Partida Rol por web

Por un momento mi gesto se hizo sombrío, pues ahora imaginaba que todas las personas que conocía en La Tierra ya no estarían allí, lo que incluía a toda mi familia, pero claro, todos estaríamos igual...

Suspiré bajando la mirada para no ver lo que había fuera. Dolía sólo pensarlo.

Cuando unos instantes después volví a mirar a mis compañeros posé mi vista en Ian unos segundos, pero no era momento de decir nada.

Aquello de que pensaba retirarme y buscar otro trabajo de lo que fuera para llevar una vida normal no podría ser, pues no había nada normal ya y estaba más que cansada de pelear día y noche.

Al menos me quedaba Ian.

En ese momento, por los altoparlantes de la nave suena la voz del capitán Gloval, quien deseaba dirigirse a todos:

- Ciudadanos de Ciudad Macross y tripulación del SDF-1, me dirijo a ustedes para agradecerles por los incontables sacrificios que realizaron para lograr la victaria. Nunca antes en nuestra historia hemos estado tan cerca de la aniquilación total y aunque nuestro planeta ha sido arrazado, en los sensores nos llegan la señal de millones de sobrevivientes que esperan por ayuda. Eso nos da esperanza de que como humanidad prevaleceremos y haremos de nuestro planeta nuevamente el lugar hermosa que fue. Lloraremos a los caídos, pero la pena no nos inmovilizara. Caminen todos con orgullo, porque se lo han ganado.

Bobby apretaba con fuerza la mano de Camille con una de las suyas, mientras con la otra se enjugaba una lagrimilla que le caía por el rostro, azorado y procurando que nadie más lo viera.

¿Al fin se ha acabado? se preguntaba ¿Hemos sobrevivido? ¿O nos esperan nuevas guerras si los zentraedi no cejan en su empeño?

Sentí cierto alivio al escuchar que al menos habían sobrevivido muchas personas, pues al menos, nuestra lucha no había sido en vano y a parte de los que residían en la fortaleza, habíamos conseguido ayudar a muchas personas, cosa que tampoco era para tanto porque para eso nos alistábamos en el ejército, para defender a los nuestros, pero no, aquello no se había acabado y de eso estaba más que segura.

- Aunque cejen en su empeño de pelear contra nosotros esto no se ha terminado. - Muy a mi pesar estaba hablando seria aquella vez, convencida de lo que decía. - Ahora más que nunca se va a necesitar un ejército, reconstrucciones, atención sanitaria por vete tú a saber que enfermedades... Habremos podido acabar de disparar pero me parece que aún nos queda demasiado camino por delante.

Este era mi adiós a todo lo que había pensando que haría al volver a casa si era que podía hacerlo algún día.

Cuando escucho las palabras de Gloval, Isamu suspiro aliviado, el era obtimista, y por eso hablaba como hablaba, pero al escuchar como Gloval corroboraba que habia numerosos superviviente, dio gracias porque no se habia equivocado, habia muchos de los suyos con vida y restaurarian el planeta con el esfuerzo de todos. Isamu se acerco a Ema paso su brazo por su cintura, se sentia cansado pero el estar junto a ella le reconfortaba.

Quizás no hubiera sido el mejor final, pero estaban vivos, no solo ellos sino muchos millones de personas y nuestro mundo ya había sido víctima de otras catástrofes y aunque tardara cientos de años volvería a ser la bella Tierra que todos conocíamos.

Abracé a Nataly con fuerza. Para asegurarme de que no era un sueño y que estaba allí conmigo.

Nada volvería a ser como antes, pero estando juntos podrían afrontarlo.

A pesar de todo, la Tierra sigue siendo un lugar maravilloso por el que vale la pena luchar y morir. Es parte de nuestra identidad, así que nos esforzaremos por devolverle su esplendor. - no dirigí estas frases a nadie en concreto, era algo que sentía y simplemente quería compartirlo, con el viento, con el planeta azul y con cualquiera que pudiera escucharlo.

Miraban el mundo desolado asotado por la lluvia cuando se abre una claro entre las nuves y pueden ver el sol rodeado de un cielo azul, ese cielo que solo habpian visto gracias a los hologramas de la ciudad Macross. Habían sufrido tanto, habían visto tanta gente morir y en muchas ocasiones bordearon la desesperación en sus corazones, pero ahora el sol salía entre las nuves nuevamente.

Era impensable como un grupo de niños que había llegado para pilotar robot gigantes se habían transformado en adultos de la forma más dramática. Ahora eran héroes y veteranos de guerra.

McLeud toma de la mano a Eve y le sonríe. Después mira a sus chicos y les dice:

- No les voy a decir que lo hicieron bien, porque sino se van a volver engreidos. Ahora vayan a descanzar, que se lo han ganado. Si hay que reconstruir algo, podemos empezar mañana.

Afuera del SDF-1 llovió toda la noche, pero al día siguiente había un solm radiante.

FIN