David Entra en la clase detrás de Amber.
-¿Al final vas a dejar clases? Ya decía yo que no ibas a poder con tanto...-Digo con tono burlesco-Va a ser algo raro que no estemos juntos en las mismas clases, la verdad-Sonrío como sólo lo hago cuando Amber y yo estamos a solas y sé que nadie que me importe puede oírnos-Bueno, ya me contarás qué tal te va.
Me giro al profesor y digo:
-¡Buenos días!-Agito los formularios en la mano algo emocionado. Aunque lo había decidido en el último momento, sabía que no se arrepentiría de haber escogido Español. ¡Siempre había querido viajar a España! A algún rinconcito apartadito y tranquilo...
-Sí, lo he pensado mejor y realmente no necesito ninguna de esas dos clases para lo que quiero hacer... Y ey, seguro que ni lo notamos, estamos juntos en casi todas las optativas que hemos cogido. -Sonríe.
Esta vez se queda junto a David para entregar la solicitud en lugar de tomar la iniciativa por si misma.
-Imagino que a música ya si que no vienes ni en sueños, ¿No?. - Pregunta con media sonrisa, sabiendo ya la respuesta.
-¿Bromeas?-Se indigna-Eso es de alternativos. ¿Tú sabes la que me podrían formar el equipo de animadoras si me meto a música?... Digan lo que digan, en este instituto te ponen la pegatina de "mariconada" a las cosas más tontas.
Suspira.
-Total, tampoco es que sepa tocar ningún instrumento... Y bueno, no canto mal del todo, pero no le llego a Zack ni a la suela del zapato. No sé cómo se lo monta... se ha metido en clase de música como si nada.
Quizás YO también debería hacer lo que quiero en vez de preocuparme tanto por lo que van a pensar de mí... Mierda... ojalá no me hubiera tocado la mierda que me ha tocado. El instituto ya de por sí es difícil sin añadirle dilemas sexuales... No. Si hiciera lo que quiero hacer yo sería la próxima Diana...
David entrega el formulario un poco cabizbajo, pero aún con la sonrisilla forzada anterior.
-Aunque a ti te pega, rockera-Sonrío-Eso sí, probablemente te aburras al principio, por eso de que dais historia de la música, los clásicos...
Le doy un codazo amistoso y le guiño un ojo.
-Entonces... ¿En el Sandy esta tarde? Tengo algo que hacer por allí ¡Y antes de que me digas nada, no! ¡No voy a tirarle un granizado encima a Diana!
Sin darse cuenta realmente de que toda esta conversación ocurría delante de su profesora de Español, David terminó de saludar a la mujer y revisó lo que tenía pendiente.
Aún tengo que ir al campo de fútbol para echar la solicitud. Y luego a la piscina... Hoy me espera un día largo.
-¡Nos vemos luego!
David mira por el cristal de la puerta antes de salir, asegurándose de que nadie ha sido consciente del trato cercano que había tenido con Amber. Luego abre la puerta y se va.
David sale de la clase de Español y se dirige al campo de fútbol.
La profesora estaba en la mesa sentada con los formularios mientras los chicos hablaban, no les prestaba demasiada atención ya que estaba ocupada con su móvil mirando algunas cosas, de hecho parece que hasta que no empezaron a hablar no les presto atención
Y volvió a su teléfono mientras esperaba por alguna posible pregunta o comentario por parte de los alumnos
-Huh, ya... David y sus 'mariconadas'. Valiente paripé más absurdo y cansado... Pero es lo que el cree que quiere. En fin, prefiero ni pensarlo.
Amber rellena y entrega el formulario.
La profesora parecía estar atareada, seguramente con los últimos preparativos antes de comenzar el curso.
-Buenos días, profesora. – cogí el formulario de Español y el de Historia Americana y los rellené. – Tome, muchas gracias.
Salí rumbo a la próxima aula.
-Nas. -dijo con desgana al entrar.
Ya sólo le quedaba uno. Sentía nostálgica frustración por el tiempo que llevaba sin ojear sus estadísticas en el móvil, gracias al colegio. Terminó de rubricar la hoja para Historia americana, y se salió sin más contemplaciones.
No obstante, notaba que en su cuerpo había algo que no cuadraba mucho.