-Si, como una manzana verde entre otras tantas rojas. Era uno de los tantos esclavos dorados que pueblan esta fiesta, mascara y toga incluida. Pero aunque joven y fornido como viene siendo la preferencia de la anfitriona, tenia barriga bajo la toga que constrataba con sus demas rasgos juveniles, y lejos de ser sumiso y obediente, su lengua era casi tan atrevida como la de mi mater.- Declara Diana, prestando atencion a Claudia, mientras se lleva un dedo a la punta de la nariz.- Es intrigante, su aroma es muy similar al tuyo, una textura creada a partir de incieso y aceites, aunque el suyo tenia un ligero tono de dulce vino e intoxicante pintura.
No me habría importado que describiera a Servius. Claro que mi tío no destacaba por su barriga. Al igual que la extraña, su carne se pegaba a los huesos haciendo que pareciera un esqueleto. Tampoco olía a aceites e inciensos y si bien me había insultado gravemente, dudaba que se comportase de ese modo cuando quería ser sutil. Parte de mi se sintió decepcionada. Responder de forma impertinente denotaba que, quién fuese, quería llamar la atención.
- ¿qué fue lo que dijo? - sonreí ligeramente e hice una leve concesión. - Como habréis notado, tras el sacrificio a la Diosa necesité de un baño. Empleé los perfumes proporcionados por la anfitriona e imagino que algunos de los que... se unieron al éxtasis - dije en un eufemismo claro que se refería a bañarse en sangre - hicieron lo mismo. Imagino que alguno de ellos habrá probado también el vino y, tal vez, tocado alguno de los esclavos.
Alisé con cuidado mi túnica, tan impoluta como cuando me la había puesto. Claro que Corvus Belli sí que había probado el vino y, sin duda, tocado los esclavos. Tampoco olvidaba que él había hecho una referencia soez a una morena y una pelirroja. Selena y Diana cumplían esa descripción.
-Nada de valor, solo farfulleria barata y burda.- Dijo torciendo la boca y cruzandose los brazos, incomoda ante la pregunta.- Sin embargo, debo reconocer que un poco de don con la palabras tenia, despues de todo consiguio desviar la atencion de los guardias y tu tio el suficiente tiempo para adquirir la espada.- Reclino la cabeza , alisandose el pelo, mientras medita unos segundos.- No se si podria deciros si es un de los participantes de vuestro ritual, puesto que llegue demasiado tarde a la fiesta. Lo cual es una lastima, parece que habeis hecho furor en la fiesta, lamento no haber podido participar.
Volví a colocar los pliegues de mi túnica, más por costumbre que por necesidad. Parecía que poco a poco iban desentrañándose cosas.
- ¿Desviar la atención de los guardias y de mi tío? - repetí - ¿Queréis decir que Servius estaba presente mientras ese esclavo hablaba y tomaba la espada?
Aquello le descartaría como persona que robó la espada. Claro que no necesariamente de lo demás, pero era un inicio. Tras meditar unos segundos añadí.
- Si pudierais recordar alguna expresión o palabras, eso podría ayudar a identificar al ladrón. - miré por un segundo a Lupus. Sin duda estaría interesado en eso. Luego sonreí ligeramente - Sois muy amable, sin duda habrá más sacrificios a la Diosa y podréis participar en la ceremonia si así gustáis.
-Oh si, ahora que lo pienso, deberia haberselo contado al anfitrion en cuanto fui testiga del delito. Pero en su momento, supuse que solo era un esclavo mas robando la espada para venderla en el mercado, u otro crimen sin importancia, nada a la escala de lo sucedido.- Confeso Diana, poniendo otra vez esos ojos de cordero degollado, aparetando ser una victima de las cirscunstancias.- ¿Expresion? No se que decir ¿Empalogoso, quizas?- Reflexiono, llevandose una mano a los labios.- Creo que si tuviera que describirlo, seria como las palabras de alguien acostumbrado a expresar cumplidos, pero huecos y falsos al fin al cabo. Lo siento, no debo estar ayudando mucho a deducir al ladron, ojala pudiera daros algo mas concreto.
Me permití el lujo de una ligera venganza contra mi tío y Corvus Belli.
-No debéis preocuparos. La seguridad de los invitados y de sus posesiones era responsabilidad de la anfitriona. O en su defecto de Corvus Belli. - respondí con dulzura aunque no dejase de culpabilizar de lo sucedido tanto a Lucrecia como a Corvus Belli. - Si bien ahora es relevante que sea público que quien robó la espada no fue Servius. Sin duda el ladrón está implicado en lo sucedido.
Miré a mis compañeros.
- Debemos buscar a alguien zalamero. ¿Sería posible hablar en privado? - miré significativamente a mi tío, dando a entender que no debía tomar parte en esta conversación. Después de todo, había estado presente cuando robaron la espada y ni tan siquiera había tenido el detalle de mencionarlo.
-¿Me preguntais a mi? Por mi os concederia toda la privacidad que pidais, pero...- Pregunto el tio de Claudia, alzando una ceja, junto sus muñecas maniatadas en grilletes.- Quizas deberiais consultarlo primero con el joven Lupo, querida sobrina. No es como que me vaya a escapar en cuanto desvieis la vista de mi, pero sospecho de que el soldado aun no tiene esa confianza en mi, a diferencia de vos.
Esbocé una sonrisa dulce. Era evidente que ni mi tío creía lo de que confiaba en él. Después me dirigí a Lupo.
- Sin duda alguien puede vigilarle mientras hablamos. Después de todo, estoy segura de que no querrá que se cuestione la investigación. Eso o hablaré en privado con Aquila. Mientras... podéis hacer memoria - le dije a mi tío de forma dismisiva.
Las arenas del tiempo se deslizan, y mientras los jovenes Propinqui discuten que hacer a continuacion, la ultima pizca de arena cae al fondo del reloj, y el Centurion se alza de su asiento proclamando en voz alta.
-!SE ACABO EL TIEMPO, SE RETOMA EL JUICIO DE SERVIUS NIGER CORVUS, QUE VENGAN AQUI SUS DEFENSORES¡
Claudia y los demas, son guiados de nuevo al centro de Propinqui expectantes del ultimo acto de esta fiesta, y delante de Corvus Belli, el cual estaba cruzado de brazos y rostro inescrutable.
-Claudia Corvina, Augustus Aquila, con la ayuda de Lupo el Hispano, bajo el precio del honor, habeis sido otorgados un tiempo para investigar y aclarar todo este asunto.- Recito el nosferatu, como si un edicto oficial se tratara.- Podeis hablar ahora pero os advierto, si encuentro alguna contradiccion o explicacion a medias, vuestra palabra se vera mermada ante mis ojos y el de los demas.