Partida Rol por web

McLeud se rie ante sus bromas, aunque se mantiene un poco a parte. Al final les dice:

- Pues sepan que la falda solo la uso en ocasiones especiales. Asi que si me ven con ellas es por que es importante o muy malo. Ahora los cabos quedan a cargo de sus tenientes y el resto puede continuar con sus tareas habituales. ¿No sé si los cabos tienen alguna pregunta?.

En ese momento Kant levanta la mano y con cara de niño picaro, dice:

- Disculpe señor, y disculpas tambien para el teniente Bishop, pero podría quedar en la otra unidad. No sé, pero me parece que la teniente O'Neil es más inspiradora para mi gusto.

McLeod no contesta, solo mira al cabo con severidad y da media vuelta, en tanto, Kant les queda mirando y dice:

- Dije algo malo?.

Aaah suspiró Bishop. Voy a tener que atar en corto a éste me parece... 

El teniente se acercó hasta su nuevo subordinado y le susurró al oído Cabo, yo de usted tendría cuidado con lo que pide. No sea que la teniente acepte. Y ahora añadió ya hablando en serio Lucca y Kant, síganme. Vamos a comprobar qué tal se les dan las simulaciones de combate

Tras las palabras de Isamu y McLeud sobre la " falda " mi mente voló hacia aquellos días y sonreí yo sola, pero no dije nada, aunque la verdad es que algo que decir ya se me había ocurrido.

Las palabras del cabo ahora a las órdenes de Bishop, me hicieron quedarme unos instantes mirándole con cara de idiota y poniéndome un poco colorada, más que nada, por el hecho de que hubiera tenido que decirlo en alto y para todo el mundo, pero luego, sin más, sin pronunciar ni una palabra me eché a reir por lo absurdo de la situación, que era todo lo surrealista que me hubiera podido imaginar o más.

Las lágrimas resbalaban por mis mejillas de tanto reir y mis brazos, se cruzaban en mi estómago, sujetándolo ya que el dolor por no poder parar de reir era intenso.

Tardé un rato en calmarme y mientras aún me secaba los lagrimos de los ojos respondí a Kant, para pararle los pies antes de que esto fuera a más:

- Cabo, lo siento, pero me temo que mi agenda ya quedó cerrada hace tiempo, ya hay quien ocupa mi tiempo libre.. - Dije dando por zanjado el tema en lo que a mí respecta. - Y Kant, estás a las órdenes de Bobby, pero como en vez de hacer tu trabajo te dediques a perseguir a alguna mujer cuando tienes una obligación que cumplir, seré yo misma la que te patee el culo y luego a Bobby por no haberte echado el suficiente bromuro en la comida.. aunque estoy segura de que no habrá tales problemas ¿ verdad?

Al final iba a resultar que prefería tener de verdad a las dos muchachas bajo mi mando que al " Casanova " de turno.

Bobby emitió un prolongado suspiró, al tiempo que se encogía de hombros Ya sabía yo que al final me iba a tocar recibir... dijo mientras se alejaba con los dos recién nombrados miembros del equipo.

Por todos los demonios exclamó dándose un golpecito en la frente y deteniéndose en seco antes de partir. El teniente se giró hacia McLeud y le preguntó con suspicacia:

Señor...¿esto significa que ahora somos el Green Knight?

Al escuchar a Eve y a Bishop hablar al nuevo recluta, Isamu no pudo evitar sonreir "menos mal que mis compañeros ya son gente con esperiencia y no tengo que estar detras de ellos para que se comporten y hagan bien su trabjo"

Luego Bishop hizo su importante pregunta a McLeud e Isamu no pudo evitar reirse tambien a carcajadas. "era bueno poder disfrutar de esos momentos, ya que no podian ser muy numerosos" - jaajaja, un nombre realmente carismatico.- dijo Isamu muentras reia.

Cuando escucha la propuesta de Bishop, McLeud voltea la cabeza y le dice:

- Creo que en el caso de ustedes será mejor mantener solo los colores. Digamos que el nombre que me propones no es nuy varonil, ero no puedo meterme con tus gustos.

Asi, McLeud se retira y deja a los nuevos lideres de unidad con sus subalternos. Los nuevo tendrian que ponerse rápido al tanto de tdo lo necesario para sobrevivir, pues lo necesitaran.

Ummm... se quedó pensativo Bobby unos instantes... no, eso suena muy mal, pero habrá que pensar en algo elegante, ¿no creeis muchachos? les preguntó a sus dos nuevos subalternos. Bien, vamos a pensaarlo mientras entrenamos.