Buuu, Hiro tenía que ganar, era la carta de la victoria , como pudo ser este resultado tan inesperado.
Ganamos?
La victoria es relativa cuando se trata de que ahora está muerto, chi cheñol
Me encogí de hombros, sin sentirme ni ganadora ni perdedora. Simplemente, me sentía muerta. Con caminar tranquilo, me encaminé hacia Diego pasando junto a Killy sin decir nada. Tan sólo mi despectiva mirada hablaba por mi.
Dedicándole una radiante sonrisa, me acerqué a mi pupilo y le revolví el cabello con gesto de disculpa.
- Lo siento, Diego, no conseguí cumplir con nuestra promesa ni enseñarte nada, pero...
Ahora tendremos toda la eternidad para enseñarte los misterios de las cartas, mi querido aprendiz. Juntos recorreremos los senderos de los muertos en un camino de aprendizaje sin fin. ¿Estás dispuesto a seguirme?
Entonces, arrojé varias de mis cartas adivinatorias al aire y extendí la mano hacia Diego.
Killy se entero de la noticia de que todo este tiempo estuvo defendiendo a un Ghoul. Lo que fue aun peor, Hiroshi utilizo las habilidades del soldado para probar su falsa inocencia.
- Hiroshi, tu... Todo este tiempo... ¡Maldito seas despreciable alimaña! ¡Si te veo en el infierno te voy a hacer sufrir mas que los demonios infeliz! ¡Desgraciado! ¡Te voy a a sacar los ojos y...! -Entonces se sumergió en una espiral de insultos y amenazas contra el Ghoul que lo logro engañar hasta que Sumire pasó por su lado mirandoló de forma rara- ¡Heee! ¡y tu que! espero que en el infierno te corten la lengua y los dedos para ver como piensas pasar la eternidad jugando ¡Ghoul de M****a.!
Tal vez, la represión de sus emociones que llevo en vida, causo que, en muerte, todo el stress acumulado explotara en lo que es su comportamiento de ahora, y al parecer, darse cuenta de el hecho de que fue traicionado por Hiroshi fue el detonante de todo esto.
Por un momento, levanté la ceja con un gesto incrédulo y exasperado, pero pronto lo cambié por una pícara sonrisa. Dada la situación y ya sin solución, merecía la pena tomar el pelo a Killy, sin duda, me resultaba adorable con aquellos arrebatos de malhumor. Me coloqué a su lado y le pasé una mano por el hombro mirándolo con una mirada divertida.
- Oh, vamos, my darling, ¿aún piensas que soy un ghoul? - le dije con voz melosa - Estás rompiendo mi corazoncito, yo que creía que ya creías en mi. Pero no te preocupes, tenemos toooooda la eternidad para probarte mi inocencia y llevarnos mejor, Ki - lly - chan.
Había optado por el silencio aunque ciertamente había cosas curiosas por comentar, pero ¿Con lo que acaba de hacer Sumire con Killy? Si no decía nada sentía algo dentro de mi explotaría y podría morir otra vez e ir a quien sabe donde si es posible que los muertos mueran otra vez, así que con la mayor madurez y seriedad que pude reunir (Poca dada la situación) me puse al lado de Sumire y Killy.
Beso, Beso, Beso. Empecé a cantar cual niño de primaria mientras retenía todas mis ganas de empezar a revolcarme de la risa.
A Komani se la veía poco preocupada por todo el asunto del resultado de la matanza y cuál fue el bando ganador y todo aquello. Después de todo, estaba más muerta que perro arrollado en avenida. Y llevaba muerta bastante, por lo que su preocupación por los acontecimientos de los vivos iba disminuyendo cada vez más. De hecho, el único tema que le produjo algo de interés era ver el coqueteo absurdo que Sumire le dedicaba a Kily.
¡Beso, Beso, Beso! Kukuku...
Riéndose por el giro de los acontecimientos, solo se alegro por ver que todo término bien. Vaya, Vaya. La intensa risa que tenía Itaro hacia parecer com si se hubiera vuelto loco. Esto es divertido, es verdaderamente divertido. Se levantó soltando una intensidad y energía desagradable para algunos y movido para otros. Y además. Volteando para ver lo apegada que estaba Sumire-san de Killy Hayama, dijo. Te sacaste una situación molesta, Hayama-kun. Con la mano tapando la mitad de mi rostro, me terminó revolcando de la risa en el suelo.
Al parecer mi maestra se había dado unas disculpas por no enseñarme nada, pero por lo menos se mantuvo positiva y yo haría lo mismo.
Que puedo decir Sensei, desde los primeros días y noches nos fue muy mal, es como si el universo hiciera un gran conspiración en nuestra contra...
Pero como tu dices, tenemos toda la eternidad para aprender el misterio de las cartas.
Volteo ver a Killy Hayama
Y para aclarar par de idiotas, Sumire es tan humana como cualquier agente de la CCG, el problema que la tacharon como loca desde un inicio, era de esperarse de agentes inferiores, pero por lo menos el pequeño Fukusei Chito salió victorioso.
De hecho antes de la muerte de Sumire, solía estar en el bando de los humanos pero tras la muerte de mi sensi los recuerdos de mi niñez regresaron, resultando que soy una especie de hibrido y con el objetivo de matarlos a todos, por eso el resultado con un solo superviviente me da alegría, por eso no me quejo.
De todas las cosas que Killy jamas habría imaginado que pasarían una vez muerto, las acciones de Sumire eran una de esas cosa que uno no cree ni por asomo. La reacción de Killy ante su actual situación fue bastante particular. Al sentir las manos de Hara rodeando su cabeza se quedó estático, sin mover ni un solo musculo, con su cara de indiferencia y una mirada perdida en el infinito y mas allá, incluso paró de respirar por un instante. Luego fue que aparento darse cuanta de su actual situación, se estremeció de pies a cabeza y puso una expresión de pánico, pero, curiosamente, no se soltó del agarre de Sumire. Lo único que hizo fue voltear la mirada a Diego, quien estaba a mitad de una fuerte argumentación.
- Si si si ¡como sea! -dijo interrumpiendo a Diego a mitad de su discurso-, No me interesa que tan engañado estas. Por ahora solo quiero que alguien intente matarme de nuevo antes de que esto siga así... No, enserio, alguien inténtelo, p-por favor, ¡Por favor.!
Ante las palabras de Hayama-kun, sentí algo de lastima y risa a la vez. Me levanté del suelo y volví a mí típico estado. -¿Como quieres desaparecer?, ¿te decapitó por toda la eternidad? o ¿atarte a los extremos de dos caballos espirituales y partirte a la mitad, mientras llevan dos extremos de tu cuerpo en direcciones distintas?, difícil no me puedo decidir. Itaro dejo sus palabras al aire mientras observaba como los demás cuerpos de los que llegaron a este mundo y jamás dijeron nada, (ni arrepentimientos siquiera), desaparecían como si se disipará el humo.
Uchalas Trollmask, está cansado XD
Hiroshi Okamura no había tenido oportunidad de llegar al Más Allá, pues pese a que algunos muertos aún se rehusaban a abandonar el plano mortal y descansar en paz, eso era lo que debían hacer. Un manto negro lo cubrió todo y las almas de los muertos subieron al cielo o se ahogaron en el infierno, pero esa era otra historia.