Partida Rol por web

Una vez fuera de la sala Frost escupió al suelo con señas de asco, le revolvían el estomago Kwan y su nueva ama. Miró unos segundos al poli o ex poli o lo que cojones fuera y recupero la compostura.

Vayamos donde quieras tio, no problemo. Aunque quizá limpien antes el jodido hotel que una casa particular, supongo que habrá algúnpelagaitas insistiendo en volver a habrir la habitación al público.

Frost miró todo lo que iba soltando su compañero, una vez terminó soltó un silbido. ¿Cuantas manos tienes para disparar todo eso tío? Dijo mientras se montaba en el coche.

¿O sea que tu eres expoli no? ¿Como termina un sabueso metido a mercenario? ¿No te salía a cuenta la pensión o que?

Brian sonrió ante los comentarios de su nuevo compañero mientras le contestaba

- Sabes, lo que dices de los hoteles es cierto, y también es cierto que no me gustaría encontrarme con la autoridad mientras estamos buscando pistas - Meneando la cabeza se explicó - Tengo algunos contactos, pero ya saben que no trabajo con ellos... y la verdad es que prefiero no dispararles, después de todo solo cumplen su trabajo. Supongo que en el Hotel terminarán más rápido... tienes razón, mejor empezar por allí -

Con todo, el comentario de las armas fue el que más le causó gracia - Manos? solo dos, por eso llevo a mis favoritas - se abrió un poco la chaqueta para mostrar dos COLTS en sus respectivas sobaqueras, una bajo cada brazo - Sin embargo, resultan un poco "mortales" cuando solo quiero impedir que alguien se escape... esta pequeña - explicó sacando la pistola de dardos que llevaba a su espalda, en el cinturón - es una buena solución para esos casos -

Con una rápida mirada al asiento trasero, donde había dejado su mochila y escopeta añadió - El resto es solo para cuando hay que hacer mucho ruido... esas escopetas son de lo mejor para eso, lo mismo que las granadas y esas cosas... solo que en West Hills Gardens no creo que sea una buena idea idea tenerlas a la vista -

Con calma tapó armas, cinturón con granadas y mochila con una lona y se puso en marcha - Entonces... primero al Hotel? - preguntó nuevamente solo para llenar el silencio mientras el automóvil se movía por la ciudad

West Hill, 10:30 (hotel)

El tráfico en Night City era terrible, y aunque había horas bastante malas para conducir por la ciudad siempre se tardaría una eternidad en ir de una punta a otra. Spetock intentó atajar por varios lugares dentro de su mapa mental antes de ponerse al volante. Después de unos segundos la mejor solución era bordear la costa por unos tres distritos antes de bajar hacia West Hills Gardens. Aún así llegasteis en una hora.

West Hill era el sitio idóneo donde una persona con dinero querría pasar su tiempo: grandes y lujosos lugares donde gastar su fortuna o un sueldo con varios ceros, la comodidad de una vigilancia que alejaba a indeseables de la zona (como vosotros) y, en definitiva, todas las cosas que diferenciaban a un rico de alguien común (si es que común era más del setenta por ciento de la ciudad). Lo que más llamaba la atención al entrar eran los árboles entre los rascacielos de acero y cristal, además de una zona exclusiva y rodeada llamada West Hill Gardens. Lujo dentro del lujo. Por suerte el hotel no estaba dentro de los parámetros del extenso complejo, pero sí la casa de la hermana de Lilian.

Otro de los puntos a tener en cuenta era el Night- Marriot Hotel, un enorme rascacielos de cristal negro con vistas impresionantes sobre la ciudad (al igual que la ciudad se impresionaba ante ese coloso). Ese era el lugar donde Lilian y su hijo “estaban” pasando los días de visita en Nigh City. Vuestro destino tenía forma de número: la habitación 180-20. Eso significaba que se alojaba en el piso 180.

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Al acercarse al enorme hotel, Brian miró a su compañero, preocupado por la seguridad que podrían encontrarse en el mismo. De hecho, simplemente la posibilidad de estacionar su vehículo en las cercanías podía ser un problema.

