Bien, por fin empieza la fiesta. Pienso mientras sonrío.
Cojo mis cosas y sigo a las mujeres.
El viaje a macros fue rápido; en menos de tres horas uya sobrevolaban la isla. Entonces, desde el aire, pudieron tener una panorámica de las reales proporciones de la fortaleza espacial. Medía alrededor de 1.2 kilometros, estaba pintada de blanco y azul y al rededor, como un prado de concreto, se extendía la ciudad de Macross.
El avión se posó sobre la pista de aterrizaje de la base contigua a la fortaleza. Allí, un grupo de soldados parecía que las estaba esperando. al bajarse del avión, las tenientes Hayes y Grant saludaron con señas al grupo y, de entre ellos, se adelantó un oficial alto de uniforme rojo y negro que contestó al saludo.
Saludo a los oficiales quedándome firme hasta que me digan que pueda descansar y sin decir ni una palabra y mirando hacia el frente con la mirada fija.
Mientras mi compañera mantiene una rigidez castrense, mirando al infinito, Tzigan no deja de mirar las caras de los soldados, a los oficiales, a la ciudad.... tantas cosas nuevas...