Partida Rol por web

El gnomo, esta segunda vez se levanta sin problemas, visiblemente cabreado y sale de la zona con grasa, obviamente no se iba a quedar en ella intentando levantarse, y se aleja de ti con la zona de grasa entre los dos. Ahora, si querías entrar, eras tú la que tendría que hacer equilibrios.

Pero no contento con eso, el pequeño y feo gnomo empezó a conjurar. - Ahora, horrible señora, baila para mí. - E irremediablemente tu cuerpo comienza a bailar, sin que tu puedas hacer nada para evitarlo. Aunque controlas hacia dónde vas, no puedes hacer más que brincos y cabriolas.

Mientras tanto, el gnomo da palmas, cantando - Baila, baila, baila para mi, baila, baila, baila para mí... jajajajaja

Pese a no querer, comencé a bailar de la única forma en que sabías, de forma sinuosa, con movimientos suaves y sexys, como los de una serpiente, o avanzó en dirección al gnomo pero sin llegar a meterse en la grasa.

Bueno, ya vale, ya vale, demasiadas emociones por hoy ¿A qué has venido a mi tienda?, no creo que haya sido para llenarme el suelo de grasa y bailar para mí, supongo que habrá algún interés tras tu puesta en escena - El conjuro no tardó demasiado en cesar - ¿Qué quieres?

Respire profundamente para calmarme, respetaba el poder de un mago, y aquel conjuro, sin duda, no era poca cosa. Recupere la compostura y dije como ya he dicho antes, queria una pocion de curar heridas

Tengo por cincuenta monedas de oro, por por trescientas, por setecientas cincuenta y una de mi propia invención por tres mil monedas de oro, más curativas cuanto mayor es el dinero pagado - Saca un par de viales de un cajón de una de las mesas, se extraña al ver un vial verde y no rojo como las demás de curación. - ¿Pero qué diablos es esto? Ah, el veneno de gusano púrpura ¿Qué hará aquí?

Levante ligeramente una ceja, sin duda aquel gnomo se merecía su apodo. Saque 50 monedas de la bolsa y las deje en la mesa más cercana. aqui tiene 50 monedas de oro, aunque por cómo trata a sus clientes, debería plantearse cobrar menos, mañana temprano salgo para ayudar con el problema de los Gnoll, y tengo prisa por dormir , si no....

Aquí tienes muchacha, aunque por experiencia, éstas pociones suelen servir para sanar a quien no las lleva... espero que vivas tiempos interesantes... y aleja tu cabeza de las hachas de los gnolls, nunca se sabe qué enfermedad pueden pasarse las sucias hachas de las criaturas salvajes... y bueno, que te corten la cabeza tampoco es buena cosa. Pues eso, que vivas tiempos interesantes y que no te corten mucho la cabeza.

Sin protocolo alguno ni elegancia, el gnomo te invita a salir de su casa, simplemente volviendo al cuarto en el que estaba durmiendo.

Con ganas de volver a mi habitacion en la taberna, cogi mi pocion y me marche de alli camino a la taberna. "me dare un baño y luego a dormir, tengo ganas de que este dia acabe."  para el camino de vuelta volvi a utilizar el conjuro de resistir energia, pues el efecto del anterior habia desaparecido, y tenia frio.

Dejaste al alquimista, como la mayoría, sin intención de volver, pero sin embargo, este alquimista tenía buena fama en cuanto a su magia y no le faltaba trabajo. Volviste al Dragón oxidado, cuando todavía era pronto para dormir para alguien que no tenía intención de madrugar al día siguiente, sin embargo ya tenías ganas de ir a la cama.

Tymora esperaba sonriente al otro lado de la barra, era curioso cómo podía estar todo el día alegre, pero lo cierto es que así era, muy posiblemente por que se forzaba a sí misma a sonreir y a hacer monerías para atraer a la clientela.

Me acerque a la barra con cara de pocos amigos por culpa de aquel gnomo. pero aun asi antes de hablar, respire ondo.-buenas Tymora- puede que el tono no fuera el mas adecuado, pero se notaba que akeelah se esforzaba por portarse con aquella mujer lo mejor posible, pues siempre habia actuado adecuada y eficientemente.- Me gustaria darme un baño e irme a dormir, podrias subirme la cena a la habitacion?

Claro, sube y ve dándote ese baño, te dejaré la cena sobre la mesa y la tendrás cuando salgas de la bañera - Deja lo que está haciendo para atenderte, es alguien que capta muy rápido los requerimientos de la gente, por lo que ahora sabe que no te gusta esperar.

Tan pronto como acabe aquí abajo te subo la cena.

Gracias- dije escuetamente y me marche a mi habiatacion, donde deje todo en el primer sitio que vi, luego prepare el baño con algunas sales aromaticas y me desnude para bañarme.

Te das el baño, y al poco de entrar a la bañera y comenzar a llenarla de agua, escuchas como la cerradura se abre, seguramente se tratase de Tymora con la comida. Lo cierto es cuando saliste del baño tenías la cena dispuesta en la mesa, con un primer plato de potaje de garbanzos una caldereta con carne de cordero, además, una jarra de vino y otra con agua.

Cuando sali de la bañera, estaba de mucho mejor humor, y mas relajada, me acerque a la cena y me la comi dejando parte de ella, para mi aquella comida era demasiado pesada para antes de dormir, aunque tampoco deje demasiado, ya que tras mi ligera comida no habia comido nada mas, de hecho por esa razon deje el vino intacto.

Tras cenar, prepare mis cosas para el dia siguiente, incluso mi  "adorada" ropa de invierno, y luego me fui a dormir con la idea de pedirle algo de comida para el viaje a Tymora al dia siguiente.

Duermes profundamente tras un día agotador, pensando en las cosas que deberías llevar al viaje, si te faltaba algo, hasta que finalmente sucumbiste al sueño, hasta que, ni siquiera había amanecido, y alguien llamó a tu puerta, como un redoble de tambores en tu cabeza que te despertó y te puso alerta. Luego  la puerta se abrió y apareció un joven muchacho, rubio y apuesto.

Buenos días mi señora, Tymora me dijo que os despertara antes del alba porque teníais una misión entre manos o algo por el estilo... vuestro desayuno aguarda.

Cuando aquel joven entró por la puerta Akeelah estaba ligeramente incorporada en la cama cubriendo sus pechos con la sabana de la cama sujeta por una de sus manos, y la otra libre preparada para lanzar un conjuro.

-la próxima vez espera a que te abra yo, casi te hago cenizas. - dijo malnumerada por la forma de despertarle de aquel tipo,.- y date la vuelta ahora mismo si no quieees que al final si te haga cenizas, ahora bajo.

Tras dar unos segundos a Riso para marcharse, me levantó y me pongo mi ropa de abrigo y tras coger mis cosas bajo

Perdóneme señora, ya me voy - ahora con la puerta cerrada habla desde el otro lado - no suelo trabajar aquí, solo ayudo a Tymora ahora que se ha cogido unos días libres, de modo que no culpes la culpes a ella por éste incidente... Me llamo Riso Kerin. Le esperaré abajo.