Partida Rol por web

Esta escena esta siempre disponible para la lectura de todos, para compartir las aventuras ajenas a las conspiraciones de los personajes.

Faolan se echó la capa sobre los hombros y se cubrió con una capucha. El bosque de los Venyen era un lugar que conocía bien y se sentía tan seguro como en su casa, pero debería coger los caminos reales para llegar más rápidamente a su destino. En una pequeña mochila cargada a su espalda llevaba provisiones para el viaje y una pequeña cantimplora. Así ataviado, con una capa de viaje sin apenas distintivos, nadie hubiese dicho que se trataba de uno de los miembros del consejo de una Casa de Tarida. Mejor así, pensó, será más fácil viajar sin problemas para un hombre anónimo.

Antes de salir del castillo había estudiado los planos para organizar el viaje, y había consultado al montaraz de Lord Venyen por las zonas más seguras y las precauciones a tener en cuenta durante su viaje. Al fin, salió del bosque y continuó por el camino hacia las montañas, en dirección al paso de Benlar. Era probable que se encontrase a Lord Brogan en la frontera, pero esta vez, su misión le llevaría más allá.

Lord Madul abandonó el castillo-templo de la Orden. Tenía un viaje muy largo por delante y los caminos ya no eran tan seguros como lo habían sido en su juventud. Aún así dos buenos caballeros le acompañaban, así como su sirviente, no eran un grupo excesivamente grande pero si disuadirían la atención de algunos de los salteadores de caminos: tres hombres armados no eran plato de gusto habiendo presas más fáciles. Alzó la mirada al cielo, estaba despejado y brillaba un sol esplendido, tórrido, muy diferente al de sus montañas. Las hechaba de menos, tanto a ellas como a su hija. Con la añoranza en el corazón puso al caballo al trote y se dispuso a emprender por fin el camino de vuelta a casa.

Durante su viaje Faolan, se topo con una caravana de gente. Eran un grupo de alegres truhanes muy interesados en cuanto podian enterarse, para luego venderlo a algun buen postor. 
 

La tirada esta bien hecha.  

Lord Madul se dirigía al norte acompañado por tres de sus caballeros, habían trazado una ruta que consideraban segura y aunque se encontrasen con algún maleante, las espadas de su escolta cortarían todo intento de asalto. No tardarían en darse cuenta que no existe ruta segura...

El sendero se volvía angosto y estrecho a medida que se adentraban en el valle, la luz cada vez mas tenue, daba paso a los sonidos de los animales de la noche. El nerviosismo entre los hombres del Señor no tardó en aflorar y aunque intentaron acelerar el paso para salir de allí les fue imposible. Las ramas se quebraban y la maleza crujía a su alrededor, era obvio que ya no estaban solos.

Poco metros más alante se produjo un silencio sepulcral en todo el valle, solo roto por el sonido metálico de pisadas y las cuerdas de los arcos tensándose. Varias figuras aparecieron delante del camino, portando largas lanzas, así mismo ocurrió en la retaguardia.

Una figura inmensa apareció de entre las sombras, portando una coraza y un enorme hacha.

Lord Madul, estaba completamente rodeado.

- Vaya vaya, ¿Que tenemos aquí? -. El gigante caminaba con paso fuerte y firme hacia Lord Madul. - Disculpe Señor, pero este sendero es propiedad de la Orden Carmesí y debo pedirle un pago por su uso., ¿Me permite su bolsa de oro? - 

- No hay nada para vos en mi bolsa, "ser" y no reconozco la autoridad de vuestra orden en estas tierras, por lo que vuestro intento por detenernos es inutil.- contestó lord Madul con su atronadora voz, tan discordante con su enjuta figura.-Le ordeno que nos deje continuar nuestro camino.- el Viudo no era un hombre acostumbrado a recibir ordenes, sino a darlas, y sabia que mostrarse medroso ante unos salteadores como aquellos no haría más que empeorar el resultado del ataque.

hincó ligeramente los talones en los costados de su caballo peludo, instandole a avanzar
 

Las puertas blancas de Bastión Cernido se abrieron dejando paso a una pequeña comitiva. Varios caballeros, pertrechados con armaduras y montados en los pequeños y lanudos caballos de las Tierras Altas, tomaron el camino de poniente y comenzaron a descender el tortuoso camino. Al frente de ellos, altísimo, enteco, dando la impresión de estar a punto de quebrarse por la cintura a causa del bamboleo del caballo, avanzaba ser Valin Marel.

