Partida Rol por web

Te vas a ejercitar parqa sacerte toda la bronca que tienes en ese momento. Eso de ser militar te parece lo peor que has hecho en la vida y estas decidida a no volver a montarte en esa chatarra. Comienzas a hacer tue ejercicios sin mirar mucho a los que están al lado tuyo, pero entonces alguein se acerca y te dice:

- He visto gente energica con sus ejercicos, pero tú pareces querer matar a alguien ¿Quieres hablar de lo que está mal?.

Se trataba de la Claudia, la teniente que te trajo de Australia a Macross, la novia de Roy Fokker y una de esas personas que parecen tener un don especial para saber cuando alguein tiene un problema. Fokker y ella son muy cercanos a ti y a Ian, ya que se visitan regularmente.

Estaba tan a lo mío que apenas había levantado la cabeza para mirar quién estaba a mi alrededor, asíq ue casi di un bote cuando escuché las palabras de Claudia. Al menos, ya llevaba un rato en silencio y sin hablar con nadie así que ya me había calmado bastante para cuando me habló.

- Ian nos acaba de decir que nos piensan dejar aquí en la fortaleza, que no piensan mover un dedo por nosotros.. Un año pensando únicamente en llegar a casa y ahora que estamos en ella nos tratan como si hubiéramos sido nosotros los culpables de la situación..

Mis palabras ya sonaban sólo a frustración, ya no había en ellos el odio con el que las había dicho un rato antes, pero eso no quería decir que me sintiera bien en aquel momento, sino más bien todo lo contario. Aquella situación era una auténtica mierda.

Claudia aciente y deja escapar un suspiro. Después, con un tono cancino, te dijo:

- Todos estamos muy mal por esto, Eve. Imagina el caso de los civiles, que están aquí por un montón de coincidencias funestas. Por último nosotros somos militares y sabemos que es parte de nuestro trabajo que el gobierno se se sienta con derecho a tratarnos como objetos... De todas maneras sé que el capitán Gloval pensará en algo y no temerá romper reglas para lograr que nos permitan bajar.

Claudia es una de esas personas que a la adversidad de pone buena cara y lo mejor es que contagiaba su enteresa a quienes la rodeaban.

- Espero que tengas razón porque como me sigan dando noticias tan alegres como esta me parece que me vais a tener que acabar encerrando en una celda para que no mate a nadie.

Yo misma sabía que mi caracter era difícil y que no era una persona nada fácil de tratar, intentaba contenerme muchísimas veces, pero ese era otro de mis problemas y era que no sabía, aunque al menos poder ir a un gimnasio a quemar energía siempre solía funcionar.

Iba a volver a hablar pero sólo me pondría en mi modo " cenizo " que era todo lo contrario al optimismo de Grant y no era plan de que la mujer tuviera que estar levanmtándome a mí el ánimo, cuando se me acabaría pasando solo. Así que simplemente me quedé en silencio, como pensando durante varios minutos para después comentar como un poco arrepentida.

- Supongo que cuando salga del gimnasio tendré que buscar a Ian, al pobre siempre le toca aguantar mis cabreos..

Claudia ríe por tus palabras. LOuego saca una manzana de una bolsa que trae consigo y dice:

- No te preocupes. Él te quiere mucho y perdonará lo que sea. Lo conozco mucho antes de que tú aparecieras y la verdad es que nunca lo he visto tan feliz como desde que está contigo. Supongo que deben tener planes y que esto de quedarse acá de seguro se los ha estropeado, pero recuerda que él también lo está pasando mal y te necesita.

Entonces ella ordena las cosas que trae en su bolsa, que se trata de un montón de frutas. Claudia sonríe y dice:

- Ya tengo que irme. Hoy le prometí a Roy que lo esperaría con mi famosa ensalada de frutas, asi que me voy a prepararla.

Pero cuando está a punto de salir del gimnasio, la alrma de ataque comienza a sonar nuevamente.

Sonreí y asentí a las palabras de Grant.

