Annie se acercó lentamente hasta vosotros. Aunque sonreía, sus ojos mostraban con fuerza la tristeza que bañaba su alma, pero intentaba que no se le notara.
Tenéis que ser fuertes. Vuestra fuerza, valor y arrojo es lo único que os quedará en la Arena. Luchad bien y ganaréis en los corazones de la gente que os quiere.
Se llevó la mano al corazón.
Bien, hay un par de cosas que he recordado que os tengo que decir. Cuando salgáis, en cuanto suene la señal, moveros. Hay una bomba en la plataforma y estallará si siente peso más tiempo de lo debido. Y lo otro es sobre los patrocinadores. Habrá algunos que os enviarán comida sana, pero otros os la enviarán envenenada. Tened cuidado y no comáis nada sin más.
Empezó a respirar con dificultad y se despidió de vosotros con una sonrisa triste y un movimiento de mano.
Escucho las palabras de Annie atentamente. Son sus últimos consejos y es probable que nos salven la vida. - Si tenemos esa suerte - pienso.
- Gracias Annie, lo tendremos en cuenta. - No puedo quitarme de la cabeza el detalle de la comida podrida de los patrocinadores. Sabía que podrían ayudarte o no, en función de cómo les cayeras, pero nunca me había planteado que podían ponerte piedras en el camino. Solo espero que no sea mi caso. Le sonrío amablemente antes de que se marche y me giro hacia Jerome. - ¿Cómo te ha ido la entrevista?
-Puff... he hecho el paripé como todos. Nunca se me han dado bien las palabras. Aunque si es cierto que si sobrevivo, el Capitolio me ofrecería muchas oportunidades de aprendizaje.- me callo de golpe, tal vez era un pensamiento que parecía simpatizar con nuestros tiranos.- Solo sé que los profesionales se han aliado con la bestia de carga del distrito doce, y mi única preocupación ahora mismo, es salir con vida de la Cornucopia. Allí será la próxima vez que nos veamos. Que la suerte este siempre, siempre contigo. - me despedí irónico antes de ir a la cama.
Entrecierro los ojos al escuchar el comentario de Jerome, pero no hago ningún comentario. Cuando me da la información relativa a los profesionales asiento con la cabeza, agradecida porque lo comparta conmigo. Cuando se despide, sonrío. - Cuento con ello - contesto de broma. Acto seguido, me voy a la cama.