte en mi piel. No voy a acusarte de nada, porque entiendo que hayas pensado esas cosas. Sin embargo, voy a pedirte una cosa: no cierres la puerta a la idea de estar siguiendo el camino equivocado.

- Confíe o no en ellos no respondo por Valfar, o por Azhariel. Ni siquiera por Nybras o Gael. Sin embargo, - dice levantándose - puedo hacerlo por mi.

Entonces se queda un momento dubitativo.

- Durante un momento he pensado en ofrecerte mi hoz, pero de nada serviría.

- He llegado buscando a quien me convirtió en esto. Y desde luego quien fuera no se encuentra al otro lado de ese sello.

- Rubia, me temo que tu argumento iluminador pierde peso mientras no te quites la camiseta y el sostén, en ese momento quizás puedas despistar a alguien como para que te hagan caso.
Sonrío.
- Mientras tanto te adelanto que mañana mi voto será tuyo, y que no tengo intención de quitarte lanvista en toda la noche. - Río más - Y sí, ya lo sé, "dices eso porque eres un asesino" - Digo imitabdo su voz y poniéndome las manos en el pecho emulando su aspecto - Me la suda lo que digas, pero oye, yo también intentaría engañar a todos cuando me encontrase contra las cuerdas como estáis los estúpidos que queréis abrir el sello.

-¿Esa es tu manera de desmontar su argumento y contestar a sus acusaciones? ¿Decir que la vas a votar? -dije a Valfar.

Estaba muy de acuerdo con casi todo lo expuesto por la preciosa rubia.

-Nekhbet tiene razón. Lo que está claro es que ese grupo ha estado bien definido desde el principio. Primero el teatro de Valfar y Azhariel, la primera noche. Demasiado sospechoso, ¿no? Valfar elige proteger a alguien y nada más llegar aquí le atacan. Mucha casualidad que eligieses a la persona correcta entre 21, ¿no? Desde el principio también contaron siempre con el apoyo de Nybras, como en el ataque contra Mark, y más tarde se unieron Yannick y Gael. Desde entonces ha estado bastante claro que estaban trabajando juntos, ninguno se atreve a discutir las palabras de otro en ningún momento y sin embargo siempre se protegen mutuamente de las acusaciones -excepto Yannick, quizá, el único que se molesta un poco en disimular, aunque su última respuesta también ha dejado bastante que desear como argumento. 

Vamos, ¿soy la única que lo ve? Todo el mundo hemos ido un poco "a nuestra bola" desde que hemos llegado. Ha habido cruces de acusaciones, sospechas... Eko, Diarmuid, Jacob, Nekhbet, yo misma... Todos hemos ido siendo testigos de lo que ha ido ocurriendo, sacando nuestras propias conclusiones, acusando (con más o menos fundamento y con más o menos acierto...), pero desde luego ellos siempre han sido una piña.

Desde luego, da qué pensar.

Yannick emitió un largo suspiro ante las palabras de Valfar, consciente de que no estaba siendo de ayuda.

- Elizabeth, no he tratado de argumentar en mi defensa, porque entiendo lo que dice, y nada que yo diga puede rebatirlo. Además, ella tampoco ha dado ningún argumento, salvo que desconfía de que no sepa nada de mi legado. - dice encogiéndose de hombros - Es imposible confirmar o desmentir algo así. Igual que le preguntaste a Domino, no ha explicado cómo ha llegado a esas conclusiones, más que por propia deducción.

- Yo no he venido con ellos, pero la afinidad o la intuición nos han puesto en el mismo camino, al menos de forma temporal. - responde - Como también creía que me habían puesto en el camino de Nekhbet. Pero no te preocupes: sin lugar a dudas votaré a cualquiera de ellos en el momento en que me parezcan culpables.

- Desde el principio se ha dicho que lo que teníamos que intentar hacer era permanecer unidos. Conocernos. Sin embargo, yo mismo he frenado a Valfar en más de una ocasión, lo has visto.

- No sé, Elizabeth, tus sospechas son tuyas y, al igual que con Nekhbet, yo nada puedo decir para aclararlas de forma irrebatible. Pero al igual que con todos, te pido el beneficio de la duda.

- Al igual que con Gael, llegados a este punto la muerte de Nekhbet tampoco significaría nada. Podríamos ser nosotros para silenciarla, cosa inútil ahora que ya ha dicho todo eso, o podrían ser otros tratando de inculparnos.

- Y aunque Valfar y Azhariel fueran traidores, que no digo que lo sean, no veo por qué eso me incrimina a mí. He creído en sus teorías, o ellos en las mías, como han hecho otros. No veo cómo eso me culpa, la verdad.

