Partida Rol por web

SDF-1, 29 de marzo de 2009

Como la mayoría de los civiles, tú ayudaste en el proyecto más alocado que se haya imaginado alguien. Traer todos los edificios de la ciudad Macross y reconstruirlos en el interior de la fortaleza espacial.Es tan detallada la reconstrucción que los técnicos de la fortaleza han usado hologramas para imitar el cielo. Ahora, casi en un mes, la gente de Macross comienza una vida normal.
Durante los trabajos de reconstrucción,te destácaste un buen mecánico, cosa de la cual se percataron tanto los civiles como los militares. Recibiste varias invitaciones por parte de los uniformados para entrar al ejército, cosa a lo que obviamente. Así, en uno de los tantos talleres de la ciudad, se te ha dado un trabajo en el que puedes practicar tu profesión.
No obstante, esa mañana tuviste una visita que no esperabas en el taller.Se trataba del oficial que lo sacó del refugio en que se encontraban cuando los alienígenas atacaron Macross. Era el hermano de Camille, pero en esta ocasión venía vestido de civil. Al bajarse de su auto -uno de esos grandes automóviles americanos de los años 50- se acerca a ti y te saluda amistosamente diciendo:

- Buenos días, buscó a Alfonso Pacheco. Me dijeron que trabajaba aquí.

En ese momento, con algo menos de trabajo, estaba desarmando y volviendo a montar mi motocicleta, una yamaha Vmax. Me limpié la grasa de las manos con un trapo sucio que luego guardé en uno de los bolsillos de mi mono de trabajo.

Soy yo. - le dije mientras me acercaba a él - ¿quiere que le eche un ojo a su coche? - la pregunta era natural, debido a mi destacada habilidad para la mecánica, venían algunos preguntando directamente por mí para que los revisara.

El sujeto te sonríe cordialmente y que explica:

- La verdad es que viene y porque le recomendaron como mecánico, pero no para que veas mi auto, sino para un trabajo algo más complejo. Soy el comandante Ian McLeud y estoy a cargo de una unidad de destroid. Hace unos días el mecánico pidió transferencia a otro nidal que necesito alguien que se haga cargo de la manutención de los destroid. Espero que esta propuesta te parezca atractiva.

Ya sé quién es usted... le recuerdo - comento con cara de pocos amigos, mientras termino de secarme el sudor de la frente y me acerco a él. Le echo un vistazo, vestido de civil no parece militar en ningún sentido. Hay gente que incluso con ropas informales lo siguen pareciendo por su porte y sus maneras.

Destroids... esos son los robots gigantes que se usaron para contratacar la oleada alienígena ¿no? - digo y antes de que me lo confirme continúo - La verdad es que me encantaría meterle mano a uno de esos bichos... ¿cuales son las condiciones? ¿qué es exactamente lo que necesitan? alguien que los repare, o que trabaje también en I+D o que haga un poco de todo... ¿o qué? - Se me nota interesado a la par que desconfiado.

A McLeud parece agradarle ese interés que muestra de mala gana. Así que te explica:

- Verás, Alfonso, lo que necesito es alguien que tenga la intención de aprender más acerca de la ciencia robotech. Hay un montón de técnicos sabelotodo en la base, pero que no saben nada acerca de asuntos prácticos. Como tener nuestros vehículos apuntó que al día.
Mira, por lo que me dijo mi hermana se que los militares no te agregamos, que si yo estuviera en tu lugar tampoco me agradaría, pero la verdad es que necesito alguien con su talento. No te estoy pidiendo que te roles ni que usó el uniforme, sólo necesitó mecánico, será un trabajo como cualquier otro que recibirás un buen sueldo ¿te interesa tomar el trabajo?

Me interesa - afirmó tras escuchar sus palabras - Si no hay reclutamiento de por medio, ni uniforme. Si seguiré siendo civil y no tengo que hacer esos saludos, o prácticas militares... y si las órdenes que tenga que obedecer sean estrictamente de mi trabajo... entoncés seré su mecánico - concluyo a la vez que le tiendo la mano para estrechársela a fin de terminar el acuerdo de buena forma.

Por cierto, ¿qué tal está Camille? supongo que se enrolaría. - dejo caer el comentario intentando parecer poco interesado.

Mcleud mira con desconfianza tu interés, pero te informa:

- La verdad es que si lo hizo, y no es que me guste mucho. Lo bueno es que se la han destinado para el personar logistico, ya que es un genio de las computadoras. Ella me dijo que te conocia cuando vio que estaba pensando en ti para este puesto.

Después, el teniente se acerca a su automovil y dice:

- Mira, Alfonzo, necesito que empieces cuanto antes. Si quieres vamos ahora y te muestro de que se trata todo.

No hay problema. Un momento que recojo mis cosas, y me cambio - le respondo y me adentro en el taller. Unos diez minutos después salgo, sin el mono de trabajo y con una mochila grande al hombro.

Entro en el coche y dejo mis cosas en el maletero. - Cuando quiera.

