Partida Rol por web

Y acabar empalado...

- Ser Brandon vs Ser Hardigal
- Ser Ceanor vs Sir Arhture
- Ser Weston vs Ser Harold
- Ser Lazlo vs Ser Lok Thoers
- Lord Garret vs Ser Cedric
- Ser Minifer vs Ser Desmond Howl
- Ser Reynold vs Ser Siron

Ser Hardigal es eliminado al recibir un mayor impacto. 
Ser Siron es eliminado al no comparecer.
Ser Lok es eliminado al ser derribado.
Ser Cedric es eliminado al ser derribado.
Ser Desmond Howl, es elimando al ser derribado.
Ser Harold es eliminado al ser derribado. 
Ser Ceanor es eliminado al recibir un mayor impacto. 

Cita:

Ser Brandon vió cómo su oponente se quitaba la armadura antes de la justa. Sorprendido, le devolvió la lanza al escudero y cabalgó hacia Ser Hardigal.

- ¿Qué hacéis, Ser? ¿No pretenderéis luchar sin protección?

La mirada de Ser Hardigal fue suficientemente significativa como para que Ser Brandon pudiese comprenderlo. Él nunca había sido un caballero errante, y Lord Eric siempre se había mostrado generoso con él, pero...

- ¡Ah! Comprendo... - susurró de forma que únicamente Ser Hardigal pudiese escucharle. - Mas no puedo permitir que salgais herido de la justa, pues si no os recuperáseis la pérdida sería aún mayor que una armadura.

Desmontó del caballo y se acercó al que debía ser su oponente. Miró la coraza, admirado por el trabajo. ¿Una herencia familiar?, se preguntó, aunque no ofendería al caballero planteando en voz alta la cuestión.

- Bien, hagamos un trato antes de nuestro enfrentamiento... Las normas del torneo no impiden acordar de antemano el rescate de caballos y armaduras y estoy seguro de que Lord Casterly disfrutará más viendo un combate entre caballeros correctamente armados. ¿Os parece si fijamos el rescate en... digamos... un cobre? - La mirada de sorpresa del caballero parecía casi ofendida, pero no era la intención de Ser Brandon insultarle. - Os aseguro de que es más dinero de lo que llevo encima y, por otro lado, vuestra armadura no me quedaría bien, aunque podría subir el trato hasta un venado de plata... Ahora vestíos y ofrezcamos a estos nobles señores un buen espectáculo - añadió mientras montaba nuevamente en su caballo.

Mientras volvía junto a su escudero y recuperaba su lanza, pensó en lo que acababa de hacer. No hay gloria alguna en vencer a un oponente más preocupado por su salud que por impactar al caballero que cabalga hacia él.