Sin embargo había algo bueno en la situación, en un sitio tan grande, pocos sabrían si ellos eran huéspedes o no - Que opinas... directo al estacionamiento del hotel? - le preguntó a Frost mientras verificaba que la escopeta, y la mochila, estuvieran fuera de la vista

- Supongo que desde allí podemos ir directamente al piso 180... sin pasar por la recepción - con una sonrisa esperó la respuesta de su compañero antes de dirigir su auto al acceso del estacionamiento privado

No se Spetock, no creo que tal y como vamos vestidos podamos pasar por clientes de ese garito... -dijo mientras miraba al ex-poli y a si mismo-, además con tanto sabueso privado dudo que no se necesiten tarjetas de acceso tanto para el parking como para el ascensor del sitio. Tienes algún netrunner escondido debajo del capó o entraremos a lo bruto?

Tras ver las idas y venidas de los ricachones de la zona Frost se rescó distraidamente la calva. Siempre podemos convencer a algún cliente de que nos de su tarjetita de acceso... Esperamos que salga del parking en coche, le seguimos y cuando estemos fuera de la visión del CCTV del hotel le pedimos amablemente que nos de tarjeta y código. Y esepremos que no sean detectores biometricos... por su bien claro, añadió con una sonrisa peligrosa.

Las palabras de Frost hicieron que Brian asintiera con su cabeza - Es cierto, quizás pueda forzar algún acceso, pero no soy tan habil en eso. Tu idea de conseguir una tarjeta puede ser interesante - sonrió ante la forma de expresarlo de su compañero - Solo espero que no sea necesario usar más fuerza de la necesaria -

Retorciéndose en el asiento extrajo una pequeña pistola de dardos de la parte trasera de su cinturón - Esto nos puede servir, los dardos somníferos suelen dar buenos resultados - aclaró mientras verificaba que la misma no quedara a la vista de quien pasara por la calle - y tengo unos lindos precintos para evitar que quien sea de la alarma antes de que salgamos del lugar. Que opinas? Lo dormimos, lo atamos, lo interrogamos y lo dejamos encerrado en su propio vehículo. Sabiendo que nosotros sabremos donde lo dejamos prisionero, no creo que nos mienta. O si lo hace estará en un pequeño problema - agregó con una sonrisa

Brian condujo con cuidado alrededor del hotel, buscando la salida del estacionamiento y un sitio donde pudiera detenerse un momento, por lo menos hasta que vieran salir a un buen candidato para requisarle su pase de acceso. Luego sería cuestión de seguirlo hasta un sitio tranquilo... donde poder emboscarlo

Espera, dijo antes de ir a la pesca del pardillo de turno. Vamos a ver como visten los seguratas, tal y como vamos vestidos no podremos meter un solo pie en la puta planta. Vamos a ver como van vestidos los agradables señores de la puerta del hotel a ver como puñetas van vestidos, sin salir del coche claro...

- Bien - Brian aprovechó el rodeo que daba al hotel para echar un vistazo a la seguridad mientras planteaba - Quizás, entonces, lo mejor es que no sigamos a cualquier infeliz que salga de aquí, sino a algún guardia... así matamos dos pajaros de un tiro. Disfraz y acceso. Despues de todo, el somnífero les hará tanto efecto a ellos como a cualquier otro -

Frost dejó pasar un par de segundos dandole vueltas a la idea.

Mejor no, si la cagamos con los seguratas pueden pensar que algo va a por el hotel y endurecer la seguridad, en cambio si la metemos hasta el fondo con dos pijeras del hotel solo será que les has agredido dos macarras más.

Creo que será mejor que nos ciñamos a la primera idea, vemos como van disfrazados los gorilas, luego nos hacemos con una de las tarjetas de acceso desde el parking y listos.

- Puede ser. Y de hecho no sabemos cuando saldrán... Si, mejor vamos por algún pejerto - Mientras buscaba algun guardia de seguridad para ver el tipo de equipamiento que llevaban, Brian ubico el automovil fuera de la rampa de estacionamiento, dispuesto a seguir al primer huesped que pareciera no estar muy protegido.