- Seguro que esa ensalada está riquísima. Nos vemos! - Me despedí de ella para luego volver a tumbarme en el banco de abdominales y encañarme de nuevo con él, aunque apenas había vuelto a hacer dos, escuché aquella alarma.

Sin coger mis cosas y sin ni siquiera quitarme el sudor de la frente, salí corriendo hacia el hangar desde el que nos tocaba salir habitualmente. Sí, hacía un rato acababa de decir que no movería un dedo, pero eso sólo había sido cosa del enfado, había demasiadas personas que no sabían defenderse solas en aquel lugar como para que quien sepa hacerlo se quede mirando..

Como era natural, en el momento de escuchar la alarma, todos los civiles de Macross buscaron guarecerse en los refugios por lo que moverte en las calles era sencillo. No obstante, cuando estás a medio camino de la base, sientes un estruendo inmenso y te das cuanta de que a unas cinco manzanas de donde estás, un mecha zentraedi perdigue a un varitech. El enemigo se había colado dentro de la nave.

Suponía que el varitech ya habría dado aviso, pero si no era así, alguien debía hacerlo así que saqué mi comunicador de entre mi teléfono de entre mis cosas y llamé al puente de mando para dar el aviso, diciéndoles la calle en la que estaban más o menos y que el varitech necesitaba ayuda, pero yo estaba demasiado lejos del hangar como para ir a por un vehículo así que que mandaran a alguien que ya estuviera allí.

Iba totalmente desarmada, ni siquiera llevaba algo con lo que protegerme, pero lo primero que hice fue mirar por la zona a ver si había algún vehículo o algún lugar donde pudiera conseguir un arma.. algo que me sirviera para que aquel varitech pudiera aprobechar la más mínima ventaja que yo pudiera darle.

- Joder con los malditos aliens de los huevos..

Ya se me había olvidado lo de que no movería un dedo.

Tu llamada no es contestada desde el puente, pues seguramente esaban muy ocupados en ese momento y en cuanto a lo de ver algún veihiculo o algo que te permitiera ayudar a el varitech, no tienes tiempo de buscar con mucha dedicasión, pues de pronto el mecha zentraedi y el varitech se elevan y salen por una compuerta que está en lo alto. No obstante, tu telefono suena y se trata de Ian, que con cierta anciedad te dice:

- ¿Dónde estás Eve? Pensé que estarçias dentro de la base pero no te encuentro por ningún lado. Estpy muy preocupado.

No es un reproche, sino que más bien suena aliviado por haber dado contigo.

- Estoy en la calle.. iba para allí cuando he visto un cabrón alienígena persiguiendo a un varitech que parecía estar pasándolo un poco mal y me he detenido, pero no me cogen en el puesto de mando y estoy lejos del hangar como para ayudarle de manera inmediata. Manda a alguien si puedes a ayudar, porque  le estaba viendo un poco acorralado.. yo voy ahora mismo y no te preocupes, estoy bien.

Le colgué y eché a correr hacia la base dispuesta a subirme a un vehículo lo antes posible, cosa rara en mí, porque odiaba ya esas malditas latas, pero había quien necesitaba ayuda y eso hacía que me olvidara de todas mis preferencias.

- Vamos Eve, rápido, tienes que llegar pronto!

Corres por las calles desiertas de Macross hasta que llegas a la base. Afuera te está esperando Ian con cara de preocupado. Tú piensas que no hay mucho tiempo, pero el te detiene y te dice:

- Tranquila, ya terminó el ataque. Solo se trataba de uno de los pasatiempos de los zentraedi... para ellos debe de ser como ir al supermercado; de pronto están en sus naves y se dicen los unos a los otros: "Vamos a atacar al SDF-1, que llevamos tiempo sin hacer"... ¡En fin! ¿Estás mejor?.

Cuando llegué a la puerta de la base apenas podía respirar de todo lo que había corrido y tuve que pararme a recuperar el aliento antes de poder responder a Ian. Llevaba puestas unas mallas cortas y un top en la parte de arriba, ya que no me había ni cambiado antes de salir del gimnasio y estaba sudaba y ahora tras la carrera, aún más.

