Partida Rol por web

Frost sonrió, con el ruido de la aspiradora y los maullidos del cantante aficionado tendría que ser cojo y manco para que el pardillo se diese cuenta de algo. Hechó un vistazo a ambos lados para asegurarse que no había nadie más que pudiese verlo por los arlededores. Suspiró deseando que los jodidos seguratas estuviesen comiendo donuts o cascandosela en el labavo en lugar de mirar las camaras yse introdujo en la habitación.

Una vez dentro sacó un arma de buen calibre y se colocó a la espalda del desgraciado cantante esperando que se percatara de su presencia por el frío metal del cañón apoyado en su nuca.

Grita, girate o respira y te hago otro agujero en las cuerdas vocales a ver si mejoras los graves.

Menenado la cabeza, ante la falta de "tacto y diplomacia" de su compañero Brian se escabulle tras el, deseoso de dejar el pasillo lo antes posible y dispuesto a esperar que el asustado "cantante" le de las llaves antes de silenciarlo con un dardo.

Comiendose las ganas de interrumpir la acción, menea la cabeza mientras espera que Frost consiga su objetivo y esperando que no decida finalizar la tarea con un disparo - Ojo con el ruido - atina a murmurar mientras le vuelve a mostrar su pistola lanzadardos. Sin embargo Brian no es estúpido, simplemente la muestra y espera que su compañero consiga la tarjeta de acceso sin matar a nadie.

West Hill, 11:26 (hotel Night-Marriot)

Vuestro cantante aficionado, por decir algo, estaba totalmente acojonado. Ni siquiera levantó las manos, se giró o movió la cabeza. Estaba tan rígido que parecía una señal de tráfico. Eso sí, al menos ya no cantaba.

No fue difícil percatarse de la correa que colgaba de su cuello y sujetaba una tarjeta maestra. Aquel pobre diablo estaría pensando sobre su mala suerte, algo así como: ¡Joder, no me atracan en la calle! ¡Lo hacen en el puto hotel!

Sin ningún problema Frost obtuvo la tarjeta mientras mantenía la pistola presionada en su espalda. Ahora sólo teníais que ocuparos del joven.

Meneando la cabeza ante la violenta amenaza, desde su punto de vista innecesaria, que había demostrado su compañero, Brian se acercó al camarero e intentó tranquilizarlo - Bueno, bueno, no tienes nada que temer, ya nos vamos - le comentó suavemente mientras, como al pasar, su pistola se apoyaba en la pierna del mismo y pulsaba el gatillo

- Solo nos queda atarlo y acomodarlo en la cama - le explicó a Frost - No creo que se despierte en un rato, pero si lo hace, atado y amordazado, y bajo las sábanas, no creo que llame la atención... excepto que el dueño de esta habitación decida volver en los próximos 10 minutos -

A regañadientes concedió - Pero la idea fue muy buena -

Frost dirigió una mirada a Spetock que resultó oculta por las gafas de espejo. Pasó la mano con el arma por la cintura del pajarito cantor y con la otra le cerró la boca para que no gritase por el dardo.

Joder tío, piensa un poco!! No podemos dejarlo aquí!! Susurró mientras forcejeaba con el canario hasta que cayera inconsciente.

Coje la tarjeta maestra y yo lo llevaré hasta la habitación. Lo tiraremos por allí, genio...

- Y que diferencia... Bah! haz lo que quieras - reconoció Brian, enfundando su pistola de dardos, a su espalda, en la cintura y recogiendo la tarjeta que les abriría el paso

- Pero si te ven los de seguridad con el cuerpo en brazos no te quejes - Encogiéndose de hombros insistió - Después de todo atado y tapado por las sábanas solo lo encontrarán cuando alguien entre en esta habitación, si te paseas delante de las camaras de seguridad con un cuerpo en brazos... no se, supongo que ya bastante aspecto de sospechosos tenemos como para además forzar la situación, pero tu decides. Yo cumplí con dormirlo - completa antes de asomarse nuevamente al pasillo y moverse rápidamente hacia la puerta que le interesa

- Espero que esto funcione sin problemas - comenta en voz baja mientras se decide a entrar, pasando la tarjeta por su correspondiente ranura

Mira tio... empiezo a pensar que si esto ya no está lleno de seguratas después de tardar tanto y hacer el gilipollas con la puerta es porque nos estan dejando entrar...

Habre la puta puerta y veremos que nos encontramos dentro, dijo sin soltar el cuerpo del canario.

West Hill, 11:28 (hotel Night-Marriot)

El somnífero hizo efecto al segundo disparo y el chico se desplomó en los brazos de Frost. El tipo no pesaba demasiado y te fue fácil sujetarlo mientras Brian cogía la tarjeta que daba libre acceso a toda la planta (exclusivamente) Después de aquello sólo bastó poco esfuerzo para llevarlo a la habitación de Lilian Korven.