West Hill, 11:00 (hotel Night-Marriot)

Hacía rato que la lluvia caía por igual en aquella parte de la ciudad, y ver las calles cubiertas de agua sucia resultaba un alivio pues todos se mojaban con la misma porquería. Pero aquel sentimiento de igualdad se esfumaba en cuanto un camión sisterna con sus operarios mojaban aún más las aceras con mangueras a presión. Resultaba una pérdida de dinero impresionante, pero así los ricos de West Hill podían pasear con sus berlinas último modelo y admirar como sus calles estaban más limpias que el resto de la ciudad. Definitivamente aquel era otro mundo.

Media hora después de haber llegado, y de unas cuantas vueltas alrededor del hotel, encontráisteis al candidato perfecto. Un hombre solitario vestido con un buen traje se encontraba hablando por el móvil en un rincón entre las calles traseras guareciéndose bajo un saliente de un edificio. Era el mismo tipo bajo y extremadamente delgado de cara afilada que había salido hacía unos minutos del hotel. Sólo esperábais que fuera un huésped.

Fuisteis directos hacia a él con la intención de sacarle su tarjeta de pase para el hotel.

Antes de descender del vehículo, para obtener la supuesta tarjeta, Brian actuó casi de memoria, con un leve pestañéo alteró su visión de los objetos y verificó si el desconocido llevaba implantes. El lugar que había elegido para su comunicación no le daba buenas sensaciones, por lo que prefirió asegurarse que fuera solo un pobre tipo

Vamos, empecemos el baile, que allí tenemos a la más fea. Tras decir aquello se apeó del coche con toda tranquilidad esperando que el sabueso estuviese listo. La lluvia que caía pesadamente ni la porquería que arrastraba consigo conseguían arrancarle algo más que una mueca de indiferencia.

West Hill, 11:00 (hotel Night-Marriot)

El objetivo se encontraba a unos tres metros adentrado en el callejón. Más quisiera cualquier lugar de la ciudad tener tan buen aspecto como aquel, pero para vuestra fortuna estaba menos transitada que el resto de la zona. Realmente no había demasiada gente alrededor, pero había que tener cuidado con aquella sensación. Night City era una ciudad abarrotada y en cuanto las calles tenían menos gente de lo habitual uno podia pensar que sno tendría problemas en adueñarse de ellas, hasta que sus huesos acababan chocando contra unos barrotes de la cárcel esperando la decisión de un juez para aplicar una danza cerebral.

Tampoco es que fuerais unos principiantes y seguro que tomaríais las medidas adecuadas, pero el lema de West Hill no era sólo publicidad vacua. Si teníais suerte sólo tendríais que dirigir el coche hacia el callejón y deteneros junto al tipo que, según la visión de Spetock, resultaba de lo más inofensivo y desarmado. Podríais continuar hasta la próxima salida que daba a una calle paralela a la que os encontrábais.

¿Qué había que temer? Con suerte sería algo rápido. Con mala suerte os toparíais con una patrulla de policía corportiva.

- Adelante - murmuró el ex-policía al ver que su acompañante descendía del auto y se colocaba en posición - Yo lo duermo, tu consigues la tarjeta - le comentó antes de girar el vehículo y dejarlo paralelo al callejón, de forma de poder disparar desde la ventanilla. y, si resultaba necesario huir con facilidad. Mientras su compañero se acercaba al objetivo, Brian echó un rápido vistazo a su alrededor, no parecía haber riesgos.

Tras mirar a su inofensivo blanco, mientras Frost se acercaba disimuladamente al mismo, levantó su pistola de dardos y apuntando a través de la ventana más lejana, efectuó un par de disparos a través de la ventanilla, esperando que el somnífero hiciera efecto

Frost salió del vehiculo y alzó la mano para despedirse de su compañero, empezó a avanzar hacia el pobre desgraciado a medida que encendía un nuevo cigarrillo y se calaba la chaqueta. Fruto de la practica y de los años no miro en ningún momento al "cliente" prefiriendo vigilar la entrada a la calle que tenía enfrente. Todo aquello era demasiado improvisado y poco profesional pensó mientras daba la primera calada. Poca planificación y sin nadie que pudiese cubrirles si algo salía mal y ningún puto vigía.