- No hay ningún argumento que desmontar, ni una acusación real de la que defenderme. No estaba diciendo que voy a votarla si no retira sus palabras, estoy informando de que voy a hacerlo y punto, aunque admito que tus palabras siembran didas en mi, no sé por quién decantarme. - Me encojo de hombros - Los asesinos saben que no pueden con Azhariel y conmigo por la noche, así que tienen que ir a por nosotros en las acusaciones públicas.
Suspiro y me encojo de hombros.
- Y por cierto, no sé si es a propósito o no, pero te equivocas. A Azhariel no le pienso quitar el ojo de encima por las noches para que nadie lo ataque, y además fui adiestrado para defender a los mios, por lo que, independiéntemente de que no vaya a permitir que nadie hqga daño a Azhariel por las noches, también puedo estar atento a la seguridad de otra persona, como de hecho fue el caso esa noche, estaba vigilando a otra persona para que no sufriese ningún ataque, y quizás por eso tardé en reaccionar al ataque de Azhariel.

Me doy cuenta de algo y suspiro.

- No sé para qué te explico nada, supongo que solo te interesan nuestras vidas y las tetas de la rubia.

Mira a Yannick con cierta tristeza

-Jamás te privaría de tu hoz, ni a ningún Grovehn de su arma –esboza una leve sonrisa, aunque totalmente carente de alegría. -Lo siento Yannick… pero veo el camino… muy claro. No siento odio por ti, y créeme que lamento encontrarme en esta situación –hablaba con el respeto que se siente por un adversario digno, aunque estén en bandos opuestos y uno o los dos deba morir.

Luego mira a Elizabeth. No se había equivocado con ella. Solo lamentaba que la chica se encontrara aquí, en esta situación tan poco favorable.

A Valfar, simplemente, le ignora.

Luego sigue hablando.

Los hechos son los siguientes... Los traidores se conocían desde el principio. Entraron con un elaborado plan para hacer ver que todos éramos desconocidos, y conforme se fueran desarrollando los acontecimientos, se irían juntando a modo de compatibilidades, pero nada más lejos de eso, desde luego. Ya estaba todo calculado. Así fueron formando un grupo férreo y dictatorial, un grupo al que todos temieran, al igual que pasa en los gobiernos, que nos roban, nos privan de derechos, y aunque sean minoría, se juntan y se imponen sobre la mayoría.

Azhariel y Valfar harían vínculo la primera noche, unidos por la historia que nos han contado. Yannick y Nybras se unirían después destacándose por querer abrir el sello. Aquí también les seguí yo, ingenua, algo que no contaban pero que iba muy bien. Posteriormente todos acusarían al mismo objetivo para darle muerte, así harían ver que tenían un vínculo por haber pensado igual y por haber luchado juntos contra el mismo adversario. Azhariel no pudo acusar al mismo, según él mismo dijo, porque su mente fue manipulada. Después ya está todo servido. Los demás pensaríamos que su unión era fruto del azar y los acontecimientos, y ellos irían formando un grupo potente, estable, que inflingiera miedo y sentenciara a muerte a quien osara desafiarles.

De quien primero sospeché fue Valfar. Se escudaba en su mal carácter para no responder a nada, porque “nada” era la respuesta, no podía decir que todo era parte de su plan, verdad? Sin embargo algunos le dimos una oportunidad. Por esto me disculpo. –Aguarda unos segundos de silencio con los ojos llenos de melancolía- Este fallo me convierte en responsable de la muerte de inocentes, incluso de la mía propia…
Salió victorioso de un enfrentamiento en el que, como dije, la estadística apuntaba como opción más probable la muerte de un inocente. Admito que me causó confusión ver a Yannick y Nybras matarle. Como he dicho, eran los dos cuyo carácter mejor congeniaba con el mío, y aquí, en la subjetividad, dudé.

Cuando Gael dijo que Mark era culpable, quise creerle, porque quise pensar que no era responsable indirecta de la muerte de un inocente, y supongo que muchos hicisteis como yo, porque era más fácil que afrontar el hecho de haber matado a un inocente. También quise que sus palabras fueran ciertas porque deseaba que Yannick y Nybras estuvieran en el mismo lado que yo, aunque algo en mí decía que no era así. Pensé que tal poder, el que decía poseer Gael, solo podría tenerlo un alma no corrupta, y por eso, unido a lo anterior, en un principio, le creí.
Expresó que temía por su vida, haciendo un teatro más típico de un actor que de un escritor, pero que no supe ver en ese momento.  Deseé ayudarle, pero finalmente decidí no hacer nada y aguardar acontecimientos. Menos mal que no fui tan tonta de apostar por él…

Nybras y Nyx vuelven un rato después, con un paso más tranquilo tras pasear durante ese tiempo por la iglesia del piso de abajo y comprobar de nuevo que no hay forma de salir del lugar. Llega justo a tiempo de escuchar la primera parte del discurso de Nekhbet y se acerca con curiosidad al grupo. - Vaya, nos vamos un rato y empiezan a hablar de cosas interesantes. - Susurra hacia la pantera mientras escucha con atención.