La tarjeta maestra de la planta abrió la puerta sin problemas. La estancia era alargada, lo suficiente para tener dos espacios diferenciados: una cama doble y una sala de estar con mesa de trabajo. A parte estaba el baño bien equipado con vestidor. Hacía falta tener dinero para disfrutar de las grandes vistas que ofrecía la habitación, además de la calidad de la misma y los servicios que ofrecía.

Justo a la entrada, todo a simple vista, descansaba sobre la mesa un pequeño ordenador portátil desconectado, y al lado una agenda de papel. Una ojeada rápida a la agenda dejaba claro que acudían a muchas consultas médicas a causa del chico, todas en alguna sucursal de Tallon Pharma a lo largo del mundo. La última visita resultó ser a un doctor en la Universidad de Night City: Manjit Tilson. Después de aquello faltaba una página, y era justo el día en que habían desaparecido.

En la salita la presencia del niño era más notable: una chaqueta, unos cuantos juguetes electrónicos y un ordenador infantil con tapiz para dibujar. Ya en la zona de la cama doble lo más destacado era un inhalador sobre la mesilla de noche de nedocromil. Por lo demás la ropa estaba en el vestidor del baño junto a las maletas y la bolsa personal de aseo.  

Eithan dejó que el canario se desplomase sobre la moqueta frente a la puerta sin niguna ceremonia. Se parapetó detrás de la puerta usando el cuerpo del desvanecido como tope de puerta. Con la espalda contra la pared sacó un par de pistolas de grueso calibre y las conectó a las gafas por unos delgados cables. Solo por si acaso...

Frost hechó un vistazo a la sala desde la puerta. Bueno -dijo en tono socarrón- tú eres el sabueso, husmea.

- Yo? - No tenía sentido intentar explicar que su función policial estaba más orientada a la acción que a la búsqueda - Bien, me ocupo - las palabras de Brian fueron el preámbulo de sus movimientos

- Uhm... Manjkit Tilson en la universidad, podemos preguntar allí, si volvió a la consulta - comentó en voz baja - Supongo que podemos averiguar algo de sus visitas en Tallon Pharma, aunque al ser del grupo ya deben haberlo chequeado... y falta una página... quizás se pueda ver algo - comentó mientras levantando la agenda fijaba sus ojos cibernéticamente aumentados en la hoja siguiente, en busca de algun rastro que pudiera haber dejado alguna escritura en la hoja que faltaba

- Y el ordenador... uf! Dejémoslo para el final, veamos primero si hay algo más visible - comentó mientras trasteaba en la parte posterior de la habitación - Un inhalador, claro... y el chico... habrá dejado algún dato en su computadora... los críos son más irresponsables -

Las palabras surgían de los labios del ex-policía mientras buscaba pistas sobre el destino de sus objetivos. Sin embargo sabía que el tiempo era un problema, por lo que finalmente encendió la computadora de la mujer y se preparó a trastear entre sus archivos

Mientras Frost permanecía alerta vigilando el pasillo desde la puerta, esperando que el de seguridad viniese a llenarle la calva de puto plomo del caibre 10mm. No pudo evitar con la adrenalina recorriendo a chorros por sus venas y obligando a bon¡mbear con fuerza el corazón empezasen los recuerdos de situaciones iguales a aquellas, decenas solo que en aquel caso la compañía era otra y la añoraba, joder si la añoraba cada vez más.

Emitió un gruñido de fastidio mirando a Spentok, Stepok o como mierdas se llamase. Date prisa tio. Cojamos el puto ordenador y la mierda del inhalador y que lo mire un profesional. Y llevate la libretita de los huevos!! Total no se notará mucho que añadan robo a dos asaltos con intimidación y hallanamiento, Sabueso. -era más facil que llamarle por el nombre-.

West Hill, 11:30 (hotel Night-Marriot)

Con las armas en mano Frost se mantenía atento a cualquier cosa extraña que pudiera suceder fuera de la habitación, además de comprobar que el joven seguía inconsciente. Aquella situación no era precisamente tu ambiente, pues lo tuyo había sido siempre un estilo de confrontación y no de búsqueda. Esa parte era ocupada por otro tipo de especialistas, pero no eras tú.

Erróneamente Spetock tenía asignada la tarea de encontrar pistas en la habitación. Eras un ex-policía, pero en la mente de tu compañero aparecías con una polvorienta gabardina mientras recorrías las calles interrogando a sospechosos. Bastante alejado de la realidad, pero te había tocado aquel rol y no había tiempo que perder. De momento tenías dos datos nuevos de la hoja arrancada. Se trataba de dos emplazamientos en la ciudad: McMillan Building y Medical Technologies. Ambos estaban ubicados en el área médica.