¿Bueno tio... no esperarías que fuera como en los viejos buenos tiempos no? Angela me habría partido la cara por hacer estupideces así...

Esperó a que los dardos del sabueso impactaran para lanzarse contra él con toda la velocidad que le permitían las piernas que actuaron como muelles, ya fuera para evitar que caiera al suelo o para terminar el efecto de los narcoticos.

West Hill, 11:05 (hotel Night-Marriot)

El tipo mantenía aún la conversación ajeno a lo que pronto iba a suceder. Mientras Brian acercaba el coche para disparar los dardos ojeó a su alrededor. Parecía un buen momento para actuar ya que la gente iba a las carreras para evitar mojarse, o simplemente se encontraban muy agusto en sus lujosos coches como para tener que mirar através de la ventanilla. Mientras tanto Frost se encaminaba al objetivo con la sensación de que estaba haciendo un trabajo demasiado precipitado. Aquello era cierto, era algo improvisado y Ángela era de las que le gustaba tener un plan. Pero ella no estaba allí, ojalá lo estuviera...

El primer disparo hizo que el hombre soltara el móvil impresionado por lo que le estaba pasando. No reaccionó más allá del segundo pues ese disparo hizo que se tambaleara hasta que su espalda chocó contra la pared. Eithan ya estaba cerca como para evitar que el tipo cayera al suelo y diera el cante. Ahora sólo era cuestión de actuar con rapidez.

El móvil estaba tirado en suelo, uno pequeño y resistente pues estaba intacto tras la caída a pocos metros. En el bolsillo interior de su chaqueta tenía una cartera, unas llaves de un coche y lo que estábais buscando: una tarjeta de cliente. Ahora sólo quedaba determinar cómo íbais a entrar. Había que sopesar algunas cosas antes de entrar, o por el contrario improvisar sobre la marcha.

El primer disparo había sido suficiente. El pobre infeliz ni se dió cuenta que se estaba durmiendo y la velocidad de su nuevo compañero evitó que golpeara contra la acera cuando caía dormido

Brian bajó rápidamente su pistola de dardos y la dejó entre sus piernas mientras se estiraba para abrir la puerta del acompañante y permitir que Frost ingresara rápidamente al vehículo

Ya tenían lo que habían venido a buscar, esperaba, y no tenía sentido permanecer en el lugar más que lo necesario - Vamos, busca la tarjeta y sube - susurró a su compañero mientras se preparaba para salir del lugar. Sus manos, sobre el volante y sus pies sobre los pedales solo esperaban que el mercenario subiera para poner el automovil en movimiento. Si algo había aprendido Brian de su trabajo en la calle era que cuando las cosas salían bien había que aprovechar el momento y poner distancia lo antes posible. Si nadie nos relaciona con ese pobre infeliz, mejor se dijo a si mismo mientras verificaba que, como creía, nadie los hubiera visto

Frost dejó que el cuerpo cayera encima de su hombro y allí mismo contra la pared y sosteniendole registraba a toda prisa en cuerpo inerte, pegó un puntapié al telefono, no fuese que llevase cualquier mierda de localizador. Luego con un cacheo rapido tomó la tarjeta, las llaves del coche y la cartera del desgraciado.

Que pena tio que te hayan asaltado un par de chorizos... Le murmuró aunque no pudiese oirle mientras se guardaba la cartera en el bolsillo y empezaba a entrar en el coche del sabueso.  ¿Cuanto tiempo duran los efectos del jugetito ese? Preguntó haciendo referencia a la pistola.

Tenemos que hacer la jugada antes de que pueda acudir al hotel denunciando que le han asaltado... Se detuvo unos instantes ¿Es muy espacioso el maletero de este cacharro?