Cuando la joven rubia termina de hablar escucha a Yannick y a Elizabeth antes de alzar su voz para dar... explicaciones a otros. Algo que no había tenido que hacer en su vida y que le resulta realmente molesto.

Nybras se encoge de hombros, mientras se apoya levemente en una de las lápidas, con la pantera al lado. - Yo ya dije desde el principio que sólo confío al cien por cien en mi instinto... Y en Nyx. Que algunos aquí me caen mejor que otros, eso creo que es normal y que nos pasa a todos. Pero no formo parte de ningún "grupo guay", ni nada por el estilo. Si en algún momento Valfar me parece algo más que un tío maleducado y fanfarrón, le acusaré sin dudarlo, por ejemplo. 

- Os puedo explicar el razonamiento lógico que me lleva a fiarme de algunos más que de otros, eso sí. Veamos. Primer paso: Creo que Mark era un asesino. No tengo motivos firmes para esta creencia, es sólo mi instinto. Segundo paso: Gael confirma que lo es. Puede decir la verdad o mentir, pero tiendo a creer que dice la verdad, ya que confirma lo que me dijo mi instinto. Tercer paso: Si Mark era un asesino, y esto está confirmado, los que le votaron no deberían ser asesinos, pues sería estúpido que votasen a uno de los suyos. Eso o una buena estrategia para despistar, cosa que tampoco descarto del todo. 

- Al margen de eso, Yannick me cae bien, pero no me fío del todo de él. Me resulta extraño el juego que se trae con Verona. No deja de darme la sensación de que uno de los dos intenta engatusar al otro. Quizá es simple tensión sexual no resuelta, no lo sé. Pero me resulta extraño. Por otro lado, tampoco es el único que me cae bien pero del que no me fío del todo. Tú misma, Elizabeth, me pareces una tía con la cabeza bien amueblada. Pero hay algo en algunas de las cosas que has dicho que no me termina de encajar.

La chica posa tranquilamente la mano sobre el cuello de la pantera y la acaricia mientras hace una pequeña pausa. - Pienso que no debemos confundir los términos. Una cosa es que alguien nos caiga mal y otra es pensar que esa persona nos quiere matar a todos. A mí por ejemplo, Cristie me cae como una patada y no me creo que sea ciega. Pero por ahora no creo que sea una de los que quieren romper el sello ese. 

- También creo que Valfar es el candidato fácil para sospechar, es maleducado, agresivo y se mete con todo el mundo sin distinción. Pero me resultaría demasiado fácil caer en eso. A mí el tipo a veces me hace gracia. Otras veces no. Pero creo que sería un asesino de lo más estúpido comportándose así y llamando la atención de esa manera. No sé, chicas, yo ya lo dije antes también, pienso que tendríamos que posar nuestros ojos en los que intentan pasar desapercibidos, y no en los que atraen todas las miradas.

Nybras mira a Nekhbet, con algo de duda en los ojos. - Me parecías una persona bastante cabal, pero desde la muerte de Domino, creo que estás un poco desorientada. Te guías por suposiciones que no se sustentan demasiado. Claro que estoy buscando a mis padres. Me secuestraron al nacer, nunca los he visto. Y no creo que sean demonios super poderosos. Aunque llegados a este punto, tampoco creo que seáis ninguno de vosotros. Quiero salir de aquí para poder seguir buscándolos. El sello ese, me la traía floja, la verdad, hasta que alguien dijo que si se rompía también nosotros moriríamos. ¿De verdad crees que quiero morir? ¿O ser esclava de nadie? Pensé que tú y yo nos entendíamos de alguna manera, pero no sé... Quizá me equivocaba.

- Llevamos aquí dos días. Es demasiado poco tiempo para que las relaciones entre nosotros se consideren forjadas y seguras. Quien hoy me cae bien, quizá mañana haga algo que provoque que cambie de opinión. Os agradecería que no me consideraseis parte de un grupo, pues yo me considero un sólo individuo. Aunque sea dividido en dos, de alguna manera. - Nybras señala a Nyx con sus últimas palabras, dejando claro que se refiere a la pantera al decirlas.

La joven se encoge de hombros de nuevo. Podría seguir hablando, pero en realidad no hay nada más que decir. En cierta forma, siguen dando vueltas en círculos igual que antes de que se marchase.