- Bueno, al menos me ha servido para hacer ejercicio, hacía tiempo que no corría tan rápido.. - Dije una vez mi respiración se fue tranquilizando. - ¿ Y el Varitech que tenía problemas? Han vuelto todos los vehículos de los nuestros? - Pregunté pues sino saldría en su busca, que era por lo que había corrido tanto. -

- Estoy bien Ian, ya sabes que no puedo contener mi caracter muchas veces, siento haberte preocupado. Me fui al gimnasio a ver si haciendo el bruto se me pasaba el mal humor. Estuve hablando con Grant y bueno, ya se me ha pasado.

Ian se te queda mirando serio por un momento. Pero despues sonríe y te dice:

- Asi no puedo enfadarme contigo. Además si vas vestida de esa manera se me pasan por la mente un montón de ideas que no tienen que ver para nada con enojo.

Después, te toma de la mano y te lleva a un lado por donde camine menos gente y ahi te abraza y te besa. Después te dice:

- No te preocupes. Lidiar con tu temperamento hace las cosas más entretenidas... y aunque no podemos llevar a cabo nuestros planes de inmediato, te prometo que encontraremos la manera. Ahora, si me quieres compensar por haberme preocupado, cuando volvamos a casa esta noche podrías preparar la bañera para mí, y que tú me acompañes en ella, obviamente.

Sonreí entre halagada y avergonzada al escuchar sus primeras palabras, sabiendo que aquella no era indumentaria para presentarse en ninguna parte, pero en el momento que escuché la alarma me pareció más útil el salir corriendo para unirme a la defensa que darme una ducha y ponerme el uniforme de nuevo y eso que yo era de las que consideraba que el uniforme más cómodo no era el de piloto, sino que me dejaran unos pantalones para el combate y una camiseta.

Me quedé entre sus brazos, no podía pensar en ningún lugar mejor en el que poder estar y respondí a aquel beso con ternura, pues tras enfadarme siempre neceitaba de él para sentirme plena de nuevo.

- No tengo prisa por que nos casemos, si es a lo que te refieres, tan sólo quiero llegar a casa y poder dejar esta vida que llevamos, aunque mientras estés a mi lado y me digas que me quieres como lo sueles hacer me llega.

Deposité otro pequeño beso en sus labios y luego sonreí, por lo del baño.

- Te haré una cena, te prepararé el baño y luego no te dejaré dormir. - De forma inconsciente mi cuerpo aún se pegó más al suyo pero no fui consciente de ello, pues había sido algo que no había pensado hacer. - Más que una compensación voy a hacer lo que más me gusta hacer..

A ambos les hubiera gustado estar un rato más a solas, pero tenían que volver al interior de la base. Cuando entran, las caras de todos muestran una profunda preocupación. Cuando Ian pregunta qué ocurre, Isamu les explica que uno de los tecnoicos les informó que había que encontrar urgentemente al teniente Fokker, pues su varitech muestra perforaciones de balas y es posible que se encuentre herido. Ian rapidamente, reparte a todos para que busquen en la base y te pregunta:

- ¿En que estará pensando ese loco de Fokker? Si no lo encontramos... no quiero pensar en las consecuencias.

Ian y Roy eran muy buenos amigos y era natural que estuviera preocupado.

La preocupación también se dibujó en mi cara ya que prácticamente aquel hombre había pasado a ser uno de mis buenos amigos desde que Ian y yo estábamos juntos y quizás aún más, desde que estábamos todos en aquella fortaleza, eso por no decir que acababa de estar hablando con su novia hacía unos segundos, así que me quedé casi pálida.

No me había vuelto a poner el uniforme, pero en cuanto lo escuché cogí un arma.

- Lo encontraremos, seguro que damos con él.. - Respondí a Ian.

No me paré más que para decir eso y salí corriendo para buscar por la parte que me había tocado, acordándome también de coger antes un comunicador, no fuera a encontrarlo heridod e verdad y necesitara llamar a un médico.