Partida Rol por web

Lord Herbord recibió a Lord Marcus, tal como este último habia solicitado. 

Lord Mériader Herbord recibió con honores a Lord Marcus, en la sala de fiestas del puerto de la Isla Negra. El barco que él mismo envió para ir a buscarlo lo había traído justo a tiempo. Pocas eran las veces que el anciano bajaba del castillo en la ladera de la montaña pero las fiestas exigían su presencia en la aldea.

-Bien venido seáis un día más a la Isla Negra, Lord de los Vandal.

Meriader estaba sentado sobre una silla de madera hecha con los restos de un naufragio finamente preparados para su nuevo uso frente una mesa repleta de guisos de pescado, aves marinas asadas y arroz del Pantano de los Grises salteado con zanahorias, setas y especias.
Junto a él estaba uno de sus consejeros y a su otro lado una silla vacía.

Ronet se acerca al estrado y hace una reverencia a Lord Herbord mientras este le da la bienvenida...

Mi señor Herbord, tanto mi casa como yo mismo nos sentimo profundamente honrados por el recibimiento que me brinda, pero ha habido un pequeño mal entendido.

No tengo el honor de haber sido nombrado por los iarlls señor de los vandal.

Sin embargo, lord Vandal me envía a presentar nuestros respetos y consultaros sobre los recientes acontecimientos.

Mi primo lamenta profundamente no haber podido venir en persona, pero urgentes cometidos requerian que su diestra mano manejase su hacha.

Lord Mériader entrecerró los ojos y se fijó en el hombre que había inclinado ante él durante unos segundos justo antes de estallar en una risotada.
Ja ja ja.
Mis disculpas por la confusión, mis viejos ojos os han confundido con vuestro primo. Por los tres dioses! La última vez que os vi debiais tener diecisiete o diecioño dias de vuestro nombre.

Venid, venid y sentaos ser. Hoy es un día de fiesta para todos, por fin las lluvias y las aguas se han llevado el miasma de las epidemias. Ahora toca comer, beber y cantar. Honrar a los muertos y recordar que aun estamos vivos! Luego tendremos tiempo de hablar.

Se puso en pie con dificultades propias a su edad y alzó un cuerno de vino.

Por todos los amigos y familiares caídos. y por todos nosotros que seguimos aquí! ofreció el brindis a los comensales. Artesanos, maestros constructores, herreros, comerciantes, capitanes de los navíos, oficiales, generales y algunos soldados y pueblo llano. Prácticamente todos los que vivían en la Isla Negra, que tampoco son muchos.

La cena, anque buena y abundante no era excesiva ni tampoco muy variada. Aunque sea un día de fiesta la escasez no ha desaparecido un del todo y en una isla los provisiones valen mas que el oro y la plata.

 Sois muy amable mi señor, sera un honor sentarme a vuestra mesa, en verdad hace muchos años que no visito Isla Negra

Marcus comparte la mesa y los festejos con Lord Herbord en espera de la reunión :)

Ya bien entrada la noche, Lord Mériader se levantó y se despidió de la gente de la cena, pidiendo que la fiesta continuara en su ausencia. Al marchar, hizo un gesto a Ser Marcus para que le siguiera. A sus espaldas quedaron los cantos del bardo, las risas y el vino y salieron a la noche fría y oscura.

-Demos un paseo por el dique, el aire de mar me despeja la mente.

Pese a sus años y sus ojos vidriosos, Lord Herbord caminaba con paso seguro por el muelle del puerto bajo la luna. Unos metros por detrás los seguían tres soldados con coraza ennegrecida con el blasón de los Herbord*
El sonido de las olas al romper contra las rocas lo relajaba, a la vez que aromatizaba el aire con olores de sal y espuma de mar. Desde allí podían ver el Castillo Negro iluminado, construido en parte sobre la montaña y parte dentro de ella, desde donde se explotan las minas que hacen de la Isla Negra un lugar rentable.

Lamento que vuestro primo no haya podido venir a vernos, en las tierras del Pantano de los Grises también ha habido problemas y no nos dejan otra opción que solucionarlo con acero.
No querría retrasar mas esta reunión, pero mis gentes me necesitaban. La moral está muy baja después de "La Muerte Pronta" y las inundaciones pero los necesito a todos en forma.
Como están las tierras que regenta vuestro primo? y sus gentes? y las tropas?

Dejó unos segundos para que Ser Marcus contestara, observándolo con sus ojos cansados.
No os voy a engañar, Ser Vandal, se acerca la guerra. No se cuando, ni contra quien, pero no nos vamos a quedar con los brazos cruzados mientras esos señores gordos y engreídos del oeste desangran, ensucian y desgarran nuestras tierras al este** de Tarida.