McLeud te invita a subir que a la auto, el cual te causó una buena impresión, pues es un modelo clásico de los años 60 en perfecto buen estado. Así, sin decir mucho más que algún comentario sobre tráfico o si la estación de radio te parece, completa del viaje a la base militar, que en realidad son las dependencias interiores de la fortaleza. Ahí vuelves a recordar que te encuentras dentro de una nave espacial, ya que no hay una ilusión holografica que imite el cielo diurno.
El teniente de llevados a uno de los portaviones rescatados de la bahía de Macross y allí encuentras con una estancia repleta de esos enormes robots que ya habías visto durante la inauguración de la fortaleza.
La expresión de asombro en tu cara parece agradar a McLeud, quien sonríe pero no dice nada pues en ese momento su atención se desvía a otra persona. Con una enorme sonrisa en su rostro y radiante en su nuevo uniforme de cadete, cerca ustedes Camille, que parece haber olvidado su enojo de la última vez, ya que lo saludo animadamente:

- Hola, hermano. Veo que pudiste dar con el mecánico que buscabas - en ese momento su sonrisa se vuelve pícara - a pesar de que no creo de que esté muy contento con tanta gente de uniforme.

El humor de la chica parecía realmente bueno. Pero lo que descolocó tanto aquí como su hermano fue lo que hizo después. Se para frente a ti y, como era casi una cabeza más baja que tú, se puso en puntos de pies para darte un beso en la mejilla. Después, mirándote a los ojos, te dijo:

- Bienvenido.

Durante el trayecto me mantengo callado, y la nostalgia me invade al percibir -como tantas otras veces- que el cielo nocturno o diurno es siempre el mismo cielo negro plagado de estrellas.

*Una vez llegamos a la zona militar esta sensación se ve reemplazada por la súbita euforia de tener la posibilidad de ver de cerca alguno de esos monstruosos robots llamados Destroids. Sólo me doy cuenta de la presencia de Camille por el repentino silencio del teniente, que andaba explicándome algo sobre ellos.

Luego de que Camille me bese me quedo descolocado. Por un momento me pongo rojo y no sé qué decir - Eso no me lo esperaba. Miro un momento al Teniente, y luego a Camille y finalmente al suelo.

Eh... grac... gracias por la bienvenida. - me rasco la nuca por la tensión - Espero poder verte por aquí a menudo... - desvío la mirada hacia otro lado. Quizá pueda invitarla en otra ocasión, a tomar algo.

Me ha dicho el teniente que estás en logística o algo así... - ignoro al Teniente.

La chica esta a punto de contestar tu pregunta, pero un grupo de cadetes la llaman, asi que se despide y va donde ellos. La verdad es que conversa muy animada con sus compañeros y ellos se muestran muy galantes. Obviamente ninguno lo hace por ser buena persona.

Mientras miras la escena, McLeud se acerca a ti y te dice con cara seria:

- Dime la verdad, Alfonzo ¿Te gusta mi hermana?.

Le miro sorprendido por lo repentino de la pregunta y tardo unos minutos en contestarle - Sí... claro... es una chica muy guapa y muy agradable... - le digo con cortesía no pudiendo responderle por completo - a fin de cuentas es su hermano. Y apenas conozco a Camille.

Miro el reloj - Se nos hace tarde... eh... deberíamos seguir andando. - le digo para cambiar de tema.

Contrario a lo que se podía esperar, McLeud suelta una fuerte carcajada ante tu respuesta; una que, de no ser tu el que la provocó, te hubiera contagiado. Después, mostrandose muy afable, te palmotea la espalda y dice:

- Sabes chico, me caes muy bien, por eso dejame decirte que estás jodido. Mira a todos esos babosos - te indica a los cadetas que acompañan a Camille - De seguro que ella les sonríe y ellos hacen todo lo que ella les pida. Lo ha hecho desde pequeña, sabe exactamente que teclas tocar para conseguir lo que quiere... y la adoro por ello.

Después te indica a uno de los destroid y te dice:

- Esos serán tus nuevos juguetes Alfonzo. En las proximas semanas te enseñaré cómo desarmarlos y volverlos a armar con los ojos cerrados... ¡Ah! Tambien te ensañaré a pilotearlos ¿te parece?.

La miro y luego al teniente, parezco preocupado por lo que dice. Trago saliva - Habrá que ser firme y no dejarse persuadir por esa linda chica, no quiero ser como esos cadetes.

Por mi bien, para saber qué falla primero hay que saber cómo funciona. - le aclaro - de hecho o mucho me equivoco o será la parte difícil de la formación. - y agrego - Desarmar y armar cosas es algo que vengo haciendo desde hace tiempo... un destroid es como el motor de un coche pero más grande y con más piezas.

Miro al destroid de arriba a abajo. - ¿cuándo empezamos?

Al teniente parece agradarle tu actitud ante el trabajo y te lleva a uno de esos monstruos de metal. Allí te explica los primeros principios de robotechnología, te habla acerca de las funciones del destroid, la fuente de energia nuclear que usan y un monton de cosas que te tomará un tiempo aprender. No obstante, parece que McLeud es un buen maestro, y por último es entretenido.

Pongo atención a sus explicaciones, tomo notas, hago preguntas primero de las básicas, pregunto sobre materiales, conductos de energía, exposición a la radiación y obviamente sobre el pilotaje de esos trastos.

Entonces... ¿cuando desarmamos uno? tengo ganas de ver lo que tiene por dentro... de seguro que tendréis alguno de estos para el desguace, no me importaría ponerme con uno de esos para ir revisando las partes...

Realmente no me importa que sea entretenido, el caso es que se explique bien y le entienda lo que quiere decir. Pero se agradece el intento.