- Que el Triunvirato me de Valor para enfrentarme al camino, me muestre la Verdad allá donde vaya y respete mi Vida, asi como yo he de respetar la de aquellos que encuentre.- rezó en voz alta.

Pronto el chapoleteo de los caballos se perdió en la profundidad del bosque montañes, resonando ligeramente en los aislados roquedos...

Faolan miró a su alrededor, buscando algún camino que le permitiese evitar al grupo de truhanes. Sin embargo no tenía otra opción que pasar a su lado. Cubriéndose en su capucha, siguió caminando, echándose ligeramente a un lado del camino. Continuó su marcha sin alterar el ritmo y, cuando parecía haber pasado de largo, escuchó una voz que le llamaba.

- ¡Eh tú! - Una gota de sudor se deslizó por su frente. Maldita sea, pensó mientras empezaba a girarse. Se volvió hacia el grupo, mirándoles con la cabeza gacha.

- ¿Ocurre algo, señor? - preguntó

- ¡Bah! Nada. Lárgate... Ralf, no ves que es un don nadie. ¿Crees que un tipo con algo de información viajaría con esa capa raída y sin afeitar?

Volviéndose de nuevo, apretó el paso tal y como había visto hacer a los granjeros que se cruzaban con un noble. Sonriendo, continuó su camino. ¡Un problema menos!

Puedes improvisar una aventura con Ser Valin. Para que tenga exito debe de incluir dos tiradas, una de una habilidad de rando max 6 y la otra de una habilidad de rango max 4. Ambas tiradas a dificultad 9.

Si logras pasarlas con exito (y narrarlas) ganas +10 px y +1 Gloria. (si tienes alguna duda, me lo comentas en tu escena) 

Salgo con el otro personaje y con Lord Karud Toxon. Hago las tiradas con ambos y luego posteo.

Otro personaje +5 del montaraz.

Karud +3 del montaraz.

Despues con el guardían de la noche busco a cualquier miembro de la Casa Asdrom, ya sea personaje especial o simples guardias a los que robarle los atuendos y sus símbolos Asdrom.

La primera tirada es de solo supervivencia.

La segunda es con el montaraz (no se si servirá también)

Una sombra se desplazó por la llanura. Una sombra enfundada en una armadura negra y portando una espada en la mano. Una sombra que vigila a su alrededor, no por miedo de que lo cacen ya que él es la presa en las noches que se ciernen en las afueras de las ciudades.

Y nunca camina solo.

El gigante se carcajeo, con la seguridad que proporciona la superioridad numérica y el control de la situación.

- ¡Oh vamos! No es el mejor momento para la bravura mi señor ¿Que es una bolsa de monedas para vos? Portáis buenas ropas, montáis corceles, tenéis escolta... No parecéis un hombre arruinado que no se pueda permitir un pequeño peaje.

Continuó su paso hasta colocarse a la vera del corcel de Lord Madul - Permitidme que intente convenceros de otra forma.

Con un gesto de su brazo volaron flechas de todas direcciones que impactaron de lleno y perforaron las armaduras de la escolta. Los corceles enloquecieron por un instante pero el gigante agarro las riendas del corcel de Lord Madul para evitar el sobresalto.

- ¿Y bien? Tened por seguro que al final de este día esa bolsa sera mía.

Karud Toxon toma los caminos para dirigirse de nuevo a su hogar, las tierras de los Toxon. Acompañado por un pequeño número de fieles siervos sabe que tiene que tener cuidado, en los caminos abundan los enemigos, mercenarios y bandidos.

Galopan con rapidez a sus tierras, en busca de nuevas sobre la guerra que aun no ha empezado pero que puede estallar en cualquier momento, por capricho de alguna Casa Mayor o por el propio Senescal.