El edificio McMillan albergaba múltiples consultas privadas de médicos, lo cuál no iba a ser nada fácil si no se revisaba a conciencia la agenda en busca de más datos. En cambio, Medical Technologies era más conocido para el ex-policía. La empresa se ocupaba de crear partes del cuerpo para transplantes y al mismo tiempo era un banco de cuerpos. A parte de eso llevaba una rama de investigación en ciber tecnología en el edificio anexo. Dos empresas, múltiples posibilidades.

Después de revisar algunas cosas por encima a ninguno le sonó el compuesto del inhalador, y tampoco había nada extraño en el ordenador del pequeño. Sólo unos cuantos juegos didácticos, con buenos resultados, y películas infantiles. Además, había varias carpetas con lo que parecía tareas escolares vía Internet. No era de extrañar que su educación, viajando tanto como parecía, fuese a través de la red. Era la magia de la tecnología.

Spetock seguía registrando los datos del niño y Frost se mantenía alerta. Un sonido cotidiano os llamó la atención, era el teléfono del hotel sobre la mesa de despacho (junto al Pc de la mujer). Sonó una vez, dos, tres, cuatro, cinco. Paró. Volvió a sonar. Parecía que alguien insistía en que cogieran el teléfono. Parecía que alguien sabía que la habitación no estaba vacía.

Obviando los comentarios de su compañero, Brian continuó su concienzuda investigación - Supongo que deberemos averiguar algo en el área médica - comentó en voz baja - Aunque todavía no se qué - agregó meneando la cabeza.

La computadora del pequeño no le dio muchas pistas, pero al dirigirse al portátil donde realmente podría haber información sonó el teléfono. El ex-policía se quedó quieto un momento y miró a su compañero - Creo que ha llegado el momento de mandarnos mudar - le comentó mientras cogía el ordenador, con la mano izquierda, dispuesto a llevárselo y revisarlo después - Que opinas? Al garage ó a la otra habitación? - Señaló aquella donde habían conseguido la llave de acceso

Casi sin darse cuenta extrajo su pistola de la axila derecha, el arma que llevaba balas perforantes - Que opinas? - insistió mientras se acercaba a la puerta y verificaba que el pasillo estuviera vacío - Supongo que lo mejor es ir por el auto, pero si viene alguien... -

La espera empezaba a hacer malas pasadas a Frost, se llevó un cigarrillo a los labios y jugueteó con él aunque no lo encendió. El pasillo estaba desierto y a su espalda el sabueso husmeaba por la habitación buscando pistas. ¿Jo así viven los tíos de pasta? y una mierda, un jodido crío de 12 años se podría haber colado aquí).

Brian, tio nos la han metido, este es un hotel de lujo, tienen que tener cámaras por todas partes así que ya nos tienen que tener fichados... además el colega de la tarjeta ya debe haber despertado y avisado a la puta pasma y al hotel -le dirigió una mirada a través de las gafas. Sin ofender ¿eh? Pero sea lo que sea ya saben que estamos aquí.

Sonó el telefono, Frost no se sorprendió, hechó una última mirada al pasillo su se dirigió al telefono de la habitación. Tio si nos llevamos los ordenadores mira que no tengan dispositivo de GPS. Pero date prisa que esto se va a poner calentito. Frost se dirigió al telefono y sin dar tiempo a que Stempok le detuviese contestó.

¿Si mamita?

Brian se sorprendió ante la acción de su compañero. El no hubiera atendido el teléfono, pero estaba claro que Frost pensaba de una forma distinta.

Con todo, algo de lo que dijo penetró en su cabeza y revisó el ordenador en busca de un dispositivo de seguimiento Maldito loco, aunque sepan que espamos aquí para que contestar se planteó mientars sus dedos verificaban el portatil.

West Hill, 11:32 (hotel Night-Marriot)

La idea de Frost no estaba del todo mal, pues si el ordenador tenía integrado un dispositivo GPS sería un grave problema de seguridad para vosotros. Sólo había un problema: para saberlo habría que abrir el PC y ello necesitaba un tiempo del que no disponiais.

- Buenos días. Seguridad del hotel. Quisiera hablar con la Señora Korven.

Esas fueron las palabras que sonaron tras descolgar el teléfono, no sin una cierta vacilación al escuchar tan peculiar forma de responder por parte de Frost. Se trataba de un hombre con voz segura.

Mirando al portátil con preocupación, era consciente que no podría abrirlo en ese lugar, Brian se asomó a la puerta verificando que la llamada no fuera una forma de asegurarse que estaban en el interior de la habitación.

Mientras su compañero atendía el teléfono el, agachado, asomaba la cabeza y miraba hacia ambos lados, con el el portátil en una mano y su fiel colt, cargada con balas perforantes, en la otra. Hasta donde podía prefería usar los dardos adormecedores, pero si esto esta un intento de emboscada, usaría un arma de verdad. Solo esperaba que no hiciera falta.