Antaño, la casa Herbord fue mucho mas grande y poderosa de lo que es ahora, nuestros dominios se extendían desde el nacimiento del rio del delta y cubrían toda la costa oriental. Ahora se burlan de El León Marino, lo llaman "Morsa" Dijo con desprecio, pero eso va a cambiar pronto.
Los trillizos hace siglos que no son mas que ruinas, y las tierras fértiles del sur nos las arrebató el Rey Ustar hace casi cien años por despecho a lo que le pasó a su padre.
El trono? Ya pueden pelearse por él esos perros hambrientos, pero no vamos a dejarnos pisotear mas por nadie o desapareceremos.

Ser Marcus acompaño a Lord Herbord pensando que los siervos de los Vandal no solian usar librea, el mismo solo llevaba el blason de su casa, las hachas cruzadas, en la fibula que sujetaba su capa y no solia vestir con el color verde del campo del escudo, pero al fin y al cabo, muchas eran las costumbres de Tarida que no habian calado entre su pueblo.

Mi señor, tenemos la suerte de que la "Pronta Muerte" paso rápido por nuestras tierras, sin embargo, los estragos que causo en las tierras circundantes han arrastrado a supervivientes de la peor calaña que se cree, en su audacia capaces de coger por la fuerza lo que deseen.

Como le dije antes mi primo estará en estos momentos haciendoles comprobar lo equivocados que estan.

Marcus siguió escuchando a Meriader con atención, pensando que ya sabia lo que el Anciano guerrero iba a decirle

Hemos oido de los movimientos de las demas casas y los suyos propios milord, y han preocupado a mi primo, lo acontecido en nuestras tirras nos impide dejar nuestros dominios, entiendame milord, si somos convocados acudiremos, los Vandal siempre cumplen su palabra,  pero le ruego prudencia mientras nos preparamos para lo que esta por venir.

Lord Mériader observaba el mar oscuro de la noche. La luna menguante arojaba tenues luces sobre las olas que se dispersaban en centellas de plata.

...(voy voy...)

 Ser Marcus comtempla la noche en la isla junto a Lord Herbord, en espera de su reaccion 

Sabéis? no hay mucho sitio donde montar en esta isla. Todo son pantanos, rocas y montañas bastas. No os equivoquéis, no lo echo en falta en absoluto, tenemos todo el ancho mar para nosotros, para surcarlo sobre los navíos de madera y hierro.

Los Herbord hemos sido siempre listos, cautos y astutos. No vamos a lanzarnos a la guerra como un caballo desbocado, Fijaremos el rumbo preciso, con el viento a nuestro favor. No tengo ningún interés en castigar a nuestros hombres con el acero de la guerra. Pero si las otras casas de Tarida levanta el fuego y la sangre sobre nuestras tierras, el mar se alzará de nuevo y lo inundará todo a su paso.
Cuidaos de ese pillaje, Ser Marcus, y vigilad las fronteras. En tiempos difíciles siempre surgen las ratas pero los problemas vendrán cuando vengan los perros de guerra y con los emblemas de sus amos.

Por desgracia, nuestro maestre Jorguen murió durante la Muerte Pronta, así que los cuervos están desatendidos. Aun estamos esperando uno nuevo que venga a ocupar su cargo, pero nuestros centinelas siguen teniendo la mejor vista de toda Tarida. Cuando los perros lleguen a las tierras que cuida vuestro primo, encended la Pira de los Varados. La llama en lo alto de esa torre puede verse desde las murallas del Castillo Negro. Si lo hacéis, sabremos que ha llegado el momento de ir a la guerra. No confío en ninguna de las otras casas, la guerra puede venir de cualquier lado y los informes son cada vez mas preocupantes...

Ser Marcus, no hay mucho mas que podamos decidir ahora. Esperemos con cautela. He mandado informadores a las tierras del senescal y otros nobles.

El mes que viene acudiré a ver el estado de vuestro primo. Hablemos entonces. Me voy a retirar ya, mis viejos huesos cada día crujen mas y estoy cansado. Disfrutad de lo que queda de fiesta

 Bien, mi señor como desee, esperaremos su llegada -  Marcus se inclina levemente mientras dice esto y continua - 

Gracias por la invitación, volveré a la plaza un poco, pero no mucho, pretendo volver a nuestras tierras en el primer barco que zarpe, para informar a Lord Valdal lo antes posible.

Un barco os llevará al continente al alba, esta noche podréis dormir en los aposentos para invitados del castillo. Buenas noches. Nos veremos dentro de dos meses. Traeré noticias de los Marul y los Ferah. Hacedlo vos de los Toxon y Asdrom.

Lord Mériader continúa caminando, esta vez en sentido contrario para ascender hasta su castillo.

 Marcus ve como Lord Herbord sube hacia el Castillo Negro y vuelve a la plaza

Entrevista concluida. 

En esta escena continuan: 

- Lady Maria Herbord
- Lord Meridader Herbord